martes, 19 de mayo de 2015

Perdidos en Chequia. Dia 5

Amanece en Most nuevamente. El checo habia quedado hoy con una amante suya que vive en el otro extremo del pais. El plan era levantarse temprano, pillar un par de trenes y pasar el dia alli con ella. La cuestion es que a eso de las cinco o las seis de la mañana el tipo me ha despertado y me ha dicho que no le apetece tanto paseo y que nos quedamos roncando hasta la hora que nos plazca. Pues para mi son buenas noticias, porque aun colea levemente la resaca del dia anterior y no me va a venir nada mal una jornada de relax. Asi que nos quedamos en posicion horizontal casi hasta mediodia y luego ya veremos que cojones hacemos.

Casi las doce pero ya con buenas caras y medianamente despejados. Como no hemos seguido el plan establecido, hoy tenemos un dia sin ninguna actividad concreta que llevar a cabo. Pues nos vamos a dar un paseo por la ciudad para echarle un vistazo, aunque no hay nada que ver mas que bloques comunistas y bares, pero a mi siempre me ha gustado pasear, y si de paso nos da el aire y nos desprendemos de las ultimas migajas de resaca que aun nos atosigan, pues mejor que mejor. Eso si, como aun queda algo de papeo en la nevera de nuestro alojamiento, vamos a pegarnos un desayuno calorico para tomar energias. El checo, por supuesto, lo acompaña con cerveza.

Paseando entre los cansinos bloques comunistas se nos ocurre que al dia siguiente podemos acercarnos a visitar Praga, la cual solo vimos de pasada el primer dia. Asi que cogemos el tranvia (tambien de estilo comunista) y nos acercamos a la estacion de tren y buses. Esta ubicada en una zona de la ciudad que aun no habiamos visitado y donde, curiosamente, hay un Tesco. Y es que esta empresa britanica de supermercados ya esta por todas partes, ni los checos se salvan de ella. Compramos nuestros billetes de bus para el dia siguiente a un precio irrisorio y nos preguntamos que podemos hacer lo que queda de dia, que aun es bastante.

Pues vamos al supermercado a realizar unas cuantas compras. Basicamente botellas. El alcohol aqui esta tirado de precio (realmente todo esta tirado de precio) y tengo algunos encargos de vodka del terreno. Asi que compro un par de botellas de Prazsca, que dice el checo que es de los mejores vodkas fabricados en el pais. Tambien me aprovisiono de latas de cerveza de diferentes marcas (para probarlas todas, ya se sabe) y algo de comida tipica para llevarmela de vuelta a casa. El checo va a lo suyo, cargando una cesta con tanta cerveza como puede y alguna que otra botella de vodka peppermint. Me imagino que para no aburrirse esta noche.

Tenemos billetes para Praga, tenemos la compra de 'souvenirs' realizada... pues vamonos a algun bar, coño, que hace sed, y ademas hasta es de dia aun y todo. Nada, nada, que no se puede perder el tiempo. Como estamos cerca de nuestro alojamiento, paramos en el Koyot, que a decir verdad, de todos los baretos que he visto hasta ahora, es el que mas me ha gustado. Nos hacemos unas cuantas rondas. Me llama la atencion la 'habitacion de la cerveza'. Basicamente en una habitacion frigorifico donde estan los barriles que van a parar a los tiradores. Pero lo curioso es que esta abierta al publico y con termometros digitales indicando en todo momento la temperatura de todas y cada una de las cervezas. En este pais la birra es una religion y todo cliente tiene derecho a ver y saber lo que esta bebiendo.

Nos tiramos unas cuantas horas rematando la faena en el Koyot. El checo me cuenta cuanto odia, tanto el como todos sus compatriotas, el comunismo. Es evidente que quien ha pasado por algo asi no puede estar muy contento con ello, a pesar de que haya mucho mequetrefe por ahi que adore las doctrinas y a los lideres comunistas. A picar piedra ponia yo a todos esos jetas pijohippyprogres retrasados mentales. En fin, que ya nos retiramos, que nos estamos poniendo tibios otra vez. Llegamos al alojamiento, yo cato algunos de los manjares que he comprado, el checo continua a cerveza limpia y chupos de peppermint. Nos vamos a dormir pronto, que mañana toca Praga y seguro que, aparte de monumentos, nos ofrece muchos bares que visitar. A descansar y coger energias.

lunes, 18 de mayo de 2015

Perdidos en Chequia. Dia 4

Que resaca, por Dios. Honestamente, esta es posiblemente la peor puta resaca que he tenido jamas. Me chuce como un campeon, ciertamente, pero creo que fue la mierda esa del vodka peppermint lo que me revento. Y algun que otro licorcito tipico checo que quiza inconsciente tambien fue gaznate abajo. En cualquier caso esto es horrible, me tambaleo, no consigo alcanzar la vertical al salir de la cama, necesito las cuatro extremidades. Menudo dia jodido nos espera hoy, sobre todo porque es la jornada de la mina. Y no, afortunadamente, la mina no es el nombre de ningun bar.

