jueves, 16 de septiembre de 2021

Experiencia abrasadora en Skegness. Dia 4

Me despierto con una resaca de las buenas. De esas que intentas incorporte y todo te da vueltas. Y no acabo de bruces en el suelo porque ya tengo experiencia en estas lides y decido levantarme muy poco a poco y buscando puntos de apoyo en todo momento. Me encuentro bastante afectado pero no hay lugar para excusas puesto que tengo que recoger y salir de aqui en breve. Si, amigos, se acabo nuestra estancia en esta interesante localidad de Skegness que nos ha acogido durante las tres ultimas jornadas. Ahora toca embalar el equipaje y hacer el correspondiente check-out, que teniendo en cuenta lo despreocupado (por parte de los anfitriones) que fue el check-in, intuyo que va a ser simplemente largarse y dejar las llaves colgando en la puerta. Pero antes de hacer nada, ya se sabe lo que pasa a estas horas, caminito a la taza y a sufrir. Y hoy va a ser peor que nunca. Mejor no lo describo con demasiado detalle, simplemente dire que hasta cuatro veces de forma ininterrumpida y con dolores extremos.

Antes de dejar la poblacion, y ya con todos los bartulos en el automovil, me decido a dar un postrero paseo por la calle de las tiendas de Skegness en busca de algun interesante souvenir que llevarme de recuerdo. Entre el clima y la resaca, la pequeña caminata se convierte en un martirio. Bajo un sol que hoy es mas abrasador que en ninguno de los dias anteriores, y mira que eso ya era dificil, voy arrastrando los pies por entre una muchedumbre que no se que cojones pinta paseando tranquilamente un miercoles a media mañana. Y yo que pensaba que el unico tarado de vacaciones era yo. En fin, que al final me compro un iman de nevera con el nombre de la villa y a tomar por culo. Tampoco hay mucho mas que me pueda interesar y como siga dando vueltas bajo la puta bola amarilla voy a acabar por derretirme.

El camino de vuelta a Glasgow son seis horas. Y me doy perfecta cuenta de que en las condiciones que estoy, ese tipo de conduccion no va a ser posible. Asi que, todavia intentando salir de las carreteras de mierda de las zonas aledañas a Skegness, me decido a hacer una parada para planificar lo que ya empece a tener en mente ayer a medida que las pintas de cerveza iban cayendo por mi gaznate abajo. Parare a dormir en algun lugar interesante que sea medianamente mitad de camino. Como llevo la cabeza como un bombo, no me apetece meterme en el fregado de una ciudad, y es que Newcastle o Carlisle no serian malas opciones, pero no, mejor que no. Ademas me conozco, y se que como tenga muchos pubs alrededor (que es lo que pasa en las ciudades), me puedo pervertir muy facilmente.

Con el coche aparcado frente a la unica tienda de comestibles que he encontrado en millas a la redonda y sentado en un banco justo delante de un pasto donde varios caballos me miran de forma extraña debido a que soy el unico ser humano a la vista, consigo, a traves de mi celular, reservar una habitacion en un extraño motel en un pueblucho perdido cerca de Durham. Aunque para pueblucho este donde estoy ahora mismo. Y es que levantando la cabeza del movil, por fin me hago cargo del panorama que me rodea (aparte de los putos caballos que no dejan de mirarme fijamente en plan psicopata). Cuatro casas y la susodicha tienda cutre de comestibles. El lugar se llama Great Lingo, lo cual me hace preguntarme como sera Small Lingo, si es que existe. En fin, que aprovecho que tengo la tienda delante para comprarme algunos snacks para ir picando mientras conduzco y reemprendo la marcha. Y ya se lo que estareis pensando. Que no he comprado cervezas esta vez. Bueno, no voy a ir tajandome al volante. Todavia soy un tio medianamente responsable. Solo medianamente.

