El caso es que en un momento dado de la conversación, y cuando Rory me preguntó si me gustaba más el trabajo que yo desempeñaba aquí o el que tenía anteriormente en España, tuvo que salir a relucir la pesadilla laboral en Zetaparolandia. Es evidente que no es una cuestión de preferencia, es simplemente el hecho de que en el Reino Unido trabajo, vivo, como y salgo de vez en cuando a tomar algo. En España no me dejaban trabajar, no había libertad para vivir, no tenía un duro para comer y lo de tomar algo como no fuera para intentar suicidarme etílicamente a base de cartones de vino, me da que tampoco. Le dije a Rory que me la soplaba absolutamente en qué trabajar, bastante era que podía hacerlo y por eso tenía que pedir mil gracias a mi nuevo país de acogida por ofrecerme esta posibilidad. Él no entendía nada, siempre ha sabido que aquí el trabajo es un derecho fundamental de la persona, y si el Estado no consigue que encuentres ningún trabajo, siente tanta vergüenza que te paga un subsidio especial hasta que te encuentra algo a tu medida. Vamos, igualito que en la España de los mierdosos psoístas y progretas lunáticos de los cojones.
Obviamente le comenté a Rory cuál era la situación en España y el porcentaje de desempleo que había en la dictadura zetapariana. El pobre chaval se quedó blanco sin poder ni balbucear palabra, incluso detuvo su paso y se me quedó mirando fijamente como sin poder dar crédito a lo que oía. Pues sí, chaval, eso es lo que acontece en España. La siguiente reflexión fue lógica, Rory me preguntó si los españoles eran estúpidos, ya que en el Reino Unido con una situación ni siquiera la mitad de la que hay en España, directamente hubieran colgado por las pelotas a todo el ejecutivo. Y qué le iba a contestar, pues sí, efectivamente, la razón cae por su propio peso, no hay excusas, LOS ESPAÑOLES SON IDIOTAS. Sí, bueno, me vais a decir que yo también soy español o que todos los españoles no le votan al PSOE o que a lo mejor el próximo 20N dejan de estar en la poltrona (cosa que dudo bastante). Da igual, si hemos permitido esto, ha sido por la indecencia en las urnas de unos, la pasividad y el inmobilismo de otros y al fin y al cabo porque no nos ha salido de los cojones remediarlo. Por fortuna yo ya he solicitado la nacionalidad británica y espero no volver a España nunca más porque, efectivamente, los españoles son idiotas.