jueves, 24 de febrero de 2011

Sobre el vallisoletano leonés y demás

La semana pasada estuve de viaje por España, o lo que queda de ella, más bien. Accidentado paseo, diría yo, sobre todo por la nevada que me cogió en la provincia de León y las piruetas que hizo el vehículo tras comenzar a deslizarse sin ningún tipo de control por la nieve. Tranquilos, mis nada estimados nazisociatas, que gracias a Dios sigo vivo y os voy a seguir dando por el culo con todas mis fuerzas hasta que vuestro asqueroso caudillo iluminado se vaya a freír espárragos junto con todo su séquito de una puta vez por todas. Por desgracia el vehículo no tuvo tanta suerte como yo y tuvimos que llevarlo hasta la población más cercana para allí acometer una atareada reparación. Agradecer al nada simpático pero bastante kamikaze gruero que con dos cojones se metió con su grúa en mitad de la nieve para bajarnos desde donde Cristo perdió el gorro hasta el taller más cercano, que se daba la casualidad que estaba en Ponferrada.

Tenía claro que me iba a tocar hacer noche en esta localidad leonesa, y el hecho de pensar que la familia del lunático dictador zetapariano era de este mismo lugar me ponía los pelos de punta. Pronto descubrí que allí no tragan a este imbécil profundo, los comentarios de los lugareños así me lo demostraron. No me extraña, porque si hoy dices que eres de León, mañana de Ponferrada y en realidad has nacido en Valladolid, como en realidad es el caso de Zetamentiroso, pues al final ocurre que lo normal es que no te quieran en ninguno de esos sitios. Un tipo que reniega del lugar donde ha nacido es un excremento humano, o quizá es que no sepa ni dónde ha nacido, o tal vez es que no sabe ni quién es su padre, que es lo más seguro. Claro que con tal de que no le digan que es de "Fachadolid", como los progretas imbéciles llaman a la ciudad castellana debido a que José María Aznar nació allí, pues el muy falaz prefiere decir que ha nacido en otro sitio, y sus palmeros le ríen las gracias como tontos profundos recién escapados de una residencia psiquiátrica.

Aunque digo yo que siendo el subpresidente del desgobierno, y encima de un desgobierno mentiroso y perverso hasta las cejas (y los cejudos), pues ya puestos que se cambie el DNI, coño, que le anoten que ha nacido en Barcelona que seguro que le pone más cachondo. Si el cerdo bigotudo del Carod Rovira se cambió de nombre y apellidos, pues el Zetamierdoso que se cambie de localidad de nacimiento si tanto asco le da decir dónde realmente vino al mundo. Qué pena que no lo abortaran, joder, con lo que el muy hijo de mala madre defiende eso de matar niños. Haberse suicidado él cuando estaba en el vientre de su vieja o cuando tenía cinco años o diez o veinte. ¿Por qué ha tenido que venir este puto esperpento a jodernos nuestras vidas? Mira que es mala suerte que con la de galaxias, soles, planetas, civilizaciones y países que hay, nos haya tenido que tocar en desgracia este puto comemierdas a nosotros. ¿Qué puñetas hemos hecho para merecer a semejante botarate? Claro que también nos podría haber tocado el travelo Pajín, mejor me callo no vaya a ser que alguien tome nota y la enchufe de candidata, que en este país hay tanto subnormal que aún nos ganaría las elecciones con mayoría absoluta y total.

El caso es que estaba yo en un hotel en Ponferrada cascándome un tintorro del Bierzo que mira que entraba bien el condenado cuando de repente el camarero me dijo que ahora si que sí o sí iba a tener que pasar la noche allí porque estaban a punto de cortar la A6 por la nieve. Decidí entonces pedir otra botella de ese maravilloso tintorro y subírmela a la habitación para bajármela mientras me daba una ducha relajante. Al mismo tiempo me serviría de remedio para no tener que pensar más en psoístas, progretas y aduladores zetapariles varios. Aunque eso de la nieve me ponía especialmente cachondo cuando recordaba a los imbéciles profundos que hablan sin parar del calentamiento global y van de topemegaecologistas y blablabla, y son los primeros que tiran botellas de plástico en mitad del parque cuando van de botellón. Ya te digo si se está calentando el tema, el termómetro cayendo en picado bajo cero, yo en la ducha con el vino y lo único que me falta ya a estas alturas es sacarme la polla y masturbarme. Siempre he sido de la teoría de que el planeta es muy sabio y en el momento en que lo jodamos en demasía, él nos joderá antes a nosotros. Y sí, por favor, querido planeta, si nos vas a eliminar a todos, empieza por Zetaparo y su gentuza, al menos que el poco rato que nos quede de vida, lo disfrutemos a raudales.