Mi colega el checo estuvo trabajando en la mina durante mas de veinte años, asi que alli sigue teniendo a todas sus amistades y contactos. Es por esto que nos han preparado un tour especial por los mil y un recovecos de lugar, incluyendo tuneles, galerias y zonas de trabajo. Como podemos, y con el estomago vacio porque en este estado no me podria comer ni una galleta, llegamos hasta la parada del tranvia que nos va a llevar a la zona industrial de Most, que en realidad esta fuera de la ciudad. Asi que con el traqueteo del tranvia comunista, que con la resaca se multiplica con veinte, pronto empezamos a ver paisajes rurales que en breve daran paso a fabricas, chimeneas y demas siniestras construcciones.

El tranvia nos deja a un largo paseo de la mina, se supone que iba a venir un colega del checo a recogernos, pero el tipo se retrasa, asi que empezamos a patear por una pista de mierda (no llega a carretera) llena de cagadas de animales de toda indole. Hace fresco, lo cual ya no se ni si es bueno o malo para el resacon que llevo, aun me tambaleo y empiezo a no sentir las extremidades. Al pasar una curva vemos un coche que viene folladisimo y se para junto a nosotros derrapando como un salvaje. Es el colega del checo, Radek, tipo grande con prominente barriga cervecera, melena rubia al viento, y que nos da la noticia de que recientemente le han ascendido y ahora es el jefe general de toda la explotacion minera. Mejor, asi tenemos acceso total a cualquier punto que queramos de la mina. Un tour para disfrutarlo de verdad, si no fuera por la puta resaca, que cada vez parece que va a peor.

Ya en la explotacion, que sigue teniendo el mismo aspecto comunista de antaño (incluso con hoces y martillos por las paredes), nos dan el equipo de minero completo, y ahi que con la tremebunda resaca, bajamos a mas de doscientos metros de profundidad en un elevador que parece que nos vaya a llevar al mismisimo infierno. Yo me tropiezo con todos los escalones que me encuentro por el camino. El tal Radek ya sospecha que la chuza de ayer fue de las buenas. Lo peor es que el tipo esta deseando acabar la jornada de hoy para llevarnos de baretos y que agarremos otra. Este pais nos va a matar. Recorremos los primeros tuneles, rodeados de carbon por todas partes y al poco rato llegamos a la "oficina".

La susodicha oficina es un recoveco en un tunel donde con varios maderos han simulado una puerta y unas paredes. Unas tablas con caballetes hacen la funcion de escritorio y para sentarse hay un banco donde caben cuatro o cinco personas. Y en las paredes, pues lo tipico, estadisticas, anotaciones, papeles informativos, tias en pelotas, posters de musica heavy... Vamos, una oficina en toda regla. El encargado de la zona nos saluda efusivamente y a una seña de Radek nos saca una botella de ron y un extraño cafe para esnifar. Yo alucino. Todo esto deberia de estar prohibido en un entorno de trabajo tan peligroso, y de hecho parece que lo esta, pero importa una mierda, hay que trabajar con alegria. Radek, el encargado y mi colega se sirven sus correspondientes dosis. Yo amablemente rechazo la mia, no porque sea un marica, sino porque como me meta algo en el cuerpo, sea lo que sea, creo que algo por dentro me va a estallar.

Ha sido una buena decision. El largo paseo por los tuneles refrigerados me esta despejando a ratos. Aunque en otros momentos empiezo a desprender un sudor frio que me esta matando. Nos tiramos varias horas recorriendo tuneles, viendo maquinas y conociendo a extraños mineros. Desde luego la jornada de hoy esta resultando curiosa. En fin, que al final, y mira que se me ha hecho largo, volvemos a enfilar la salida, de nuevo a traves del macabro elevador. Me alegro de ver la luz del sol, pero la resaca sigue ahi dando por culo. Radek, que acaba ya su jornada laboral, nos dice que vayamos con el al pueblo de al lado, que hay un bareto con musica en directo y putas. La idea es atractiva pero me da que si vamos, directamente falleceremos, asi que mi colega cordialmente declina la invitacion.

