martes, 2 de diciembre de 2025

Charleroi y Bruselas. Dia 3

Amanece un nuevo dia en tierras belgas. A tres grados bajo cero pero con un cielo a base de claros y nubes que, segun la prediccion, va a pasar a ser completamente despejado en las proximas horas. Me gusta este clima, sol y frio. Ideal para acometer la obligada excursion que toca hacer hoy, y es que ya va siendo hora, en esta nuestra tercera jornada en el pais, de visitar la gran capital, Bruselas. Pero antes, y ya que sigo sin dormir nada bien, voy a intentar arreglar el cuerpo. Ya sabeis, el ritual de siempre, taza, ducha y otro de esos capuccinos de sobre que tengo en la cocina por cortesia del alojamiento. No es que me gusten en absoluto, pero ya que son gratis y no tengo otra cosa, habra que dar cuenta de ellos. Y bueno, digo yo que algo de cafeina tendran, que con lo poco que duermo, falta me va a hacer en el cuerpo.

Salgo a la calle y no siento en absoluto que la temperatura indicada en el termometro sea la correcta. Es mas, con el sol que parece querer aparecer poco a poco por entre las nubes, rapidamente empiezo a sudar en mi caminata de apenas veinte minutos hasta la Estacion Central de Charleroi. Ahora a ver si me aclaro comprando el boleto para el tren en las maquinas habilitadas a tal efecto. 22 euros ida y vuelta. Vale, eso no me duele. Lo que me doleria es haber sacado el pasaje para el tren equivocado. Por si acaso, le intento preguntar a una empleada de la estacion (deduzco que lo es por su uniforme) que pulula por los pasillos sin mucho que hacer. Por suerte es simpatica, amable y hasta chapurrea un ingles muy primitivo. Vale, perfecto, el billete es el correcto. Y hasta me indica que mi proximo tren sale desde la via 5 a las 10:25. Joder, que son las 10:23. ¿Donde cojones esta la puta via 5?

Corriendo como un loco por los andenes, voy preguntando a todo el mundo con que me cruzo "voie cinq?, voie cinq?". Pero el caso es que o no me entienden, o se creen que soy un chiflado peligroso, o directamente no me hacen ni puto caso. Al final, un tipo en chilaba con un bebe en brazos, me indica el camino con el dedo mientras me suelta una parrafada en frances. Supongo que algo asi como "esta por alli, tio, pero el tren va a salir ya y lo vas a perder", o eso me imagino yo. Venga, que si, que llego a la via 5, lo consegui. Tal y como llego me abalanzo sobre el tren y aprieto el boton para abrir la puerta. Pero esta no se abre y, apenas dos segundos despues de mi infructuoso intento de botoneo, el trasto comienza a moverse y se marcha dejandome plantado en mitad del anden. Me cago en la puta puntualidad de los trenes belgas.

De pronto escucho a mis espaldas una voz femenina maldiciendo en un frances bastante cabreado. O al menos eso es lo que intuyo. Cuando me giro, veo a una negra jovencita que tiene todo el aspecto de haber perdido el tren tambien por segundos. Con una mezcla entre frances mal hablado, ingles y cualquier otro lenguaje que se me pasa por la cabeza, intento preguntarle cuando es el proximo convoy a Bruselas. Y bueno, o realmente estoy aprendiendo el idioma o es que la tipa es plurilingue, porque inmediatamente me muestra en su telefono movil que el proximo tren a la capital sale en 20 minutos. Vale, tampoco ha sido tan grave. Me resigno a esperar un ratillo paseando arriba y abajo por el anden y pronto me encuentro dentro de un vagon que, efectivamente y de forma definitiva, esta vez si que me va a llevar a mi destino.

Tren de dos pisos, muy comodo y medio vacio. Cuatro asientos con mesita para mi solo, asi da gusto. Apenas una hora de viaje mientras el cielo se abre ya completamente y la bola amarilla comienza a calentar mas de lo deseable, y ya estamos en la que llaman "la capital de la Union Europea". A ver que da de si. Aunque tampoco me voy a encantar. Ya es casi mediodia y me gustaria retornar a Charleroi antes de que se haga de noche. Vamos, que tengo unas cuatro horas para visitar todo lo que necesite visitar. Por suerte estoy en Bruselas Central, la estacion ferroviaria en el mismo centro de la ciudad y, como pronto voy a comprobar, todo lo mega-turistico, salvo alguna minima excepcion, esta en esta zona. Comencemos la exploracion.

