lunes, 25 de diciembre de 2023

Giza 6. Banquete en la granja

Hoy me despierto en bastantes buenas condiciones. Por alguna extraña razon parece que el cansancio despues de las actividades de ayer en El Cairo me ha arreglado bastante. Incluso mi estomago me respeta y no sufro mas de la cuenta a ese respecto en toda la mañana. Tambien es cierto que hoy, como excepcion, decido saltarme el habitual desayuno que ofrece el hotel. La razon es porque dentro de la actividad que tengo contratada hoy se supone que me incluyen un desayuno bastante bestia. Asi que mejor llegar al lugar con hambre. Lo de la ducha diaria si que no lo evito. Y con todo esto, pues a eso de las nueve y media ya estoy listo y mas que preparado para que mi chofer del dia me recoja en la misma puerta del hotel. Vamos alla.

Comenzare por explicar en que consiste la actividad que he reservado para la jornada de hoy. Supongo que recordais que hace un par de dias tuve como guia a Abdullah (tambien conocido como "el camaleon" debido a su dispersa mirada). El tipo se comprometio a encontrarme un tour rural para salir de la gran ciudad y ver como se vive en las zonas de campo del pais. Y ya que lo prometido es deuda, pues aqui estamos, dispuestos a iniciar la susodicha actividad. Nos vamos a bajar hasta Dahshur, una poblacion aproximadamente a una hora en automovil desde Giza, direccion sur, localizada junto a la ribera del rio Nilo, y donde hay diferentes granjas y explotaciones agricolas llevadas de un modo muy tradicional.

De camino al lugar, y antes de llegar, paramos tambien en una fabrica local de alfombras. Todo muy tradicional tambien, y las alfombras muy bonitas y demas, pero vamos, nada que me interese. Asi que tras cumplir el tramite de intentar que me vendan las mil y una alfombras, continuamos, por caminos mas que carreteras, en direccion a una granja perdida en la cual nos van a recibir como a autenticos reyes. Es muy interesante el contraste entre un lado del camino por el que circulamos, completamente desertico y arenoso, y el otro, el mas cercano al Nilo, donde la frondosidad y el verde de la vegetacion se apodera completamente del paisaje, hasta el punto de que parece que en un momento dado nos vayamos a perder en mitad de la selva.

Una vez en la granja, el propietario nos ofrece un tour por toda su explotacion. Os dije que todo era llevado del modo tradicional pero apuntaria que la cosa va incluso mas alla. No hay ningun tipo de tecnologia en el lugar, ni tan siquiera electricidad, gas o agua corriente. El lugar es totalmente autosuficiente, agua de pozo, trabajos durante las horas de sol y materiales proporcionados por la naturaleza. Hasta el punto de las construcciones estan hechas con cañamos del rio entrelazados y las techumbres con ramas y hierbas. Incluso nos muestran el horno en que van a cocinar nuestro papeo, al estilo de hace milenios, construido con arcilla y calentado simplemente con ramas y hierba seca.

Tras una ruta por toda la explotacion en que se nos muestran todo tipo de cultivos, incluso algunos que yo jamas diria que se podrian dar en un clima como el de Egipto, acabamos frente al horno viendo como cocinan lo que va a ser nuestro banquete. Ante la insistencia tanto del propietario como del propio Abdullah, acabamos haciendo nuestro propio pan al estilo antiguo (que por cierto esta de pelotas) y rapidamente nos preparamos para tomar asiento en una especie de terraza colgante ubicada en lo alto de un arbol. Alli se nos sirve un te que esta realmente fantastico y procedemos a llenar el buche como autenticos cerdos.

Me quedaria aqui otros tres dias, tranquilamente medio recostado despues de tan descomunal papeo, simplemente rodeado del sonido de pajarillos y muy lejos de la sobredosis de humanidad de las grandes urbes. Pero anochece, aqui no hay ningun tipo de iluminacion, y lo mejor que podemos hacer es retomar el camino de vuelta al hotel. Hoy, ademas, es nuestro ultimo dia en Egipto, ya que mañana a mediodia sale nuestro avion de regreso a la cotidianidad. Asi que no estaria de mas pasar lo que queda de dia descansando en el hotel y de paso organizando el equipaje, siempre una ardua tarea.

Ya de vuelta me despido de Abdullah, agradeciendole que nos haya suministrado un tour tan cojonudo como este para despedirnos del pais. Estamos tan contentos que decidimos contratarlo como taxista para que nos lleve al aeropuerto mañana. Cerramos el trato y nos emplazamos para mañana a las ocho. Antes de proceder a empacar, aun tengo un pequeño compromiso, y es que quede en grabar un podcast junto a nuestro eterno amigo Gustavo Maher (localizado en Argentina) a traves de conexion de Zoom. Pero claro, ya sabeis la problematica del wi-fi en este maldito hotel de los horrores. Al final me toca bajar al lobby, donde hay algo de conectividad, aunque la velocidad es penosa y la grabacion no acaba de ser todo lo fluida que uno desearia. Para mas inri, con esto de no poder mamar en publico, me toca grabar todo el programa sin una maldita chela que echarme al cuerpo, con la ansiedad que eso me produce.

Son las ocho. Por fin estoy de vuelta en la habitacion y comienzo a recoger mi equipaje. Y aun me quedan tres cervezas en la nevera. Pues no voy a dejar titere con cabeza. Me enchufo todos los brebajes, preparo las bolsas y me doy cuenta de que a eso de las nueve y cuarto ya no tengo nada mas que hacer. Obviamente no tengo hambre como para cenar, y es que lo ingerido en la granja me ha servido como unica comida para todo el dia. Me dispongo a enchufar el televisor para quedarme embobado viendo alguna cadena en arabe hasta caer dormido pero, resulta que ahora, de repente, la conexion a Internet vuelve a funcionar a pleno rendimiento. Justo ahora que ya voy a dejar el hotel. Para mi que lo han hecho adrede para joderme. En fin, que me casco un par de podcasts sobre geografia y, muy relajadamente, acabo por quedarme completamente catatonico. Mañana a las siete arriba y de vuelta para casa. Asi que esto fue todo en Egipto, un pais muy piramidal.

domingo, 24 de diciembre de 2023

Giza 5. Jornada en El Cairo

Creo que ayer me volvi a exceder con lo de mamar mirando a la pared. No he pasado una buena noche en absoluto. Me levanto a las siete con el estomago completamente revuelto y mi primera actividad del dia, casi a la carrera, es un intenso y doloroso vaciado. Algunas cosas nunca cambian, vayas a donde vayas. Ducha bastante agonica para ver si voy recuperando y a las ocho y media ya estoy en la sala del desayuno para intentar recobrar fuerzas. Creo que poco a poco lo voy consiguiendo aunque a ciertas edades eso de estar al cien por cien no es mas que una lejana utopia. Internet sigue sin funcionar, asi que en cuanto acabo de llenar el buche bajo a recepcion para esperar hasta que me lleven a las actividades que tengo previstas para el dia de hoy.

Jornada de museos. Nos vamos a la gran capital, El Cairo, que en realidad no es mas que una continuacion de Giza (tan solo hay que cruzar el rio para cambiar de distrito), para alli culturizarnos un poco visitando estos tan manidos lugares. Especial interes tengo por el Museo Egipcio, que es donde estan todas las momias y demas historias faraonicas. Pero el caso es que la cosa empieza mal. Una mujer de la compañia con la que reserve el tour aparece en el lobby del hotel y me habla de error en el pago y demas. Yo me niego en redondo a pagar ni un penique mas y, tras una discusion bastante surrealista, me acaba dando cincuenta dolares. Si, en moneda estadounidense, tal cual. Yo no se muy bien lo que ha pasado, pero en vista de que al final he salido ganando pasta, me decido a iniciar mi paseo hasta El Cairo.

