Realmente parece increíble que existan hoy en día tantas organizaciones pacifistas o pseudo-pacifistas que se manifiesten en contra del armamento nuclear o que simplemente rechacen de pleno el que cierta nación refuerce su política armamentística. Más aún cuando la mayoría de estos “militantes pacifistas” son estúpidos universitarios que salen por ahí de farra todas las noches y acaban dándose de hostias con otro grupo de gente que también anda por ahí realizando actividades alcohólicas. Estas circunstancias refuerzan sin duda alguna este perfectamente razonado alegato en favor de las armas todopoderosas y en contra de los puñetazos, navajazos, tiritos por la espalda, etc...
Porque... veamos... Si usted va tranquilamente andando por la calle a altas horas de la madrugada y le asaltan cuatro gitanos con cuatro impresionantes facas... ¿qué hará usted? ¿Le servirá de algo llevar otra faca de igual o mayor calibre? No, ellos son cuatro. ¿Una pistola tal vez? Tenga en cuenta que mientras dispara a uno o a dos, los otros le atacarán y le rajarán. Entonces ¿para qué coño quiere usted llevar un arma de mierda?
Si, por el contrario, usted de pronto saca un teléfono móvil del bolsillo y dice: “cuadrante b 5, calle Jerónimo Martín”... en primer lugar los gitanos se partirán el culo y le mirarán extrañados... “este tío está loco”. En segundo lugar, que es lo que interesa, se oirá pasar un avión y cuatro precisos pepinos caerán sobre ellos dejándolos hechos pedacitos. Como verá es mucha más práctica esta segunda opción. Con esto vamos a parar a lo que intentamos demostrar, SÍ ROTUNDO al armamento pesado.
Pongamos otra situación, usted va en su coche a altas horas por un polígono industrial. De pronto aparecen diez motoristas psicóticos y le rodean. Sacan cadenas y recortadas y se lían a tiros y golpes con su vehículo y con usted. ¿Qué haría si llevara una pistolita en el coche? ¿Liarse a tiros con los diez? ¿Y quién conduciría? ¿Conduciría con la polla mientras dispara o qué? No. Usted no podría hacer nada en este caso. Pero si usted en vez de ir por ese polígono industrial con un coche, lo hiciese con un TANQUE, habría varias diferencias. En primer lugar veríamos si los motoristas tenían huevos a meterse con usted. En segundo lugar, y como siempre demostrando la veracidad de nuestra teoría, usted se liaría a cañonazos con los putos motoristas. Ellos acabarían hechos añicos y usted sano y salvo y feliz por haber cumplido con su deber. De nuevo no cabe duda, hay que decir un SÍ ROTUNDO al armamento pesado.
Pero vamos a la situación más extrema de todas... Por si usted aún no está convencido. Digamos que acude usted con su equipo de fútbol preferido a la final de todas las finales, y tiene que ir a la ciudad de su mayor rival y enemigo. Resulta que su equipo gana de forma ilegal y toda la ciudad entera pretender matar a la afición visitante. En un momento dado es usted el único superviviente y van a por usted. ¿Qué va a hacer? ¿Sacar una navaja, una pistola, una ametralladora? Ni siquiera podría con un bazooka. ¿Qué hacer entonces? Es muy fácil. Coge usted su móvil y pega un telefonazo a la base militar estadounidense más próxima: “Oigan, que Bin Laden está en tal ciudad”. Al de unos pocos minutos escuchará usted un sonido como de un avión. Acto seguido caerá un pepino nuclear en la ciudad y al carajo toda esa afición que se lo quería cargar a usted. Hombre... seguramente usted no saldrá vivo del incidente, pero ellos está claro que tampoco. Una vez más se demuestra que la forma de vencer al enemigo es ésta... SÍ ROTUNDO al armamento nuclear.
