jueves, 21 de julio de 2011

¿Silla eléctrica o cámara de gas?

Parece ser que la maquinaria propagandística nazisociata al final ha conseguido el objetivo de provocar la dimisión de Francisco Camps. No me cabe la menor duda de que a este señor efectivamente le regalaron tres trajes, tampoco me cabe la menor duda de que eso es todo lo que hizo, menos dudas todavía tengo de que cualquier cargo nazisociata también ha recibido trajes, relojes, cinturones, coches y casas, y de lo que sí que estoy absolutamente seguro es de que cualquier nazisociata hijo de mala madre ha robado, estafado, matado y destrozado vidas en grado superlativo, cosa que el señor Camps no. Pero da igual, como son unos maleducados, unos malnacidos y auténtica gentuza, si ellos se cargan a familias enteras por puro placer, está bien hecho, si a mí me regalan un trajecito, merezco la guillotina. Y los borregos, beee, beee, siguen aplaudiendo las enfermizas chaladuras de semejantes malnacidos. Sigue así España, que vas por buen camino.

Y digo yo, si a este hombre le han obligado a dimitir por un regalo, ¿qué debería de acontecerle a un auténtico hijo de perra que ha destrozado la vida a millones y millones de ciudadanos, que ha arruinado a un país entero, que no tuvo ni el más mínimo reparo en asesinar a doscientas personas para llegar a la poltrona, que es amigo de terroristas sanguinarios y que se regodea y se ríe a carcajada limpia de los males que les acontecen a todos los ciudadanos sobre los cuales tiene responsabilidad? ¿Silla eléctrica o cámara de gas? Fusilarlo tampoco estaría mal. Se merece eso y más, pero no me acaban de convencer estos métodos porque son demasiado rápidos y el hijo de puta en cuestión no va a sufrir todo lo que realmente se ha ganado a pulso. Además, creo que habría que añadir a la lista de ejecuciones a toda su caterva de seguidores lunáticos de mierda. Esto es, el resto de políticos y militantes del PSOE, todos sus votantes y simpatizantes varios. A ver si de una puta vez nos dejan vivir en paz a todos desapareciendo de la faz de La Tierra.

Vuelvo a abogar por lo que yo siempre he dicho, colgar a cada uno de estos miserables a lo largo de todas las farolas que hay en todo el país, que llegan de sobra, por cierto. O crucificarlos, que se disequen bajo el sol y la lluvia, que sufran como cerdos. Aunque cualquier otro tipo de tortura es bienvenido, cuanto más sufrimiento mejor, lo mismo que nos han hecho pasar a todos durante estos últimos siete años. Y hombre, si al final no mueren porque ya se sabe el refrán ese de mala hierba tal y cual, pues una rajada de cuello en toda regla tampoco estaría mal. En fin, que a estas alturas de post ya os habréis dado cuenta que ayer noche estuve viendo a Michael Myers en Halloween, pero no os creáis que me he vuelto loco ni un psicópata de repente. Simplemente estoy tan hasta los cojones y me han jodido la vida de tal manera que no puedo ver a Zetaparo y sus secuaces de otra forma que no sea MUERTOS. Espero que pronto mis sueños se conviertan en realidad, o tendré que volver a España para hacerlos realidad yo mismo. Buenos días, amigos.
 
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