Por desgracia siguen quedando siete millones de hijos de puta y enfermos mentales que, a pesar de todo, siguen ofreciendo su voto a la anormalidad nazisociata. Pero no nos desviemos del tema, que hoy estamos de celebración y cuanto menos me voy a abrir una cervecita para celebrarlo. A decir verdad es el primer aniversario del blog que voy a pasar de una forma NORMAL. Así debieran haber sido los tres anteriores, pero no me dejaban, no era posible, el dictatorial desgobierno nazisociata se cebó con mi persona y no paró hasta joderme la vida por completo. Y no digo que haya recuperado la normalidad porque Marianín haya llegado a la poltrona, que aún está por ver qué es lo que hace, sino porque hace unos meses, hastiado ya de tanta locura subhumana y a punto de perder la vida por los cuatro costados, decidí emigrar, o más bien me obligaron a emigrar. Podría decir que añoro España y que me gustaría volver cuando todo volviera a la normalidad que tanto ansío, pero como mientras sigan habiendo malnacidos que apoyen al PSOE eso no va a pasar, pues oigan, que en este nuevo país en que resido (aunque ya había residido en él anteriormente) se vive de puta madre. A los pocos meses de llegar ya tenía tres trabajos, y eso que según TVE aquí hay una crisis del copón. Pero bueno, la manipulación y la mentira para quien se la crea. Que yo, al igual que todos mis nuevos conciudadanos, vivo de puta madre aquí.
Pues sí, amigos y enemigos, cuatro años de blog. Como siempre digo en estos aniversarios, este blog no es una arenga política ni ideológica. Ya sé que lo parece, pero no lo es. Simplemente me dedico a comentar la cotidianidad de mi vida o cualquier pensamiento que me pasa por la cabeza. El problema surgió cuando un desgobierno intolerante y fascista hasta la médula como el que ha habido en España durante los casi últimos ocho años, se metió en mi vida para reventarla. Entonces sí, me obsesioné con joder a esos hijos de puta tanto como ellos me han jodido a mí. Y aún no he dicho mi última palabra hacia esos jodidos bastardos. Ya sé que el post de hoy queda un poco ridículo y no dice gran cosa, pero tampoco tengo intención, lo único que quiero es compartir estos cuatro años de escritos con cualquiera que quiera leerlos. Y seguro que no hay ni una sola persona que esté de acuerdo al 100% con absolutamente todos los posts que publico. Me alegro, eso quiere decir que no somos borregos como los que dicén amén a cualquier chaladura del ex-caudillo tarado Zetamierdoso y compañía. En fin, que el que quiera me siga leyendo y el que no, no lo haga. Al fin y al cabo escribo para mí. Buenos días y feliz cumpleaños, blog.