lunes, 14 de enero de 2008

Bastardos sin apellido

Zapatero, de la Vega, Garrido, Touriño... Lo cierto es que los políticos nacionalsocialistas españoles de hoy en día tienen una extraña debilidad por utilizar su segundo apellido en lugar del paterno, como suele ser preceptivo en casi todas partes, y para casi todo el mundo. En muchos lugares del planeta ni siquiera el apellido de la madre se aplica a los hijos, pero esto es anecdótico. Es más, siempre he sido partidario de la fórmula española de los dos apellidos, mucho más enriquecedora para las heráldicas y en cierto modo muy útil a la hora de evitar confusiones (¿cuántos Antonio García habrá en España?).

Pero de lo que se trata es de intentar averiguar esa extraña costumbre que les ha dado últimamente a los nacionalsociatas por utilizar el segundo apellido en lugar del primero como referencia más clara a sus personas. No creo que sea porque se trate en todos estos casos de apellidos corrientes (Rodríguez, Fernández, López, Pérez...), porque esta tesis se desmonta si recordamos a dos ex presidentes del país como González o Suárez. De hecho a nadie nos entraría en la cabeza que hablando de 1988 alguien hiciera referencia al presidente Márquez. Ahora que menciono a este personaje, un día también habría que postear las mejores jugadas del payasete asesino, como por ejemplo sus aberraciones económicas, el extraño y poco útil referéndum sobre la OTAN o el caso GAL (mi preferido).

¿Entonces a qué se debe esta devoción de los arriba mencionados por usar su apellido materno? O mejor deberíamos de decir fobia a usar el apellido de su padre. A mí sinceramente lo que me parece es que Rodríguez Zapatero, Fernández de la Vega, López Garrido, Pérez Touriño, y alguno más que me dejo, simplemente es que son tan HIJOS DE PUTA que no conocen ni a su propio padre.
 
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