Duro título para un post, tal vez, pero ya que el susodicho ahora se dedica a contratar empresas para rastrear la red en busca de páginas web difamatorias hacia su persona y enviar a los responsables ante el juez, pues recomiendo a todo blogger con cojones y cerebro que haga exactamente lo mismo que yo, lo ponga bien clarito y desafíe a semejante escoria humana a denunciar a varios millones de personas, los que consideramos que este pajarraco es un miserable, a ver si colapsamos el ya de por sí precario sistema judicial español. Aunque tal como están las cosas, seguro que todo se paraliza para enviarnos al talego lo más rápidamente posible, los casos de terrorismo, choriceo, violadores sudakas y demás pueden esperar, es mucho más importante poner entre rejas a todos los que atenten contra el nombre de uno de los principales baluartes del actual desgobierno. Hoy mismo el tipo se "desmarcaba" de su lucha en favor de la putrefacta SGAE diciendo que él no lucha por los derechos de ninguna organización, lucha por sus propios derechos. Claro, igual que luchó por los derechos de su antiguo grupo cuando les robó las canciones allá por el año 77. Menudo tipejo.Son los inicios de tan despreciable ser, mediados de los años 70, José Ramón Martínez (que así se llama el sujeto) se une al grupo W.C. (bastante significativo el nombre) y a pesar de ser el último en llegar se convierte en el máximo responsable a la hora de tomar decisiones en el seno de la banda. En 1977, y ante el estilo punk radical que Ramoncín desea imponer, los demás miembros deciden disolverse, hecho que no impide que, con una cara dura que va a seguir mostrando en los años venideros, este payaso se adueñe del escatológico nombre del grupo. Pero no todo acaba ahí, y es que Ramoncín decide irse a Barcelona a grabar junto a músicos de estudio su primer disco bajo el nombre "Ramoncín y W.C." utilizando los temas que habían escrito sus ex-compañeros, muchos de ellos incluso antes de haberle conocido. Y he aquí los inicios del defensor a ultranza de los derechos de autor. Muchos nos preguntamos quién defendió entonces los derechos de autor de sus antiguos amigos, suponemos que es una lección que Ramón nos quiere dar para que todos nos apuntemos a la SGAE y le paguemos los banquetes a Teddy Bautista, Ana Belén y demás carroña infecta, alentada, cómo no, por el partido nazisociata que a día de hoy desgobierna España.
Ramoncín saca ahora nuevo disco. Curiosamente, y tratándose del gran "autor" que es él, no escribe ninguna de las canciones, son todo versiones de clásicos de los 60 y 70. Destacan dos temas de su amiguete Teddy Bautista, así todo queda en casa, ya se sabe que al final todos los cerdos acuden a la misma piara. Para más cachondeo, el tipo ha decidido lanzar el álbum solamente en edición vinilo, nada de CD's que eso es muy moderno y ahora mola lo retro. Claro, el truco está en el coste de la edición, que hay que pagar bien pagada, aunque no sé yo qué estúpido anormal comprará la mierda de música que hace este engendro. Para más inri, con la compra de esta basura se incluye una tarjeta con un código que te permite entrar en la página web de este imbécil y descargarte las canciones "legalmente". Esto él lo justifica porque hay mucha gente que no dispone de reproductor de vinilo, pero eso sí, previamente se han de gastar los duros en la edición ultra-cara de semejante bazofia. Y como recompensa y muestra de su tolerancia y educación, Ramoncín nos obsequia a todos los que por internet criticamos el tipo de gentuza que es, con el calificativo de "descerebrados". Claro, es que apoyar a día de hoy al PSOE debe ser de gente con mucho cerebro. RAMONCÍN HIJO DE PUTA.