Finalmente un trabajador de la mina nos lleva de vuelta a Most. Es la decision mas acertada, tener un final de dia tranquilo. Aunque no del todo, ya que el tipo insiste en que paremos con el a tomar algo. Bueno, quiza un par de cervezas es lo que mejor le pueda ir a mi resaca, ya que aun no me he metido nada en el cuerpo en todo el dia. Nos hacemos tres o cuatro rondas y, aunque mi colega el checo esta muy dispuesto a seguir, le comento que seria mejor retornar al alojamiento. Me hace caso, incluso pensamos en acercarnos a un supermercado a comprar algo de comer para no tener que salir por la noche, porque ya sabemos que nos liamos muy facilmente.

Ha sido un buen plan. Pan, mantequilla, salami, pate y varias mierdas checas que hacen las delicias de mi sufrido paladar. Lo mejor son los encurtidos alemanes, estos pepinillos con tamaño de zurullo, que estan cojonudos y cuyo caldito, segun el checo, es el mejor remedio que hay contra la resaca. La verdad es que todo esto me esta sentando de maravilla. Hasta tal punto que hoy puedo perdonar las cervezas nocturnas. Nos vamos a la cama a descansar esperando que mañana el resacon se haya curado del todo y podamos seguir disfrutando del tan interesante y sufrido viaje por estas tierras del centro de Europa.

viernes, 15 de mayo de 2015

Perdidos en Chequia. Dia 3

Amanece y la resaca no es tan chunga como cabia esperar. Nuevo dia en Most, claros y nubes, pero lo de siempre, nos importa una mierda porque vamos a ver poco la calle. Asi de buenas a primeras yo tengo hambre y mi colega el checo tiene sed. Asi que salimos a recorrer las calles de la ciudad a ver que podemos encontrar por ahi. El checo me lleva a un extraño bar ubicado en un sotano (creo que dos plantas bajo tierra) y que tiene siete u ocho megapantallas para ver los eventos deportivos. Para desayunar me enchufo un mix de carne de caza con una buena dosis de patatas cocinadas al estilo checo. No se que estilo es ese, pero es lo que me dice mi colega. Por supuesto tambien caen las pertinentes jarras de cerveza, para empezar el dia con alegria.

Ya hemos cogido las primeras energias del dia. Hoy toca ir a visitar a otro grupo de colegas del checo, entre ellos una ex-novia suya que por lo visto es alcoholica, lo cual no me sorprende mucho estando en el lugar donde estoy y rodeandome de la gente que me rodeo. El caso es que quedo advertido de que el dia va a ser muy duro. De que quiza entremos en el bar donde hemos quedado con esa gente y posiblemente ya no podamos salir en todo el dia. Maraton etilica. Apenas ha pasado el mediodia y mi gaznate empieza a concienciarse de lo que le espera. Llegamos al bar en cuestion, que una vez mas es la tipica caseta que ya os comente, el famoso abrevadero para el vecindario recuerdo de la forma de vida comunista.

En este pais, como se beben tantas rondas, hay una manera bastante tipica de contar lo que cada mesa lleva para al final del evento pagar lo que se debe. Te ponen un papel sobre la mesa, y en el la camarera te va anotando precios, y al lado de ellos va agregando barritas que son la cantidad de elementos con ese precio que vas consumiendo. El papel se queda durante toda tu estancia sobre la mesa y cuando acabas se suma todo y ahi esta tu cuenta. Un buen sistema, muy practico, y a prueba de camareros imbeciles que siempre se olvidan de algo o te cobran alguna cosa de mas. Lo mejor es que ves algunas mesas con cincuenta barritas o mas. Si, aqui la gente mama bastante.

Bueno, que ya estamos dentro del local en cuestion. Lo de siempre, barra, gente en mesas, cervezas por un tubo y el checo que se reencuentra con su gente. Su ex-novia alcoholica le frie a besos e incluso se produce algun tocamiento en las partes bajas. Pero como nosotros vamos a lo que vamos, comienzan a caer rondas de cerveza acompañadas, por supuesto, por algun que otro vodka peppermint. Ya lo tengo claro, de aqui no salimos mas que rodando. Empiezan a aparecer mas y mas personajes, el checo se emociona, empieza a invitar a rondas, seguimos, nos perturbamos, no paramos, mas, mas, mas...

