domingo, 7 de abril de 2024

Una playa en Albania. Dia 8

Lo de siempre, noche antes de viajar, sueño imposible. Apenas si duermo tres horas, despertandome constantemente y con terribles dolores de ojos y de cabeza. Cuando finalmente me pongo en pie estoy completamente reventado, pero la cuestion es que no hay tiempo para quejas puesto que en apenas un par de horitas tengo que dejar el alojamiento e iniciar el largo viaje a casa. Asi que, en muy malas condiciones, intento adecentar un poco el apartamento y arrastro los pies hacia la ducha, la cual tampoco ni mucho menos me arregla. Yo se lo que me hace falta, pero el caso es que no me quedan ni cervezas ni vino, anoche acabe por pulirme todas las existencias etilicas. Perra suerte la mia. En fin, un cafe y nos vamos. Paseito de veinte minutos (o mas, en estas condiciones) hasta la terminal de autobuses.

De camino decido hacer una parada en el restaurant donde cene ayer. Y es que anoche ya me informe, por si tenia la necesidad, de que abrian a las siete de la mañana para servir desayunos. Bueno, o para lo que mas me apetece en estos momentos... Dos cervezas que me pongan las pilas y acaben con este asqueroso malestar que llevo en el cuerpo. Oye, pues si, mira, parece que me encuentro un poco mejor. Y de paso pico unas aceitunas y unas croquetas y parece que ya empiezo a funcionar. Venga, vamonos para la estacion a ver como esta el tema este de los buses al aeropuerto.

Un cartel cutre pegado en una extraña mampara en mitad de la nada (recordemos que la terminal de autobuses es una explanada sin mas) me informa de que tengo un transporte al aeropuerto de aqui a una hora. Estupendo, me da tiempo a visitar un bareto cercano y hacerme un triple expresso. Lo suyo seria una chela, pero con eso de no haber dormido me esta entrando una modorra muy desagradable y no quiero quedarme roncando sobre la acera, cual pordiosero roñoso, y perder el autobus. Bueno, autobus por decir algo. Cinco minutos antes de la hora anunciada, junto al cartelon, aparece una furgoneta medio reventada llena de asientos (habra como veinte) pero sin ningun espacio para equipajes o maletas. Menos mal que yo viajo con lo justo, que es una bolsa de mano, y aun asi me las veo putas para encajarme en el asiento. Pero vamos, que aqui viene la tipica familia con cuatro maletas y tienen que ir en el techo, porque otra opcion no hay.

La cuestion es que la furgalla va a reventar de gente, pasaje completo. Y esto, con el poco espacio que hay, no es nada agradable. Hace un calor de mil demonios y este cacharro no tiene ningun tipo de ventilacion. Tras una larguisima media hora llegamos al aeropuerto y todos los pasajeros descendemos del vehiculo sudando como cerdos. Venga, vale, dejemonos de zarandajas y vamos rapidito a la terminal que aun tengo tramites por realizar antes de embarcar. Y es que resulta que, supongo que porque en este aeropuerto todavia no han instalado lectores digitales, ayer no pude hacer el check-in online, asi que necesito hacerlo en el mostrador y que me den la tarjeta de embarque fisica, como en los viejos tiempos. Pero claro, esto es Albania y no todo va a ser tan facil.

El mostrador para realizar el check-in para mi vuelo esta cerrado a cal y canto y no se ve absolutamente a nadie medianamente cerca de el o a quien se pueda interrogar al respecto. Por suerte aun quedan cuatro horas para el despegue (ya me vine con tiempo preveyendo alguna historia semejante) y no tengo una prisa excesiva, asi que voy a sentarme y de paso investigo en la app de la aerolinea a ver si encuentro alguna informacion. Vale, la conexion wi-fi del aeropuerto no funciona, vamos mejorando. Y lo peor es que con tanto cafe, las dos chelas, las croquetas y el calor de la furgo, tengo el estomago extremadamente revuelto y no me entra ni una puta cerveza mas. Voy al servicio, a ver si vaciando me encuentro mejor. Pero las tremendas cagaleras no son una buena señal, y el hecho de no haber dormido practicamente nada tampoco ayuda en absoluto. Ahora mismo me encuentro fatal.

