sábado, 21 de mayo de 2022

Vacaciones en Jersey 4. Explosion final

Hoy me levanto a las siete y media. Por lo menos no son las cinco o las seis y no tengo que esperar mucho hasta la hora del desayuno, ya sabeis, las ocho y media. Asi que esta horita de margen me la paso bien entretenido entre una intensa sesion de vaciado y una reparadora ducha. Pero no se que pasa que ya no consigo alcanzar esa sensacion de dejar mi cuerpo como nuevo, supongo que los excesos se van acumulando y estas vacaciones en Jersey comienzan a ponerseme un poco cuesta arriba. Bueno, por lo menos hemos conseguido llegar hasta el final, y es que, efectivamente, hoy sera nuestra ultima jornada en esta maravillosa isla, contada excepcion de las pocas horas que tendremos mañana justo antes de subirnos a nuestro matinal vuelo de vuelta a casa. Pero eso ya llegara. De momento vamos a ver si despedimos el viajecito como se merece.

Durante el desayuno me encuentro bastante solo. El viejo aleman ya se ha largado (efectivamente tenia toda la pinta que venia unicamente para el Liberation Day) y la inglesa dicharachera del marido timido hoy parece que no tiene ganas de hablar porque no cruza ni una sola palabra con nadie. Casi que lo agradezco. Tras llenar el buche, me doy mi habitual paseito por la piscina pero la cosa hoy esta bastante desagradable. Cielo cubierto, viento frio... no es el mejor clima para darse un chapuzon. Para eso no, pero para una sidra... Tengo un par de las que compre ayer en la explotacion vinicola, asi que me siento en el jardin, mas o menos resguardado del viento y la posible lluvia que pueda caer, y me las echo gaznate abajo como quien no quiere la cosa. Menudo complemento mas de puta madre para el desayuno.

Yo no se si es porque este puntillo alcoholico que acabo de pillar me ha destemplado un poco, pero el caso es que ahora siento que hace un frio criminal. Sera hora de ir moviendo el culo para realizar alguna actividad, porque como siga mamando, me voy a quedar anquilosado en el hotel todo el dia. Imprescindible si uno viene a Jersey. y particularmente si se hospeda en la villa de St. Helier, es visitar Elizabeth Castle. El castillo mas mitico y reconocido de toda la isla, sin duda. Lo curioso del lugar es que se encuentra en un pequeño islote frente a la ciudad en si, al cual se puede llegar paseando cuando baja la marea. Y esa es la idea que tengo en mente. Una pequeña caminata por entre las aguas abiertas, al mas puro estilo de Moises atravesando el Mar Rojo. Claro que con la suerte que tengo, todo sea que la subida de la marea me pille a mitad de camino y acabe llegando a la fortaleza a nado.

Ni una cosa ni otra. Tanto me he explayado con las sidritas matutinas que cuando llego al paseo maritimo me informan de que la marea ya ha subido. Ahora la unica manera de llegar hasta el castillo es con "el sapo". Asi es como los lugareños llaman al curioso vehiculo anfibio que acerca a los turistas, en un paseillo de unos pocos minutos a traves de las aguas, hasta el tan deseado lugar. El cacharro es de lo mas extraño. Es una especie de autobus pintado de colorines, con unas enormes ruedas dentadas para rodar por la arena, pero a la vez con aspecto de barcaza para cuando sube la marea. Que sea lo que Dios quiera, que con las dos sidritas a mi ya me da igual si esto es un camion, un tractor, un tanque, un sapo, un cerdo o un tiburon. Vamos para el castillo.

Lo cierto es que el lugar es espectacular. Con mucha historia. Desde el Siglo VI, en que el patron de la ciudad, el tal St. Helier, instalo aqui su morada hasta que fue decapitado (cosas de aquellos tiempos), pasando por diferentes batallas medievales e incluso llegando hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes reutilizaron la fortificacion para defenderse de un posible ataque aliado que nunca llego a acontecer. Recorro todo lo recorrible, subo hasta lo mas alto y me recreo en todas y cada una de las estancias por las que paso, gozando especialmente con los nidos de ametralladoras que los nazis emplazaron en las posiciones mas estrategicas. Al final consumo hasta tres horas de mi tiempo en esta visita cultural que, ciertamente, merece la pena. Pero claro, tanto movimiento de piernas al final es lo que tiene, que da mucha sed. Y aqui no hay cervezas.

Por cortesia del sapo, nuevamente, llego de vuelta hasta la ciudad y, entre unos tremendos nubarrones negros que amenazan a tormenta de las buenas, me paro en la terracita de un restaurante tailandes. Pero no es comer precisamente lo que hago. Pinta de Carling gaznate abajo, que bien que entra cuando hay sed, y acto seguido lluvia torrencial que descarga sin ningun tipo de compasion. Menos mal que ya me lo veia venir y me he ubicado estrategicamente debajo de un toldo. Asi veo pasar a la gente chapoteando y poniendose como sopas mientras yo continuo degustando mi caldo con extremada fruicion. Tras finalizar una segunda pinta en el tailandes, aprovecho una pausa en el aguacero para acercarme a mi pub preferido, The Forum, y alli meterme otras dos mas. Ojo que ya estoy empezando a pillar velocidad de crucero.