A eso de las tres de la tarde llego a Brandon Village, que es el lugar en que he reservado mi alojamiento. La zona es realmente rural, muchas granjas y caminos que se pierden por entre praderas, y el motel, de estos tipicos de carretera de los que aparcas en la puerta de tu habitacion, parece muy coqueto, aseado y con todos los servicios. Sobre todo bar, que es lo que mas me interesa, al cual puedo acceder via puerta trasera directamente desde el parking. Eso si, alguna mierda rara debia de tener el pueblo en cuestion. Y es que absolutamente en ninguno de los sitios donde compro algo o realizo alguna transaccion, puedo pagar con tarjeta. Solo efectivo. A ver si es que el puto sitio vive en una burbuja en el tiempo o algo asi y me he trasladado a los años cincuenta.

Pero sin duda lo mejor de la localidad son sus habitantes. Pueblerinos medio tarados que se bajan del tractor y se cuelan directos al bar, tipos de estos calvos, sin cuello y con pocos dientes, con la mirada perdida y que se maman cuatro pintas de golpe. En definitiva, rednecks perturbados a los que no les gustan en absoluto los forasteros. Como el calor abrasador sigue siendo la constante, y eso que ya estamos bastante mas al norte (aunque aun no hemos cruzado la frontera con Escocia y seguimos en la jodida Inglaterra), decido pedirme una pinta y salirme a unas mesas de estas de merendero que hay en una de las esquinas del parking. Y alli, por supuesto, estan los tractores, los pueblerinos y toda su coleccion de chelas ya medio vacias. De buenas a primeras, las miradas que me echan cuando me siento en una mesa junto a las que ellos ocupan, son de asco, furia e incluso amenaza. Pero esto cambia rapidamente cuando, acuciado por la sed que me produce no haber bebido nada en todo el dia, me bajo esta primera pinta de un solo trago y sin respirar. De fondo me escucho un "joder... tio", y a continuacion una asquerosa risotada de alguien que suelta un "si que te ha gustado la Carling, colega". Pues eso... que ya somos amigos.

Departiendo con mis nuevas y macabras amistades, que curiosamente no se alteran lo mas minimo al darse cuenta por mi acento de que soy escoces (debe de ser que estamos tan al norte de Inglaterra que estos nos tienen algo mas de aprecio que sus compatriotas de mas al sur), me entero de que hay un kebab a unos diez minutos de paseo y de que, ademas, es el unico sitio por aqui cerca donde encontrar algo para menear el bigote. Y lo cierto es que salvo los snacks que me comi de camino no he pegado bocado en todo el dia. Pues alla que vamos. El paseo por una calle bastante rural se me hace ameno, y es que el sol ya esta cayendo y ahora sopla una brisilla que, por fin, refresca un poco el ambiente. Y lo mejor es que me voy a llevar doble premio, puesto que junto al susodicho kebab hay tambien una jackie shop (asi llamamos en Glasgow a las tiendas donde venden mamoneo). Asi que cargo con ocho cervezas. Para cuando cierren el bar, supongo. Por supuesto me toca pagarlo todo en efectivo, ya sabemos que aqui, en Brandon Village, seguimos en los años cincuenta.

Mientras me jalo el kebab en la terracita, acompañado por varias Carling Premier de las que pille en la tienda, me doy cuenta de que en un momento dado todos los paletos tractoristas han desaparecido y me he quedado solo en mitad de la oscuridad, que ahora ya es plena. Acabo con mis viandas y, buscando algo de humanidad, me cuelo en el bar. Y entonces me doy cuenta de por que todos estos tarados han buscado refugio en la cantina. Otra vez la puta seleccion de Inglaterra jugando un partido. Joder, ¿no jugaron hace tres dias tambien? Vaya tela. En fin, intentando pasar del evento, me siento en una mesa un tanto aislada y me pido una chela. Supongo que aqui acabare la noche ya, cerveza tras cerveza, hasta caer completamente doblado.