El local en si tiene su gracia, con una juke-box con musica de toda indole y banderas, todo tipo de banderas, checas, sureñas, britanicas, de grupos heavy... Especialmente molan los viejos que se acercan a la juke-box y ponen clasicos checos de los sesenta y setenta, o incluso anteriores. Yo voy a lo que voy, rock'n'roll clasico y algo de heavy. Se me acerca la ex-novia del checo y me empieza a dar besitos, apesta a alcohol, y eso que yo ya voy mamado tambien. Luego se me acerca una rubia que esta de muy buen ver y que habla un minimo de ingles y tambien me tira los trastos. El checo me dice que tenga cuidado que es la mujer del dueño. Aparece el dueño en cuestion y es un tipo joven bastante simpatico. Tambien habla algo de ingles y nos invita a unos puros, ya que el es fumador de puros empedernido. De todas formas yo sigo mirando a la rubia porque esta tremenda.

Entre birra y birra se me acerca otra pajara, pero esta ya ha dejado atras los sesenta hace casi una decada. Me empieza a soltar una retaila en checo y con mi colega vete a saber donde (quiza en los baños con su ex), no me entero de nada. Al final el dueño me dice que la vieja en cuestion, que va muy doblada, me esta hablando de su marido, que era un trabajador, que murio hace unos años y que le echa mucho de menos. Y a mi que cojones me importa. Ahora hay gresca en el bareto. La ex-novia del checo se ha encarado con el dueño vete a saber por que y le esta destrozando los vasos contra el suelo. Demasiado alcohol. Obviamente la tipa es expulsada del garito entre lagrimas y alaridos. Al checo y a mi nos la rota, seguimos mamando. Ya es de noche.

Yo tengo hambre porque no he comido nada desde el desayuno. En este local no sirven papeo, pero el dueño nos dice que nos van a preparar unas salchichas al estilo aleman. Eso me suena bien. Creo que mas de una vez se me cae la cabeza sobre la salchicha del pedo que llevo. Esta resultando un dia muy duro. A decir verdad ya no recuerdo mas, hasta aqui da de si mi cerebro. Lo siguiente es facil de adivinar, ruta de vuelta al alojamiento y caer como dos sacos sobre las camas. Este pais me esta empezando a costar la vida. Demasiados excesos, pero que bien nos lo pasamos.

jueves, 14 de mayo de 2015

Perdidos en Chequia. Dia 2

Mañana nublada en Most, aunque es posible que a lo largo del dia salga el sol. O quiza no, pero no creo que nos importe ni que lleguemos a verlo, ya que el objetivo de la jornada es agarrar una buena chuza. Hoy vamos a recorrer algunas calles de la ciudad, pero sin ningun fin concreto, ya que no hay monumentos historicos ni absolutamente nada cultural para ver. Recordamos que se trata de una ciudad dormitorio para mineros creada en los años 60 por el comunismo. O sea, todo es feo de cojones. Tambien conoceremos a algunos colegas de nuestro amigo el checo, el cual ya se ha despertado con una sed de cerveza que muy pronto va a mitigar.

Apenas andamos tres o cuatro manzanas desde nuestro alojamiento y llegamos al centro de la ciudad. Centro por decir algo, porque el ayuntamiento se encuentra aqui, basicamente. Dos anchisimas avenidas que se cruzan y punto. Bloques de viviendas comunistas, paradas de autobus y de tranvia, ah si, y un centro comercial. Bueno, hace mas de dos decadas que el capitalismo llego por estas tierras, no se podia esperar otra cosa. Pero hay sed y hambre y lo primero, aunque ya es casi mediodia, es llenar los gaznates y el estomago. Joder, parece que hemos dormido bien, mediodia ya...

Entramos en el tipico comedor comunista para los trabajadores. Si, es un comercio que sirve comidas, pero esta construido de esta forma. Vas con tu bandeja, eliges lo que quieres (en mi caso con el dedo ya que poco checo hablo), te lo ponen, eliges bebida tambien (cerveza obviamente) y al final del recorrido hay una señora en la caja que mira lo que llevas y le pagas. Herencia de la forma de vida comunista, hay muchos de estos "restaurantes" en todo el pais, normalmente usados por trabajadores en el descanso gastronomico de su jornada laboral, pero tambien abierto a todo el publico en general. Obviamente los precios son mas que cojonudos.