Finalmente, y antes de que esto se me vaya de las manos demasiado pronto, decido volver al hotel a relajarme un poco y cambiarme de ropa, puesto que la hora de cenar se va aproximando. Obviamente lo de cambiarme es una excusa para parar en el bar del hotel y hacerme otras dos chelas. Aqui soy informado de que el entretenimiento para esta noche va a ser una intensa sesion de bingo. Que me suena mucho mejor que el quiz y la musica en directo de los dias anteriores, porque como gane me da que me quedo en Jersey una semana mas. Piscinita, comer, mamar... menuda vidorra. Relamiendome ante esta posibilidad y ya con un puntillo alcoholico mas que considerable tras todas las chelas ingeridas en las ultimas horas, salgo nuevamente a la calle en busca de algo solido que echarme al estomago, a ver si me baja esta puta melopea que esta empezando a invadir mi cuerpo de forma mas que abrasiva.

Tampoco tengo que irme muy lejos. Es hora de volver al restaurant madeirense que probe la primera noche, justo enfrente del hotel, el Funchal Paradise. La cataplana de marisco me llama, seguro que me reconforta. Y las dos botellas de vino portugues que caen con ella, fijo que tambien. Mira que vengo aqui a intentar que me baje la chuza y lo unico que consigo es ponerme ya directamente fuera de orbita. El dia, sin duda, ha ido in crescendo en lo etilico, y lo peor de todo es que me da que esto aun no ha terminado. Salgo del lugar dando tumbos y medio desorientado, y eso que la puerta del hotel esta justo enfrente de la del restaurant. No tengo mas que cruzar la calle, que apenas si tendra tres o cuatro metros de ancho, pero aun asi no acabo de ubicarme. Sera que mi cerebro me detiene y no quiere entrar al hotel porque sabe que voy a ir directo al bar y lo que me espera alli ya va a ser la hecatombe.

Me da igual lo que quiera mi cerebro. Caigo en el bar y me pido dos cartones del bingo que, mira tu por donde, acaba de empezar. Y por supuesto empiezo a pedir chela tras chela, para rematar el show. Hay un tio cantando numeros de bingo, eso seguro, y yo tengo los dos cartones delante, todo hasta aqui normal. Lo que no se es si voy tachando los numeros que el dice o los que a mi me vienen en gana. Al final alguien canta bingo y yo me doy cuenta de que mis cartones estan llenos de rayajos y dibujos raros, pero lo que es jugar al bingo propiamente, me da que me lo he pasado por el forro. Pero a estas alturas ya me da absolutamente lo mismo. Las chelas dan paso a un par de vodkas, la gente va desapareciendo del bar y yo sigo a lo mio, y sigo y sigo y sigo...

Supongo que tengo una gran laguna sobre lo acontecido despues. Aunque tampoco me arriesgo mucho si apuesto a que lo que estuve haciendo durante las siguientes dos horas fue seguir mamando. La unica escena que recuerdo es cuando el camarero portugues se acerco a mi a la una de la madrugada a decirme que me fuera ya a dormir porque iba a cerrar el bar. En ese momento me encontraba jugando al billar contra mi mismo, completamente rodeado de la mas absoluta soledad y con un vaso de vodka vacio como mi unico compañero de viaje. Las vacaciones en Jersey habian, definitivamente, llegado a su fin. Pero que fin... Eso si, del resacon con el que tuve que realizar el viaje de vuelta a casa al dia siguiente, mejor no hablamos. Pero que le vamos a hacer. Todos tenemos nuestras cosas...

lunes, 16 de mayo de 2022

Vacaciones en Jersey 3. La camiseta de The Beatles

Cada dia me despierto mas pronto. A las seis de la matinal ya tengo los ojos como platos. Y el estomago encendiendo todas las luces de alarma, por supuesto, y es que los excesos gastronomicos de ayer tenian que salir por algun lugar. Asi que ya os podeis imaginar cual es mi primera actividad del dia, un par de vaciadas brutales. El lado positivo es que tengo tiempo de sobra para arreglar medianamente el cuerpo antes de bajar a desayunar a las ocho y media. Asi que entre estos paseos a descargar, una larga e intensa ducha y arrastrarme un poco por la habitacion perdiendo el tiempo con una y otra tonteria, al final pasan las horas y llega el momento de llenar el buche otra vez. Menudo circulo vicioso, llenar, vaciar, llenar, vaciar... Supongo que en esto consiste la vida.