Pero mientras me bebo mi consumicion, no puedo dejar de fijarme en una pantalla de television que tengo justo delante. Inglaterra vs Polonia, ultimo minuto del partido. Y de pronto... gooooool de Polonia. Y lo grito tal cual. Yo solo en mi mesa, en plena Inglaterra y rodeado de todos los rednecks perturbados. Aparto la vista de la television y miro hacia el resto del bar. Todo el personal se ha girado instantaneamente hacia mi y permanecen observandome fijamente con el gesto mas que torcido. Nadie dice nada. Pero continuan sin quitarme ojo. Me casco la media pinta que me queda en el vaso de un trago, agacho la cabeza y salgo por la puerta trasera en direccion a mi habitacion. Aprieto el paso, girandome un par de veces para asegurarme de que nadie me sigue. Cierro la puerta, doy dos vueltas a la llave y apago la luz. Y asi me quedo un par de horas hasta que me aseguro de que nadie viene a reclamarme nada. A oscuras, sentado en una silla mirando hacia la puerta y, por supuesto, bajandome una tras otra todas las chelas que he comprado en la tienda. ¿Conseguire mañana finalmente llegar a Escocia sano y salvo?

lunes, 13 de septiembre de 2021

Experiencia abrasadora en Skegness. Dia 3

Estaba tan reventado cuando cai anoche sobre la cama que en esta ocasion el insomnio no ha podido
vencer al sueño. Y lo cierto es que me levanto bastante descansado y reconfortado. Eso si, la doble cagalera con el sufrimiento habitual no me la quita nadie. Menuda cruz que me queda por aguantar para el resto de mi existencia. Todas las putas mañanitas la misma historia. Y al igual que ayer, de tanto vaciar pues se abre la gazuza. Asi que me casco otro de estos pseudo-desayunos, y es que los ingleses de esto no entienden, muy poca energia se meten en el cuerpo. Si estuvieramos en Inverness o en Ullapool, otro gallo cantaria. Y por supuesto me abro una chela para acompañar el alimento solido. Para empezar el dia con alegria, ya se sabe.

Salgo al balcon para hacer una inspeccion en primera persona del clima que nos va a acompañar en este nuevo dia y me doy cuenta de la puta y abrasadora realidad, hoy mas que nunca. Aun no son ni las nueve y la puta bola amarilla se me clava en la chola hasta el punto de que parece que me vaya a derretir. Joder, que asco de jodido calor ingles. Lo cierto es que tenia un plan en mente para la matinal, algo medianamente turistico, pero me da que me lo voy a tomar con mucha calma. Asi que lo primero es lo primero. Directo a la nevera, me agencio una chela y continuo con el recital etilico sentadito en el balcon viendo pasar al personal por la calle. Eso si, bien protegido por mi sombrerito de turista, el cual me compre hace un par de años en prevision de un terriblemente caluroso viaje al sur de Portugal. Y con la tonteria me he bajado la chela en dos tragos. Logico, con semejante calor... Pues me abro otra, y otra mas, y... Eh, un momento, vamos a parar que esto me da que se me va a ir de las manos demasiado pronto.

Ademas tengo que conducir, aunque solo sean diez minutos, pero no es cuestion de ir totalmente del reves al volante. Asi es, amigos, vamos a hacer una pequeña excursioncita. Resulta que justo al sur de la villa de Skegness se encuentra una reserva natural que es visita indispensable para quien se acerque a pasar unos dias por la zona. Se trata de Gibraltar Point, una tremenda extension de naturaleza y playa completamente virgenes que lo cierto es que varias personas conocedoras del lugar me han recomendado encarecidamente. Y llego al sitio en cuestion, donde el unico rastro de civilizacion es el tipico cafe que tambien vende souvenirs y el parking para dejar el automovil justo donde empieza la susodicha reserva. Y a partir de ahi, a patear, todo lo que uno quiera y hasta perderse en mitad de la nada. Pues tres horitas que me voy a pasar rodeado de todo tipo de arbustos, bichos raros y arena, mucha arena.

Y es que esta playa natural es la extension de arena mas grande que he visto en mi puta vida. Cierto es que no me he pasado nunca por el desierto del Sahara, pero vaya tela. Despues de pasear y pasear y pasear por entre arbustos hasta llegar a la playa en cuestion, resulta que no se ve el mar. Desde el inicio de la arena hasta el agua hay tanta distancia que no se ve. Asi que continuo paseando y paseando y paseando... y despues de yo no se cuanto rato de apartar moluscos muertos de mi camino con mis pies descalzos, al final llego hasta la orilla. Y entonces me giro y solo veo arena y arena y mas arena. Ahora lo que no veo son los arbustos del principio de la playa, y mira que eran tochos. Menudo paripe de mierda. Media vuelta y a ver si a ritmo de carrerilla llego hasta el coche lo antes posible, porque con tanto mover las piernas y este puto calor abrasador, tengo una sed que no veas. Vosotros ya me entendeis.

