sábado, 11 de marzo de 2017

Pensamientos islandeses, sidras y resacas


Ayer noche, despues de doce horas de intenso curro, en las que no tuve ni el puto tiempo de ir a mear, pues me apetecía cascarme unos jarrillos. Asi que me hice tres chelas y dos sidras, una tras otra, por supuesto. Y mientras me ponia fino acudia a mi mente una idea bastante recurrente, sobre todo en mi caso, el del vikingo macabro. Joder, hace tiempo que no piso Islandia, así que habria que darse un nuevo paseito por el "pato" del Atlantico Norte. Y en realidad, mientras pensaba en ello, no me daba cuenta de que ya tengo pasajes para el pais vikingo, y yo casi sin enterarme.

En realidad, de aqui a dos semanas me voy a dar un garbeo por America, y curiosamente de camino tengo que hacer una paradita en Keflavik, la tipica mierda de los vuelos directos, que siempre son demasiado caros y escasos y es mejor pillarse alguno que haga una escala o tenga un pequeño desvio. Pero si es que yo creo que lo hice a proposito, y es que cuando reserve los vuelos, me da que costaba absolutamente lo mismo ir directo o parar en Islandia. Pero, joder, el morbo es el morbo, y aunque solo sea durante una horita y sin salir siquiera del aeropuerto, pues tiene su gracia eso de volver a pisar suelo islandes. Pues oye, perfecto, y si me da tiempo, hasta me hare un par de cervecitas, que es de lo mejor que tiene el pais.

Bueno, que mientras pensaba en ello, las chelas y sidras caian. Al final llegue a casa a eso de las dos de la madrugada y con un pedo mas que considerable. Lo positivo es que no fue de esas noches en las que doy vueltas y vueltas en la cama antes de coger el sueño. No, cai redondo, y practicamente ni me acuerdo de ello. Eso si, al despertar vino a mi el tipico malestar estomacal y dolor de chola indicativos de una buena resaca. Y lo peor es que tampoco me chuce tanto. Aun recuerdo cuando me hacia veintitantos cubatas en mi juventud. En fin, que me hago viejo, es lo que tiene.

Y hoy, pues ya me he cascado una sidra mientras comia. Tampoco me la queria hacer con el estomago vacio, pero tampoco me sento muy bien jalar algo. Es como si las caguetas constantes que tuve durante mi visita a India me persiguieran de nuevo. Veremos como se desarrolla el tema a lo largo del dia. De aqui a un par de horitas empezare a chuzarme mas intensamente. Y mañana por supuesto estare hecho una puta mierda, especialmente teniendo en cuenta que me toca otra criminal sesion de curro de doce horas. Y encima hay enfrentamiento futbolero entre los dos grandes equipos de la ciudad. O sea que estamos jodidos, va a ser una resaca dura.

Y a todo esto... no se muy bien por que cojones estoy escribiendo este post. Quiza es una excusa para hacer alguna otra actividad distinta a meterme otra sidra, pero lo cierto, es que eso es algo que tambien puedo hacer mientras escribo. Y de hecho ahora que me ha venido la idea a la mente, voy a por una sidra, cojones. En fin, colegas, que siento haberos molestado con este post un tanto estupido. Pero al fin y al cabo como solo lo voy a leer yo, pues sin problema. Y si alguien esta tan jodidamente enfermo como para curiosear en un escrito de semejante catadura intelectual, pues yo de ti, amigo, iria directamente a visitar a un psiquiatra. Aunque bueno, de todo tiene que haber en este mundo, incluso putos comunistas.

sábado, 4 de marzo de 2017

Una semana en Delhi 6. Regreso a casa

Tremenda resaca. Es asi como amanece mi ultimo dia en Delhi. El estomago peor que nunca, y lo malo es que apenas si tengo fuerzas para llegar hasta la taza a sentarme y vaciar el cuerpo. En cualquier caso hay que hacer un ultimo esfuerzo, a eso de las cuatro he pedido un taxi para que me lleve al aeropuerto, pero hasta entonces me espera una romantica sesion culinaria en el restaurante mas caro y pijo de Delhi. O quiza no tan romantica, ya que en principio habia acordado con Zuali hacer esta especie de despedida, pero la menda no contesta al telefono. Lo que me temia, la juerga de ayer ha dejado profundas secuelas.

