domingo, 31 de marzo de 2024

Una playa en Albania. Dia 3

Cuatro de la mañana, ojos abiertos como platos. Vuelta para un lado, vuelta para el otro... lo de siempre, desvelado y sin poder disfrutar de un reconfortante sueño. No hay manera. Tras un par de horas de tortura vuelvo a caer dormido no se ni como. Pero dos horas despues se repite la escena. Ya son las ocho y otra vez, vuelta que te vuelta. Caigo otros diez minutos. Las nueve, despierto nuevamente. Y de fondo, ademas, ahora tengo la sinfonia del clac-clac-clac de los putos jugadores de domino en la playa. Hasta los cojones estoy. Me voy a la ducha a ver si me despejo medianamente y me puedo desayunar una cerveza. Y esa es precisamente mi siguiente actividad, balconcito, tarro de aceitunas para picotear (no todo va a ser liquido) y chela al calorcito matinal de la bola amarilla. Y otra chela, y otra, y otra, y otra, y...

Mediodia, las doce, la bola en lo mas alto. Hay que ver que rapido pasa el tiempo cuando uno esta disfrutando. Pero se acabo la jarana. Me he quedado sin cervezas. Claro que en esta vida, salvo la muerte, todo tiene solucion. Me bajo a dar un rapido recorrido por las tiendas de la zona en busca de nuevas chelas y de cerrar un objetivo que me plantee nada mas aterrizar en el pais y que casi estoy a punto de alcanzar. Vereis, Albania, geograficamente, es una nacion rodeada por otros cuatro paises, Montenegro al norte, Kosovo y Macedonia del Norte al este, y Grecia al sur. Aparte de catar los jugos de cebada de la propia Albania, mi idea era probar chelas originarias de todas estas naciones tambien. Quitando a Grecia, cuyas cervezas se exportan bastante y las cuales ya conozco mas que bien. Asi que mi tarea en este recorrido de hoy por las tienduchas de la zona es completar esta curiosa "liga de las naciones".

El primer dia, si recordais, ya cate un caldo kosovar. Ayer mismo me encontre una cerveza montenegrina, la cual no estaba nada mal, por cierto. Y hoy, finalmente, consigo cerrar el circulo con la que me faltaba, Skopsko, cerveza normacedonia que, por supuesto, va a deleitar tambien mi paladar con extrema fruicion. De camino de vuelta al apartamento me encuentro con una pescaderia en la cual entro a piponear y con cuyas viandas expuestas me quedo absolutamente embobado. Joder, aqui hay de todo. De todas maneras yo se muy bien a por lo que vengo. Ya sabeis que tengo un extraño vicio con los mejillones, hasta el punto de que necesito probarlos en todas las naciones que visito (siempre que tengan mar, claro). Asi que me llevo un kilito de los susodichos bivalvos para hacerme una cata en algun momento del dia. Y ademas, como no puede ser de otra manera, a un precio irrisorio.

Despues de un par de chelas mas en el balcon, ahora ya bien aprovisionado, decido que o empiezo a mover el culo para visitar algo o me voy a quedar otro dia encerrado en el balcon poniendome tibio hasta caer. Lo cual no estaria tampoco nada mal pero vamos, que digo yo que habra que combinar actividades un poquito. Mas que nada para disimular mi alcoholismo. Asi que me dispongo a dar un paseo hasta centro de la ciudad, que queda como a una media hora. Mira, estirar un poco las piernas igual me viene bien para despejarme, porque ahora mismo creo que llevo una cogorza de campeonato. Lo peor es que no elijo la mejor ruta y encima hace un calor de muerte. Asi que me pego una nada interesante caminata bordeando toda la valla que delimita el puerto de Durres, junto a una polvorienta carretera, sudando la gota gorda mientras la puta bola amarilla calienta mi cuerpo mucho mas de lo deseable.

