Y resulta que ahora nos toca sufrir una huelga de transportistas. La sufrimos todos, sí, no seamos ingenuos. Aparte del tan manido abastecimiento, no hay más que ver cómo está afectando a la circulación, completamente colapsada, y por supuesto al final, que es lo que nos interesa, también nos afectará al bolsillo. Esto es una cadena, y el que no lo quiera ver así es más tonto y subnormal que Rodríguez Zapatero. Pero es evidente que todos tenemos que estar en favor de esta huelga. El encarecimiento del combustible está siendo una aberración (una más a sumar) que este hatajo de ineptos que nos desgobierna no va a querer parar. Y no digo poder, digo querer, porque eso de que ellos no son responsables de nada respecto al petróleo que vayan y se lo cuenten a la tía Rita, que a mí no me hacen comulgar con ruedas de molino. Bien que en otros países europeos han congelado la escalada de carburantes, cosa que estos mequetrefes pasan olímpicamente de hacer. Para ellos siempre es más fácil echar la culpa a otros mientras se llenan los bolsillos los muy hijos de puta. Así son estas hermanitas de la caridad de puto partido nazisociata.
Los carburantes en España están gravados con unos impuestos gubernamentales aberrantes, pero eso, ni lo dicen, ni lo solucionan. Pero aún encima nos salen con que en otros países europeos el combustible es más caro (ya no, la verdad sea dicha), pero claro, lo que no comenta ningún malnacido sarnoso del desgobierno es que en ningún país europeo tienen sueldos de 700 euros como aquí, que es una soberana vergüenza. Tampoco nadie habla del carísimo y patético transporte público español (aquí sí que reconozco que hay un país peor, el Reino Unido). Pero es que, en definitiva, estamos tratando con una pandilla de putos mentirosos fanáticos que por estar en la poltrona venderían a su madre, sus dos abuelas y de paso alguna tía lejana. Dentro de su falacia pertinaz y su odio obsesivo cualquier día nos oímos que en Estados Unidos la gasofa está más cara que en España. Vamos a contar mentiras, tralará. Ya veréis, ya, al tiempo, que con estos cabrones, todo lo imposible, se hace posible.
Pues lo que se merecen estos hijos de puta de tomo y lomo no es que los transportistas les claven una huelga, lo que realmente necesitan es que todo el santo país se ponga en huelga general y de brazos cruzados de forma indefinida. Por el combustible, por el paro, por la economía, por la inmigración, por la delincuencia, por no poder comer... absolutamente por todas las tropelías y barbaridades que han hecho con un país que hasta su llegada era de lo más normal. Y ahora, vivimos sumidos es calamidades familiares, desastres personales y dentro de nada suicidios colectivos. Habéis hecho añicos la vida de las personas, vosotros y vuestros fanáticos y enfermizos votantes. Y encima os reís, os regocijáis y os gusta. Pues eso, si por mí fuera, sólo tendría una solución, pena de muerte a semejante pandilla de hijos de mala madre, pero muerte con tortura, para que sufráis todo lo que vosotros estáis haciendo sufrir, cabrones de mierda. Puto PSOE.