martes, 15 de febrero de 2011

Reflexiones de un martes de febrero

Vaya un día de mierda que ha salido hoy. No porque esté nublado, haga un frío del carajo y esté a punto de caer una buena, al fin y al cabo ese tipo de clima me atrae más que un asqueroso y abrasador sol caribeño. Pero no sé, creo que ando algo destemplado, será la chuza que agarré ayer desde la hora de comer y que no pude soltar hasta bien entrada la madrugada. Total, para lo que hay que ver en este país de mierda, mejor ir todo el día borracho, como el vagabundo de mi banco preferido. Claro que también el tipo tiene sus razones, antes tenía una vida y ahora, gracias a Zetahijodemalamadre y los cachondos psoístas malnacidos que disfrutan jodiendo las vidas de las personas hasta ese extremo, resulta que no es más que un miserable indigente cuya única pertenencia es el cartón de vino que se casca todos los días. Voy a desperezarme un poco, que me da que me he levantado con ganas de reflexionar y eso, en esta extraña nación de botarates en que nos encontramos, creo que ya no es ni bueno. A ver si me van a meter en el talego simplemente por pensar. Casi que mejor me aborrego, o me pego un tiro.

Hace unos días celebraba mi llegada al mundo, un curioso aniversario, que a decir verdad a medida que uno va cumpliendo años cada vez tiene menos interés. Coño, a nadie le gusta ver cómo uno se hace viejo, aunque sí, ya sé que otros muchos me llevan bastante ventaja, pero no es consuelo. Lo cierto es que lo primero que me vino a la mente es pensar (otra vez, demasiado pensante estoy yo) en lo bien que se debía de vivir en aquellos años en que mis ojos vieron el mundo por primera vez. No, no tengo ni puta idea, solamente tengo referencias por lo que me han contado o por lo que haya podido leer de plumas no manipuladas ni interesadas. Pero el caso es que seguro que se vivía mejor, por una sencilla razón, y es que el imbécil y anormal de Zetaparo el lunático no regía nuestros destino por aquel entonces. Simplemente por eso, aquella lejana y pasada época ya debía de ser mucho mejor que la actual. Y seguro que hasta los españoles de por aquel entonces eran bastante más inteligentes que los de hoy en día, porque superar esta imbecilidad profunda de tíos muertos de hambre que aún así le siguen votando al puto PSOE es realmente muy complicado.

Hablemos de Zetamierdoso, ya que hemos entrado en materia. Aún he tenido que ver a este hijo de la grandísima puta por enésima vez aparecer en la pequeña pantalla. Creía que ya había decidido esconderse detrás de las faldas de papá Rugalcabrón para siempre, pero parece que aún tiene la santa chulería de salir por ahí a decir las típicas sandeces de siempre. La recuperación ha comenzado, ésta es su nueva seña de identidad. Bueno, tanto como nueva... La lleva diciendo desde el mismo momento en que empezó a reconocer que España se había ido al carajo. Y lo peor es que aquí no se recupera ni el abuelo asmático del quinto derecha. Estamos hundidos hasta la coronilla, cada vez con más parados, más miseria, más hambre, más mierda nazisociata por doquier, y este hijo de perra nos vuelve a hablar de recuperación. Que se recupere su puta madre del shock que le debió de producir haber parido a semejante engendro, que seguro que todavía no se ha arrepentido bastante de ello. Me cago en tu santa estampa, Zetamierdoso de los cojones, átate una piedra al cuello y tírate a lo más profundo de la bahía de Cádiz. Lo siento, gaditanos, ya sé que igual os contamina el agua, pero coño, en algún sitio tenemos que hacerlo desaparecer.

Uno de los temas de conversación del día de hoy es la politización, manipulación y manejo asqueroso de los premios Goya hacia las posturas cejudas. Progretas de mierda, en definitiva. Lo cierto es que ni vi semejante rastrero evento ni me importa una mierda. Lo que hagan los amigos de joder las vidas a las personas normales me la repantinfla muy mucho. Sí, ya sé que se ríen de nosotros y nos roban nuestro dinero para hacer todas esas mierdas, pero merecido nos lo tenemos por no salir todos en masa a la calle y comenzar a quemar sedes del PSOE y apedrear a simpatizantes de tan funesto partido o lo que sea. Miserables hijos de puta, ellos y toda la caterva de anormales y subnormales que siguen a día de hoy votándoles y dándoles apoyo. Apoyando a unos soberanos hijos de la gran puta que se ríen de cerrar bares y restaurantes en nombre de su lunática cruzada represora mientras envían a la calle a cientos de miles de trabajadores porque les parece guay, moderno, divertido y progre. Más progre me parecería a mí empalar a todos los jodidos asquerosos nazisociatas, y cualquier día de estos, como me siga calentando de tal manera, lo voy a empezar a hacer. Joder, ya se me ha pasado el frío, me voy a cascar un vinito a ver si me pongo a tono. Buenos días.