Tras tres horas de espera sin mas entretenimiento que ver a gente pasar, finalmente el mostrador de los cojones abre y consigo mi tarjeta de embarque. Una hora para el vuelo. Me dirijo hacia la puerta designada y alli me encuentro con que el vuelo saldra con una hora de retraso. Y yo estoy hecho polvo, cojonudo. Arrastro los pies hasta un banco y alli me desparramo a ver pasar mas gente. Este pasatiempo ya me esta empezando a tocar las pelotas. Por fin, y despues de dos horas mas de estar sentado, se abre la puerta y nos revisan el pasaje. Hale, para el avion. O no.

Ahora resulta que no hay avion. Estamos, literalmente, en fila en mitad de la pista de aterrizaje pero no tenemos cacharro al que subirnos. Alguien, a gritos desde una cierta distancia, nos observa que debemos esperar en esta posicion puesto que la aeronave aun no ha llegado. Y asi nos tiramos una hora mas. Por suerte ahora ya no veo pasar gente, aqui es espectaculo es algo mas variado. Primero pasan como diez camiones portando escombros uno detras de otro. Menudo desfile. Despues vemos discurrir varios autobuses de estos de transportar pasajeros por el aeropuerto, que van completamente vacios y parece que esten de carreras, porque pasan a toda velocidad. Y ya para rematar, al final vemos tambien como aterrizan delante de nuestras narices dos aviones, cuyos pasajeros deben de estar flipando al ver a traves de sus ventanillas esta macabra hilera de seres humanos en mitad de la pista de aterrizaje.

Finalmente aparece nuestro avion, que se detiene justo delante de nosotros como invitandonos, de una puta vez por todas, a embarcar rumbo a casa. Pero esperate, que aun tienen que bajar los pasajeros que vienen en el, hay que descargar las maletas y cargar las nuevas, realizar el repostaje... Vale, por fin subimos. Me abrocho el cinturon y me dispongo a cerrar los ojos un rato a ver si puedo dormir. Pero no lo consigo, y ademas me doy cuenta de que el avion no se mueve. ¿Que cojones pasa aqui, nos hemos piñado y de ahi esta quietud? ¿Estamos muertos? Ah, no, que sigue el retraso. Nos informan de que despegaremos de aqui a una hora y media. Hasta los huevos estoy ya. Al final llegare a casa mas alla de la medianoche, y lo peor de todo es que en esta ocasion no voy a tener ni vino ni clips ochenteros. Vaya viajecito de regreso de mierda.

sábado, 6 de abril de 2024

Una playa en Albania. Dia 7

Son las ocho, he dormido durante unas cuantas horas pero el cuerpo me pide mas. Demasiado sueño de retraso. Pero es imposible. Clac-clac-clac y alaridos constantes. Los hijos de puta del domino. Que en todas estas jornadas que llevo alojado en el apartamento no han parado ni un solo dia. Confirmado, estos malnacidos no tienen casa. Intento retozarme entre las sabanas, me tapo los oidos, intento ignorar el escandalo... todo en vano. Al final acabo como siempre, mirando al techo, con el cuerpo completamente dolorido y sin posibilidad de dormir todas las horas que necesito. A muy duras penas me acerco hasta la ducha e intento que el agua repare mi cuerpo, lo cual a estas alturas es una absoluta quimera. Nada, que nos toca pasar al plan alternativo, el de siempre, el que ya se que funciona. Medicina liquida.

Salgo al balcon precisamente en el momento en que los miserables del domino terminan su pachanga y recogen su tinglado. Pues ahora me toca a mi. Once de la mañana y sonora apertura de la primera chela del dia. La tormenta de arena de la jornada anterior ya es mas que historia y hoy tenemos un sol y un calor abrasador. No queda otra que hidratarse bien. Asi que me tiro realizando mi actividad preferida hasta las dos de la tarde. Y me acontece lo que en todas las sesiones etilicas anteriores. Tanto me emociono y tanto pillo la directa que al final me quedo sin metralla. Pero ya sabemos como funciona esto, a grandes males, grandes remedios. Vamonos para la tienda y de paso nos damos un garbeo por la playa.