Ya han caido las primeras cervezas del dia, obviamente. Ahora nos dirigimos al otro lado de la ciudad, al antiguo barrio del checo, donde voy a conocer a algunos de sus viejos colegas de andanzas. En primer lugar llegamos al Sports Bar. Alli el cliente mas habitual es Jaroslav, un pensionista ex-trabajador de la mina. Este hombre mide tres por tres. Creo que en mi puta vida he visto a un tipo tan grande. El aspecto tambien es de lo mas llamativo. Individuo sesenton, medio calvo, pelo totalmente blanco, pero coleta hasta el culo. Bigote muy recortadito, casi tipo Franco, camiseta de Iron Maiden, bermudas y collares y joyas por todas partes como el negro del Equipo A. Tremendo.

Jaroslav tiene una muy buena pension, la mitad de la cual se pule en apuestas, que realiza en el mismo bar, que es como su segunda casa, o mas bien la primera. Y por supuesto la otra mitad en mamar. En una hora se puede tranquilamente enchufar veinte cervezas, y por supuesto nunca esta solamente una hora en el bar. De vez en cuando le sobra algo de dinero y se lo gasta en viajes a la Republica Dominicana y sitios similares, ya que dice que le mola que le abaniquen negras en tanga. El tipo tiene directamente el mando de la tele del establecimiento en su mesa, y va dando vueltas por los canales de videos musicales. Cuando no hay grupos de heavy, suelta cuatro insultos en checo y cambia a otro canal donde si que haya musica violenta. Nos invita a unos chupos muy duros, cuando ve mi cara de sufrimiento ante el mas de 60% de alcohol de la bebida en cuestion, el tipo sonrie y pide otra ronda. Debe de pensar que me ha gustado. Gran personaje Jaroslav, al cual volveremos a ver antes de dejar la ciudad, por supuesto.

Salimos del Sports Bar ya muy doblados. El checo ha aprovechado la visita a este local para hacer sus apuestas tambien. Obviamente no va a ganar nada. Hoy llevamos todo el dia a Krusovices, ayer estuvimos con la Pilsner y la Gambrinus, cervezas todas ellas autoctonas y que estan de puta madre. Lagers fuertes, con mucho cuerpo, sin excesivo alcohol pero con gran sabor. Y con menos gas del que tienen otras lagers europeas, lo cual hace que entren con mas facilidad. Bueno, depende de cuantas te metas, claro. La cuestion es que yo vuelvo a tener hambre porque empieza a hacerse tarde y el checo me lleva a otro local donde dice que hacen una sopa de puta madre. Pues ahi que con el pedal que llevo me meto entre pecho y espalda la sopa, acompañada por mas cerveza, por supuesto.

No se que nombre tiene este local. Tampoco me importa una mierda. El checo hace rato que le esta pegando a los vodkas peppermint y se ha encontrado a otros dos ex-compañeros de andanzas. Me los presenta pero ya voy tan cocido que ni me entero de los nombres. Uno de ellos habla un primitivo ingles y me cuenta sus aventuras de cuando trabajaba en Estados Unidos o en España. Parece ser que el tipo en su epoca estuvo construyendo los tuneles de la A6 llegando a Coruña. No se si por sugerencia mia o porque el checo va peor que yo, en un momento dado estamos en un taxi de vuelta al alojamiento. Esta anocheciendo pero aun no es muy tarde. Pero vamos muy doblados. Tanto que tal y como entramos en la habitacion, nos quedamos roques.

Eh, despierten, que esto aun no se ha acabado. Hemos debido de fallecer durante dos o tres horas. Pero que cojones, aun era pronto, no nos vamos a ir a dormir a las ocho como las abuelas. La cuestion es que poco a poco nos vamos despertando de esta pequeña mona y llegamos a la conclusion de que hay que acabar el dia (mas bien la noche ya) en algun bareto mamando mas. El checo me habla de un par de locales que cierran tarde y que estan a unos 15 minutos andando. Pues ahi que vamos, y efectivamente, porque debe de ser medianoche y aun hay bastante gente chuzandose. Pues nos pedimos unas cuantas cervezas y unos de esos vodkas peppermint. Total, no vamos a durar mucho hasta caer, asi que vamos a por todas.