Conduzco de vuelta al alojamiento lo mas rapido que puedo, aunque en realidad el camino solamente es la carreterucha que lleva a la reserva natural y dos calles mas una vez llego a la poblacion en si. Necesito un poco de fresco y oscuridad, por favor. Hasta los huevos estoy del puto sol. Vaya, pues me voy a meter en el Churchill's, el pub del barrio, donde estuve el primer dia y el cual ayer ni pise. Mientras todos los atontados turistas se agolpan en su terracita, yo me cuelo entre las sombras del interior del local y alli me quedo tirado en un sillon durante un buen rato degustando una fantastica pinta de Carling Premier, que es un tipo de Carling (obviamente una cerveza inglesa, para los atontados que no la conozcan) que esta realmente de puta madre y que no nos llega a Escocia. Menudos cabrones avariciosos estos ingleses de los cojones.

Al final caen dos pintas de la susodicha y cuando creo que ya estoy suficientemente rehidratado salgo de nuevo a la solana exterior aunque sin un plan demasiado claro. Joder, que calor, esto no hay quien lo soporte, y ahora encima, despues de las chelas, me entra gazuza. Pues resulta que justo enfrente del Churchill's hay un restaurant griego en el cual no habia reparado hasta ahora mismo. Para que complicarme mas la vida. Mucha hambre y tal, pero el caso es que lo primero que me pido es una Mythos, que es una lager griega que me encanta. Al final, mientras como, caeran tres en total. A esto lo llamo yo rehidratarse en condiciones. Y a todo esto, el alimento solido consiste en unas keftedes, que son unas albondigas griegas que vienen servidas dentro de un pan de pita. Cojonudas. Y oye, ahora que ya voy entonado... pues como postre me pido un cocktail de vodka. Me da que ya no hay quien me pare.

Salgo bastante afectado del restaurant en direccion al apartamento con la clara intencion de descansar un poco. Je, menuda broma. Al final acabo en la tienda del barrio y me compro mas cervezas y dos botellas de vodka. Se ve que me ha gustado el cocktail. Logicamente, con semejante pedalera encima y con tanta metralla recien adquirida, lo de reposar queda completamente descartado. Asi que me salgo a mi balconcito preferido y empiezo a combinar chelas con vodka, y asi me tiro unas tres horas. Esto son vacaciones. Aunque en un momento dado es cierto que me apetece cambiar un poco de paisaje. Facil, me pillo toda la municion y me traslado al jardin trasero de la propiedad, en el cual hay unas tumbonas y, maravillosa sorpresa, el edificio en si proporciona una sombra que refresca bastante el ambiente. Ahora si que estoy en la gloria.

Ya bien cargadito, y ahora que por fin parece que el sol esta cayendo y la temperatura puede resultar algo mas soportable, decido caminar hasta la playa, mas que nada para quemar un poco de todo el alcohol ingerido a lo largo de las ultimas horas. Alli se me ocurre la tipica chaladura de borracho que suele acabar en tragedia en muchos de los casos. Me voy a pegar un bañito. A pesar de la chuza, algun tipo de sentido comun aun me debe de quedar en algun rincon de mi etilicamente intoxicado cerebro, ya que apenas me meto unos metros en el agua y siempre procurando hacer pie. Pero oye, que el remojon me ha despejado bastante y hasta parece que la chuza se me haya pasado de forma instantanea. Ademas, ya anochece y... bueno, ya se sabe... La noche es joven.

Me introduzco en un par de pubs al azar de los localizados en la zona del paseo junto a la playa. Pero todo esto es demasiado rollo corporacion y no me acaba de gustar en demasia. A mi me va la movida sordida de los baretos para viejos desdentados y alcoholizados. Pero al no encontrar ninguno de estos, al final acabo en una especie de discoteca rara, cuya decoracion cinematografica incluye decenas de posters de peliculas de Marilyn Monroe inundando todas y cada una de las paredes del local. El sitio es una mierda, los precios son elevados y la musica es en plan baladas ochenteras pegajosas y cansinas. Eso si, las camareras son simpaticas y estan de buen ver, asi que al final decido hacerme otras dos Carling Premier como ultima sesion etilica del dia.