jueves, 10 de febrero de 2011

Violencia hembrista en el supermercado

Esta sociedad del progregilipollismo, la nueva España súpermoderna y ultratopemegaguay, la jodida pseudo-corrección política y las majaderías y chaladuras del puto PSOE, todo es un conjunto de mierda putrefacta como nunca jamás se haya visto en la historia de la humanidad. Definitivamente nos hemos ido a tomar por culo, y hoy no voy a hablar ni del paro, ni de la economía, ni de la gente que se muere de hambre por culpa del hijo de puta de Zetaparo. Voy a hablar de unos comportamientos sociales totalmente aberrantes que también gracias al hijo de la grandísima puta de Zetaparo y toda su asquerosa caterva de palmeros y tarados admiradores perturbados, nos tenemos que comer con patatas sí o sí. Vamos, que o convives con la chaladura e hijoputez absoluta o ya sabes, amigo, eres un "facha", aunque el que te lo diga no tenga ni puta idea de lo que significa y seguramente él sea bastante más facha que tú. Pero es lo que tiene vivir en un país de imbéciles sin remedio.

Hace un par de días asistí a una escena propia de este país de jodidos tarados mentales y capullos integrales. Y no aconteció en una sede del PSOE ni en mitad de una sesión plenaria de esos hijos de perra vividores que de vez en cuando se pegan unos buenos bostezos en el hemiciclo. Qué cojones, escena cotidiana como si fuera lo más normal del mundo en el supermercado de la esquina. Señor de cincuenta y pocos empujando dos carros cargados de compra hasta arriba, que con lo esmirriado que estaba el tipo no sé ni cómo podía con ellos porque apenas si se le veía detrás de tanta compra. A su lado, tan campante, envuelta en abrigo de pieles, la señora esposa de edad similar o quizá unos añitos menos, manos vacías y caminar de zorrón, sin una puta bolsa que cargar, no vaya a ser que se le rompa una uña. Y allí que llega ella a las cajas, donde yo me ubicaba mientras contemplaba el dantesco espectáculo, y comienza a largar con una cajera a la que no sé si conocía de toda la vida o simplemente tenía necesidad de menear el pico con alguien. ¿El tema de conversación? Burlarse de su marido. "Este hombre, ya ves, que ni para cargar la compra sirve, menos mal que aún le queda algo para ir a trabajar y ganar "nuestro" dinero, que si no ni comer podríamos. Con menudo inútil me he casado yo".

Y tan fresca. Si esto no es maltrato psicológico delante de toda una cola de unas diez o doce personas más los trabajadores del centro en cuestión, que venga Dios y lo vea. ¿Creéis que alguien le dijo algo a la señora como "oiga, se está pasando"? Qué cojones. Risotadas y carcajadas por doquier, vamos, que sólo faltaba que todo el mundo se tirara por el suelo a mondarse de risa señalando con el dedo índice al pobre hombre. Y él, allí estaba, impasible, con cara de tonto, porque muy tonto hay que ser para aguantar eso día tras día, ya que no creo que precisamente fuera un ataque repentino de malévolo feminazismo de la señora. Lo más grave es que no sólo las cajeras y las señoras que habían en la cola se reían a carcajada limpia, es que algún que otro hombre que también se encontraba allí, comenzó a partirse el culo como un puto mequetrefe. Creo que eso fue lo que más me indignó de la situación, que haya HOMBRES tan sumamente agilipollados, manipulados e idiotizados, que se hayan dejado lavar el cerebro hasta creerse las directrices feminazis de insultar, vejar y exterminar a cualquier cosa que suene a masculino. Vergonzoso.

