Me he levantado de caguetas. No podia ser de otra forma, al final el exceso de Guinness de ayer resulta que ha pasado factura. Aunque supongo que tambien tienen algo que ver el guisadito de media vaca y la puta sidra que me hice justo antes de irme a la cama. Con razon me notaba yo pesado con un importante malestar estomacal. Pero bueno, lo importante es que he dormido, y me da igual estar mejor o peor, porque hoy me toca recorrer la ciudad e inspeccionar todos sus recovecos. Y por supuesto me voy a cascar mas Guinness. Asi que una horita sentado en la taza vaciando todo lo que tenga que vaciar y en marcha, que no estamos para perder el tiempo quejandonos.
La primera alegria del dia me la dan en la recepcion cuando me informan de que tengo el desayuno incluido en mi estancia. Normalmente si es opcional no lo suelo coger, ya que te cobran mas y en realidad me gusta desayunar cada dia en un sitio diferente, o basicamente cascarme una cerveza. Pero aqui va incluido, lo quieras o no, y no te cuesta un duro, asi que no lo voy a rechazar. Obviamente lo sirven en uno de los famosos pubs que rodean la terracita, y alli me llevo la segunda alegria, al ver que se trata de un full breakfast (salchichas, bacon, huevos, alubias, champiñones, cafe, zumo...) cuyo valor en el menu es de diez pavos. Completito y encima por la cara. Solo me falta una Guinness, aunque teniendo en cuenta las caguetas y lo que me acabo de meter en el cuerpo, decido dejarla para un poco mas adelante.
Comienza mi paseo, al igual que ayer O'Connell Street hacia abajo hasta llegar al rio y atravesando el Temple Bar. En el mapa veo lo que va a ser mi primer destino, la zona medieval y vikinga (ya se sabe que si no hay vikingos cerca yo no me siento como en casa). Alli me topo con la primera catedral del dia, la Christ Church Cathedral, del siglo XI. Bueno, a mi no me va mucho la cultura y el arte, pero siempre hay que hacer unas fotitos como excusa, no va a ser todo chumar y chumar... o tal vez si. El Dublinia es un viejo edificio donde tienen exposiciones, en esta ocasion una de vikingos, como no podia ser de otra manera. Continuando mi camino me encuentro con las viejas murallas de la ciudad, de las que apenan quedan una torre y un muro, pero que siempre tienen su morbo. Estoy alejandome del centro en direccion al oeste de la ciudad. No os hagais preguntas tontas, voy hacia la fabrica de Guinness...
Estamos en un pais catolico que no se averguenza de serlo, no como otros. Es mas, estan muy orgullosos de ello. Es por eso que practicamente en cada calle me encuentro con una iglesia. Muchos comercios tienen nombres que hacen clara referencia al catolicismo, tambien un gran numero de calles, e intuyo que los propios irlandeses viven bastante en armonia con todo ello. Lo dicho, aqui no hay complejos estupidos al respecto, ni odio hacia la religion, ni idiotas que quieren cargarse las tradiciones, ni comunistas, ni... bueno, que me desvio hacia otros paises que yo me se. Vamos a lo que vamos, que con la tonteria, paseando paseando, ya he llegado a una serie de tetricos callejones flanqueados por edificios de piedra. La Guinness Storehose se levanta imponente ante mi.
Como hay un tour por la fabrica, me voy a dar el capricho de hacerlo, van a ser entre dos y tres horas de acercarme un poquito mas al mundo de la "mierda negra". El edificio de la exposicion en si ya es bastante sadico, en forma de pinta gigante de siete pisos, y obviamente en cada planta hay muchas cosas que ver. Y tambien que probar, puesto que, logicamente, el tour incluye degustacion. Pues si, las caguetas siguen atizandome el estomago, pero la Guinness es la Guinness. El final del recorrido incluye una pinta en el bar situado en el atico, en lo mas alto. El lugar es espectacular, un pub circular totalmente acristalado desde el cual hay una vision de 360 grados de toda la ciudad de Dublin. Sitio perfecto para degustar el preciado liquido. Es mediodia y todavia tengo que ver algunas cuantas cosas mas por la ciudad, aunque nada ya va a ser como este momento, el punto algido de mi viaje. En fin, en marcha...
