lunes, 11 de junio de 2018

Sigo vivo y me apetece insultaros a todos

¡Eh, hijos de puta! Ah... malditos cuervos carroñeros asquerosos. ¿A que os pensabais que había fallecido? Ya os gustaría, cerdos cabrones, ya os gustaría. Pero no, aquí estoy, sigo vivo y coleando y con más cojones que nunca. Eso no es necesario ni dudarlo. Bueno, ya sé que hace mucho tiempo que no escribo pero, ¿para qué pelotas tengo que escribir si no me apetece? Al fin y al cabo no os interesa lo más mínimo. Quien lea esto es porque está más enfermo aún que yo. Y ahora que lo pienso, pues me da la sensación de que yo estoy bastante cuerdo. Bueno, supongo que depende del punto de vista. Pero no, no me interesa vuestro jodido punto de vista. Tengo bastante con hacerme una idea de cuál es el mío. Bueno, ¿algo más, putos perros sarnosos?

Mirad, en realidad estoy aquí solamente porque he llevado el portátil a reparar esta mañana, después de tenerlo muerto tres años o más en el fondo de un armario, y quería escribir algo para probarlo. De momento funciona bastante bien. Ahora lo que tengo que hacer es acostumbrarme de nuevo a este jodido teclado en español. Bueno, los dos primeros párrafos los estoy superando de una forma medianamente razonable. Sí, es cierto que a veces tengo que pensar dónde cojones están los signos de interrogación y exclamación. Pero el tema de las tildes y las eñes parece que lo tengo medio superado. Y con el agravante de que ya me he metido varias sidras de pera y empiezo a ir bastante doblado. En fin, ¿a quién coño le importa?

La verdad es que ha sido una mañana de lo más excitante y a la vez asquerosa. Acostumbrado como estoy a no salir de casa, el hecho de tener que ir a un par de lugares es bastante estresante para mí. No he muerto, pero al final me he gastado más dinero del deseable. Y eso sí que me jode. Prefiero invertir lo que gano trabajando como un cerdo en alcohol para ponerme tibio y olvidar la mierda de vida que tengo. En fin, que doscientos pavos se me han ido como quien chasquea los dedos. Así que no estoy de jodido humor. Quizá dentro de dos o tres sidras más lo esté, pero ahora mismo no. Pero mira, como siempre digo, algo positivo tengo alrededor. En este país en que resido el comunismo es ilegal, no como en otros lugares...

Acabo el post de la misma forma que lo empecé, borracho. Y aparte de eso, insultando a todo dios. Hijos de puta. Pero sin exclamación, así, relajadamente... hijos de puta. A ver si el jodido Microsoft Office se acaba de instalar. Sí, ahora tengo un portátil reparado pero vacío como el cerebro de un comunista. Así que me toca sesión de instalación. Ya se sabe, 1%, 2%, 35%... y mientras a esperar. Aunque en mi caso la espera se hace bastante amena. Voy a abrirme otra sidra de pera. No hay nada mejor que tener a este tipo de amistades siempre a mano. Hasta luego, malparidos hijos de la jodidísima zorra.
 
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