Ya de vuelta al apartamento, tentado estoy de tirarme como un puto saco de bruces en la cama. Sin embargo pienso en el asqueroso insomnio del primer dia y decido alargar la cosa todavia un poco mas. Asi que me salgo a la oscuridad del balcon y me pongo a picotear unas patatas fritas de bolsa que no se muy bien cuando ni como he comprado. Cosas de la chuza, supongo. Logicamente tambien me abro una cerveza polaca de mas del 7% que me estaba reservando para algun tipo de momento final de esta indole, justo antes de caer muerto, cuando ya los porcentajes etilicos me la sudan. Y efectivamente, me acabo mi tan preciado jugo de cebada y entonces, entre un tremendo mareo que creo que se debe a que de repente me ha subido todo el alcohol ingerido a lo largo de tan dura jornada, caigo totalmente a plomo sobre una cama que ya hacia rato que me estaba esperando. Otro dia de pelotas.

domingo, 12 de septiembre de 2021

Experiencia abrasadora en Skegness. Dia 2

Al final he conseguido dormir dos horas. Eso si, a ratos, de mala manera, retorciendome en la cama y
con todo tipo de dolores extraños. Vuelvo a lo que decia, a mi esto de estar en Inglaterra me sienta muy mal. Pero como no me acostumbre de una puta vez voy a estar bien jodido durante unos cuantos dias, asi que mejor hacer de tripas corazon y seguir a lo nuestro. O sea, que aunque no he dormido una mierda, lo mejor es que me levante y comience el dia de la mejor manera posible. O de la peor, porque ya se sabe que a estas horas lo que llama es la taza. Y lo cierto es que lo que mi cuerpo expulsa es realmente asqueroso y maloliente. Asi debo de estar por dentro. Eso si, miremos el lado positivo, por lo menos toda esta mierda apestosa se queda en Inglaterra. Hale, majos, que os aproveche.

Despues del sufrimiento defecatorio, que me lleva a evacuar hasta tres veces en estas tempranas horas del dia, miro el reloj y veo que ya son las siete. Y debo de haberme quedado vacio pero de verdad, porque ahora tengo un hambre criminal. Asi que voy a aprovechar que ayer, ademas de comprar chelas en la tienducha del barrio, tambien me hice con algunas viandas para desayunar. Eso si, estos hijos de puta ingleses no tienen ni Scottish rolls, ni haggis, ni black puding, ni scones, ni todas mis putas delicias habituales de un buen desayuno escoces completo. Me cago en los putos ingleses. Bueno, no, otra vez no, que cagar ya he cagado bastante hace un rato. Mejor dejemos estar el tema. En fin, que me adecuo a la mierda de desayuno ingles, mucho mas flojo que el nuestro del norte y para consolarme... pues me hago la primera chela del dia. Que cojones, me hago dos, a ver si me empiezo a entonar bien prontito. Vamos alla.

Hora de darnos el primer paseo por la arena de la playa, que ayer con las prisas ni la vi. Y la verdad es que la fama que la precede no se queda corta. Ademas, con la marea baja de primera hora del dia es mas espectacular que nunca, sobre todo en extension. Pero la putada es que empieza a hacer un calor simiesco de esos que jode a base de bien. Y mira que aun es pronto. Y empiezo a sudar. Mal asunto. Pues me da que para este tipo de deshidratacion solo cabe una solucion. Si, lo habeis acertado. Me apalanco en el primer chiringo que encuentro, practicamente sobre la arena y... por supuesto, me hago otra cervecita. Canto linea y vamos para bingo. Y es que es salirme de la playa y acercarme al paseo, el cual ya recorri ayer y... no lo puedo evitar. Caigo en otro garito (este es uno de esos lleno de viejos decrepitos, que en realidad son lo mejores porque son los cabrones que mas saben) y me hago la cuarta de la jornada. Yo no se que hora es, pero fijo que aun no hemos llegado al mediodia y ya empiezo a ir bien torcido.