Es tal la calina que estamos sufriendo hoy que en un momento dado incluso necesito meterme a pasear por el agua y asi refrescar un poco mis sufridos pies. Y de esta manera continuo durante media hora. Ya no se ni hasta donde he ido caminando, debo de estar ya cerca de Grecia, esta puta playa es interminable. Cuando me doy cuenta de que en la distancia ya ni veo la zona de mi alojamiento, decido que ya esta bien de esta mariconada de pasear por la orilla remojando los pinreles. Mejor me remojo por dentro. Y mira que casualidad que siempre que esta idea viene a mi cabeza aparece ante mi un precioso abrevadero con sus puertas abiertas e invitandome a tomar un refrigerio. Pues vamos alla, que no se diga que hemos venido aqui a perder el tiempo.

Despues de una maravillosa cerveza que me sabe a gloria, recuerdo que toda esta historia de salir a pasear por la playa no era mas que una excusa para comprar mas municion de cara a lo que resta de dia. Pues sera hora de ir a buscar una tienda y hacer acopio de provisiones, digo yo. Tal y como salgo del abrevadero, un par de oscuras nubes aparecen en el cielo y la temperatura baja drasticamente. Pues mira, mejor, asi el paseo de vuelta se me hara mucho mas facil y podre caminar mas rapido sin tener que sudar como un puto cerdo. Teniendo en cuenta que hoy es el ultimo dia que voy a pasar completo en el apartamento, ya que mañana apenas va a ser despertar y salir hacia el aeropuerto para regresar a casa, tan solo me pillo unas cuantas chelas, la primera de las cuales abro sin ninguna compasion mientras salgo al balcon nuevamente a proseguir mi interesante sesion alcoholica.

Pero mira, sera por el paseito o porque ya llevo demasiado liquido en el cuerpo sin nada solido, pero la cuestion es que ahora me ha entrado gazuza, y de la buena. Como esta es mi ultima jornada en Durres, decido retomar el truco que utilice el otro dia en Tirana y buscar la lista de mejores restaurants de la ciudad, a ver que me encuentro por aqui cerca. Y asi me hago una ultima cena en condiciones. A tan solo dos cuadras del apartamento tengo el Cosmo, en la posicion numero cinco de mejores restaurants de la urbe. Pues venga, voy a ponerme unos pantalones decentes (llevo todo el dia en shorts) y salgamos para alla a ver que viandas puede ofrecer esta gente a mi sufrido paladar.

Para empezar me pido las croquetas caseras de cangrejo y como plato principal el espectacular pulpo a la plancha, que es de lo mejor que he probado en mucho tiempo. Por supuesto lo riego todo con un litro de Korca, cerveza de la tierra, para no bajar ni un apice la intensidad etilica. A pesar de ser un restaurant bastante pijo, con camareros trajeados, velitas, flores y todas esas gilipolleces, lo cierto es que el precio, nuevamente, me resulta bastante irrisorio. Y bueno, con esto ya he comido para todo el dia y la noche, asi que ahora va siendo hora de plantearme mi proximo paso, aunque la verdad es que me encuentro bastante lleno, la noche ya ha caido y no estoy para demasiadas aventuras. Pues que cojones, vamos a nuestra rutina habitual.

Me paso por ultima vez por el badulaque, y es que en la compra anterior no habia hecho acopio de vino. Y que seria de una noche en mi apartamento de la playa de Durres sin mi habitual botellita de vino y, por supuesto, el canal de video-clips ochenteros en la television. Llego de vuelta al alojamiento un poco antes de las ocho y me preparo para acometer mi ultima velada en Albania. Entre lo mal que duermo, la cantidad de mamoneo que he ingerido hoy y el paseito por la playa, lo cierto es que me encuentro ciertamente cansado. Me pongo horizontal sobre el sofa y en esta ocasion no voy a llegar ni a la medianoche. Eso si, del vino no dejo ni una gota, con dos cojones.

jueves, 4 de abril de 2024

Una playa en Albania. Dia 6

No hay manera de poder tener una noche de sueño decente. A las cinco ya tengo los ojos abiertos como platos y observando el techo con autentica desesperacion. Al final, y despues de varias horas de intentar reconciliar el sueño, acabo hasta los cojones y decido salirme al balcon a hacerme una cerveza. Son las siete y no hay mucho mas que hacer, bueno, salvo echarle un ojo a la partida de domino de los tarados habituales de ahi abajo, que ya hace un rato que comenzaron su show. Clac-clac-clac-clac con las fichitas y yo chelita tras chelita hasta que un poco antes de las diez me quedo en dique seco. Menudo desayuno liquido que me he pegado hoy. Bueno, voy a dar un paseo a ver si se me despeja un poco este proyecto de taja matinal y, de paso, me acerco a una tienda y pillo algo mas de municion.