El chofer que me lleva es un tal Ali. Tipo trajeado en sus ultimos treinta, muy buena presencia y un autentico cachondo mental que no habla mas que de mujeres, futbol y cervezas de alta graduacion. Me da que este se pasa las enseñanzas del Islam bastante por el forro. Pero la mañana se vuelve a torcer cuando veo que el tio me deja a las puertas del museo equivocado. Estamos junto al Gran Museo, que queda a dos minutos de mi hotel, y para el cual obviamente no necesito chofer que me lleve, y que ademas esta cerrado porque no se inaugura hasta bien entrado el proximo año. Ali dice que estas son las instrucciones que tiene, yo le respondo que me lleve de vuelta al hotel y que empiece a llamar a la zorra de antes para que se reuna conmigo alli porque esto me parece una gran tomadura de pelo

Una vez me reencuentro con la pajara, mi protesta se eleva hasta el punto de que requiero que se me devuelva todo el dinero, apostillando que ya me buscare yo la manera de llegar al museo por mi cuenta. Supongo que lo de perder clientes enfadados no gusta mucho en este tipo de compañias porque, casi ipso-facto, la tia reacciona y me dice que va a dar ordenes a Ali para que me lleve a El Cairo, a todos los museos que quiera, y que ademas me pagan la comida y todas las actividades que quiera realizar. Vaya, pues escucha, si no fuera porque en Egipto la prostitucion es ilegal, me iria hasta de putas, y encima haria que me lo pagarais. Pero bueno, vamos a empezar por el jodido Museo Egipcio, que con tanta tonteria ya se esta haciendo tarde y, al fin y al cabo, era lo que yo queria hacer hoy. Venga, en marcha, Ali.

Dos horas de piedras, momias y sarcofagos. Si, mas o menos lo que me esperaba, pero lo cierto es que al final tanto fiambre ya cansa. Tendran varios miles de años, pero al final visitar este museo es, basicamente, como darse una vuelta por un cementerio. Muertos y mas muertos. La cosa no me convence en absoluto y, a mi salida, asi se lo expongo a Ali. El me dice que me puede llevar a un par de museos mas, pero que voy a ver mas de lo mismo y posiblemente mas cutre, porque este que acabo de visitar es el mas completo. Pues vaya mierda de dia me espera. O no, porque mi chofer es un tio muy avispado y rapidamente cambia el chip para adaptarse lo mejor posible a mis necesidades. Ya que tengo el papeo incluido, me pregunta si me gusta el pescado y el marisco. Hombre, pues no le hago un feo, la verdad. Pues ahi que me lleva a jalar a un sitio ubicado junto al Nilo que esta realmente de pelotas.

Es una especie de pescaderia gigantesca donde tu eliges al peso el genero que quieres y como quieres que te lo cocinen, te sientas, simplemente esperas a que este listo y a disfrutar. Mejillones, almejas, cangrejos del nilo y alguna que otra zarandaja mas hacen las delicias de mi sufrido paladar en una jornada que, ahora si, se esta convirtiendo en una de las mejores de toda esta semanita en Egipto. Y todo gracias al especialmente ingenioso Ali. Buen tipo. Y por cierto, el precio por semejante banquete culinario es mas que irrisorio. Pero ojo, que el dia aun no ha terminado.

Antes de que anochezca, mi fantastico chofer me convence para que me suba a una chalupa que te lleva arriba y abajo por el Nilo durante mas de una hora. "Es muy relajante, sobre todo despues de una buena comida", me insiste Ali. Asi que le hago caso. Para realizar esta actividad tenemos que ir a una zona de la parte norte de El Cairo, llamada Qalyubia. Alli, mi querido conductor se dedica a negociar con un negro que tiene una pinta realmente chunga, pero que al parecer es el propietario de las embarcaciones del lugar. Finalmente consigo mi navegacion por el rio mas largo del planeta, al tiempo que empieza a anochecer y unas timidas gotas de lluvia hacen acto de aparicion. Si, lluvia en Egipto, hasta para eso he tenido suerte, porque dicen que solo acontece una o dos veces al año. Y me pilla en chalupa por el Nilo. Curioso.

La conduccion de vuelta al hotel nos va a llevar algo mas de una hora. Estamos bastante lejos y es hora punta. Aqui Ali se me pone bastante serio, rogandome por favor que no cuente absolutamente a nadie que hemos ido hasta Qalyubia a realizar esta ultima actividad, porque incluso podria perder su trabajo. Por lo visto esta es una zona realmente peligrosa, donde a nadie se le ocurre llevar a ningun turista, e incluso a la que muchos de los habitantes de otras zonas de El Cairo ni se atreven a entrar. Delincuencia, trafico de armas, mujeres, organos, asesinatos... Vaya sitio, al que me has llevado, colega. Y por cierto, me gustaria saber como es que conoces tan bien la zona en cuestion. Facil. Parece ser que es el area donde se encuentran las fabricas de cerveza en El Cairo. Vaya, Ali, eres todo un talanquin...

Lo cierto es que ninguna de las conversaciones con este tipo tienen perdida. Que si Palestina, que si los judios son el cancer de la civilizacion, que si todas las falacias medicas de los ultimos tiempos, que si la corrupcion politica, que si la Policia es un cuerpo criminal, que si la television miente constantemente, que si la inflacion es una estafa... En fin, que estoy practicamente de acuerdo en todo con el y al final acabamos siendo grandes colegas, al punto que me da su telefono personal y me dice que la proxima vez que visite Egipto no reserve un hotel, que el me hospedara en su casa con su familia. Hombre, gracias por la invitacion, Ali. Ah, amigo, pero no es gratis. A cambio quiere... una botella de single malt escoces. Anda que... Trato hecho, amigo. Si es que todos tenemos nuestros vicios...

Ya en el hotel me tomo un descanso antes de salir a cenar algo. Lo cierto es que ha sido un dia lleno de actividades y estoy algo cansado. Me enchufo dos chelas y un cocktail, porque aun no habia bebido nada alcoholico en todo el dia, y ya con las baterias algo mas cargadas, decido salir a dar un paseo por Giza, a ver que me encuentro hoy. Mucha gente, como siempre. Al final, despues de una caminata de una media hora, resulta que acabo pasando por la puerta de mi restaurant pijo preferido, el Savora. No me apetece experimentar, entremos aqui y tomemos algo ligero, que tampoco tengo mucha hambre. Una baguette de pollo servira. Y un refresco de cola, porque lo que yo busco ya se que aqui no me lo van a dar para beber.

