Pues sí, es lo normal, la desesperación, las situaciones límite y la gente que no puede pagar, no por capricho, sino porque pierde su empleo, se queda sin un céntimo y encima no le dan un nuevo empleo por HOMBRE y ESPAÑOL, esto empieza a ser el pan nuestro de cada día. ¿Y tú, jodido subpresidente anormal del país, qué coño haces al respecto? Pues te lo digo yo, hijo de la gran puta, te pones a hablar de laicidad, abortos, eutanasias, votos para monos y todo tipo de mierdas que ME LA TRAEN FLOJA, y que te quede bien claro, me la sopla, me la vuelve a soplar y me la repantinfla elevado a n. Porque eres un hijo de la grandísima puta que sólo piensa en perpetuarse a base de distraer la atención y adoctrinar y lavar cerebros. Me cago en tu puta educación para la mierdodanía, me cago en tus putas alianzas de mierdalizaciones, me cago en tus jodidos estatutos de mierda y me cago en la puta madre que parió a un desalmado cabronazo como tú, asqueroso Zapatero de los cojones. Tú y tus putos votantes maléficos que se ríen de que los demás nos empecemos a pegar tiros por la situación a la que nos habéis llevado por ser unos inútiles malnacidos como sois, espero que os riáis igualmente cuando os estampe vuestras putas narices contra la suela de mis corroídas botas, vomitivos malnacidos.
Haréis que me pegue un tiro, que me vuele la cabeza o que me cuelgue del marco de una puerta, ya me queda poco. Hasta la garganta de deudas y con todo lo que tengo prácticamente perdido, sin encontrar trabajo por HOMBRE y por ESPAÑOL y sin cobrar un duro desde hace muchos meses. Que sí, que sí, que me pegaré un tiro y así vuestro país de fascistas dictadores de pensamiento único encontrará el camino despejado, eso es lo que queréis, eso pasará. Pero eso sí, yo no tengo familia que llevarme por delante como hace algún otro ciudadano arruinado que ha perdido los estribos, yo, sinceramente, prefiero llevarme por delante a alguien mucho más responsable de mi situación. Y tengo muy claro quién es ese alguien. Así que la próxima vez que vengas a mi ciudad, hijo de puta Zapatero, me colaré entre tus malévolos secuaces, te iré a visitar, adorar e incluso idolatrar, y cuando esté cerca de ti, muy cerca, saltaré sobre tu cuello con un inmenso cuchillo de cocina y te estamparé tantas cuchilladas en el corazón como pueda, para asegurarme de que te mueres bien muerto, cabronazo. Luego iré a la cárcel, pero allí encontraré trabajo y me darán de comer. Se habrán terminado mis problemas.