Caminando por las calles, ahora en direccion este, me cruzo con varios camiones de reparto de Bulmers y Guinness que abren mas aun mi sed. En poco tiempo me planto delante de la emblematica catedral de St Patrick, con sus hermosos jardines laterales. En un salto llegare hasta el castillo de Dublin, que es una completa decepcion, apenas una torre y un muro, con razon no se le da mucho bombo turistico. Ahora me pilla la lluvia a cantaros, aunque tampoco es problema viniendo de donde vengo. Sigo caminando hasta la House of Lords y la Trinity College... y ya esta, el centro de Dublin no tiene mucho mas que ver. Me salgo un poco de la zona turistica para alargar mi paseo y echar un ojo a una vetusta estacion de policia situada junto a una macabra y antigua torre de bomberos. Cruzo el rio de nuevo hacia el norte para ver el imponente edificio de la Custom House y la estacion de tren... y ahora si que no me queda nada mas que ver. Son las tres, quiza sea hora de comer algo.
Por Talbot Street hacia el oeste hay bastantes comercios, pero lo que yo busco es una taberna para poder comer algo nocivo para la salud mientras me casco una buena pinta, y no acabo de ver un sitio que me convenza. Estoy muy cerca del hotel y la famosa terraza de los pubs, que cojones, pues no me lo voy a pensar mucho mas, vamos alla. Un camarero chino pero con acento y modales irlandeses (o sea, seco como un arado) me sirve una Bulmers de pera, que por cierto es, a mi juicio, la mejor sidra de pera que existe, y no es facil de conseguir. Obviamente aqui no hay problema ya que es de la tierra. Para comer, un combo de fritanga muy cachondamente llamado "todo eso es realmente mio", que incluye alitas, nuggets, aros de cebolla y varias clases de patatas fritas. Ah si, las caguetas, en fin, que si, que lo voy a pasar mal, pero no se por que extraña razon el cuerpo me pide este tipo de mierda.
Despues de este sufrido festival culinario regado con dos sidras, me subo a la habitacion del hotel. Combino la cama con la taza durante tres horas, mi estomago esta realmente jodido y el tute de las anteriores horas no ha ayudado a recuperarme. A eso de las siete me intento incorporar, y es que el Celtic juega su partido de Champions League y fijo que lo ponen en la pantalla gigante de la terracita, o eso espero. Pregunto a varios camareros al respecto, creo que al final van a poner el partido de lo pesado que me he puesto, asi que me pido otra Bulmers de pera y me siento en las famosas mesas de merendero. Hace un frio de la leche, o quiza no, pero estoy enfermo y destemplado, y la sidra no acaba de recuperarme. Tendre que pasarme a la Guinness, eso fijo que es mano de santo.
Al final no consiguen sintonizar el partido y acabo viendo el Rapid de Viena - Ajax, que me importa una mierda, que le importa una mierda a todo el mundo ya que nadie lo esta viendo. En la terracita hay ambientillo, pero yo sigo con frio y tiritando, estoy jodidamente enfermo. Para mas inri, al lado se me sienta una pandilla de tipos muy raros, entre ellos un viejo reventado sin piños y con un tatuaje en la cara. El tipo, que no habla porque yo creo que no sabe ni hablar, tiene la tipica pinta del que se ha metido de todo y por alguna extraña razon sigue vivo pero ya directamente sin cerebro. Pero lo peor es cuando se rie ante la anecdota que cuenta alguno de sus compañeros de mesa, que el tipo suelta una carcajada tipo subnormal a un volumen tal alto que acalla al resto de personas que se encuentran en la terraza. No hay Celtic, las birras no me sientan bien porque estoy enfermo y encima el tarado ese me esta poniendo nervioso. Me piro.
Me doy una vuelta a la manzana a ver si me despejo un poco, pero lo que consigo es que al caminar me entre hambre. Voy a intentar no excederme. Me meto en un takeaway bastante cutre y me pillo una pequeña hamburguesa de queso con patatas. Paso de mas aventuras, necesito descanso para asi mañana poder enchufarme mucha mas Guinness gaznate abajo. Me meto en la habitacion, me casco la hamburguesa, me pongo la radio y me quedo roncando antes incluso de que sea medianoche. Mañana mas.