Pero bueno, el caso es que al final llego a la que parece la calle de las tiendas de la ciudad. Tiendas y bares, por supuesto. Y hace mucho calor. Asi que voy a sentarme en una terracita, a la sombra, eso si, y me voy a pedir una cervecita. Para no bajar el nivel etilico en sangre, que con tanto sudar ya empiezo a sentirme medianamente sobrio y no me acaba de gustar la sensacion. Ya algo mas rehidratado, reanudo mi caminar para llegar a las tipicas cosas visitables que hay en toda villa. Aqui en Durres todo se concentra en torno a la plaza en donde se encuentra el ayuntamiento, el cual tambien es un edificio bastante bonito. Subiendo una minima colina vemos la gran mezquita de la localidad (recordemos que Albania es oficialmente un pais musulman, aunque nada practicante). Y tambien, en uno de los laterales de la montañita, tenemos el viejo anfiteatro romano, que aunque es enorme y bastante impresionante, esta en unas condiciones de abandono sumamente cochambrosas.

Aunque tengo sed y una cierta gazuza, intento aguantar para no seguir haciendo paradas etilicas cada dos por tres. Establezco una ruta para volver a la zona de la playa por otras calles y no tener que pasear nuevamente junto a la monotona valla del puerto. De esta manera subo por la calle pija de Durres (todo comercios en plan joyas y relojes caros) y despues tomo una travesia llena de cafeterias con terracitas muy chill-out que, tras otra media hora de pateo, finalmente me dejara muy cerca del apartamento. Y ya en mi zona de reposo y sabiendo que tengo el alojamiento a dos manzanas, pues ahora si, hora de jalar y mamar hasta reventar. Paso por la puerta del restaurant donde cene el primer dia, ya sabeis, donde la camarera yes, y me decido a parar alli, porque era baratisimo, a menear el bigote y hacerme un par de chelas.

Nuestra amiga nos recuerda y nos recibe con un cordialisimo "yes", y eso que yo todavia ni he abierto la boca, pero supongo que utiliza el afirmativo vocablo para absolutamente cualquier circunstancia, saludar, despedirse, tener un orgasmo... Por supuesto me pido una Peja, la famosa cerveza kosovar, y un buen plato de langostinos acompañado por una ensalada, para que no se diga que no soy un tio sano. Al final se me va la mano con los jarrillos etilicos y me casco tres chelas, pero tampoco me enmierdo mucho porque el papeo es bastante contundente y me siento bastante lleno. Son las seis y media y fuera ya esta oscuro. Asi que, como no hay mucho mas que hacer por la calle, casi mejor me subo al apartamento y me dedico a retomar mi actividad preferida. Balconcito y liquido.

Joder, los mejillones. Me habia olvidado de ellos. Tal y como abro el refrigerador en busca de una nueva cervecita ahi me los encuentro mirandome. Venga, pues vamos a limpiarlos y de aqui un rato, en cuanto me bajen un poco los langostinos, me los meto en el cuerpo. Tras un par de chelas y una vez finalizado el proceso de limpieza de los moluscos, me doy cuenta de que ya estoy en la misma situacion que las noches pasadas, no me entran mas cervezas. La solucion ya la sabeis, pasarme al vino. Asi que me bajo a mi badulaque preferido y me agencio otra botellita de "vere", que asi es como se dice vino en albanes. Ya veis, con tanto mamar al final he aprendido una nueva palabra. Y oye, estos caldos enologicos de Albania entran tan de pelotas que estoy saliendo a botella diaria. Bueno, como si eso me preocupara...

Y ya sabeis lo que toca en estos momentos. Prendo el televisor y mi canal preferido hace acto de aparicion. Video-clips ochenteros sin solucion de continuidad. Pongo los mejillones en el fuego y en cinco minutos mi paladar ya esta disfrutando de ellos. No estan mal pero siguen sin ser los mejores que probe jamas (creo que esos fueron los de la costa este de los Estados Unidos). Poco a poco el vinito va cayendo y el cansancio y el sopor se van apoderando de mi. Nuevamente llego hasta la medianoche, que es casualmente tambien la hora en que el caldo tinto llega a su final, y una noche mas caigo absolutamente muerto dispuesto a lanzar unos cuantos ronquidos. Y ahora a ver como duermo, que ya os adelanto que no va a ser nada bien.

 
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