Hoy el que se ha levantado con ganas de chachara es el viejo aleman enorme de la mesa de al lado. Si, el que ya os dije que no vuelve a cumplir los noventa. Veterano de la guerra seguro. El tipo capta de refilon la remera de The Beatles que visto hoy y comienza a taladrarme con que el primer disco que se compro en su vida fue Help, en 1965. A ver si el menda no va a ser tan anciano como yo me pensaba. Y luego que si se caso con su mujer a los compases de Sgt. Pepper. Vamos, un beatlemaniaco en toda regla. Aunque a mitad de conversacion comienza a taladrarme con Alain Delon, el actor frances, que no se que cojones pinta en todo esto, asi de repente. Bueno, quiza es que es de su generacion, porque ese tambien anda ya cerca de los noventa.

Intento controlarme con el desayuno para no acabar igual que ayer. La siguiente actividad, por lo tanto, sera echar un ojo a la piscina para ver si me hago unos largos y empezamos a quemar lo recien ingerido. Pero lo cierto es que a estas tempranas horas hay demasiados viejos pegandose su remojon matinal y ademas el sol empieza a quemar otra vez. Dejaremos el asunto para mas tarde. De camino de vuelta a la habitacion, pasando por recepcion, me fijo en un folleto que promociona un tour por unos viñedos al norte de la isla, con degustaciones enologicas incluidas. Pregunto a la recepcionista y me dice que lo puedo reservar en el mismo hotel y que pasan a recogernos con un microbus a las dos. Pues oye, parece interesante, y si ademas nos dan de mamar... Pero hasta las dos aun quedan unas cuantas horas, asi que voy a ver si me entretengo con alguna otra actividad mientras tanto.

Voy a salir de compras. No, no me he vuelto loco ni nada por el estilo. Ya sabeis que siempre me gusta traerme algun souvenir de vuelta a casa. Aunque sea un discreto iman de nevera, que en realidad es, al final, lo unico que compro en mi paseo por las calles de tiendas de la ciudad. Claro, si es que en realidad todo era una excusa para parar en un par de pubs y hacerme las primeras chelitas del dia. Pero tampoco me quiero exceder, porque lo cierto es que el desayuno todavia no me ha bajado y me espera la degustacion de vinos. Vamos a tomarnoslo con calma.

Vuelvo al hotel dispuesto a prepararme para el tour y me encuentro con que el guallon de Liverpool que hacia el quiz anoche esta ahora en la recepcion y me pregunta si me lo pase bien con sus preguntas. Se ve que el tio en realidad curra de recepcionista. Por supuesto, siendo de donde es, tambien se fija en mi camiseta de la banda mas mitica de su patria y parece que va a empezar a taladrarme al respecto. Otro como el viejo aleman. Pues paso de aguantar a mas beatlemaniacos perturbados. Pongo la excusa de que quiero darme un baño en la piscina antes del tour etilico y salgo pitando. Y en realidad lo unico que hago es subir a la habitacion, preparar el gaznate y poner la mejor de mis sonrisas ante lo que esta a punto de acontecer. Nos vamos de vinos.

El microbus cutre me recoge en la misma puerta del hotel. Cuento hasta quince personas, supongo que todos con las mismas aficiones alcoholicas. Cruzamos la isla de sur a norte por autenticas carreteras de mierda por las que apenas si cabemos y es aqui cuando me alegro de no haber alquilado un automovil para tener que manejarlo yo mismo. El paisaje interior de Jersey es realmente hermoso, con frondosisimos bosques y arboles enormes que casi asemejan el lugar a una selva. Finalmente llegamos a la costa norte, donde se encuentra La Mare Wine Estate, una propiedad vinicola que cultiva y elabora sus propios vinos, entre otros brebajes etilicos varios que muy pronto vamos a descubrir. Y por supuesto a catar, que al fin y al cabo para eso hemos venido.

Una guia rubia en torno a los cuarenta que esta de muy buen ver nos hace el tour por toda la propiedad. Y por supuesto nos ofrece las catas. Que van a ser incluso mas intensas de lo que yo estaba esperando. Tres tipos de vino diferentes, champagne, sidra, brandy, crema de brandy, vodka... Algunos de los otros integrantes del tour ya incluso declinan los ultimos caldos, pero yo no paro hasta que no me dejan de ofrecer. La melopea empieza a afectarme seriamente. Para mas inri, el asunto termina en el bar que tienen dentro de la misma vineria. Supongo que para que, ahora si, hagamos gasto pidiendo mas mamoneo. Obviamente ya a estas alturas todo el mundo se ha plantado, salvo alguien que esta muy sediento y no puede parar, o sea, yo. Me enchufo dos sidras mas (que es de lo que mas me ha gustado) y me recreo tanto con el placer etilico que casi pierdo el microbus de vuelta. En un momento dado me hago cargo de que me he quedado solo en el bar y, tras beberme la ultima sidra casi de un trago, salgo corriendo hacia nuestro vehiculo, que ya esta arrancando motores.

