viernes, 29 de febrero de 2008

El agua del desierto

Las medidas que suele tomar el PSOE suelen caer en lo lamentable, rastrero y deleznable, aunque muchas veces todos estos adjetivos quedan eclipsados por uno que define a la perfección su alto nivel intelectual: gilipollas. Sólo así se puede calificar una de las medidas estrella anunciadas a bombo y platillo por el Führer pucelano y sus secuaces, refiriéndose al tan manido asunto de la falta de agua en diferentes zonas del Mediterráneo. Mientros ellos se dedican a inventarse soluciones propias de enfermos mentales encerrados en psiquiátricos, la manipulada televisión estatal procura emitir documentales sobre la fauna y flora del Delta del Ebro, al grito de "si el Ebro deja de llevar todo este caudal en su desembocadura, la fauna y flora autóctonas desaparecerán". Pues mire oiga, viniendo de quien viene esta afirmación, ni me la creo. Pero aunque así fuera, prefiero que se mueran cuatro pájaros y seis plantas que cientos de miles de personas a causa de la sed.

Pero el tema que quiero comentar es la nueva medida desgubernamental referida al agua. Parece ser que ciertas zonas de Cataluña empiezan ahora a padecer la sequía que durante años se viene anunciando en Murcia y Valencia, todo llega, pero claro, hasta que no le toca a un amiguete, no hay que mover un dedo. Lo malo es que para los nacionalsociatas, mover un dedo para hacer cualquier cosa, es directamente un sinónimo de cometer alguna tropelía. Así pues, el maravilloso plan en proyecto es coger agua de otro sitio, cargarla en un barco, y llevarla hasta territorio catalán. Eso sí, el lugar escogido para secuestrar el agua es ¡Almeria! Pleno al quince, majos, mejor imposible, habéis elegido la zona MÁS SECA de toda España para llevaros el agua. Vamos, es que ni hecho a propósito os sale mejor la jugadita. Me estoy viendo la imagen de ZP, el Piolín y la Vicebicho en pleno desierto almeriense diciéndose unos a otros: "éste parece un buen sitio para coger agua, ¿verdad?" Pues como no recojáis vuestro propio sudor, no sé qué puta agua vais a obtener, a no ser la que chorrea de vuestros cerebros desquiciados con menos neuronas que una ameba con alzheimer.

A estos chiflados les encantan las medidas ridículas y enfermizas, empiezo a recordar la extraña prohibición a los vehículos 4x4 para circular por caminos rurales. Claro, es que por esas pistas de tierra hay que ir con Ferraris, los todoterrenos mejor para chafar taxistas por las grandes capitales. Están como putas regaderas. Mientras tanto, el payasete Felipe González, un viejo combatiente del antiguo PSOE (aquél que todavía no incluía ideas nazis en sus programas), y uno de los chorizos más grandes de la historia de la España moderna (y antigua), no tiene mejor ocurrencia que en un mitín llamar al líder de la oposición "imbécil". Así, sin tapujos, ¿para qué? Si el sectarismo informativo y mis colegas neonazis ya se encargarán de cubrirme las espaldas. Con semejante panda de hijos de puta con cerebros desquiciados, España se encamina hacia la oscuridad más absoluta. Amigos, agarráos que vienen curvas.
 
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