Obviamente, la gran visita obligada en Bruselas es la imponente Grand Place, plaza central de la urbe con edificios clasicos realmente alucinantes alla a donde mires. Asi que me entretengo en tomar algunas fotografias y grabar unos cuantos videos cuando de repente... espera, ¿que es esa puerta cutre que esta justo detras de mi? "Museo de la Cerveza Belga". Joder, macho, no se que pasa que huelo estos sitios, siempre me aparece alguno de esta indole cerca de mi posicion. Oye, pues que le den por culo a la plaza y vamos a enfilar estas tetricas escaleras descendentes que parece que conduzcan directamente al infierno. O al paraiso. Tras descorrer unas cortinas rojas me encuentro un cartel de madera rotulado a mano que en varios idiomas reza "entrada al museo y degustacion por 5 euros". Pues mira, una chela en esta ciudad no creo que me vaya a costar menos, y si encima veo algo interesante relacionado con el jugo de cebada... Adelante.

En realidad el lugar no ofrece nada del otro mundo. Una zona de mesas para acomodarse y mamar rodeada de viejas cubas de madera y diversos utensilios de siglos pasados, y despues una sala redonda con un video explicativo, sillas para sentarse a verlo y cubas ya mas modernas alrededor del show. Que si, que vale, que tambien hay cartelitos explicando los procesos de elaboracion y blablabla... pero vayamos de nuevo a la entrada, que me parecio ver que el area de bar y grifos estaba por ahi. A ver que pasa con esa degustacion que tenemos pendiente. Un tipo sesenton bastante amplio y simpatico me pregunta en perfecto ingles que tipo de cerveza me gusta mas. "Una lager estaria bien", le replico. Y pam, chelita delante de mis narices para empezar a refrescar el gaznate. Me empieza a gustar Bruselas.

Mientras degusto mi caldo cervecero, un tipejo realmente dicharachero me empieza a dar conversacion. Francois, un bruselense de toda la vida, que por lo visto vive a dos calles de aqui y simplemente utiliza el "museo" como su bar de relax habitual. Aparte de hablar de futbol (el tipo es un puto fanatico que tiene fotografias con cualquier futbolista que le menciones, y encima te las muestra), me aclara que en Bruselas no hay nada mas que ver aparte de la Grand Place y el estadio del Anderlecht. Intuyo que es su equipo, claro. Y ya mientras nos cascamos la segunda cerveza, a la cual me invita, directamente me suelta que si ya he visto la plaza, que me suba al tren y me vuelva a Charleroi. A ver, no le voy a hacer caso, pero me alivia bastante el hecho de que un tipo de la ciudad me diga algo asi. De esta manera, vere cuatro cosas mas por los alrededores y luego me ire. Eso si, al campo de futbol que le den, que me queda un poco lejos.

Ya un poquillo entonado, puesto que estas dos chelas han supuesto mi desayuno, continuo mi paseo por las calles del centro para dirigirme a otros puntos que se ubican por la zona y pueden resultar de relativo interes. Por ejemplo el Manneken Pis, que es simplemente una mini-estatua de un niño meando, y que por alguna sinrazon absurda es una de las cosas mas fotografiadas de Bruselas. Tambien, a unas pocas calles, hay otra estatua de un perro meando. Algo deben de tener estos putos belgas con el tema de las meadas, ya que le dan tanta importancia. Y algo mas alla, cruzando de nuevo la Grand Place y dirigiendome hacia el noreste, llego a la Catedral de San Miguel, la cual si que me parece un monumento digno de visitar durante un buen rato, y no las estatuas chorras donde se agolpan todos los alelados turistas. Si, la catedral es realmente enorme y bonita, asi que entro, le lanzo unas cuantas fotos tanto por dentro como por fuera y... Bueno, que vuelvo a tener sed y ya puestos algo de gazuza. Vamos a menear el bigote a un sitio que me han recomendado y tambien queda por esta zona.