De vuelta al hotel con un mareo considerable, me doy cuenta de que la piscina esta completamente vacia. Hora de nadar un poco, o de ahogarme, porque con la chuza que llevo todo es posible. Lo cierto es que aqui no hay nadie porque ahora mismo el cielo esta nublado y se ha levantado un viento bastante frio. Pero yo soy escoces y a mi me la suda. El agua, de hecho, esta de pelotas, o al menos asi me lo parece a mi. Lo peor es cuando, intentando hacer un largo a toda velocidad, noto un pinchazo en el muslo de mi pierna derecha. Ya la hemos jodido. La tipica lesion del que nada una vez cada lustro y cuando lo hace, borracho como una cuba, se exhacerba y se cree que es Mark Spitz. Salgo rapidamente del agua y parece que puedo caminar sin demasiada dificultad. Bueno, solo ha sido un pequeño tiron, pero mejor dejar la natacion tras este aviso. Volvamos a otros asuntos que se nos dan mejor. Porque a todo esto ya es hora de cenar y no he metido nada solido al cuerpo desde la hora del desayuno.

Hoy me apetecia probar alguno de los restaurants italianos de la zona, de los cuales me habian hablado bastante bien, pero todos por los que paso estan cerrados a cal y canto. La opcion de retornar al Funchal Paradise, el madeirense del primer dia, siempre esta ahi. Pero no se que cojones pasa que tambien esta cerrado. Esto se complica. Al final acabo en La Bastille, que como su nombre indica se dedica a la cocina francesa. Y yo odio la cocina francesa. Amariconamiento total, muchas salsitas y tonterias, y al final te quedas con hambre porque las porciones son de risa. Y encima te clavan. Pues pleno a todas esas putadas e incluso alguna mas. Este jodido sitio es todo eso al cien por cien, con el agravante de que la camarera, aunque esta realmente de muy buen ver, es seca, antipatica y muy poco profesional. Incluso se equivoca con el vino frances que le pido y me trae uno sudafricano. Desastre total estos gabachos hijos de puta. Se me ha bajado hasta el pedal que traia de la vineria.

Totalmente deprimido, me vuelvo al hotel para acabar en el bar a chelazo limpio y echar un ojo al entretenimiento nocturno que tienen hoy. Musica en directo, en principio no pinta mal. Pero en cuanto el vejete que hay sobre el escenario (este tampoco vuelve a cumplir los sesenta) pilla la guitarra y empieza a tocar como el culo y cantar mas desafinado que un coro de grillos afonicos, se me cae el mundo al suelo. Ya directamente me pido un vodka, hasta la cerveza se me esta agriando en la garganta. Como colofon, y para rematar la jornada, el "musico" se fija nuevamente en mi camisola beatle y, tras una muy inquietante sonrisa, comienza a interpretar uno tras otro hasta diez temas de la famosa banda de Liverpool. Eso si, con letras y acordes inventados y cantando realmente como el culo. Ni me espero al final del lamentable recital. Me subo a dormir la mona y a reflexionar en como una camiseta de The Beatles me ha podido agriar tanto el dia.

domingo, 15 de mayo de 2022

Vacaciones en Jersey 2. Liberation Day

Me levanto a las siete y, para mi sorpresa, con ningun tipo de resaca ni daño estomacal demasiado severo. O me estoy amariconando con las chuzas que pillo o es que mi cuerpo cada vez se va haciendo mas resistente. O quiza estoy ya tan jodido que he llegado a esa etapa en la que uno ya directamente no siente nada. A saber. El caso es que hasta las ocho y media no sirven el desayuno, que por supuesto tengo incluido con mi estancia, en el comedor del hotel. Asi que pierdo el tiempo un poco leyendo tonterias en el celular y retozandome un poco mas por el catre hasta que llega la hora de llenar el buche nuevamente. Y lo cierto es que me va a venir bien, porque a pesar del llenazo que me meti anoche, la verdad es que tengo muchisima hambre. Sera que el vaciado que acabo de realizar en la taza ha sido muy intenso, que ciertamente si que lo ha sido.

Una vez en el salon comedor, un tipo muy amable me asigna una mesa, que dice que va a ser la que tengo asignada para mi desayuno todas las mañanas mientras permanezca en el hotel. Pues ahi que voy y me siento, y comienza el show con mis "vecinos" de mesas. A mi izquierda, una pareja inglesa que ya no vuelve a cumplir los setenta. La vieja muy dicharachera, tanto conmigo como con los demas comensales de las mesas mas cercanas. Eso si, al marido ni le dirige la palabra. Aunque el hombre esta demasiado enfrascado con sus tostadas, huevos y demas manjares, como para prestar atencion a nadie, ciertamente. A mi derecha, un grupo de cuatro alemanes, donde destaca sobremanera un viejo enorme con tirantes que debe de andar en torno a los noventa y que come como un autentico cerdo. No me extrañaria que fuera un veterano de la guerra que ha venido aqui a reivindicar la isla para su nacion nuevamente. Porque, a todo esto, hoy, como ya sabemos todos, es la fiesta nacional de Jersey, el Dia de la Liberacion.