Un tanto somnoliento tras este ultimo movimiento de bigote, decido perderme durante cerca de una hora por calles al azar. La noche es bastante fresca y caminar con esta temperatura se hace muy agradable. A eso de las once llego de vuelta al alojamiento y no me apetece mas que dormir. Pero aun voy a tener los santos cojones de abrirme una postrera cerveza, para irme contento a la cama, mas que nada. Me tumbo e intento escuchar un podcast o algo que me distraiga la mente mientras pillo el sueño pero, adivinad... Efectivamente, la conexion de wi-fi del hotel sigue sin funcionar. Que cosa mas rara. En fin, buenas noches y mañana ya sera otro dia.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Giza 4. De compras

Me despierto a las seis y media y en unas condiciones realmente nada buenas. Bastante cansado por todo el tute de actividades de ayer, a lo que sumo un atisbo de resaca por las chelas consumidas ya en las postreras horas de la noche y, para redondear, mi estomago comienza a quejarse tambien de la peor forma posible. Sesion intensa de vaciado y de las que no son nada agradables. No hay viajecito en el que no acabe encadenado a la taza, menuda calidad de vida. Pero venga, menos quejarnos y mas comenzar a movernos. Ya que me he quedado bien vacio, lo primero que habra que hacer es reponer fuerzas, asi que me dirijo a la zona de desayuno y, esta vez sin pasarme en demasia, ingiero algunos alimentos que me den algo de energia para comenzar la jornada.

Definitivamente ayer noche, a ultima hora, se me fue la mano con la chuza. Me he quedado sin provisiones. Lo positivo es que ahora ya se donde venden. Lo medianamente negativo es que en las tiendas de mamoneo me dijeron que hasta las diez no abren y aun no son ni las nueve. Hagamos una cosa, me entretengo un poco arreglando mas o menos la habitacion y en un ratillo me voy hasta la primera tienda que visite, aquella del barrio chunguisimo. Porque hay cuarenta y cinco minutos de paseo y, saliendo a las nueve y media, llego ya con el local completamente abierto y listo para servirme toda la metralla que desee.

Dicho y hecho. Caminata por el barrio deprimido, que hoy me parece incluso peor que la primera vez que lo recorri, y llego justo cuando el menda esta en plena apertura. La verdad es que debia de tener sed, porque esta vez no me ha costado ni media hora, se ve que vine a la carrera. En fin, la cuestion es que el colega de la tienducha, que obviamente se acuerda de mi visita de hace dos dias, me recibe con su habitual sonrisa y me da todo tipo de alpiste del bueno. No solo chelas, sino tambien otra botella de vino de la tierra y varios cocktails embotellados, que parece ser tambien se fabrican en el pais. El Islam no dejara beber, pero lo que es fabricar... menuda coleccion de metralla.

De vuelta al alojamiento, tras abrirme la primera cervecita del dia, me doy cuenta de que la conexion a Internet sigue fallona hasta la extenuacion. Pues me voy a la piscina a hacerme unos largos, asi me entretengo y no me pongo a mamar mirando a la pared como anoche, que me conozco y se que puedo acabar mal. Alli, en el solarium de la azotea, hay una egipcia tomando el sol totalmente cubierta con su abaya y hiyab. Me pregunto donde cojones le dara el sol. Eso si, cada vez que se da la vuelta en la tumbona, se le levanta el faldon y deja ver todas sus piernas hasta la parte mas alta. Y en una de esas me doy cuenta de que no lleva ropa interior. Ya ves, maja, tanto taparte y al final te lo he visto todo. Claro que no se si la tipa lo habra hecho a proposito o que. Pues hagamos una prueba, me voy a abrir una cerveza que llevo en la mochila, delante de sus narices, a ver como reacciona la tipeja.

Me quito la camiseta con intencion de finalmente meterme en la piscina y al mismo tiempo abro, con todo el estruendo posible, una de las latas de cerveza, metiendole un intensisimo trago para que se note que esto del Islam no va conmigo. Pero por lo visto con la del hiyab si. La tipa, en cuanto se percata de que lo que me estoy enchufando no es precisamente un refresco, recoge todos los bartulos y desaparece de la escena. Pues mira, mejor, asi me quedo solo y ahora ya no simplemente me voy a meter esta chela gaznate abajo, sino tambien otras dos mas que llevo en la mochila. Me hago mis correspondientes largos en la piscina bajo un sol abrasador, me bebo el caldo etilico y me vuelvo a la habitacion mas contento que una flor. Tanta tonteria islamica y al final me estoy pasando todas las normas por el forro de los cojones. Fantastico.

Tras el bañito y el mamoneo me entra gazuza, asi que me vuelvo al restaurant pijo del otro dia, el Savora. Con la relajacion del sitio, y jalandome unas brutales fajitas de marisco, se me hacen las tres y media. Y de pronto recuerdo que para hoy contrate a un chofer para que viniera a recogerme a las cuatro. Me toca correr de vuelta al hotel, por entre una autentica locura de peatones y trafico, ya que justo ahora comienza la hora punta, pero finalmente llego a tiempo. Y os preguntareis a donde me toca ir hoy. Bueno, pues es el dia de las compras. Si, hasta para esto te hacen un tour. Viene un tio, te recoge del hotel y te lleva a diferentes tiendas, donde te explican los articulos que venden y por supuesto te intentan encasquetar absolutamente todo lo que pueden. Pero bueno, tampoco tengo nada mas que hacer y, como mas o menos ya se lo que quiero, tampoco me va a suponer mucho esfuerzo.

Abdullah es el guia que me toca, un tio bastante simpatico pero que no sabes cuando te esta mirando, ya que tiene un ojo para cada lado, en plan camaleon. Aunque supongo que eso es ideal para controlar el trafico en esta locura de ciudad. Me lleva a tiendas de ropa, especias, souvenirs, perfumes... y ya que hablo de los perfumes, que sinceramente no me interesan lo mas minimo, hare una pequeña reseña sobre la perfumera. Una pajara que se me presenta como perteneciente a una antigua familia de beduinos, con una tradicion de varias generaciones de fabricar esencias naturales y blablabla... pero que esta mas buena que el pan. Vaya hermosura de mujer. Mientras me explica los mil y un olores y fragancias, yo simplemente babeo recorriendo una y otra vez su silueta, por mucho que la intente disimular vestida con sus ropajes musulmanes. Casi hasta me dan ganas de gastarme todo mi sueldo en perfumes. Pero vamos, que tampoco soy tonto y ya me diras tu para que cojones quiero yo toda esa mierda. Al final adquiero una remera con motivos egipcios y cuatro o cinco figuritas tipicas y ya esta. Hale, Abdullah, llevame de vuelta al hotel.

Antes de dejar a mi chofer privado del dia, le pregunto si sabe de alguna actividad que me pueda llevar a una zona rural o similar, para ver los modos de vida de esas partes del pais. Es algo que llevo buscando dias y ninguna empresa parece hacerlo. El tipo se compromete a encontrarme algo y dice que mañana mismo me dara informacion. Buen rollo. Y ahora a cenar, que sigo teniendo esa extraña gazuza que no se me acaba de ir del todo. A apenas un par de minutos del hotel hay un tenderete de comida en plan takeaway y, como no quiero complicarme la vida buscando restaurants, me decido a probar a ver que hacen en el lugar. Los tipos solamente hablan arabe asi que nos entendemos por señas. Al final veo que unicamente hacen koshary, ya sabeis, el plato tradicional egipcio que me enchufe ayer para comer. Como estaba de pelotas y ademas llena lo suyo, decido repetir (tampoco tengo otra opcion).