De pronto, y no se muy bien como, aparezco por una zona peatonal que tiene como tenderetes y tiendas de souvenirs. Lo peor es que con la pedalera voy dando tumbos y no hago mas que tropezarme con los cacharros esos que sostienen las postales, los imanes de nevera y demas recuerdos de mierda. Y creo que incluso derribo alguno. Mejor salgo de aqui, si puedo, e intento llenar un poco el estomago a ver si se me pasa el mareillo. Pero el caso es que voy tan jodido que no me atrevo a entrar en un pub o restaurant a jalar, asi que me voy a la tienda de siempre, la de al lado del apartamento y me compro varias chorradas para calentar en el microondas. Y bueno, ya que estamos aqui... pues me pillo mas chelas, que fijo que el comer me da sed. A ver si os creiais que mi objetivo era intentar ir sobrio el resto del dia. Que cojones, aqui nos chuzamos hasta caer.

Despues de jalar y hacerme otras dos chelas, me quedo dormido en la silla en la estaba sentado comiendo. Ahora ya no hay ni insomnio ni hostias. Me he quedado roque durante media hora, y lo cierto es que el despertar de esta asquerosa y calurosa modorra no es nada bueno. Me tiro algo mas de una hora en plan zombie dando vueltas por el apartamento, y por supuesto vaciando el cuerpo otra vez en la taza. Se ve que tanto comer y beber... Pero venga, que no hemos venido aqui a estar medio moribundos. Hay que aprovechar estas pequeñas vacaciones. Salgo a dar un paseo por el barrio, aunque no sea mas alla de dos o tres calles, a ver si consigo despejarme de una puta vez. Pillando una nueva ruta que aun no conocia, veo una iglesia cercana que resulta ser la de St. Matthew (ni puta idea), y sin saber muy bien como atravieso un extraño bosque que surge de la nada y acabo nuevamente en la playa. Eso si, esta vez con la marea alta. Joder, y es que con la tonteria ya es casi la hora de cenar.

Tenia yo en la cabeza ya desde antes de llegar a Skegness que queria visitar el mejor restaurant de toda la ciudad. Y segun todas las criticas que he podido ir recogiendo, parece ser que se trata de un italiano que no pilla muy lejos (en realidad esto es tan pequeño que nada esta demasiado lejos) y que se llama San Rufo. Eso si, esta es una zona algo mas industrial que aun no habia visitado, aunque pilla a unos diez minutos de paseo desde mi alojamiento en direccion contraria a la playa. Bueno, lo cierto es que el sitio no me va a decepcionar, aunque la espera para conseguir una mesa es de cerca de media hora. Famoso y bueno debe de ser, porque es un lunes de septiembre por la noche y esta a parir. Parece que todo el puto pueblo este aqui, coño.

Como decia, no decepciona en absoluto. Por supuesto me casco una buena botella de tinto siciliano, mejillones, pan de ajo y un risotto pescatore que es de lo mejor que he probado en toda mi puta vida, y mira que tengo experiencia en estos temas. Como el sitio me gusta y las camareritas (todas italianas jovencitas y bien parecidas) me dejan embobado con su belleza y simpatia, al final me quedo en el lugar bebiendo chelas (si, despues del vino, con dos cojones) hasta que cierran. Son las once y voy de nuevo haciendo eses por la calle. Pero mucho peor que esta mañana. Llego al apartamento no se ni como y mi primera intencion es abrirme una chela. Sin embargo la dejo sobre la mesita de noche y caigo horizontal sobre la cama y me quedo dormido. Menudo dia mas cojonudo que he tenido.

