Maleducado hasta límites que rozan la vergüenza ajena. Y yo sinceramente lamento mucho que España se vea representada políticamente por un personaje de semejante calaña. Ha demostrado más todavía de lo que nos tenía acostumbrados que no tiene saber estar, es una persona de modales nefastos y no tiene ni los más mínimos atisbos de urbanidad y educación. Este señor ha convertido lo que tenía que ser un debate basado en un intercambio de razonamientos, preguntas cruzadas y exposiciones varias, en una oda a la interrupción a su interlocutor. Cuando al muy cerdo se le pasaba por la cabeza, y sin ningún tipo de complejo, empezaba a hablar en el turno de su rival, sin tener realmente nada interesante que decir y con el único propósito de molestar y dar por culo. No ha parado de interrumpir y superponer su voz cuando no era su turno a lo largo de todo el debate. Incluso su ingerencia y desprecio ha llegado al nivel de cortar a la propia moderadora. Este pajarraco es que no tiene modales ni para salir de su casa.
Mezquino de forma supina, lamentable, asquerosa y vergonzante. Da igual el color político que uno tenga, da igual ser un fanático incondicional de este fascista tremebundo, da igual residir en un psiquiátrico o estar acostumbrado a soportar las sinrazones y chaladuras de este hijo de puta, pero a cualquier persona con un mínimo de dignidad se le debería de caer la cara de vergüenza ajena de ver a este miserable alardear poniendo sobre la mesa números de vidas humanas sesgadas por putos terroristas en beneficio propio. Esto no se puede tolerar absolutamente a nadie, y menos a un tío que esté al frente de un país. De verdad que es para vomitar. José Luis Rodríguez Zapatero pasará a la historia como uno de los malnacidos más mezquinos que ha parido una madre. Muy lamentable.