Con el takeaway llego de vuelta al hotel y me dirijo a la habitacion para, mientras degusto el koshary, enchufarme unas cuantas chelas y hasta probar el vino, que por cierto no esta nada mal. Al final, con tanta puta compra, lo cierto es que se me han ido la tarde y la noche y ya es bastante tarde. Asi que decido repetir la actividad nocturna del dia anterior. Mamar en solitario mientras ordeno mis pensamientos y miro a la pared. Y es que la conexion a Internet del hotel sigue sin funcionar. Ya os decia yo que este alojamiento ganaria mas como pasaje del terror que como hospedaje. Pero bueno, asi es Egipto.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Giza 3. Las piramides

Llego el gran dia. Y es que si uno viene a esta zona de Egipto, obviamente la actividad estrella del viaje debe de ser la que va a acontecer hoy. Efectivamente, toca visitar las piramides. No sera lo unico que hagamos en esta jornada, pero sin ninguna duda es el momento culmen de toda esta semana y hay que disfrutarlo como es debido. Una nueva ducha macabra (aunque ya me voy acostumbrando poco a poco a los cambios subitos de temperatura del agua) me sirve para abrir el dia, y a continuacion paso al ritual de llenar el buche en la zona de desayuno y cargar energias para una jornada que claramente va a estar cargada de emociones.

A las diez en punto un automovil, con chofer y guia incluidos, me espera para realizar mi espectacular tour de las piramides. Y es que esta gente lo tiene todo muy bien montado. Es sumamente complicado visitar el lugar sin contratar una actividad. Primeramente porque las piramides estan acotadas en un recinto y para acceder tienes que hacer el correspondiente check, y conseguir los tickets por ti mismo no es nada facil. Ademas, muchas de las actividades extra que acompañan la visita al lugar en si tan solo pueden ser contratadas con un buen dominio del idioma autoctono, el arabe. Vamos, que aqui todo el mundo saca tajada del asunto piramidal. Pero no adelantemos acontecimientos, vayamos paso a paso y entremos poco a poco en todos y cada uno de los detalles de lo que nos va a acontecer en las proximas horas.

Yasser en nuestro guia en un perfecto ingles, acompañado por su inseparable conductor Islam, el cual si que no entiende ni papa de nada que no sea arabe. El guia en cuestion, pequeñajo y saltarin, con gafas de culo de vaso y sonrisa eterna, es un cachondo mental que no va a parar de soltar guasas y contar historietas a lo largo de todo el dia. Lo primero, logicamente, va a ser la visita a las tres grandes piramides de la meseta de Giza. Nos acercamos a la mayor, Keops, que es tan jodidamente inmensa que no cabe entera en ninguna fotografia, y la tocamos y escalamos, intentando llenarnos de la energia que segun todas las leyendas desprende. Y lo cierto es que en el momento que uno posa su mano sobre los colosales pedruscos que la conforman, una especie de paz interior se apodera del cuerpo del tocante. Algo debe de haber. Por desgracia, las colas para deslizarnos por los pasadizos hasta el interior de Keops son de varias horas, asi que decidimos, por indicacion de nuestro guia, intentarlo en alguna de las otras dos.

Kefren es la segunda en tamaño y en posicion. La que parece que tenga un condon en su parte superior, tal y como guasea Yasser. Recorremos el perimetro pero no impresiona tanto como la mayor. Finalmente llegamos hasta Mikerinos, que es la menor y en la que apenas hay algun que otro turista despistado. Asi que decidimos entrar en esta. El acceso, por una rampa descendente bastante resbaladiza y un corredor realmente angosto, es un tanto arriesgado. Incluso un turista rubio enorme, que parece aleman, se pega varios coscorrones con el techo y maldice en su germana lengua varias veces. Tras un par de zigzagueos por el interior del coloso de piedra, llegamos a una camara donde hay un par de egipcios haciendo fotos a todos los turistas, cobrando por ello y asegurando que en este lugar es donde estaba el sarcofago. Como sobre el tema de las piramides habria mucho que discutir y la version oficial dista mucho de ser la verdadera, intento escabullirme de estos sacacuartos, hago un par de fotos de rigor y salgo de alli pitando. Bueno, deslizandome de nuevo rampa arriba, aunque por alguna razon parece que subir es bastante mas sencillo que bajar.

La siguiente actividad, todavia con las piramides de fondo, es llegar hasta un cercano campamento beduino donde nuestro guia insiste en que tenemos que darnos un paseo en camello. A mi, sinceramente, esto no me hace ninguna ilusion, pero Yasser insiste en que ya le ha pagado al beduino y que es una sensacion unica de la que voy a disfrutar mucho. Pues hale, arriba, al camello, que por cierto estos bichos son jodidamente enormes y una vez montado me doy cuenta de que estoy tan alto que me empieza a entrar vertigo. Vale, despues de media hora le doy la razon a Yasser, el asunto tenia su cosa. Pero tampoco es para repetir. Ademas, ahora huelo que apesto a camello y la verdad es que no es un olor demasiado agradable. Antes de irnos del campamento, el beduino insiste en hacerse unas fotos conmigo y, mientras posa a mi lado, me comenta en un ingles bastante tosco que me vende un camello por tres mil dolares. Hombre, pues a lo mejor es una muy buena inversion pero vamos, que no me veo yo aparcando el bicho por las calles de Glasgow. Mejor declino su oferta y me despido hasta una proxima ocasion.

Un poco mas alla llegamos al siguiente punto caliente del dia, la esfinge. Para acceder a ella tenemos que atravesar un templo antiguo que sinceramente me impresiona mas que el bichejo en si. Y es que todos a estas alturas ya sabemos que la esfinge, lo mismo que las piramides, no tiene nada que ver con los faraones ni con la cultura egipcia, sino que son construcciones mucho anteriores. Pero dale que te dale, mi guia me repite hasta la saciedad la version oficial del leon con cabeza de faraon porque tal y cual. Que no, tio, que originariamente era un leon completo y el faraon, a modo egocentrico, decidio poner su jeto en lugar del del leon. Que no, que no, que eso son conspiraciones que tal y que cual... Bueno, mira, dejemos de discutir. Oye, ¿cual es la proxima actividad? Que yo ya empiezo a tener hambre.

La fabrica de papiros. No es nada del otro mundo pero es interesante, porque alli un viejo nos explica como se comenzaron a elaborar los papiros en el antiguo egipcio y como a dia de hoy se siguen haciendo de la misma manera, con la planta del papiro, la cual tras un lento proceso se convierte en papel. La explicacion y demostracion in situ esta muy bien, pero me empieza a tocar las pelotas cuando al cabo de un rato ya intentan venderte todos los papiros que tienen en la fabrica. Y no precisamente a un precio economico. Con la mirada busco a mi guia para intentar salir de alli lo antes posible, pero alguien me comenta que es la hora de su rezo y que lo tengo que excusar durante unos minutos. Asi que salgo hasta la puerta para que nadie me intente vender nada mas y alli me doy cuenta de que realmente las tripas me estan empezando a hacer ruidos muy raros. O no desayune bastante o el paseo en camello me desperto un hambre atroz. Menos mal que en breve aparece Yasser y, para gran recogijo, me comenta que la siguiente actividad es comer.

El tipo me lleva a un sitio muy cutre que dice que esta regentado por unos colegas suyos, y me pregunta si me gusta el koshary, plato egipcio por excelencia y que es lo unico que hacen en este local. Hombre, pues si no me gusta, no parece que vaya a tener eleccion. Pero lo cierto es que el koshary en cuestion esta cojonudo. Se trata de un cuenco lleno de arroz y varios tipos de pasta, cubierto por lentejas y garbanzos y con salsa de tomate por encima. Exquisito, pero llena de cojones, hasta el punto de que no me puedo acabar mi racion, y eso que tenia un hambre criminal. Por suerte esta era la ultima actividad prevista para el dia por parte de mi guia, porque ahora mismo lo unico que quiero es llegar a mi alojamiento y reposar el banquete.