Despues de unas rondas, decidimos que ya vamos finos y nos volvemos al alojamiento. Pero debe de ser que el vientecillo y el paseo nos estan despejando que nos encontramos de frente con el Picasso, si, el local ese donde ayer yo creia que nos iban a matar. Cierra a las 4 o mas alla, y como deben de ser las dos o las tres, aun tenemos tiempo de hacernos unas Pilsners y unos peppermints. Salimos totalmente doblados. El checo me dice algo de que siguiendo la calle por la que vamos, a unos pocos kilometros mas, estariamos en Alemania. El tipo empieza a hacer saludos nazis en esa direccion, yo me uno al show. Pero nadie nos va a decir nada porque a la gente se la suda, aunque a estas horas mucha gente por la calle tampoco es que haya. Sinceramente no recuerdo mas. Creo que a los pocos minutos debimos de caer definitivamente muertos en la cama, en el suelo o donde fuera. Ha sido un buen dia.

martes, 12 de mayo de 2015

Perdidos en Chequia. Dia 1

Esta vez nuestros etilicos pasos nos van a llevar a la Republica Checa, hermoso pais del centro de Europa cuyo principal logro es ser el numero uno de todo el planeta en consumo de cerveza per capita. Y no por milesimas, no, la diferencia con respecto al segundo clasificado en esta macabra lista es realmente abismal. Por cierto, ese segundo clasificado es Namibia, donde la promocion de tan sagrada ambrosia en los ultimos años ha hecho de todos sus morenos habitantes unos autenticos alcoholicos. Pero vamos a lo que vamos, y dejemonos de zarandajas y tonterias.

Mi compañero de andanzas para esta ocasion no podia ser otro, el camionero checo. Todo un clasico de las mil y una anecdotas etilicas, menda que se desayuna unas cuantas cervezas y cuyo menu a lo largo del dia no va mucho mas alla del vodka y algun que otro whiskito ocasional. Y aqui estamos, en el aeropuerto, pintas en mano, esperando a que llegue el avion que nos va a llevar con destino al centro de Europa, a la cuna de tipos tan interesantes como Dvorak, Smetana o Pavel Nedved.

Durante el vuelo continuan cayendo licores. Yo me inclino por las sidras (como no), aunque para mi decepcion no las tienen de pera, ya seria mucho pedir. El checo continua rebotando de cerveza en cerveza y de vez en cuando vodka que te crio para seguir calentando motores. Todo va segun lo planeado, incluso en el control de pasaportes del aeropuerto nos dejan pasar a pesar de que la taja ya empieza a ser considerable. No sucede lo mismo con un par de limones que son registrados de arriba abajo por la policia checa, y es que lo llevan en la cara, son demasiado amarillos como para pisar Europa.

Entre pitos y flautas ya es media tarde y creo que no hemos comido nada en todo el puto dia. Para el checo es normal, ya que su dieta es liquida, pero yo tengo gazuza. Nuestro destino final y cuartel general para los sucesivos dias es la ciudad de Most, al noroeste de Praga, muy cerca de la frontera con Alemania. Nada turistica, ni de lejos, pero el checo es originario de este lugar y quiere recordar su pasado, aparte de que en un sitio asi, tan perdido de la mano de Dios, todo nos va a resultar mas que barato, escandalosamente tirado, diria yo. La cuestion es que, una vez en Praga, a donde llegamos desde el aeropueto en bus, buscamos transporte para Most. Se nos hace de noche, todos los autobuses van llenos debido a las putas reservas con antelacion por internet. No hemos sido previsores. Al final el checo soborna a uno de los conductores, obviamente no entiendo muy bien el idioma checo, pero creo que le ha dado una propinilla extra para colarnos a nosotros y dejar tirados a dos mendas que tienen reserva pero que estan llegando con retraso. Asi es la vida.

Me quedo dormido durante el trayecto que dura algo mas de una hora. Demasiada chuza. Entre algun que otro ronquido me parece escuchar la voz de un azafato de bus un tanto afeminado que ofrece chocolatito caliente a los pasajeros. Anda y que te den por culo que seguro que te gusta. Si me despierto es para cascarme una buena cerveza. Mira, si ya estamos en Most. Es noche cerrada, asi que lo mejor es ir a conocer el extravagante alojamiento que el checo nos ha buscado. Pero antes, oh, hay sed, vamos a cascarnos unas cervecitas para dar la bienvenida a la ciudad, o que ella nos la de a nosotros.