Al bajar a la playa me hago cargo de que el mar esta muy revuelto y por lo visto se avecina una buena tormenta. Aunque el sol sigue brillando en lo mas alto, hoy el dia no tiene nada de calido. Las rafagas de viento son continuas y terribles, hasta el punto de que si uno camina a contraviento le es muy dificil avanzar. Pero tampoco esta es una eventualidad que me vaya a detener en mi cometido. Es mas, con este fresquito me siento mucho mas comodo que con la bola abrasadora y me da por pasear hasta mas lejos que nunca. Playa abajo, al final llego a un punto en que decido callejear un poco y buscar, necesariamente, una tienda donde conseguir realizar la compra etilica que tanto ansio.

Cuando finalmente llego de vuelta al apartamento, la climatologia se ha complicado de una forma mas que preocupante. Sobre todo para la estructura del alojamiento en si, y es que me da que estas viviendas vacacionales junto a la playa no estan hechas para tanta ventolera. Todas las ventanas tiemblan y las paredes crujen de manera bastante siniestra. Asi que lo mejor es salir al balcon, toda excusa es buena. Que si, que hace un viento criminal, pero a mi eso me da igual, yo lo unico que quiero es beberme mis cervecitas. La unica preocupacion seria que se las llevara el vendaval, pero si las escondo en un rinconcito bien resguardadas ya no tengo ese problema. Y asi continuo durante unas cuantas horas, bebe que te bebe mientras dejo que el huracan destroce tantas edificaciones como quiera.

Ya son las tres de la tarde y, aunque el viento en si no me molesta en demasia, lo cierto es que tanto ruido de crujidos, cosas cayendo y rompiendose y demas desastres, ya me esta tocando los cojones un poco. Voy a salir a dar otro paseo y a ver si encuentro un bareto tranquilo donde pueda seguir chupando sin demasiado escandalo, y de paso me meto algo solido tambien en el cuerpo, porque de momento, y hasta esta hora, todo ha sido jugo de cebada. Asi pues, inicio ruta y me doy otro tremendo paseo, nuevamente playa abajo, para darme cuenta de que ahora lo que se nos ha venido encima es una terrible tormenta de arena. Aun asi, camino y camino buscando un refugio mas o menos decente, y es que todos los garitos por los que paso parecen mas endebles todavia que mi propio apartamento. Sin duda esta ciudad no esta preparada para este tipo de inclemencias meteorologicas.

Finalmente, y con arena en los ojos, boca, orejas y absolutamente por todas partes, encuentro uno de estos tipicos hoteles pijos que se levantan justo sobre la propia playa y ahi que decido meterme a cascarme una buena cerveza. O mejor que sean dos, le digo al estirado y trajeado camarero, y si eso tambien me traes el carpaccio de pulpo que hay en el menu, para que no pienses que solo soy un turista alcoholico en busca de cobijo frente a la tormenta. El carpaccio, por cierto, esta asqueroso, y fuera la tormenta arrecia hasta el punto de que ya no se ve absolutamente nada mas que una cortina amarillenta de arena volando. Como para salir a iniciar el paseo de vuelta a casa. Pues me quedo aqui un rato mas y, si eso, me hago un vinito, para cambiar de tercio. Oye, camata estirado, uno no, si eso me traes dos. Si, supongo que ya es la hora del vino, ya sabeis, la rutina habitual.

En un momento de mediana tregua por parte del vendaval de arena, decido intentar el regreso al alojamiento. Pero la cosa se complica y tengo, nuevamente, que buscar un refugio temporal durante unos pocos minutos para desenarenarme los ojos, porque llega un momento que no los puedo ni mantener abiertos. Vaya, que casualidad, he caido en otro badulaque con mogollon de botellas en sus estanterias. Pues ya que estoy aqui me pillo un vino para subirmelo al apartamento y asi terminar la noche bien contento. Venga, ultimos metros a la carrera en mitad de la tormenta de la arena y por fin llego a mi refugio dispuesto a comenzar la parte final de la jornada.