Por lo que he podido indagar, la jornada va a estar llena de festejos y celebraciones en Liberation Square. Desde primera hora de la mañana y hasta caer el sol, y seguro que incluso mas alla. Pero yo me lo voy a tomar con tranquilidad. Porque el dia amanecio realmente soleado y caluroso, y la piscina del hotel me esta llamando. A pesar de que me siento nuevamente lleno como un globo, y es que el English breakfast ha sido de lo mas completito, decido darme un primer chapuzon. A todo esto, me gustaria saber por que cojones lo llaman English breakfast si Jersey no pertenece a Inglaterra. Pero bueno, intuyo que sera para que los putos turistas ingleses, que logicamente son una inmensa mayoria, se sientan como en casa. Asquerosos tiranos colonialistas. Pero dejemonos de nuestro habitual resentimiento escoces, que siempre sale a relucir por algun sitio. Oye, que bien que se esta en la piscina. Esto si que es sentir que uno esta realmente de vacaciones. Y por cierto, que ahora me doy cuenta de que lo de estar rodeado de viejos decrepitos durante el desayuno no se debio simplemente a una cuestion de azar. Es que miro a mi alrededor y veo que la media de edad de huespedes del hotel debe de estar en torno a los ochenta tacos. A ver si me he confundido y he pillado habitacion en un geriatrico. Vaya tela.

Despues de una buena sesion de natacion y sufrir las calurosas inclemencias del astro rey, que no sabeis lo que me joden, decido que ya es hora de adecentarme un poco y acercarme a ver los festejos del Liberation Day. Nada mas salir del hotel ya me encuentro con un desfile de una banda de musica, seguida de varios cuerpos militares, seguidos de niños con banderitas, seguidos de coches clasicos de los años cuarenta (que no me explico como hay tantos y funcionan todos), y al final varios vehiculos del ejercito desde los cuales nos tiran confetti. Las putas calles estan bloqueadas y atiborradas de gente. Y el sol ahi arriba dando por culo a base de bien. Menos mal que mi sombrerito de turista me esta salvando de una buena insolacion, aunque ya empiezo a sentir el quemazon en los brazos. Me cago en la puta, necesito una chela pero ya. Hidratacion urgente, por favor.

Por suerte, en mitad de Liberation Square han montado un escenario con numerosos tenderetes a uno y otro lado, donde venden todo tipo de psicolabis, tanto solidos como liquidos. No, yo hambre no tengo. Yo voy a lo que voy. Las dos pintas de Heineken caen practicamente de un trago y me sientan como ambrosia de los dioses. Y eso que a mi la Heineken me da bastante asco y que encima la sirven en vasos de plastico. Pero ya se sabe, a buen hambre no hay pan duro. O mejor dicho, a sed extrema, no hay cerveza mala. De todas formas, a mi tanto gentio me agobia muchisimo, y el calor y la solana incesantes no ayudan en absoluto. Asi que voy a dejar el asunto este de la liberacion y me vuelvo al hotel, que fijo que ahora todos los viejos estan de pingoneo por la ciudad con la mierda esta de las celebraciones y la piscinita esta de lo mas tranquila. Y vaya si lo esta. Yo solo. Pues nada, al agua patos, me hago unos cuantos largos y despues del ejercicio ya se me vuelve a abrir la gazuza. Ahora a ver que garito encuentro por ahi para jalar.

Tras un pequeño paseo llego hasta una de las playas de la ciudad. En realidad creo que es la que mas cerca me quedaba del hotel, porque no han sido ni cinco minutos. A remojarme no vengo, porque ya he tenido bastante sesion de piscina, asi que lo mejor sera encontrar un sitio para llenar el buche. El primero, sin pensarmelo mucho, que no se ni como se llama, pero tienen Longboards (la lager local que probe ayer y me gusto bastante) y me sirven una racion de tacos de langostinos con la que pueden comer cuatro personas. Y hablando del numero cuatro, esas son justamente las pintas que me casco junto a los manjares solidos. Otra vez lleno hasta las orejas. Necesito moverme un poco, a ver si todo lo que acabo de meterme en el cuerpo va bajando.

No muy lejos de aqui estan unos antiguos bunkers que los nazis construyeron durante la guerra, ese tipo de cosas que siempre me gusta visitar, asi que me doy una entretenida caminata hasta ellos. Para mi decepcion, aunque efectivamente encuentro las entradas a los tuneles, todos estan enrejados y no hay manera de adentrarse a explorarlos. Mi gozo en un pozo, puesto que parecia una actividad bastante tetrica, amena e interesante a estas horas del dia. Aunque casi que me alegro de que no me quiten mas tiempo, puesto que en este mismo momento empiezo a sufrir unos dolores intestinales realmente criminales. Creo que, efectivamente, me pase con la comida. Llego a toda prisa al hotel, directo a realizar una intensisima sesion de vaciado. Mas me media hora sin poder despegarme de la taza, sudando y sufriendo como un cosaco. Pero eso si, una vez que acabo, mi estomago se siente como nuevo, la verdad.