jueves, 9 de septiembre de 2021

Experiencia abrasadora en Skegness. Dia 1

Skegness. Posiblemente ni os suene de nada ni tengais ni pajolera idea de como ubicar este lugar en un mapa (y sabeis que es un lugar porque os lo acabo de decir). Ni aun con un mapamundi delante sabriais decir en nacion del planeta se encuentra. Bueno, quiza os subestimo y alguno hasta me suelta de memoria la longitud y latitud precisa del lugar, pero vamos, que me apostaria un par de cervezas a que no. Y ya sabeis lo mucho que aprecio yo el jugo de cebada. Claro que si fueseis una persona residente en Inglaterra y ya con una medianamente avanzada edad, fijo que me lo localizariais a la primera. Y es que la villa en cuestion fue un destino turistico de playa de los que mas boom tuvo en toda la nacion inglesa hace ya unas cuentas decadas. Se dice que el lugar, con el exodo de muchos de los habituales turistas de la zona a otros paises europeos para sus vacaciones, fue poco a poco devaluandose, yendo a menos y cayendo en el olvido. Bueno, pues para eso estoy yo aqui, para traerlo de vuelta a vuestra jodida memoria. Y por cierto que en breve nos vamos a dar cuenta de que el sitio ni esta devaluado ni pollas en vinagre. Esta de pelotas y lo vamos a disfrutar de la manera que nosotros mejor sabemos... ya me entendeis.

Pero empecemos por el principio, sin prisas. Dejamos nuestra querida Glasgow a las nueve de la matinal, ya sabiendo que tenemos por delante seis horas de conduccion hasta llegar a nuestro destino, ubicado en la costa este de nuestro no demasiado estimado pais vecino del sur. Y lo que siempre me pasa al cruzar la frontera, hay cosas que no fallan, porque es ver el puto cartelon con la bandera inglesa dandome la bienvenida a su territorio, y me empiezan a entrar unas tremebundas ganas de cagar. Cagarme en todos los putos ingleses, supongo. Pero por esta vez hago caso omiso a las advertencias intestinales y decido seguir manejando mi vehiculo en direccion sudeste. Al fin y al cabo, me voy a pasar unos cuantos dias rodeado de ingleses y mas vale que me vaya acostumbrando. O eso o no me despego de la taza del vater. Aunque ahora que lo pienso, ahi sentado tambien se puede mamar cerveza... En fin, al meollo.

Una vez dejo la M6, que es la autovia que conecta Escocia con Inglaterra, empiezo a concatenar trozos de diferentes autovias y a bordear localidades tan emblematicas como Leeds, York o Hull, todo con el objetivo de ir acercandome a esa costa este y a la remota (sobre todo por las carreteras de mierda que acaban llevando hasta ella) poblacion de Skegness. La ultima hora y pico me toca ya hacerla por vias secundarias que atraviesan diversas y sordidas aldeas e incluso alguna que otra zona militar que da bastante mal rollo. Lo curioso es que en todo este transcurrir de puebluchos no veo ni un solo pub. No me jodas. Y eso que la sed ya aprieta y me molaria hacer una paradita en algun lugar al azar antes de llegar al destino para ir refrescando el gaznate un poco. Pues es imposible. Y ojito porque la peor de mis pesadillas se empieza a hacer realidad. Mira que he leido en el reporte del clima que se avecinaba una ola de calor, pero yo vengo todo confiado y... vamos, que ya sabeis lo poco que me va el clima simiesco. Pues es hora de empezar a sudar. Y la sed aprieta. Y no hay pubs. Me cago en la puta Inglaterra.

Con la lengua colgando, finalmente llego al apartamento que me he pillado por un precio irrisorio para los proximos dias, a tan solo dos calles de la playa y con tienda etilica y un par de pubs a unos pocos metros. Soy todo un experto en localizaciones. Eso si, el alojamiento en si, aunque sacia todas mis expectativas y requerimientos (o sea, cama, cagadero y nevera, soy un tio simple), es de lo mas tetrico. Nadie me recibe y no hay recepcion. Dando vueltas por la propiedad, me encuentro a un negro mamandose una chela en el jardin trasero. Le pregunto, pero el pavo me dice que solo habla frances. Joder, si que he llegado lejos conduciendo. Medio desesperado, empiezo a buscar un numero de telefono al que llamar para ver que cojones pasa, cuando el moreno aparece ante mi y me presta su celular, que ya esta en comunicacion con alguna especie de recepcion central o algo asi. Un tio con acento arabe me dice que llega en tres minutos y me lo soluciona todo. Ahora resulta que no he llegado a Francia, sino a Abu Dhabi. Ya decia yo que hacia calor.

