Sigue habiendo un cáncer social en el país. Esos siete millones de votos lo demuestran. Las intervenciones radicales protagonizadas por niñatos que se hacen llamar a sí mismos izquierdosos y libertarios, también lo demuestran. Esa gentuza ni quieren libertad, ni son de izquierdas, ni representan ningún tipo de valores, ni nada de nada. Simplemente son niñatos de papá, vagos de mierda, delincuentes en potencia y en la realidad. Gentes que en lugar de ofrecer su sacrificio para levantar un país y para levantarse a sí mismos, prefieren romper, destruir, vagar, no hacer nada de provecho, simplemente dedicarse al pillaje y a ver si siguen viviendo del cuento para meterse más mierda en su cuerpo y joder la vida al resto de personas. El lavado de cerebro inculcado por el PSOE durante ocho años sobre "fachas", "machistas", "racistas" y demás chaladuras mentales, ha funcionado a la perfección. Los chavales han quedado convertidos en imbéciles que sólo saben balbucear esas chorradas y que prefieren insultar y pegar antes que trabajar. La cultura del esfuerzo cero, del vamos a aprobar al niño para que no sufra un trauma, en lugar de inculcarle el estudio y el sacrificio. Escoria. Pero es lo que se quería y ahora es lo que se tiene. Es el legado Zetaparo.
Claro que las cosas tampoco están mejorando mucho con el nuevo ejecutivo. Si un día me apetece escribiré un post sobre todas las virtudes que nos están mostrando en sus primeros días de trabajo. No me cabe la menor duda de que la enfermedad mental, la inutilidad y la nula preparación para los cargos, ya pertenecen al pasado y a ese desgobierno que jamás debió llegar al poder. Pero ahora tenemos a los tiquismiquis y maricomplejines de la puta corrección política. En lugar de dar un puñetazo en la mesa, más mariconadas y más eludir la realidad por si alguien les dice algo feo. Así tenemos más subidas de impuestos, que va a pagar su puta madre, porque los españoles ya no tienen un duro, carta libre para que TVE siga en manos de los lavacerebros psoístas, más chupada de culo si cabe que antes a la SGAE y a los vividores sanguijuelas de la ceja, que ahora me imagino que serán de la barba, y grave, muy grave, que el subministerio de desigualdad, la persecución nazi al sexo masculino, continúe como si nada. Pero claro, a lo mejor si desaparece alguien llama al PP "machista". No por Dios, no queremos eso. Menuda panda, menudo panorama, adiós España.