viernes, 1 de febrero de 2008

La niña españolista

Se cuenta por ahí que una profesora de 1º de ESO en una aldea vasca explica en clase que ella es de Batasuna (brazo político de ETA), y entonces pide que levante la mano todo el que también sea seguidor de Batasuna. Todos en clase, por temor a represalias por parte de la maestra, levantan la mano diciéndose abertzales, excepto una niña que estaba sentada el fondo del salón.

La profesora miró a la niña con sorpresa y le preguntó:
- Martita, ¿por qué no has levantado la mano?
- Porque yo no soy de Batasuna.
La profesora extrañada preguntó de nuevo:
- Vaya, y si no eres de Batasuna, ¿entonces con quién simpatizas?
- Con los españoles. - Respondió orgullosa la niña.

La maestra, cuyos fanáticos oídos no podían dar crédito a algo así, exclamó:
- Martita, hija mía, ¿qué pecado has cometido para ser españolista?
La niña, muy tranquila, le respondió:
- Mi madre es españolista, mi padre es españolista y mi hermano también
es españolista, ¡por eso yo también soy españolista!, - remató orgullosa y convencida la pequeña.
- Bueno, - replicó irritada la profesora, - pero eso no es motivo para ser españolista. Tú, no tienes por qué ser lo que sean tus padres. Por ejemplo, si tu madre fuera prostituta y drogadicta, tu padre vago, alcohólico y traficante y tu hermano atracador y homosexual, entonces, ¿tú qué serías?
- Seguramente de BATASUNA. - Respondió la niña.


 
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