Mejor no me voy a subir por las ramas (nunca mejor dicho en el caso del colectivo al que nos vamos a referir hoy), y voy directo al tema que me inquieta en gran medida. Se les llena la boca con palabras rebuscadas y malsonantes como xenofobia, fascismo, racismo, y un sinfín de extravagancias salidas de cerebros que, en lugar de resolver la más que lamentable situación económica del país, se dedican a pensar en cómo insultar a sus ciudadanos. Pero cuando la situación es la contraria, ¿qué nos encontramos? ¿Alguien habla de racismo cuando un blanco es apaleado por una pandilla de negros? ¿Nadie va a levantar la voz si se prohíbe la entrada de un blanco en un local de morenos? ¿A ningún puto medio le interesa la noticia de un blanco apalizado hasta la muerte en una discoteca exclusivamente para africanos? Algo que por otra parte es más que habitual, porque seamos realistas, los negros son el colectivo más exclusivista, cerril y racista que existe sobre el planeta Tierra. Pero ellos pueden serlo, pueden ser racistas, tener sus propias leyes xenófobas y a estos progretas inútiles les va a parecer bien, ¿por qué? Pues porque es muy "guay" ser negro. Imbéciles.
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Ahora pongamos que el agraviado es un negro por parte de blancos, ¡madre de Dios la que se iba a montar! Pobre negrito que no le dejan entrar en un local de blancos, y ya no te digo si se lo cargan, todo el país, con esas organizaciones antirracistas dirigidas por capullos y antiguos terroristas a la cabeza, en pie de guerra contra el chaval al que le haya tocado en desgracia cepillarse al delincuente. Está permitido. Agredir, violentar, escupir, insultar e incluso matar a un blanco por parte de un moreno es legal. En este extraño país, claro. Porque salgamos a cualquier otro sitio del mundo a ver qué pasa en una situación de esta índole. Pero para los medios de incomunicación, España es el país más racista del mundo, claro, a ver si ya los blancos directamente nos volamos la sesera por haber nacido de este color y dejamos el paso libre para que los putos salvajes caníbales se hagan con toda la nación. Hay que dejarles sitio, como además se reproducen como conejos, pues que nos invadan con sus costumbres salvajes. Vamos a prohibir los crucifijos y a crear leyes que legalicen el canibalismo. Y ya de paso mañana me bajo al supermercado y me compro unas costillas de ser humano y una cabeza de bebé. Dejemos que los venidos de fuera nos hagan de todo, porque si levantamos la voz por una de aquellas seremos unos putos racistas y acabaremos con nuestros huesos en la cárcel. Dejemos que nos invadan, nos liquiden y se nos coman. Por buen caminito va este país...