Despues de pasar unas interminables galerias cubiertas repletas de tiendas de toda indole, y me da que nada baratas, me introduzco por unos estrechos callejones que al parecer suponen la zona de restaurants en torno a la Grand Place. Aqui me van a sacar los dos ojos de la cara y un riñon por comer algo, pero ya que me han recomendado el Chez Leon, pues entremos al sitio a ver que ofrecen. Y no me voy a complicar, para empezar una cerveza. Y luego, pues me hago la oferta que tienen para turistas, que es un clasico de la ciudad. Cubo de mejillones con un bowl de patatas fritas y una cerveza. Si, mira que bien, ahora ya tengo dos cervezas. Al final me sale todo por 20 euros, que teniendo en cuenta donde estoy ni siquiera me parece un mal precio. Aunque el restaurant en cuestion, el Chez Leon, tenia en el menu platos de 70 u 80 pavos. Ni tocarlos. Prefiero gastarme el dinero en otras cosas, ya me entendeis.

Una vez acabo con el refrigerio gastronomico, me doy cuenta de que aun tengo una hora mas para hacer lo que me venga en gana antes de regresarme para Charleroi. Asi que me pierdo un poco mas por las calles del centro mientras busco en Google un buen lugar para hacerme la ultima chela en Bruselas. Beer Capital, uno de los pubs con mayor seleccion y ademas lo tengo al girar la esquina. Pues ahi que vamos, hermosa camarera, innumerables botellas y grifos y ambientillo cervecero. Pues ponme una al azar, guapa, la que mas rabia te de. Tripel Karmeliet, "es muy popular entre los turistas", me dice la camatita. A ver, a ver... Joder, que fuerte esta esto. "Si, tiene un 8.4%". Ya me pudiste haber avisado antes, jodida zorra. Bueno, bueno, menudo cagallon me voy a llevar de vuelta en el tren a Charleroi. Eso si encuentro la estacion, porque vaya tela como salgo del garito. Haciendo eses, literalmente.

Por suerte, como Charleroi es estacion fin de trayecto, encontrar el tren correcto esta vez me resulta extremadamente facil. Pero eso si, ahora todos los vagones, a diferencia del viaje de esta mañana, van absolutamente petados. Hasta el punto de que no encuentro asiento hasta que pasan un par de paradas y se empiezan a bajar colegiales, que son basicamente los cabrones que inundan el tren. Por fin, sentadito y descansando. Venga, media horita mas y ya estoy en Charleroi. Ay, que ahora me estoy meando. Me cago en la puta, y los baños del tren estan cerrados, o no funcionan, o no se que cojones pasa con ellos. Pues a los de la estacion en cuanto me baje. Mierda, ¿donde estan los baños en esta estacion? Joder, que no hay. Que me meo encima, jodeeeer...

Tanta chela, tanta chela... Al final acabo, ya cayendo la noche, bajo el paso elevado de una autovia, en una zona donde hay coches aparcados, orinando entre dos furgonetas. Buf, que alivio. Oye, ¿que es eso de ahi al otro lado de este pseudo-parking? ¿Tienda rusa? ¿En serio? Pues voy a entrar a ver si tienen unas cervecitas del pais de Putin y me pego un festin esta noche en el alojamiento. Y vaya si tienen... Venga, venga, seleccion. Hale, ya tengo metralla para lo que resta de dia. Avenida de Bruselas para arriba y corriendo, casi literalmente, al apartamento. Eso si, la comida que compre el primer dia creo que esta practicamente agotada, asi que aun paro en un pequeño badulaque que me aparece al paso y compro una caja de cordon bleus. Si, un plato tipico frances que basicamente es una milanesa de pollo con queso y jamon. Ya tengo cena y mamoneo.

Hoy llego a la morada un poco mas tarde que los dias anteriores, ya con la noche caida sobre Charleroi, pero con las mismas ganas de siempre de hacerme mi tipico festival etilico nocturno. Tampoco me quiero pasar mucho porque mañana tengo que dejar el alojamiento a mediodia y no es cuestion de salir dando tumbos. Ademas, como el vuelo es a las nueve de la noche, voy a tener un buen puñado de horas para recorrer la ciudad antes de enfilar hacia el aeropuerto y no quiero ir por ahi arrastrando una tremenda resaca. En cualquier caso, y ya que es mi ultima noche y no me apetece dejar restos en el refrigerador, me acabo todo el papeo y absolutamente todas las cervezas que me quedaban mas las recien adquiridas en la tienda rusa. Puntillo justo e ideal, porque empiezo a ir bastante tajado y en un momento dado ya se me empiezan a cerrar los ojos. Un dia mas en Belgica y otra gran experiencia. Y ahora a dormir, si puedo...

 
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