Tirado en el sofa de mi habitacion, nuevamente con vista a las piramides (que realmente nunca saturan), comienzo una sinfonia de ventosidades anales que parece no vaya a tener fin. En un momento dado intento aliviarme con una de las cervecitas que compre ayer, porque ya iba siendo hora de hacerse la primera del dia, pero el caso es que eso es meterme mas gas en el cuerpo y la cosa va aun a peor. Por suerte aun tengo aproximadamente una hora hasta mi proxima y postrera actividad del dia. Y es que, a eso de las seis, un tipo gordo manejando un automovil bastante desvencijado viene a recogerme para llevarme hasta el mismisimo centro de El Cairo. Alli, me subire a un crucero de lujo y tomare la tipica cena navegando por el Nilo, que pronto me dare cuenta de que no es mas que un paripe estupido para turistas que no reviste ningun interes en absoluto.

La cena consiste en un buffet de mierda en el que hay tanta cola que apenas si me puedo poner un plato. Y cuando voy a repetir resulta que ya se han llevado el papeo. Lo unico positivo es que aqui si que sirven mamoneo (supongo que porque solo hay turistas), pero cuando veo que una simple cerveza te cuesta mas que en un bar de lujo de Manhattan, decido acabar la noche con una botellita de agua. Para mas inri, a mitad de cena comienza un espectaculo de musica y baile que es mas que lamentable. Un tio vestido como un travesti, un trajeado tocando un piano electrico que ni se escucha y una bailarina de danza del vientre que no vuelve a cumplir los cincuenta y encima tiene cara de bruja. Con razon sirven alcohol, para que la gente se ponga tan doblada que no vea nada. Al final me quejo a uno de los managers, diciendo que esto es una estafa y acaban por llamar a mi chofer (el gordo del carro reventado) para ver que empresa me ha contratado la actividad y asi pueda poner la correspondiente reclamacion.

Como estoy cansado, dejo pasar el tema, a condicion de que el gordo me lleve de vuelta al hotel lo antes posible. Lo unico que quiero es descansar y, bueno, que cojones, hacerme tambien un par de chelitas antes de caer rendido en la cama. Lo cierto es que las actividades matinales con Yasser (sobre todo el puto camello) me han dejado bastante baldado, asi que agradeceria un poco de paz para finalizar la jornada. De vuelta al alojamiento, y ya encerrado en la habitacion, me doy cuenta de que la conexion wifi del hotel no funciona. Y la television en arabe no me parece la mejor distraccion posible, la verdad. Asi que decido sentarme a mamarme unas buenas chelas conversando con mis propios pensamientos y, de esta relajada manera, acabo por caer dormido en torno a la medianoche.

martes, 19 de diciembre de 2023

Giza 2. En busca de las tiendas alcoholicas

Abro los ojos a las siete. Creo que he dormido medianamente bien. Claro, sin posibilidad de agarrar una buena chuza no hay forma de levantarse de resaca. Asi que muy tranquilamente abro la cortina de la habitacion para dejar entrar la brillante luz del dios Ra a estas horas de la mañana y lo primero que me encuentro es lo que uno debe de encontrarse nada mas abrir los ojos en Egipto. Ahi estan, perfectamente visibles desde la ventana de mi habitacion, las espectaculares piramides de la meseta de Giza. Pues si que son grandes las condenadas, y eso que se supone que estoy a una cierta distancia, pero hay que ver como inundan todo el paisaje. Colosales.

A continuacion, es hora de comenzar a descubrir los horrores y las precariedades de este pretencioso hotel, que mucho querer ser de lujo pero al final se va a quedar casi en pasaje del terror. Y comenzamos por la ducha. Yo habia leido en la descripcion que en mi suite iba a tener hasta jacuzzi. Pero lo unico que encuentro es el tipico habitaculo de cristal que representa una ducha, y ademas de bastantes reducidas dimensiones. Y no todo queda ahi. La puerta no cierra bien porque directamente esta mal construida y no encaja. Asi que el agua se desparrama por todo el baño. El desague no traga y al cabo de un minuto me estoy duchando en el puto Loch Ness. Y lo de la temperatura ya es el remate. En la posicion maxima de caliente el agua sale congelada. Al final encuentro un punto mediano que, no se muy bien por que, es donde se consigue una temperatura templada bastante agradable. Pero de pronto, y sin tocar nada, comienzo a abrasarme. Y al cabo de un minuto, y nuevamente sin tocar nada, congelacion. Vamos, que el agua brota como le sale de los cojones. Despues de pegar varios alaridos ante los repentinos cambios de temperatura y de darme una muy desagradable ducha, decido que ya esta bien de padecer y lo dejo estar. Al menos hasta mañana.

A apenas unos pocos metros de mi habitacion esta la zona de desayuno. Es un comedor realmente amplio donde el unico cliente soy yo. Supongo que los demas huespedes del hotel aun estaran peleando con sus respectivas duchas. La comida, al estilo egipcio y arabe, esta realmente de pelotas, especialmente las patatas con especias y las diferentes clases de queso, que ya sabia que por esta zona son espectaculares. Un par de empleados del hotel se ocupan de que no me falte de nada, preguntandome incluso si quiero una tortilla recien hecha o algun jugo de frutas en particular. Estoy por espetarles que lo que necesito es una ducha nueva, pero mejor lo dejo pasar. Es mas, intento desayunar lo mas rapido posible porque en mi cabeza solamente ronda un pensamiento. La primera mision del dia. Ya sabeis, conseguir mamoneo sea como sea.

Veo en Google Maps que una de las dos tiendas alcoholicas de Giza, llamada Drinkies, esta a 45 minutos de paseo del alojamiento. Pues habra que empezar la ruta. Salgo disparado del hotel bajo la atenta mirada de las piramides, que me van a acompañar de fondo a lo largo de todo el camino. Y es que es lo que tiene pasear por esta parte sur de Giza, que mires a donde mires siempre te encuentras esos inmensos mastodontes de piedra en el fondo del paisaje. Si el trafico y el caos de ayer me recordaban mucho a India, la persecucion de individuos caramarrones intentando venderte de todo a lo largo de tu sufrido caminar es otro denominador comun. Y claro, tampoco es cuestion de decirles "mira, tio, me importan una mierda tus servicios de guia, de taxista o las putas piramides, yo ahora mismo solo quiero comprar alcohol". Sobre todo teniendo en cuenta la vision que tiene esta gente musulmana de los que nos dedicamos al etilismo.

La cuestion es que, sin saber muy bien como, pero siguiendo la ruta de Google Maps hacia la tienda del mamoneo, acabo en un barrio ultra-deprimido, con edificios medio derruidos y algunos que incluso ya han caido y se han quedado medio inclinados apoyados sobre el de la acera de enfrente. En esta zona, el asfalto de las calles ya se convierte directamente en tierra y arena, y los vehiculos a motor brillan por su ausencia. Bajo la mirada de todo tipo de hiyabs y burkas, paso junto a un individuo que esta extrayendo agua de una alcantarilla y llevandosela en cubos hacia su vivienda. En un momento dado empiezo a dudar mucho de que por aqui cerca haya ningun tipo de tienda, y mucho menos que se venda chuza. Pero la cuestion es que el puto Google Maps rara vez se equivoca y de pronto, al final de una calle sin salida, ahi que me encuentro con una mini-caseta cutre en la cual se puede leer "Drinkies".