Ya sabeis, tele, videos ochenteros y botella de vino del pais. O mejor dicho, botellas. Y es que resulta que ayer, como cai bastante cansado cuando apenas si me habia bebido dos vasos, al final me deje un buen resto de la botella correspondiente a la jornada. Asi que, mira, no hay mal que por bien no venga, hoy tengo botella y media para ponerme completamente pasado hasta que el cuerpo aguante. Eso si, teniendo en cuenta que todo el papeo que llevo en el cuerpo en todo el dia es el carpaccio de pulpo del hotel pijo, lo cierto es que agarro un cagallon pero de los buenos. En fin, que lo de siempre, que llego hasta la medianoche, aunque esta vez si que me acabo todo el vino, y finalmente caigo absolutamente muerto sobre la cama. Y a ver cuanto y como duermo esta vez.

martes, 2 de abril de 2024

Una playa en Albania. Dia 5

Aunque no duermo mas de seis horas, al menos en esta ocasion consigo hacerlo del tiron. Y eso, teniendo en cuenta lo jodido que estoy con esto del sueño, podemos decir que es una buena noticia. Eso si, aun no son las ocho y tengo que salir disparado hacia la taza evacuatoria porque el cuerpo me dice que todo lo de ayer tiene que salir de inmediato. Y ademas a presion. Toma cagalera violenta. Si es que cuando no es una cosa es otra, la cuestion es que no hay una puta mañanita que no me encuentre, literalmente, hecho polvo. Estoy mas que cansado de esta vida que me ha tocado, sobre todo en los postreros años. Viendo como esta el panorama, me quedaria de buen gusto otro dia tirado en el balcon mamando cervecitas, pero ya que hemos venido a un pais en el cual es la primera vez que estoy, digo yo que habra que realizar alguna actividad turistica tambien. Asi que vamos a intentar hacernos el animo, por mucho que nos cueste.

Intento arreglarme el cuerpo medianamente con un cafe y una ducha. Despues ingiero unas fresas y uvas que compre alguno de los dias anteriores en uno de mis diversos paseos por las tiendas locales y, todavia sin estar ni mucho menos en condiciones para hacer demasiado, decido iniciar una pequeña caminata de unos veinte minutos que me va a llevar hasta la terminal de autobuses de Durres. Si, amigos, me voy de excursion. Lo cierto es que desde que llegue al apartamento la primera noche, y teniendo en cuenta que la capital apenas si queda a media hora de conduccion, siempre tuve en mente la idea de acercarme a Tirana a pasar alguna jornada completa y ver las tipicas mierdas habituales que las capitales suelen ofrecer a los turistas. Pues mira, hoy tenia que ser. Porque si lo voy dejando para cuando este en un estado fisico y mental mas o menos potable, al final no ire nunca.

La estacion terminal de Durres es basicamente una explanada con un buen numero de buses, de todos los tamaños y colores, malamente aparcados y dispersos por todo el lugar sin ningun orden aparente. Ni paneles informativos, ni cartelones, ni salas de espera, ni edificios, ni nada que a uno le pueda invitar a pensar que eso es la estacion principal de autobuses de la segunda ciudad del pais. En cualquier caso, encontrar el bus correcto no es nada dificil. Un tipo larguirucho con gafas de culo de vaso situado junto a la puerta de un transporte no para de gritar "Tirana! Tirana!" Asi que supongo que ese sera el autobus correcto. Sin preguntar demasiado, simplemente subo la escalerilla y me introduzco en el oscuro vehiculo, que esta casi completo, y tomo un asiento al azar.

Tan solo diez minutos despues el cacharro arranca e iniciamos viaje. A mitad de camino, el tipo de las lupas pasara asiento por asiento a recaudar el importe del viaje, que obviamente solo se puede abonar en efectivo, y que tiene un precio mas que irrisorio. Las dos ciudades, como ya comente varias veces, estan muy cercanas, y durante el trayecto apenas si se puede ver algo de la habitual zona mas natural que suele haber cuando uno viaja entre poblaciones. Esta carretera entre Durres y Tirana discurre, basicamente, por entre fabricas, naves industriales y casas particulares con aspecto vacacional. En todo el trayecto, la unica naturaleza que vi fue una vaca solitaria en mitad de un mini-campito vallado y tres gallinas correteando por una gasolinera. Al fondo, eso si, algunas montañas aunque no demasiado altas. Y en un santiamen y casi antes de poder darme cuenta, el autocar se detiene y apaga el motor. Ya estamos en Tirana.