Tanto expulsar excrementos me ha dejado seriamente deshidratado. Por si fuera poco, ahora tambien me doy cuenta de que con la puta solana se me han quemado los brazos. No falla, soy demasiado blanco y a mi estas temperaturas simiescas me matan. El caso es que habra que poner solucion a todo esto. Y lo mejor para combatir la deshidratacion ya se sabe lo que es, rehidratarse. Y casualmente resulta que es la hora en que abre el bar del hotel. Pues sentemonos tranquilitos junto a la barra, aqui que hay una cierta oscuridad, y casquemonos dos pintas. Me voy encontrando mucho mejor. Voy a salir a pasear un rato, que el ejercicio tampoco vendra mal a mis piernas. Bueno, en realidad es una excusa para detenerme en un par de pubs al azar y meterme otras dos cervecitas. Ya voy pillando velocidad de crucero. Pero lo que no me entra es gazuza de ningun tipo. Creo que ya comi tanto durante el dia que he cubierto el cupo. Asi que hoy no ceno, al menos solido, porque con el liquido me da que aun vamos a continuar unas cuantas horas mas.

De vuelta al bar del hotel, con la idea ya de relajarme hasta que sea la hora de ir a la cama, me encuentro con que hoy hay una actividad nocturna. Hay montado un quiz, que es el tipico juego de preguntas y respuestas, donde un presentador entrega un cuestionario con tematicas de lo mas variado (geografia, musica, historia, cine, ciencia...) a los congregados y el que mas acierte tiene premio, normalmente alcoholico. Yo ya voy muy puesto como para acertar ni una puta pregunta, pero como suene la flauta y me caigan unas cuantas chelas por el morro... El presentador del evento es un tipejo de Liverpool bastante cachondo, escualido y pequeñajo y en sus primeros sesenta. Entre los chistes malos que cuenta y el acento del Merseyside, que es de los mas graciosos de toda Gran Bretaña, sin ninguna duda, la gente se parte el culo con el. El menda, ademas, hace patria y, de las cuarenta preguntas del juego, mete cuatro o cinco sobre The Beatles. Lo cual no me viene mal para llevarme unos cuantos aciertos extra.

Al final no gano, que era lo previsible, pero con la excusa de meterme en el puto jueguecito, me he cascado no se cuantas chelas. Voy absolutamente afectado y cuando miro el reloj me doy cuenta de que ya es medianoche. Levanto la cabeza y veo que tanto el de Liverpool como todos los demas clientes que hace apenas unos segundos estaban de risas y copas en el bar, han desaparecido. No creo que sea un fenomeno paranormal, sino que igual hasta me he quedado dormido un buen rato delante de mi ultima pinta. El camarero, que es el unico ser humano a la vista, me mira con cara rara pero no me dice nada. Yo creo que esta esperando a que le pida otra. Me da que no, amigo, por hoy la fiesta se ha terminado. Dando algun que otro tumbo, abandono el bar y subo hasta mi habitacion, donde caigo totalmente muerto. Menudo Liberation Day mas de puta madre que me he pegado.

viernes, 13 de mayo de 2022

Vacaciones en Jersey 1. Toma de contacto

Las Islas del Canal estan, logicamente, en el Canal de la Mancha. De ahi su denominacion. En realidad estan incrustadas muy cerca de Francia, frente a las costas de Normandia. Y no tan proximas a la mainland de la Corona a la que realmente pertenecen, la britanica. Y digo bien, pertenecen a la Corona. Porque Jersey, Guernsey, Alderney (las principales) y el resto de islotes que conforman el susodicho grupo de insulas no pertenecen ni a Inglaterra, ni a Gran Bretaña, ni tan siquiera al Reino Unido. Evitemos confusiones, porque luego la gente suelta burradas como decir que Escocia esta en Inglaterra o que Irlanda del Norte pertenece a Gran Bretaña. Estrictamente hablando, su estatus es el de Dependencias de la Corona, lo mismo que, por ejemplo, la Isla de Man. Y el porque de esta situacion y la no pertenencia a Francia, que geograficamente tendria mas logica, pues hay que buscarlo en la Historia y muchos siglos atras en el pasado. Pero como yo no soy una puta enciclopedia, el que quiera buscar mas informacion que se las arregle por su cuenta. Para eso esta Wikipedia. Nosotros vamos a lo nuestro, que es narrar nuestras andanzas por estas tierras y todas las anecdotas y peripecias que van a surgir a lo largo de las proximas jornadas.