Un simpatico egipcio, que supongo que me ha visto acercarme en la distancia, abre un ventanuco de la caseta y me ofrece una enorme sonrisa al tiempo que me pregunta si quiero cerveza, vino, cocktails o cualquier otro tipo de alcohol duro. Una minima inspeccion al reducido recinto me hace darme cuenta de que el hijoputa esta mas que bien surtido. No voy a ser muy avaricioso y de momento me voy a llevar una muestra de las cervezas egipcias mas habituales, a modo de cata, y una botella de vino tambien del pais. Hay que probar cosas nuevas. Una pequeña conversacion con el tendero me revela que aqui los turistas no tienen ningun tipo de restriccion para comprar y consumir alcohol, pero para los egipcios esta prohibido. Claro que el regenta un negocio, y el tipo dice que no se niega a vender a nadie, porque si no no haria dinero. Y, efectivamente, la mayoria de sus clientes son de la tierra. Vamos, que esta gente se pasa las prohibiciones y las enseñanzas del Islam por el forro. Ademas, me indica que las cervezas mas populares entre sus paisanos son las de 15, 20 y hasta 25% de alcohol. Por lo visto les gusta ponerse bien a tono a los muy cabrones.

Intentando ver algo mas de la ciudad, y de paso para no volver a atravesar este barrio tan chungo en mi camino de regreso al hotel, busco una ruta alternativa. Salgo a una de las avenidas principales y alli vuelvo a la locura del gentio y el trafico atronador. A todo esto, y a medida que va avanzando la mañana, cada vez hace mas calor, asi que empiezo a sudar como un cerdo. Debemos de estar a unos 25 grados y con el sol cada vez mas arriba, y esto es algo que a los escoceses no nos sienta nada bien. Paso por la puerta de varios sisha cafes, locales en donde los tranquilos egipcios se sientan a fumar su pipa de la paz mientras degustan te o cafe. Decido parar en uno de estos comercios, que ofrecen muy buen cobijo a la sombra, y el dependiente, tal como me ve entrar sudando y colorado como un tomate, me obsequia con una botella de agua bien fria que cae practicamente de un trago. Acto seguido me pido un cafe bien cargado para que me de energias, y que esta realmente cojonudo. Sabor muy intenso, textura espesa y cargado hasta los topes, como a mi me gusta.

A medio camino hago otra parada, esta vez en un supermercado Carrefour. Obviamente, y a pesar de que aun guardaba alguna postrera esperanza, aqui tampoco se vende ningun tipo de alcohol. Ahora ya me da igual, porque ya llevo un interesante surtido a buen recaudo en mi mochila. En cualquier caso me detengo a ver todos los productos que ofrece el local, y me hago cargo de que este es un pais completamente autosuficiente. No hay ni un solo articulo que no sea fabricado en Egipto. Ni una sola importacion. Y por cierto, aparte del alcohol, otro producto que brilla por su ausencia es la carne de cerdo. Hasta los hotdogs estan hechos de cualquier otro bicho, pollo, vaca, pavo... Pero el marrano ni tocarlo.

Ya a mediodia llego al alojamiento. Ni paro a saludar en la recepcion. Me dirijo directo a mi habitacion y tal y como cierro la puerta me abro una cerveza de las recien adquiridas y me la enchufo de un trago. Joder, como me hacia falta. Y eso que no me dio tiempo ni a enfriarla. Y ahora que ya he calmado mi sed etilica, procedamos a la siguiente actividad, la piscina. Y es que en la azotea del hotel hay una terraza con solarium y piscina, y por supuesto con vista a las piramides. Es cierto que lo de no poder mamarme una chela mientras me doy un bañito no es precisamente ideal, pero los tres o cuatro largos que me hago me relajan bastante. Ademas, el agua esta realmente fria y me sirve para combatir mis sudores matutinos a la perfeccion. Y ahora, de vuelta a la habitacion y otra chela, como esta mandado.

Con la tonteria, se me esta yendo la mano mas de lo deseado en lo etilico y pronto me doy cuenta de que, como siga asi, rapidamente me voy a quedar sin provisiones. Pues a grandes males, grandes remedios. ¿No dije que habia dos tiendas de chumeo en Giza? Pues vamos a inspeccionar la segunda. Otro buen paseo me lleva a otro barrio bastante rarito, se ve que ponen las tiendas en estos sitios tan chungos para que la gente acuda lo menos posible. Nuevamente calles de arena y edificios medio derruidos. Y de pronto, en un bajo de un bloque de apartamentos, veo un toldo de Heineken que llama la atencion mas de lo deseable en un pais musulman. Esta parece una tienda mas en condiciones que la otra, aunque tampoco mucho mas espaciosa, e incluso yo diria que tiene menos productos. El dependiente de aqui, ademas, no es demasiado docto en hablar ingles, asi que no hay mucho sobre lo que conversar. Me hago con unas cuantas chelas mas, al menos para llegar hasta mañana y, una vez finalizada la transaccion, me encamino de vuelta al hotel.

Ahora que ya no me preocupa quedarme sin metralla, me siento en el sofa de la habitacion, con vistas a las piramides, y alli me meto una cerveza tras otra mientras veo como va anocheciendo. Y a eso de las seis, ya con el cielo totalmente oscuro, decido que es hora de buscar un lugar donde ingerir algo solido, y es que desde el desayuno no meti nada al cuerpo y ya tengo algo de gazuza. Atravieso toda la zona de la "estacion", o asi es como llaman a un lugar donde se reunen las furgonetas que traen a los trabajadores de sus diferentes labores y que parece un centro neuralgico de humanidad, con vendedores ambulantes de toda indole, puestos de comida callejera y gente vagando por doquier. El lugar es ruidoso de cojones y apenas si puedes pasar por entre tanta muchedumbre, pero un poco mas alla se encuentra mi objetivo gastronomico para la noche de hoy.

El Savora es un restaurant muy pijo, que se supone que hace comida internacional con un cierto toque egipcio. Los precios son bastante mas elevados que en cualquier otro cuchitril local, pero todavia mucho mas baratos que en Occidente. Y lo cierto es que la comida esta de pelotas. Eso si, mucho internacional y tal, pero el mamoneo sigue brillando por su ausencia. Menos mal que yo ya lo llevo puesto en el cuerpo, aunque con el paseito el pedo se me ha desvanecido bastante. Mi cena consistira en unos rollitos orientales, pollo frito y una pasta de marisco que esta cojonuda, todo ello acompañado por un zumo de frutas que creo que incluye fresa y melon. Todo muy bueno y tal, pero no me jodas que no hubiera estado mucho mejor con una buena cervecita para acompañar.

Para volver al alojamiento, ya en plena noche, tomo otra ruta, bastante macabra en este caso. Debajo del paso elevado de una tremenda autopista se situan los comercios de carniceria de la zona. Aqui te puedes encontrar cualquier tipo de animal despedazado y destripado colgando de las puertas de estos locales. Vacas enteras y aves de toda indole flanquean mi caminar y de paso el tremendo trafico que a estas horas parece peor que nunca. Ya en el hotel, me abro la botella de vino egipcio que aun no cate y le meto unos tientos esperando a que pronto me entre el sueño. De pronto, y mientras me preparo para meterme en la cama, mi estomago comienza a sufrir unos retortijones muy poco agradables que van a desembocar en una noche realmente apestosa. Si, amigos, las especias egipcias te provocan unos pedos realmente terribles. Peor que una camara de gas.

domingo, 17 de diciembre de 2023

Giza 1. Dos cervezas suizas y abstinencia forzosa

Tres y media de la mañana. Hora de despertar e iniciar el camino al aeropuerto. La putada es la habitual, que cuando me toca viajar tan temprano y levantarme a horas intempestivas, la noche anterior no acabo de coger el sueño. Y asi estoy, que solamente he dormido dos horas. En fin, ya que es mi sino, tendre que resignarme. Bueno, y ahora automovil durante una hora para llegar al aeropuerto y, tras la habitual espera por entre pasillos y maletas, primer vuelo del dia en direccion a Zurich, lugar en el cual hare mi breve escala para llegar al destino final de esta nueva excursion, Egipto.