Me quejaba de lo cutre de la estacion terminal de Durres pero esta, en la capital, es incluso peor si cabe. Otra polvorienta explanada, esta sin ni siquiera estar asfaltada en muchas de sus zonas. Por no haber, aqui no hay ni casas alrededor. ¿Donde cojones estamos? Activo el localizador de Google Maps y veo que si, que estamos en Tirana, pero la puta estacion (o lo que sea, porque me niego a llamar a esto estacion) esta en las afueras y en mitad de un cruce de autopistas. Vamos, que sales de la explanada y no hay ni acera para caminar. Y para llegar al centro veo que hay que patear como unos cuarenta y cinco minutos. Pues oye, aqui no me voy a quedar. Pillo el arcen de una de las autopistas y venga, a ejercitar las piernas. Eso si, la caminata, con tanto automovil, motocicleta y camion pasando a apenas unos centimetros de mi persona, es de lo mas ruidosa e incomoda, pero bueno, en peores lugares me he visto dando estos extraños paseos. Al menos aqui, por ejemplo, no hay osos polares al acecho.

Pero lo cierto es que hace un calor terrible y durante veinte minutos no encuentro ni un puto refugio donde parar a disfrutar de la sombra y tomar un respiro. Aunque a lo lejos se distiguen algunas nubes de tormenta que parece que se acercan, lo cierto es que ahora mismo la puta bola amarilla intensa se ceba sobre mi cabeza y, lo peor, tengo la lengua por los suelos. Si, la verdad es que tengo mucha sed. Lo que daria ahora por una cervecita bien fria. En cualquier caso, poco a poco van apareciendo mas y mas edificaciones y eso solo puede significar una cosa. Nos estamos acercando al centro y en breve comenzaran a aparecer bares a mansalva. Bueno, tampoco voy a esperar a que aparezcan tantos. De hecho paro en el primer abrevadero que veo, el Soho Bar. El sitio es amplio y, lo mas importante, fresco y oscuro. Que alivio. Un camata jovenzuelo con muy poca conversacion me trae lo solicitado, la primera chela del dia. Aunque para mi desgracia es una Peroni (cerveza italiana que no me mata) porque parece ser que aqui es la unica marca que tienen. En fin, mejor eso que una patada en los cojones.

Ya refrescado, continuo mi caminar hacia el centro entre bloques de viviendas de aspecto comunista (lo esperado en la capital de Albania), hasta llegar al mismo centro, donde ya el paisaje es el tipico de tiendecitas y restaurants. A pesar de que la sed comienza a reaparecer, decido no detenerme, porque me conozco y al final si me lio acabare solamente mamando y no vere ninguna de las cosas que se supone todo turista debe visitar en Tirana. Llego a la plaza central de la ciudad, muy amplia, en la cual se situan casi todas las principales atracciones, la opera, el museo de historia nacional, la mezquita, la torre del reloj... Obviamente tomo fotografias de todo pero tampoco me embobo demasiado. Un poco mas alla, por un callejon, se llega a la catedral ortodoxa, la cual es quiza de lo mas impresionante de la zona y, asi como quien no quiere la cosa, ahora me empieza a entrar gazuza.

Pues ya que estamos en la capital, vamos a consultar en internet los mejores lugares de papeo de todo el pais y a ver si hay alguno por esta zona y lo visitamos. Ya que vamos a jalar, hagamoslo bien. Zgara e Tirones, numero cuatro en la lista y apenas me queda a un paso, ahi vamos. Me pido un par de platos tradicionales que estan cojonudos y por supuesto una chela albanesa de medio litro para regar el tema. El camata es un tio cuarenton bastante simpatico y que habla mas o menos en ingles, supongo que por el tema de que este es un restaurant donde cae algun que otro turista. Ciertamente acabo muy satisfecho, y mas todavia con el precio. Cuando uno busca en estas listas de mejores restaurants siempre se espera algo pijo, carero y estirado. Pero esto es Albania y aqui, por mucho que uno quiera, practicamente no va a encontrar ese tipo de locales, asi que he acertado de pleno. Barriga llena y gaznate regado, ya me encuentro mucho mejor. Sigamos con el paseo turistico.