A pesar del ligero caos de infraestructura para el check-in, lo cierto es que los tipos resultan ser muy amables y me lo dejan todo perfectamente resuelto. Bueno, pues... ahora si. Vamos a por la primera del dia, que ya son mas alla de las cuatro. Me acerco al paseo junto a la playa, desde el que no se ven ni la arena ni el mar de tantas putas atracciones, bares y mierdas raras que hay entre el paseo en si y la susodicha playa. Para llegar desde mi apartamento a este punto, cruzo un pequeño parque donde hay unos tipos escoceses (por fin algun compatriota) haciendo una actuacion con musica del rollo marineros y piratas. Consigo hablar con uno de ellos para informarme del nombre de la banda y demas, y el tio me dice que aunque alguno vaya vestido con kilt escoces, cada uno es de un padre y una madre. Este, concretamente, es de Chipre. Vaya movida rara. En fin, que me despido rapido porque tengo mucha sed y... ya, lo consegui. Me siento en una terracita y CHELA.

Ahora ya me siento mucho mejor. Tranquilamente vuelvo al apartamento a cambiarme, puesto que aun voy con la ropa llena de mierda y sudorosa de la larga conduccion, tanta era mi prisa por mamar, y me decido a buscar un sitio para cenar algo. El Trawler's Catch dicen que es el fish & chips mas popular de toda la villa, tambien en el mismo paseo junto a la playa. Logicamente esta a parir y hay una cola que parece que vaya a ser para dos horas. Tengo hambre y sed, asi que busco otro local random en la misma zona y acabo en un pub de estos enormes, tipo corporacion, que no es nada del otro mundo pero esta bastante mas vacio y me sirven en dos segundos. Y aqui viene el error de la noche. Me pido mi fish & chips (que por cierto esta asqueroso) y un par de chelas, y entonces comienza el partido de futbol de la seleccion de Inglaterra. El puto pub se llena de hijos de puta hooligans ingleses y me empiezan a dar la nochecita. Acabo tan hasta los huevos de toda esta panda de retrasados que, con los nervios, la segunda chela, casi llena, se me cae de la mesa y monto el escandalo padre. Eso si, sin decir nada, y puesto que ya he acabado con mi cena, tomo las de Villadiego y me largo del lugar dejando alli todo el estropicio y a todos los jodidos hooligans hijos de mala madre. Que os jodan, ingleses de mierda.

Pero no estoy enfadado, sino sediento. Y es que hasta ahora, y despues de todo el viajecito de las narices, no he podido mas que beberme dos pintas y un trago de la tercera. Menos mal que justo en este momento cambia mi suerte y cometo el primer acierto de todas estas pequeñas vacaciones. El Churchill's es el pub mas cercano a mi alojamiento. Justo cuando ya pensaba en pasar el resto de la noche tristemente encerrado en el apartamento e irme a dormir temprano, me cuelo en este local con decoracion dedicada al carismatico Primer Ministro britanico durante la Segunda Guerra Mundial. Individuo que, todo hay que decirlo, me cae como una patada en los huevos porque era un autentico hijo de la gran puta. Pero esa es otra historia que algun dia contare. De momento entro en el lugar con reticencias, que rapidamente me son solventadas con la presencia tras la barra de una camarerita inglesa muy simpatica, encantadora y de bastante buen ver. Gracias a ella, descubro una cerveza llamada Worthington's que esta realmente de pelotas. Y logicamente me casco tres. Ahora si que empiezo a sentirme bien de verdad.

Reservandome para las proximas jornadas, decido despedirme de la camarera hasta el dia siguiente. Pero ahora que ya empiezo a ir entonado no me voy a ir a dormir. Asi que hago una pequeña excursion hasta la cercana tienda etilica (todo esta en la misma calle) y me pillo provisiones para subirmelas al apartamento. Por suerte el sol ya ha caido y yo ya puedo emprender una de mis aficiones favoritas en estos casos. Salirme al balconcito a mamar y ver pasar al personal (sobre todo a las jovencitas, para que nos vamos a engañar).Y asi acaba esta mi primera noche en Skegness, mamando chelas hasta caer rendido sobre la cama. Eso si, por alguna extraña razon, pronto me doy cuenta de que tengo un insomnio brutal y no puedo pegar ojo en absoluto. Debe de ser que esto de dormir en Inglaterra es algo que mi cuerpo no tolera. Lo que me faltaba.

 
Clicky Web Analytics