Se habla mucho de la posibilidad de un cambio en el ejecutivo de la nación, que si el partido de la oposición va a ganar las elecciones, que si el PSOE se va a hundir en la mierda... No me lo creo. No me extrañaría nada que los nazisociatas volvieran a ganar, seguro que aún tienen algún explosivo guardado en la manga para dar el último empujón a los votantes dudosos. Aún así, ya veréis los millones y millones de hijos de puta que van a seguir votando a esa pandilla de jodevidas indeseables psoístas. Y en el hipotético caso de que hubiera un cambio de gobierno, no me cabe duda de que se tomarían medidas adecuadas para atajar el tema del desempleo, y eso no es muy difícil, simplemente consiste en hacer algo, dado que estos payasos sin gracia no han hecho absolutamente nada. Bueno sí, legalizar matanzas de niños, bodas de maricas, remover tumbas de hace setenta años y sembrar el odio entre la ciudadanía. Pero el paro, ¿para qué? En fin, que se tomarían medidas contra el desempleo, sí, pero, ¿a estas alturas será reversible la situación? Mucho tiempo tardará España en poderse recuperar de la barbarie nazisociata. Y mucho me temo que los palmeros de la escoria progreta y psoísta la tomarían con cualquier nuevo ejecutivo al que le toque la difícil misión de arreglar todo este desaguisado.
Básicamente, la forma de crear empleo y estimular el capital y la circulación de dinero y con ello los puestos de trabajo en sí, es dejar de asfixiar a la población. O sea, todo lo contrario de lo que esta dictadura neonazi del tarado Zetamierdoso ha hecho a lo largo de los últimos casi ocho años. Bajada radical de impuestos, fundamental, abaratamiento de todo tipo de productos (a día de hoy se puede decir que España es el país más caro del mundo en todos los sectores), cese en la persecución cual auténticos delincuentes a los conductores, y de igual manera eliminación de todas las estúpidas multas y sanciones económicas creadas por estos nazisociatas recaudadores hijos de mala madre, y por supuesto, stop definitivo a las ayudas a morenos, selváticos, moracos, mujeres pseudo-maltratadas, maricas y sodomitas y todo tipo de vividores y caraduras que no pegan un palo al agua y viven del resto de sufridos ciudadanos, especialmente los sindicatos, que si por mí fuera directamente desaparecerían, ya que no sirven para nada. Pero bueno, qué bonito es soñar cuando uno vive a tres mil kilómetros de España, en un país normal donde no hay que soportar todo lo que se soporta en el país de los imbéciles. Pues nada, que continúe la imbecilidad, y acordaos de lo que os digo, de cara a las elecciones el PSOE aún no ha dicho su última palabra.