Una de las principales atracciones de Tirana es la gran piramide blanca. No, ni nos hemos ido de repente a Egipto ni me he vuelto loco. Resulta que durante la epoca comunista, en una localizacion del centro de la capital, se construyo un misterioso edificio en forma de piramide que servia a modo de palacio de congresos o algo asi. El caso es que las paredes exteriores de la susodicha piramide son tremendas escaleras blancas por las que uno puede subir hasta lo mas alto, donde se situan unos cuantos banquitos con los correspondientes miradores desde las alturas. Pues ahi que voy a escalar, y desde luego la vista desde arriba, de casi toda la ciudad, es realmente acojonante. Pero tampoco es que este paripe de mucho mas de si, y yo tampoco he venido aqui a contemplar vistas ni a perder el tiempo sentandome en un banco. Ademas, de aqui a menos de dos horas va a anochecer y tampoco quiero llegar demasiado tarde de vuelta a Durres. Asi que mejor ir moviendo el culo nuevamente hacia la surrealista estacion terminal de autobuses para agarrar el vehiculo de retorno a la segunda ciudad del pais.

Obviamente en esta "estacion terminal", al ser la de la capital, hay mas buses que en la de Durres, Pero tampoco me resulta nada dificil encontrar el vehiculo correcto. Otro tio gritando "Durres! Durres!" junto al autocar. No tiene perdida. Subo y me encuentro que el transporte, en esta ocasion, si que esta a parir pero de verdad. Hasta el punto de que pillo el ultimo asiento disponible. Pero el tema es que sigue subiendo gente. Y no hay asientos. ¿Entonces? Pues se quedan de pie en el pasillo. Pero sigue subiendo gente. Se apretujan. Pero suben mas aun. Al final el chofer abre las puertas y algunos se hacen todo el trayecto medio colgando por fuera. Tremendo. Vamos tan petados que, una vez comenzamos a entrar en Durres, en cada semaforo se bajan dos o tres personas, sin parar el motor ni nada, por las buenas. Supongo que esto les viene mejor para acudir a sus hogares que tener que llegar a la estacion y luego dar el paseo de vuelta. Pues yo tomo nota y hago lo mismo. Cuando veo que el bus para en un semaforo cerca de la zona de la playa, donde yo tengo el alojamiento, doy varios codazos y me abro paso para bajarme por las bravas. Mira que de puta madre, asi me he ahorrado el paseo de veinte minutos desde la estacion al apartamento.

Con este ahorro de tiempo aun ni siquiera se ha puesto el sol, asi que me doy una vuelta por los alrededores del alojamiento, visitando las habituales tiendas para avituallarme de cara a la noche. Ya sabeis, cervecitas y vino. Hoy, ademas, he quedado para grabar un podcast junto con mi querido compañero argentino de andanzas youtuberas, Gustavo Maher. Y por supuesto lo vamos a grabar desde mi lugar preferido y realizando mi actividad preferida. Balconcito y chela, aunque ya haya caido la noche y el escenario se haya tornado un tanto oscuro. Y una vez concluida la sesion online, por supuesto, va a ser hora de proceder a nuestra rutina habitual. Television, videos ochenteros y botella de vino. Aunque hoy, todo hay que decirlo, el cansancio de los pateos por Tirana se apodera de mi cuerpo y, apenas despues de beberme el segundo vaso de caldo enologico, caigo rendido sobre la cama y me despido hasta la jornada siguiente. A dormir, o eso espero.

lunes, 1 de abril de 2024

Una playa en Albania. Dia 4

Otra noche terrible. En esta ocasion ya no puedo ni contabilizar las veces en que me desvele, di vueltas y volvi a caer. Una constante a lo largo de toda la madrugada, durmiendo a plazos de unos pocos minutos y con los ojos realmente doloridos de tanto abrir y cerrarlos. A las ocho, hasta los cojones ya de tanto baile, decido finalmente levantarme y ver que narices hago con la jornada que tengo por delante. Pero estoy realmente hecho polvo, cansado hasta la extenuacion y me siento incapaz de dar ni un solo paso. Busco algo de hidratacion con un jugo de fresa que compre no recuerdo cuando. Me lo enchufo de un trago hasta la ultima gota y a pesar de ello aun siento la boca reseca. Voy a ver si mejoro con un remojon, aunque lo dudo mucho.