Asi es, amigos, nos vamos a ver momias, piramides y demas lindezas que uno pueda encontrar en el eterno pais de los faraones. Aunque mucho faraon, en una republica islamica como la que es en estos tiempos Egipto, no creo que quede por alli. Estaremos casi una semana alojados en un hotel en Giza, ya sabeis, junto a los colosos piramidales de la famosa meseta. Todo en torno a la gran capital, El Cairo (y tan grande, hasta 22 millones de almas residen en ella), que es el lugar en el que vamos a aterrizar despues de nuestro largo viaje. Dos vuelos, uno de dos horas y otro de cuatro, y por en medio la susodicha escala en Suiza, la nacion alpina por excelencia, a donde llegamos en un abrir y cerrar de ojos y, todo hay que decirlo, ya con bastante sed en el cuerpo.

Y es que la mañana ya esta bien avanzada y me empieza a apetecer una buena chela. Ademas, aqui en Suiza tienen unos muy buenos caldos cerveceros. Buscando la zona de transito y el lugar de embarque hacia Egipto, veo que me corresponde la puerta D55. Y mira tu que casualidad que justo delante de la D55 hay un bar. Si es que me buscan. Y me encuentran, claro. Bueno, en realidad es que soy un facilon. Sin mas dilacion me enchufo medio litro de cerveza de trigo que me sabe a gloria, aunque los diez pavos que me soplan por ella no me hacen tanta gracia. Si, ahora recuerdo que Suiza es un pais bastante caro para pillar una buena cogorza. En cualquier caso, es bajarme la chela y justo en ese momento veo que mi vuelo comienza el embarque. Pues casi que mejor, asi no me siguen sablando y tampoco me pongo muy pedo. Venga, para El Cairo.

Eso si, un vuelo de cuatro horas es demasiado tentador para el que ya ha empezado a meterse chuza en el cuerpo, asi que no puedo evitar pedirme otra cervecita durante el trayecto. En este caso es una lager, tambien suiza, que me da que es la unica opcion cervecera que tienen a bordo. No me acaba de convencer y decido dejar de pasar la tarjeta, que ya me han desplumado bastante. Ya tendre tiempo de mamar mas cuando aterrice. De momento, lo unico cierto es que mi cuerpo, con eso de no dormir lo que debia y tras las dos chelitas, empieza a sentirse mas que agotado. Asi que voy a intentar relajarme y dejar pasar las horas hasta que aterrice. Mira, a traves de la ventanilla ya veo los serpenteos del Nilo alla abajo. Pues eso solo puede querer decir que ya estamos llegando

Tal y como aterrizamos anochece. El tramite de la frontera es de los mas faciles que jamas encontre. No hay ni una sola persona en la cola y el oficial no me pide absolutamente nada, y eso que llevo varios papeles listos para presentar. Decido mostrarle el pasaporte porque lo de pasar por toda la cara me parece un poco excesivo y el tio ni lo mira, simplemente lo abre por una pagina al azar y le mete un cuño. Y me hace gestos con la mano para que pase rapidito, que se ve que el tio no esta para que nadie le agobie y cuanto menos tenga que trabajar, mejor. Un poco antes de salir del aeropuerto hay un control de metales y un policia que veo que esta pidiendo los pasaportes. Cuando voy a mostrar el mio, el menda ni me mira y me dice que ignore el arco de metales y salga rapidito de alli. Joder, que prisas tienen todos por deshacerse de mi. Me da que soy el unico rostro palido y, o no les gusta ver mi jeto o es que lo que quieren es que los turistas entren al pais cuanto antes y empiecen a gastar como locos. Pues oye, ahi que voy. Tranquilos que en el aeropuerto no me voy a quedar.

Como estoy en la parte noreste de El Cairo y Giza queda al suroeste, tengo aproximadamente una hora en automovil hasta mi hotel. Asi que hace unos dias decidi contratar a un conductor de estos que viene a buscarte con un cartel con tu nombre, para que me lleve hasta mi alojamiento. Mohammed es un egipcio bastante servicial, que carga con todo mi equipaje hasta un coqueto microbus (todo para mi solo) y que no habla ni papa de ingles. Asi que durante el trayecto la conversacion brilla por su ausencia. Por la carretera, autopista o lo que sea el lugar por el que transitamos (ya que es simplemente una enorme superficie asfaltada pero sin marcas, señales ni nada similar), me doy cuenta de que esto es un poco como volver a India. Misma sensacion. Trafico de locos sin cumplir ninguna norma, bocinazos continuos, todo tipo de vehiculos mezclados, coches, motocicletas, motocarros, carretas, caballos, burros... e incluso adelantamos a un par de tipos que van en camello. En cualquier caso, y despues de una hora de bastante locura y de no ver mucho porque ya es noche cerrada, finalmente llegamos a mi hotel, el Al Fouad, en Giza.

El alojamiento es de los mas caros de la zona, aunque ya os podeis imaginar que el precio es irrisorio comparado con cualquier nacion occidental. En principio parece bonito y elegante, pero a medida que uno va descubriendo cosas, pronto se da cuenta de lo cutre y atrasado que es. Para empezar, me ofrecen una especie de menu 24 horas (ya que no hay restaurante propiamente dicho sino solamente servicio de habitaciones) en el que no se sirve alcohol. No deberia de sorprenderme al tratarse de un pais musulman, pero habia leido que a los turistas en los hoteles si que se les servia. En fin, gozo en pozo de hacerme una chela bien fresquita para darme la bienvenida al pais. Mejor dejo el equipaje y busco un restaurant donde si que tengan chumeo, que tambien lei que en estas zonas turisticas no hay ningun problema en servir a los extranjeros.

Rapidamente me lanzo a la calle y me doy cuenta de que esto es como India. Personajes pululando por todas partes y un trafico aberrante con sonidos de bocinas constantes. Para mas inri no hay aceras de ningun tipo. Hay que ir por la calzada que, ademas, combina el asfalto con la arena del desierto cada dos por tres. Obviamente no hay semaforos, pero es que ninguno, y en los sucesivos dias me dare cuenta de que no solo es en esta zona, es que los semaforos no existen en Egipto. Me toca cruzar la autopista por entre seis o siete carriles de coches que no dejan de pasar en ningun momento. A lo suicida y esquivandolos, con dos cojones. Pero bueno, es lo que el resto de peatones tambien hace, asi que sin problema.

Despues de diez minutos de paseo, empiezo a ver algunos restaurants que tienen pinta de turisticos. Pruebo uno al azar llamado Caviar. Me ponen cuatro platos bestiales por cinco pavos, pero el problema vuelve a aparecer cuando pido una cervecita. El camarero me grita en la cara un "NO" que me deja seriamente acojonado. "Aqui no servimos alcohol", continua casi gritando y mirandome con cara de mala leche. Al final consigo que me ponga una bebida de malta llamada Birell, que es una especie de chela sin alcohol. Pero lo de no mamar ya me esta empezando a joder la noche de verdad. Tras la cena, decido ir a un pequeño supermercado cercano a ver si alli si que puedo conseguir lo que mi cuerpo realmente necesita. Pero nada. Que en este pais no se vende ni se sirve alcohol. ¿Pero por que cojones entonces he leido yo que Egipto es un pais musulman muy light y que los turistas pueden mamar casi en todas partes? Jodidos mentirosos que me van a joder el viaje. ¿Una semana sin beber? Yo eso no lo aguanto.