Concretamente nos vamos a centrar en la Isla de Jersey, que es la que vamos a visitar en esta ocasion. No tenemos tiempo para mas (tan solo disponemos de cuatro dias) y pronto comprobaremos que necesitariamos casi dos semanas para ver todo lo interesante (que es mucho) que tiene esta isla. Y bueno, en definitiva, que el vuelo directo desde Glasgow nos deja en Jersey, asi que tendremos que establecer aqui nuestro campo base. Pero nos arreglaremos, eso seguro. Ademas, hemos reservado habitacion en un coqueto hotel en pleno centro de St. Helier, que es la poblacion mas grande e importante de la insula. Por supuesto con todas las comodidades y servicios que nos interesan, aunque ya sabeis que yo con tener un catre, un cagadero y una ducha me conformo. Pero la piscinita y el bar esta claro que nos van a dar mucho juego. Venga, no adelantemos acontecimientos y entremos ya en materia.

Me despierto a las seis y media de la mañana. Y no es que esta vez tenga un vuelo a primera hora ni nada por el estilo, es que siempre me levanto bastante pronto y encima con los nervios estos del viajecito pues uno no duerme nunca demasiado bien. Asi que pierdo el tiempo haciendo diferentes tonterias por la casa hasta las diez y entonces si, me decido a manejar mi vehiculo hasta el aeropuerto (veinte minutos) y proceder a todo el engorroso tramite aeroportuario. En las ultimas semanas no paro de leer noticias sobre el colapso de los aeropuertos, viajeros que pierden sus vuelos por las enormes colas en los controles, caos total... Hasta la aerolinea me envio un email diciendo que al menos llegara tres horas antes al aeropuerto porque la situacion es horrible y tal y cual. Y la cuestion es que llego y me encuentro con que nunca he visto este aeropuerto de Glasgow mas vacio en toda mi puta vida. El control de seguridad es llegar, caminar, pasar y continuar. Ni un alma. En fin, mas mentiras mediaticas. Y en estos ultimos tiempos ya llevamos demasiadas. Pero la gente no aprende.

Con esta coyuntura, me encuentro en el aeropuerto a tres horas de que salga mi vuelo y sin nada que hacer. Pues oye, vamonos al bar, que ya no tengo que ponerme al volante de mas automoviles durante unos cuantos dias y que cojones, que la sed ya empieza a apretar. Y mientras me pido mi primera chela del viaje una reflexion viene a mi cabeza. A ver si esta historia falaz de los colapsos en los aeropuertos y demas no sera para que la gente venga aqui lo antes posible a pasar horas y horas por los pasillos y al final acabe consumiento en los bares y restaurants y se gaste la pasta y ellos ganen dinero. Menudo negocio tienen montado estos hijos de puta. Porque al final no me hago solo una, ya se sabe. Venga, hora de embarcar, eso si, haciendo eses, que al final han caido hasta cuatro pintas. Y en una hora y poco que dura el vuelo no creo que se me pase el puntillo. Mejor, asi aterrizare feliz.

El aeropuerto de Jersey es de risa. Por su tamaño, instalaciones y seguridad. Pero claro, para los vuelos que llegan aqui no creo que necesiten de mucho mas. Por cantidad y por variedad, ya que absolutamente todo son aviones llenos de turistas provenientes de las Islas Britanicas. No me cuesta mucho encontrar la parada de taxis mas cercana, puesto que es bajar del avion, atravesar un pasillo y caer en el taxi. Asi que como quien no quiere la cosa ya estoy rumbo al hotel. Seran unos quince minutos en los que un taxista local bastante cachondo me ameniza el viaje hablandome, unica y exclusivamente, de comida. O el tio tiene un familiar que se dedica al negocio de la restauracion o esta realmente obsesionado con la gastronomia isleña. A todo esto, parece ser que aqui los nativos tienen un acento bastante curioso. Es como un ingles muy claro y pausado, quiza con un pequeño deje frances. Yo me lo imaginaba mas relacionado con la forma de hablar que calzan por el sur de Gran Bretaña, por ejemplo Southampton, pero no tiene nada que ver. El menda, ademas, me indica que aqui las lenguas oficiales son el ingles, logicamente, mas el frances y el jerriais. Este ultimo es el idioma exclusivo de la isla, de raices romances pero tambien con gran influencia normanda, aunque parece ser que ha caido practicamente en desuso. Una lastima, siempre me han atraido mucho estas lenguas raras y minoritarias.