Cuando por fin consigo mas o menos moverme, despues de cuatro intensas visitas al retrete, ya son las doce, hora en que debo dejar la habitacion del hotel, asi que no tengo mucho margen de maniobra. Esta tipa sigue sin contestar, por lo que, casi a camara lenta, porque realmente me cuesta andar, opto por primero dejar mi equipaje en la recepcion, ante la atenta sonrisa del eterno sonriente recepcionista, y despues enfilar mis pasos a la calle, a ver si moviendome un poco entre la marabunta me entra hambre. Mi pesado caminar me lleva hasta el restaurante en cuestion, donde supuestamente iba a acontecer mi papeo de despedida. Pues que cojones, me lo meto yo solo, que para despedirme del pais tampoco me hace falta nadie. 

No tengo ni hambre, asi que me pido un par de platos bastante simples para ver que tal me responde el cuerpo... y por supuesto una cerveza, que ya sabemos que nunca es solo una. Estoy realmente jodido, a mitad de papeo me tengo que levantar dos veces a defecar, el sudor frio me recorre todo el cuerpo de forma incesante, mi cabeza esta pesada... en fin, que estoy de resaca, y gorda. En una de estas, ya casi acabando de comer, Zuali me llama, y su voz lo dice todo. Vamos, que se acaba de levantar, no se puede mover, esta jodida de todo... Si, amiga, si, se llama RESACA. En fin, que me toca despedirme por telefono, muy a mi pesar, porque siempre mola alegrarse la vista con mujeres hermosas. Y a esta me da que no la voy a volver a ver en bastante tiempo, por desgracia.

Antes de subir de vuelta al hotel hago unas ultimas compras. Me apetece regalarme un kurta, la tipica camisa larga para hombre que todo buen indio tiene en su armario. Como no me queda efectivo y no hay manera de conseguir mas, me toca ir a una tienda cara, Fabindia, una especie de Zara estilo indio. En cualquier caso, lo que para cualquier residente en el pais es caro de cojones para mi son simplemente diez pavos, que es lo que me cuesta uno de los kurtas mas guapos que encuentro en la tienda en cuestion. Miro algo mas de ropa, pero no soy mucho de ir de compras, y como me estoy meando y cagando otra vez, vuelvo al hotel a esperar por el taxi, que llegara en hora y pico.

Mientras espero me leo una revista que contiene un reportaje sobre vikingos (por algun lado tenian que salir, hasta en la India), veo como un par de viejas adoran y rezan a una figura de Ganesh (el dios con jeto de elefante) que hay en la recepcion, y tengo una ultima y corta charla con el recepcionista de la eterna sonrisa. El cochambroso taxi me recoge finalmente, el taxista se parece a un tio con cara de cerdo que toca la tabla en el Concierto para Bangladesh de George Harrison, puede que sea familiar, no me sorprenderia. Sin conversacion de ningun tipo ya que el menda no habla ingles, en una hora, entre un trafico criminal ya que es hora punta, llego al aeropuerto Indira Gandhi. Paso varios puntos de seguridad, aguanto la cola criminal para el control de pasaportes y salir del pais, finalmente lo consigo y hale, a esperar un ratito que en breve despegamos.

Mismo trayecto que cuando vine. Tres horas hasta los Emiratos, tres de espera y luego otras ocho hasta llegar a casa. En el primer vuelo me toca al lado una india jovencita que esta realmente de muy buen ver. Como soy un casanova, meto cizalla y entablo conversacion a ver si cae algo. La menda sale por primera vez del pais, se va a currar una temporada a America, concretamente a Chicago. Creo que su viaje va a ser algo mas largo que el mio. Las tres horas se pasan volando, en Abu Dhabi es medianoche y el vuelo a casa sale a las 3. Entre tanto cambio de hora ando algo despistado, pero una cosa es segura, me he pasado todo el dia de mi cumpleaños entre la resaca, el taxi, el aeropuerto y el avion, una celebracion divertida de cojones. Hale, ya soy un año mas viejo.

La cena que he tomado en el avion y el par de cervezas que la acompañaron me han acabado de reventar. Aprovecho la espera en el aeropuerto de Abu Dhabi para encontrar los servicios y pegar la cagada mas grande que recuerdo en mi vida (junto a una en Salamanca despues de un empacho), asi que ahi os queda eso, moros de mierda. Ya mas vacio y con el estomago algo mas en su sitio, espero tranquilamente mi vuelo escuchando en el movil un Osasuna vs Real Madrid que se esta jugando en Pamplona, donde vete a saber que puta hora es. Que despiste. Finalmente subo al avion, esta vez voy solo en cuatro asientos, de pronto apagan las luces porque todo dios va a sobar. Yo me quiero resistir, pero como no quiero estar levantandome cada hora a cagar, finalmente caigo mientras veo un partido de la NBA. Y me despierto media hora antes de llegar a casa. No se puede pedir mas.
 
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