Ante una escena así, tomada con humor, en un país normal, quizá no debería de pasar nada, nos lo podríamos tomar como un comentario más o una situación un tanto peculiar de las tantas que acontecen a lo largo del día. Pero si este mismo comentario lo hiciera un señor hacia su señora cargada con veinte mil bolsas mientras él se va fumando (¿fumando he dicho?, ¡al talego!) un puraco de medio metro sin mover un dedo para ayudarla, estoy seguro de que el individuo en cuestión ya estaría entalegado y fusilado al día siguiente por este desgobierno de feminazis perturbadas que nos ha tocado en desgracia. Eso es lo que no se puede consentir. ¿Dónde coño está aquí la igualdad? ¿Esa es la igualdad que queremos, la ley del embudo? Y a todo esto, mientras tanto, el travelo subministro de igualosanidad ahora se dedica a prohibir cosméticos porque llevan fórmulas de medicamentos. Será que en España no hay mayores problemas sanitarios que esas chorradas y gilipolleces. De verdad que este puto país da asco, mucho pero que mucho asco. Aunque más asco me da ver al susodicho travelo riéndose cada vez que sale en la pequeña pantalla, se ve que le hace mucha gracia todo lo que acontece en España. A ver si le vuelan la tapa de los sesos y nos reímos los demás, coño, que ya va siendo hora de que tengamos nuestro momento de felicidad. Basura infecta psoísta, al paredón de una puta vez.

jueves, 3 de febrero de 2011

El PSOE condena a 130.930 personas más

Bueno, señores, 131.000 personas más a la puta calle, suma y sigue y que continúe la fiesta porque por lo visto a todo dios le da igual. Perdón, 130.930 personas, que me había pasado de setenta y ya esta mañana un gilipollas malnacido me ha dicho que "eso no es exacto", vamos, que concretara las cifras y que no "manipulara" porque claro, no es lo mismo que sean 130.930 que 131.000. Se ve que a este retrasado mental y a toda la puta caterva nazisociata les importan mucho setenta personas cuando envían a 130.930 (repito el numerajo por si alguien aún no lo ha captado en su inmensa grandiosidad) a morder el puto polvo de la miseria más absoluta. Hay que ser hijo de puta y desgraciado. Y más todavía para encima andarnos con el recochineo de ponerse medallas por los acuerdos conseguidos en materia de empleo con los asquerosos, deleznables y sobornados sindicatos que viven a cuerpo de rey gracias al propio ejecutivo lunático que nos ha tocado en desgracia. Yo creo que sin falsear cifras debemos de andar ya cerca de los seis millones de parados, con un población activa de unos diecisiete millones de personas, y a la gente le sigue dando absolutamente lo mismo. Qué país, por Dios.

Pero espérate, que ahora a este desgobierno de miserables, inútiles y perturbados mentales de los cojones, se le acaba de ocurrir una nueva solución para bajar las cifras de desempleo y que unos cuantos podamos trabajar y ganar dinero para no morirnos de hambre. Si no puedes conseguir empleo en esta España de Zetaparo el magnífico, pues el ejecutivo te recomienda que te pires, que emigres, que te largues a Alemania a currar porque como aquí pasan de arreglar el desaguisado, pues o te piras o te jodes, no te queda otra. Y aún se pondrán más medallas por la sugerencia los muy hijos de puta. El caso es que como son así de miserables e hipócritas, ahora tiene que venir la amiga Angela Merkel, a la cual hace unos años recordemos que nuestro estimado subpresidente zetamierdoso tildó de "subnormal", a ofrecernos empleo a los españoles en Alemania. Por lo visto un país dirigido por una "subnormal" tiene un paro ínfimo (tan sólo indigentes y aquellas personas que están en período de cambiar de un empleo a otro) y esta nación de naciones que es España, dirigida por unos iluminados que se creen dioses, está al borde del cataclismo con cerca de un 35% de paro real.

Pero no pasa nada, insisto, a los ciudadanos de a pie esto no le preocupa. Andan más pendientes de esconderse en los baños de los bares a fumarse un pitillo, de insultar hasta la saciedad a Mouriño al cual destriparían si pudieran aunque no les ha hecho absolutamente nada o de enfrascarse nuevamente a debatir sobre el aborto, la eutanasia y veinte mil gilipuerteces más que me parece, con todos los respetos para todo el mundo menos para los nazisociatas de mierda, que son bastante menos importantes que poder comer. Estos hijos de puta que no me merecen ningún respeto, los botarates que aún a día de hoy siguen comulgando con las chaladuras y jodiendas vitales del puto PSOE de los huevos, como no tienen mucho más cerebro como para defender ningún tipo de postura, lo único a lo que se dedican ahora es a insultar a cualquier otro partido que les pueda hacer oposición. Que si el PP son fachas, que si UPyD ahora resulta que también, que IU son unos comunistas peligrosos, que cualquier otro es lo que sea, todos tienen defectos menos ellos. Ellos que son unos putos payasos, pero sin ninguna puta gracia. Por no decir unos inútiles, mentecatos, sinvergüenzas, malas personas, lunáticos y unos hijos de la grandísima puta. Al paredón de una puta vez, jodevidas de mierda, al paredón.
 
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