Intentando quitar de mi mente las malas vibraciones y olvidarme de mi pesima condicion fisica, trato de mantenerme ocupado durante la siguiente hora con la susodicha ducha, un afeitado e incluso poniendo una lavadora con ropa sucia. Pero no hay manera, mis movimientos son lentos y pesados y a cada pocos segundos siento que me quedo sin aliento. Me tiro en el sofa un rato y me encuentro todavia peor. Necesito mas ocupaciones, voy a bajar a tirar la basura, que ya tengo tres bolsas acumuladas. Claro que el salir a la calle y sentir la calina de la bola amarilla en mi cabeza es todavia peor. Arrastro los pies, no puedo mas... espera, espera, ¿que es eso? Anda, el badulaque. Oye, ¿y si me pillo unas cervecitas y las utilizo como medicina? A peor de lo que ya estoy es imposible ir, asi que no pierdo nada por intentarlo. Venga, a por metralla.

Me salgo al balcon y me abro la primera del dia. Cae de un trago. Estaba mas que claro que necesitaba algo asi. Me abro otra, me refresca, empiezo a sentir una cierta mejoria. Otra mas, y ahora tambien me pongo algo de musiquita en el telefono celular para amenizar la sesion. A la tercera cancion ya me pongo en pie y empiezo a dar un bailecito con una cancion de Ringo Starr. Joder, como me esta entrando la cerveza. Me hago un sandwich de bacon para acompañar. Me bebo otra mas. La lavadora ya ha terminado. Cervecita en mano y todavia con la musica de fondo, me dedico a tender la ropa sin parar de beber. Ahora mismo soy la alegria del barrio, mamando, bailando, aullando, aplaudiendo... Y a todo esto ya se me han hecho las tres de la tarde.

Hace un calor terrible. Asi que, entre el pedo que llevo y que con este clima tampoco creo que pudiera salir a caminar hasta muy lejos, decido continuar la jornada tal y como ha transcurrido hasta este momento, montandome mi propia fiesta en el balcon y chupando mas y mas cerveza. Me saco unas aceitunitas para acompañar, al cabo de un rato me cocino una pasta con bacon que me entra de fabula. Y no paro de mamar. El sol ya esta cayendo, asi que disfruto del ocaso sobre el puerto al tiempo que me acabo las ultimas existencias liquidas adquiridas durante la matinal. De noche y sin cervezas, ¿hora de terminar la juerga? Pues no, que para eso esta el badulaque ahi abajo y empieza a ser mi hora preferida para enchufarme una fantastica botella de vino albanes.

En apenas dos minutos realizo el tramite de la compra y ya estoy de vuelta en el apartamento. Hora de terminar el dia como es debido. Me abro el caldo enologico y enchufo el televisor para iniciar mi rutina nocturna de las ultimas jornadas. Mamoneo y video-clips ochenteros. Hoy me sorprende en particular una cancion que nunca antes habia escuchado, "La Tercera Pierna De John Wayne". El titulo parece bastante jocoso, pero la cosa pasa incluso a mayores cuando escucho la letra completa, y es que el tema parece que trata sobre el miembro viril del famoso actor, cuyo tamaño, segun la leyenda, parece ser que era descomunal. Lo que uno descubre con estos programas musicales.

Llego a la medianoche con un pedal sumamente intenso, hasta el punto de que hoy en lugar de en el sofa, acabo tirado en el suelo. Y es en estos momentos cuando me hago cargo de la jornada que acaba de transcurrir y en la cual no he hecho absolutamente nada mas que alcoholizarme y lo mas lejos que he llegado ha sido a los contenedores de basura que se encuentran al otro lado de la calle. ¿Pero os creeis que me preocupa en absoluto? Que cojones, para eso son las vacaciones. Y al que le moleste, que se joda.

 
Clicky Web Analytics