Terminamos la clase de filologia y nos metemos ya directamente en el meollo. Hago el check-in en el hotel a las cuatro en punto, llevandome una gran decepcion cuando me dicen que el bar no abre hasta las cinco. No me queda otra que esperar para seguir refrescandome el gaznate. Asi que doy una primera inspeccion a todo el complejo que me lleva a la conclusion de que el hotel esta realmente de puta madre, mucho mejor incluso de lo que yo me pensaba. Pero la lengua se me cae al suelo y necesito otra cerveza rapidamente. Asi que ni corto ni perezoso dejo todos los bartulos (una pequeña bolsa de viaje) y salgo como loco a recorrer las calles aledañas a mi alojamiento. Y por supuesto encuentro un pub. Bueno, en realidad encuentro bastantes pubs, pero concretamente elijo The Forum para comenzar la chuza nocturna, y es que ya no voy a parar hasta que se acabe el dia. La camarera polaca, muy amable ella, me sirve una Carling y me dice que en este sitio no tienen ninguna cerveza local, que es lo que yo habia pedido. Que le vamos a hacer, me bebere esta y ya encontrare lo que busco en algun otro lugar.

En apenas unos pasos mas, bajo hasta Liberation Square, que es donde esta todo el meollo de la ciudad. Las terracitas para turistas junto al puerto y todos los festejos, ya preparados, para la fiesta nacional, el Dia de la Liberacion. Y es que resulta que justamente mañana acontece esa fecha, el 77 aniversario del final de la ocupacion alemana de la isla durante la Segunda Guerra Mundial. Y es, como decia, la fiesta nacional aqui en Jersey. Asi es, estas islas fueron ocupadas durante cinco años (1940-1945) por el Reich, que las anexiono a sus territorios europeos y las convirtio en un apendice mas de Alemania. Y aunque no hubo batallas, ni bombardeos, ni exterminios, ni nada parecido, puesto que los isleños fueron muy bien tratados (incluso colaboraron unos con otros con la mayor naturalidad), lo cierto es que el dia que los nazis finalmente se retiraron de Jersey (el 9 de mayo) se produjo una gran celebracion. Y desde entonces se sigue conmemorando el tema. Lo que decia antes, el que quiera mas informacion que vaya a Wikipedia. Yo de momento lo que voy a hacer, entre los diversos escenarios, banderitas y toda la movida que hay montada para mañana, que es cuando acontece la tan emblematica fecha, es meterme otra cerveza en alguno de los locales que se ubican en la plaza.

No me gusta todo este meollo. El tipico timo sacacuartos para turistas. Terracitas de lujo, tipos estirados sirviendo cocteles... hasta el punto de que en el primer sitio al que intento entrar me dicen que si no tengo reserva no me dejan pasar. Pues tu te lo pierdes, capullo. Yo soy alcoholico y hago gasto. En otro local algo mas cutre si que puedo pedirme, por fin, una Liberation Longboard (lager de Jersey), que por cierto esta realmente muy sabrosa. Eso si, la camarera es otra estirada, y ademas gorda, fea y antipatica. Me cago en la puta Liberation Square y los festejos. Pues me vuelvo al hotel, que alli fijo que me tratan mejor y ademas el bar ya esta abierto. Y tanto que lo esta. Me casco la pale ale de la misma brewery de antes, la Liberation, que tambien esta cojonuda, y me apalanco en un sofa mientras me empieza a entrar una cierta gazuza. Y es que con tanto liquido ya se me habia olvidado que tambien habra que meter algo solido al cuerpo.

Estoy en el puto centro de la ciudad, asi que no tengo que caminar mucho para encontrar un fantastico restaurante madeirense, el Funchal Paradise. Bueno, en realidad queda justo enfrente del hotel. Asi que basicamente salgo por una puerta, cruzo la calle y entro por la otra. La espetada de cordero de la que doy cuenta es realmente criminal, y por supuesto la acompaño con un fantastico tinto de Dao. Me encantan los vinos portugueses. Si, que pasa, no todo van a ser chelas. A pesar de lo lleno que me encuentro tras acabar mi festival culinario, me doy cuenta de que la noche no ha hecho sino empezar, asi que vamos a dar un pequeño paseo para que me baje toda la carnaza y de esta manera pueda hacer algo de hueco para todas las cervezas que aun estan por caer gaznate abajo.

Pero lo cierto es que la espetada de los cojones es bastante mas pesada de lo que yo me esperaba y no acabo de encontrar sitio para nada mas en mi estomago. Tras pasear todo el puerto arriba y abajo y ver que el ejercicio no funciona, decido cambiar de estrategia y ver si empujando a base de meter mas liquido consigo que la gravedad realice su natural cometido. Pero la cosa no funciona. Me enchufo dos chelas en un par de pubs bastante sordidos y acabo de vuelta al Forum (donde me hice la primera nada mas llegar) para enchufarme una sidra que me destroza mas todavia. Finalmente vuelvo al hotel con la idea de hacerme las ultimas en el bar, pero estoy realmente tocado despues de la tan copiosa cena y en apenas unos pocos minutos caigo en posicion totalmente horizontal sobre mi cama. Y ya no voy a poder levantarme hasta el dia siguiente. Si, el Dia de la Liberacion.

 
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