miércoles, 14 de junio de 2017

Corriendo entre muertos

Una matinal mas que me decido a salir a correr un ratillo. No es que sea un fanatico del ejercicio y de mantener una buena linea, es que asi basicamente luego puedo mamar mas porque tengo mas sed y necesito mas hidratacion. Si, amigos, eso de la linea y de tener buen aspecto me la trae mas que floja, al fin y al cabo cuando mas he follado es cuando mas asqueroso parecia asi que a tomar por culo. Tambien es cierto que estas ideas de ponerse a dieta y acicalarse como putos maricas o tener una linea perfecta de cara al verano son habituales en paises tercermundistas llenos de putos comunistas. En fin, ya sabeis de lo que hablo, y mejor paro que si no me engancho.

A lo que iba, salgo a correr. Suelo utilizar un camino que transita por toda la vera del rio, creo que ya lo he comentado en algun que otro post no hace mucho tiempo. Como vivo muy cerca del rio, me cuesta unos dos minutos llegar al susodicho sendero, y la ruta es muy agradable entre naturaleza y ruidos de pajarillos. De esta forma, mis habituales espectadores suelen ser ardillas, zorros y hasta algun que otro conejo despistado. Pero lo de hoy me ha dejado un poco estupefacto. Al cabo de unos diez minutos de carrera, alla a lo lejos me veo un bicho marron enorme en mitad del camino. Al principio pienso que es un perro jodidamente grande, pero a medida que me acerco le veo la puta cornamenta y distingo perfectamente la silueta de un ciervo.

Un ciervo, manda cojones, lo de las ardillas y los zorros pase, pero un puto cierto... A ver de donde cojones ha salido. Vivo en una ciudad de dos millones de habitantes, vale que por esta zona hay bastante naturaleza pero no me jodas. Lo mas cachondo es que el ciervo no se inmuta mucho con mi acercamiento, es mas, es que ni se mueve, esta en mitad del puto camino, hace un rato que ha levantado la cabeza y me esta mirando. Estos bichos suelen ser muy huidizos, pero se ve que hoy me ha tocado el valiente, hasta el punto de que paso a su lado corriendo y lo unico que hace es girar la cabeza para seguirme con la mirada. Yo flipo, y ahi sigue, tan tranquilo. Y lo cierto es que me ha empezado a entrar hambre. Aun dare media vuelta, pedrada en la chola al ciervo y a rastras hasta casa. Veras la barbacoa tan cojonuda que me hago.

El caso es que diez minutos despues del magico encuentro aun estoy rumiando el pensamiento del ciervo y la barbacoa. Asi que para evitar tentaciones, en lugar de dar media vuelta y volver hacia casa como hago siempre, voy a probar una nueva ruta, ya que de pronto veo ante mi un diminuto sendero que va en otra direccion y que no conozco. Si no me equivoco esto debe de llevar a Tollcross, de ahi a London Road y de ahi todo recto a casa, mas que nada adivinando la ruta por la direccion del sendero. Ni corto ni perezoso me meto por este embarrado caminucho que a decir verdad tiene una pinta bastante siniestra.

Apenas un minuto corriendo por esta nueva ruta, paso un par de curvas y de pronto me veo dos tumbas ante mi. Manda huevos, pues tenia yo razon con lo de siniestro. Pero lo mejor esta por venir, puesto que al tomar la siguiente curva, y detras de un frondoso arbol, se abre ante mi en todo su explendor un enorme, pero enorme de cojones, cementerio. De repente se me han pasado las putas ganas de comerme al ciervo y en lugar de pensar en barbacoas ahora lo que me vienen a la mente son ataudes. Mas aun cuando, intentando buscar la salida del camposanto, no hago mas que tomar caminos y caminos rodeados de tumbas que me hacen pasar por delante de tres funerales, con coches funebres, curas, ataudes con muerto y decenas de familiares que se dan la vuelta para mirar al tarado en pantalon corto y camiseta que va corriendo por entre las tumbas. Y ya os digo que no me miran con muy buen gesto.

Veinte putos minutos corriendo por el cementerio, lo peor es que como cada vez aprieto mas el paso me estoy empezando a cansar de verdad. Ya os dije que el sitio era grande de cojones. No se ni como pero al final, y tras varias vueltas, encuentro la puta salida, iba siendo hora. En London Road, la avenida por la que se entra al cementerio, varias ancianas esperan en una parada de autobus y se me quedan mirando de forma mas que rara. Si, ya se que no es muy normal ver salir a un tarado corriendo en pantalon corto y camiseta de un cementerio, pero que cojones, no haber puesto un caminito que comunica el lugar de reposo con mi habitual ruta para correr, que tambien al ingeniero de caminos habria que meterle un ataud o un ciervo por el culo, pedazo de lunatico maniaco.

Ya estoy feliz o infelizmente en casa. Cerveza en mano. Lo de siempre, despues de correr hay que recuperar energias. Iba a comer cordero, pero lo acabo de sacar de la nevera y tiene pinta de estar podrido, como casi todo en el dia de hoy, me conformare con pasta con chorizo. Ahora me vuelve a venir a la mente el ciervo, mira que si lo hubiera cogido... ahora me haria una barbacoa... pero de repente se me aparece la imagen de los coches funebres y los familiares con el gesto torcido. Joder, no sabia yo que esto de practicar deporte matinal te podia trastocar la mente de tal manera. A ver si emborrachandome se me pasa.
 
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