El Koyot es uno de los tipicos bares de la ciudad. Most es una urbe levantada de la nada en los años sesenta por los comunistas. Esta zona es muy rica en carbon, y los sovieticos decidieron establecer aqui varios asentamientos mineros que en apenas unos meses se convirtieron en una ciudad de cien mil habitantes. Los edificios son los tipicos bloques comunistas, todos iguales, construidos en hilera, simplemente lugares donde los sufridos curreles iban a dormir. Y cada grupo de bloques tiene, mas o menos en el centro, un bar. Los bares son como casetas de una sola planta, con tejadito y todo. Es la forma de distinguirlos de los bloques y saber donde esta el chumeo en todo momento. Infraestructura comunista. Trabajas, vas al bar destinado a tu grupo de bloques a ponerte tibio y despues a dormir a tu apartamento comunista. Si, ya se que el Muro de Berlin cayo hace bastante años, pero aqui las cosas han cambiado poco, al menos en la forma de vida.

Ya hemos conocido el Koyot, el cual vamos a pisar a diario, sin duda, ya que esta a solo dos manzanas de nuestro alojamiento. El checo tiene contactos hasta en el infierno. Estamos hospedados en una especie de edificio universitario, con sus aulas y todo, pero que ahora mismo esta en desuso por reformas. Vamos a usar las habitaciones destinadas a los profesores que tienen que pernoctar. Realmente es como un mini-apartamento, ya que tenemos nuestra cocina con nevera (y cervezas en breve) y un completisimo baño. Pero todo esto nos importa una mierda, tenemos sed.

En el Koyot sirven tambien comida hasta tarde (ya deben de ser las once, con la tonteria), y como estamos cansados y no queremos ir muy lejos, ahi que vamos a ponernos del reves y yo de paso a llenar un poco el estomago. El checo no ha comido nada en todo el dia pero se la suda. Las cervezas, que al cambio nos saldrian a 0.20, van cayendo una detras de otra sin compasion. Empiezo a cuestionarme cual sera el precio de las birras en el supermercado si en un bareto valen esto. Mañana resolvere mi duda existencial, ahora estoy demasiado ocupado. Me enchufo tambien un manjar checo que no tengo ni puta idea de como se llama pero que me revienta. Demasiadas calorias, carne de caza de toda indole con una especie de pan frito ultragrueso y patatas. Esta gente sabe comer... y beber.

El checo ha comenzado su show de vodka peppermint, bebida por lo visto muy tipica por estos lares y que es su preferida. El Koyot nos cierra porque ya es la una de la madrugada pero aun nos queda una ultima sorpresa. Y es que de camino de vuelta al alojamiento, y con la taja todavia a medias, nos topamos con una especie de pub bastante pijo llamado Picasso. Ubicado casi en un sotano, sus tenues luces de neon me recuerdan a la pelicula Blade Runner. Entramos y no esta muy concurrido, es un dia cualquiera a las tantas de la madrugada. Nos sentamos en la barra y empezamos a cerveza limpia, que por supuesto el checo acompaña con sus chupos de vodka peppermint.

Manda huevos. No tenemos mas coronas checas. Nos hemos quedado sin pasta. Y la cerveza ya esta puesta. Los caretos de las camareras no son muy amigables. Esperate, que aparece el propietario con un gorila. Aqui se va a armar, yo estoy doblado y listo para la accion. Como nadie habla ingles, nadie me entiende una mierda, pero yo estoy despotricando a los cuatro vientos con actitud amenazadora. En un momento dado me doy cuenta de que el checo ha desaparecido, esto ya me huele a encerrona tipo Hostel. De repente una mulata que esta bastante buena se acerca a mi hablando en ingles. La tipa dice que es checa (pero mulata, manda huevos) pero que ha estudiado en Londres. Me comenta que el checo ha ido al cajero a sacar pasta, que no pasa nada, y que siga bebiendo. Joder, yo que ya estaba dispuesto a repartir a todos estos comunistas cabrones... En fin, el dueño, cuando le digo que soy escoces, se parte la caja y me invita a una ronda. No se explica que puñetas hace un turista en esta ciudad de mierda. Me empiezan a caer bien estos comunistas... bueno, en realidad son bastante anti-comunistas.