Como hemos podido apreciar en estos tres ejemplos, este alegato en favor del ARMAMENTO PESADO Y/O NUCLEAR está más que justificado. Ya está bien de que nos tomen el pelo con chorradas pacifistas salidas de las bocas de unos pseudo-intelectuales medio lelos. Las armas violentas son BUENAS. Y espero que todos ustedes ya sepan qué hacer en caso de que alguien les intente corromper su paz cotidiana.
Porque... veamos... Si usted va tranquilamente andando por la calle a altas horas de la madrugada y le asaltan cuatro gitanos con cuatro impresionantes facas... ¿qué hará usted? ¿Le servirá de algo llevar otra faca de igual o mayor calibre? No, ellos son cuatro. ¿Una pistola tal vez? Tenga en cuenta que mientras dispara a uno o a dos, los otros le atacarán y le rajarán. Entonces ¿para qué coño quiere usted llevar un arma de mierda?
Si, por el contrario, usted de pronto saca un teléfono móvil del bolsillo y dice: “cuadrante b 5, calle Jerónimo Martín”... en primer lugar los gitanos se partirán el culo y le mirarán extrañados... “este tío está loco”. En segundo lugar, que es lo que interesa, se oirá pasar un avión y cuatro precisos pepinos caerán sobre ellos dejándolos hechos pedacitos. Como verá es mucha más práctica esta segunda opción. Con esto vamos a parar a lo que intentamos demostrar, SÍ ROTUNDO al armamento pesado.
Pongamos otra situación, usted va en su coche a altas horas por un polígono industrial. De pronto aparecen diez motoristas psicóticos y le rodean. Sacan cadenas y recortadas y se lían a tiros y golpes con su vehículo y con usted. ¿Qué haría si llevara una pistolita en el coche? ¿Liarse a tiros con los diez? ¿Y quién conduciría? ¿Conduciría con la polla mientras dispara o qué? No. Usted no podría hacer nada en este caso. Pero si usted en vez de ir por ese polígono industrial con un coche, lo hiciese con un TANQUE, habría varias diferencias. En primer lugar veríamos si los motoristas tenían huevos a meterse con usted. En segundo lugar, y como siempre demostrando la veracidad de nuestra teoría, usted se liaría a cañonazos con los putos motoristas. Ellos acabarían hechos añicos y usted sano y salvo y feliz por haber cumplido con su deber. De nuevo no cabe duda, hay que decir un SÍ ROTUNDO al armamento pesado.
Pero vamos a la situación más extrema de todas... Por si usted aún no está convencido. Digamos que acude usted con su equipo de fútbol preferido a la final de todas las finales, y tiene que ir a la ciudad de su mayor rival y enemigo. Resulta que su equipo gana de forma ilegal y toda la ciudad entera pretender matar a la afición visitante. En un momento dado es usted el único superviviente y van a por usted. ¿Qué va a hacer? ¿Sacar una navaja, una pistola, una ametralladora? Ni siquiera podría con un bazooka. ¿Qué hacer entonces? Es muy fácil. Coge usted su móvil y pega un telefonazo a la base militar estadounidense más próxima: “Oigan, que Bin Laden está en tal ciudad”. Al de unos pocos minutos escuchará usted un sonido como de un avión. Acto seguido caerá un pepino nuclear en la ciudad y al carajo toda esa afición que se lo quería cargar a usted. Hombre... seguramente usted no saldrá vivo del incidente, pero ellos está claro que tampoco. Una vez más se demuestra que la forma de vencer al enemigo es ésta... SÍ ROTUNDO al armamento nuclear.
Como hemos podido apreciar en estos tres ejemplos, este alegato en favor del ARMAMENTO PESADO Y/O NUCLEAR está más que justificado. Ya está bien de que nos tomen el pelo con chorradas pacifistas salidas de las bocas de unos pseudo-intelectuales medio lelos. Las armas violentas son BUENAS. Y espero que todos ustedes ya sepan qué hacer en caso de que alguien les intente corromper su paz cotidiana.
SÍ A LAS ARMAS VIOLENTAS.