De vuelta al hotel paso por una gasolinera donde, por curiosidad, me fijo en el precio del combustible. Convertido a mi divisa serian 0.50 por un litro. Tres veces menos que en mi pais. Hay que ver como nos roban en el mundo occidental. Ya en el alojamiento, cansado hasta los topes y enfurecido por el tema del mamoneo, me tiro en la cama y leo varias zarandajas en el movil hasta quedarme dormido. Y lo mas interesante es que, buscando en Google Maps, encuentro las dos unicas tiendas en toda la ciudad donde, efectivamente, se vende alcohol. Pues ya se cual va a ser mi primera mision mañana por la mañana nada mas despertar. Y no, no va a ser visitar las piramides.

lunes, 26 de junio de 2023

Mauricio 9. Triste despedida

No falla. Cada vez que tengo por delante un viaje, y en este caso de lo mas exigente ya que voy a pasar casi veinte horas entre aviones y aeropuertos, paso una noche terrible. Imposible dormir mas de una hora del tiron y a las cuatro ya con los ojos abiertos y sin posibilidad de conciliar el sueño nunca mas. En fin, nada que hacer, asi es mi cuerpo y asi me maltrata precisamente cuando mas descanso necesito. Eso si, por lo menos el estomago sigue en su sitio y no me juega ninguna mala pasada cagatoria. Al final, cansado de dar vueltas y de mirar al techo, decido ponerme en pie a eso de las ocho y dirigirme directo a la piscina, donde hoy me voy a pegar una buena sesion de casi una hora haciendo largos, chapoteando y relajando cuerpo y mente lo mas posible.

Hoy la mucama no aparece a limpiar. Supongo que porque a eso de las tres dejo la villa y entonces vendra alguien a prepararla para el proximo huesped. Ya me gustaria quedarme aqui eternamente, pero todos sabemos como funciona este asunto de las villas vacacionales. Aunque esta me ha gustado tanto que ya casi la siento como mi propio hogar. Tras la piscina me meto en la ducha, donde me tiro otra media hora, y a continuacion paso a la sesion de desayuno con todos los restos que me quedan en el refrigerador. Como veis, me lo estoy tomando todo con mucha calma, y es que no tengo absolutamente nada que hacer mas que preparar mi despedida. Empaco mi equipaje en apenas diez minutos, porque tampoco tengo mucho que recoger, y entonces me doy cuenta de que estamos a media mañana y ya no tengo absolutamente nada mas que hacer.

Pues vamonos de cervezas, joder. Que vete a saber cuando podre echarme otra fantastica Phoenix al cuerpo. Me doy un paseo de unos veinte minutos carretera arriba y abajo buscando algun local donde refrescar el gaznate a la sombra, hasta que finalmente encuentro una pizzeria regentada por un chaval nepali. Y digo bien, chaval, porque este aun ni ha cumplido los veinte. Y lo de su nacion de procedencia lo averiguo facilmente, ya que el menda es bien dicharachero y me cuenta toda su vida. Al final me hago tres chelas. Estoy entretenido con las historias del nepali y necesito que vayan pasando las horas. Pero tampoco me voy a encantar, ya que de aqui a un rato vienen a buscarme para llevarme al aeropuerto. Asi que es hora de volver a la villa y despedirme de mi fantastico alojamiento.

El Señor Anard aparece a eso de las dos y media y me lleva a su oficina, situada junto a la villa, para que realice los ultimos pagos. Y es que aun no habia pagado por el vehiculo alquilado los pasados dias, que confianza. Nos despedimos hasta una proxima ocasion (yo le aseguro que el año proximo, porque lo he pasado en grande) y mientras espero a mi chofer me siento unos minutos a relajarme observando el Oceano Indico por ultima vez. Puntualmente, a las tres de la tarde, el mismo personaje que me trajo hasta aqui viene para que realicemos el trayecto de vuelta al aeropuerto. Justo antes de subir al microbus, el Señor Lacroix, siempre ataviado con su impoluto uniforme y su gorra perenne, aparece para darme la mas cordial despedida: "hasta pronto, Señor, veinticuatro horas a su servicio, Señor". Me dan ganas de llevarmelo de vuelta a Glasgow, de verdad. Que amabilidad.

Trayecto de una hora hasta el aeropuerto. Ya sabeis, cruzando toda la isla por el interior de norte a sur. Y por supuesto nos cae encima otra tormenta tropical. Para despedirme de Mauricio, supongo. Una hamburguesa de pollo me sirve de comida mientras espero para embarcar en el vuelo hacia Estambul, como ya sabeis escala en el camino de vuelta a casa. Y por supuesto me casco dos cervezas mas para regar el alimento solido. Ya en pleno vuelo, y en el momento en que me traen la cena, se me antoja un vino frances que tiene muy buena pinta. De esta manera, me casco el caldo enologico mientras por la ventanilla veo como estamos sobrevolando las islas Seychelles. En breve dejaremos de volar sobre el Indico y lo haremos sobre Africa. Asi que tomemos este brindis como una despedida a tan hermoso oceano.

Aeropuerto de Estambul. Si, el que parecia directamente sacado de una pelicula post-nuclear. Y siempre me toca en mitad de la noche, para que la sensacion de desasosiego sea aun mayor. Esta vez me cago en las putas indicaciones de los pasillos, que son escasas y muy poco claras. De esta forma, para llegar de un vuelo a otro, me toca caminar una hora. Sin exagerar ni un solo segundo. Una puta hora de reloj vagando por corredores completamente vacios, donde no hay ni sillas para sentarse. De verdad que me cago en el turco hijo de puta que diseño semejante aeropuerto. Para mas inri, me toca atravesar un control de seguridad donde los alelados encargados me piden el pasaporte hasta cuatro veces, y hasta cuatro veces les digo que esta en la jodida bolsa que estan mirando a traves del scanner. O tienen un ingles muy deficiente o directamente son gilipollas. Y me da que es lo segundo.

Finalmente, y ya amaneciendo, consigo embarcar en mi vuelo final de retorno. Recordad que sali del aeropuerto de Dublin y alla es a donde voy. Me reconfortaria sentarme a charlar con algun irlandes sobre las propiedades de la Guinness o algun otro tema alcoholico similar, pero por alguna extraña razon en este avion solo hay negros. Incluso en un momento dado me planteo si es que me he equivocado y he pillado un vuelo a Mozambique por error. Pero no, pone Dublin por todas partes. Pues vete a saber. Estoy tan desquiciado que ya no se que hacer, asi que intento agarrar un poco de sueño porque anoche no dormi una mierda y ya es el dia siguiente, y durante el anterior vuelo tampoco pegue ojo, pero no hay manera. Llegare a Irlanda a las diez de la mañana y me planteo echarme una chela al gaznate, pero estoy tan cansado que ya no tengo ni sed. Y esperate que ahora el estomago me esta diciendo que, en cuanto aterrice, voy a sufrir la diarrea mas violenta que he sufrido en mi puta vida. Joder, como voy a echar de menos Mauricio.

 
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