El checo por fin vuelve con pasta recien sacada del cajero. Obviamente ahora que ya hay buen rollo y encima tenemos duros, nos hacemos unas cuantas rondas mas. Salimos del Picasso a rastras, esto va a ser una constante todos estos sucesivos dias. Deben de ser las tres o cuatro de la madrugada. Una buena hora para retirarse a dormir la mona. Mañana exploraremos mas bares y conoceremos a nuevos e interesantes personajes.

viernes, 8 de mayo de 2015

El follaovejas londinense

Diria que el otro dia escuche una noticia que me sorprendio, pero a decir verdad, despues de todas las cacicadas que presencie en forma de informacion (y especialmente de desinformacion) en mi anterior vida en un pais de cuyo nombre no quiero acordarme, pues la verdad es que ya nada ni me sorprende ni me sobrecoge. Pero en cualquier caso este asunto es de esos que cuanto menos te deja un poco rayado. Sobre todo cuando estas medio hipnotizado en tu duro puesto de trabajo, pasando de todo y de todos, y esto es lo primero que escuchas al momentaneamente abrir tu mente al exterior.

Un tipo es sorprendido en un centrico callejon de Londres practicando sexo con una oveja. La cosa tiene tela. Ya de por si el hecho de que un tipo se carde a una oveja nos deberia de dejar un poco patidifusos, pero bueno, esto no es nuevo, aunque muchos casos que por ahi se comentan de un conocido de un conocido de un conocido son mas leyenda urbana y ganas de pitorrearse de la gente que otra cosa. Si, el tipo que vive en una granja solitaria se folla a sus ovejas. Todos hemos escuchando esas historias aunque el 99% de ellas sean una completa patraña. Pero a todo le tenemos que sacar punta y no podemos dejar tranquilo ni a un pobre señor que prefiere vivir en soledad y aislado del asqueroso mundo que le rodea.

Sin embargo no es el hecho del acto sexual con la oveja lo que mas me inquieta de esta informacion. Analicemos el titular. La accion transcurre en el centro de Londres, que no es precisamente una urbe de tamaño reducido. Si, en Londres uno se puede encontrar de todo, eso es cierto, y lo se por experiencia. Pero a ver, no creo que sea muy facil encontrar una oveja en pleno centro de Londres, vamos es que incluso en las afueras, cojones, es que tienes que salirte bastante de la ciudad. Es verdad que el Reino Unido esta plagado de ovejas, pero Londres precisamente...

Pero continuo desglosando la noticia. A ver, si, pongamos que el tipo en cuestion pilla su coche y se va a la campiña inglesa a adquirir una oveja para satisfacer sus deseos sexuales. Pues ahi estas, en un oscuro campeiro a las tantas de la madrugada y te la follas, y punto. Que puta necesidad hay de meter a la oveja en el maletero y llevartela hasta el centro de Londres para darle caña. Me imagino al tipo en mitad de un atasco londinense y la oveja en el maletero beee beee, y todos los conductores de alrededor mirando a un lado y a otro para averiguar si se les ha subido una oveja al techo o la han chafado o que cojones pasa.

Pero vale, pongamos que todo esto sucede, por raro y perturbado que parezca. Ya estas en Londres, imaginamos que tienes un apartamento en el centro de la ciudad, porque si no entonces ya lo de ir alli a cardarte al bicho no lo entiendo ni por asomo. Joder, follate a la oveja en tu casa. Pero no, el menda se baja al callejon de la basura que se ve que le pone mas fornicar entre contenedores. Esto ya roza el exhibicionismo. La oveja balando como una loca y el tipo con los pantalones por las rodillas. Vecinos abriendo las ventanas a ver que pasa, teniendo alucinaciones auditivas. Una oveja en pleno centro de Londres. Y de paso algun que otro drogata, pordiosero o borracho que no puede dormir a gusto en el callejon por culpa del escandalo ovejil.

Toda esta escena surrealista no podia acabar de otra manera. Imaginamos que alguien llamo a la policia, aunque tampoco nos extrañaria, vista la idiotez del follaovejas en cuestion, que el tipo estuviera cometiendo su tropelia en el patio de atras de una comisaria o algo asi. La cuestion es que al final el individuo acabo siendo arrestado y en el cuartelillo. Y ahora la otra pregunta que me asola es que cojones hizo la policia con la oveja. Suponemos que tambien seria metida en el coche policial. Otra vez la escena de los balidos en el atasco. Y luego la oveja suelta por la comisaria, o no, o tal vez la metieron en una celda para no molestar mucho, aunque se tirase toda la noche a balido limpio. Imaginaos al resto de presos del calabozo intentando dormir y el bicho dando por culo (ahora le toca a ella) sin parar. En fin, no deja de ser triste, violador y violada con un mismo destino, ver barrotes. Me pregunto cuantos años a la sombra les caeran...
 
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