miércoles, 28 de noviembre de 2007

De profesión insultador


Este señor es otro de los que me imagino acabarán siendo habituales en el blog del vikingo macabro, a no ser claro que lo "retiren" de la vida política pública por la imagen que da cada vez que abre su puta boca. Ahora que muchos personajillos de su misma tendencia están empezando a tomar posturas más recatadas, o cuanto menos a soltar menos rebuznos (por eso de los votos, ya se sabe), el Piolín de los cojones se ve que se levanta todos los días y se mete un chute de jalea real y de babosismo insultador, eso sí, con una obsesión fija, los que no piensan como él.


El tal José Blanco es un personaje que refleja a la perfección lo que ha de ser un mozo de gabinete dictatorial, comiéndole el culo a su caudillo y soltando las burradas y cacicadas que el otro no se atreve a decir porque a veces hasta queda mal y todo. Pero a este putero con el culo blando le da absolutamente lo mismo. Su última gran actuación acontece a colación de la mani de la AVT en Madrid. Aquí el amigo calificó el hecho de que un buen puñado de tíos se manifiesten contra unos terroristas asesinos como "algo absurdo". Aunque mejor fue cuando comentó que todos los asistentes a esta manifestación "deben ser tontos". Hombre, me parece de puta madre llamar tonto a una víctima del terrorismo. Supongo que igual que Otegi es un "hombre de paz" y De Juana Chaos debe ser Caperucita o Heidi. Es que por no saber, no sabe ni insultar. Directamente que los llame "hijos de puta", al fin y al cabo es lo que está realmente pensando, sus hitlerianos seguidores le aclamarán más todavía y ya puestos, el revuelo creado por ambas expresiones va a ser más o menos el mismo.


Tampoco quiero dejar escapar la oportunidad de reflexionar sobre las contradicciones del gabinete gubernamental del régimen. No es que me interesen mucho las capulladas que se dicen ni sobre quién se dicen, pero es que al final uno se ríe a carcajadas de la incompetencia y subnormalidad de estos mercaderes de votos. Unos ponen el grito en el cielo porque ciertos miembros de la oposición prestan su apoyo a la mani en cuestión, sin embargo al día siguiente aparecen en un debate televisivo miembros del mismo gabinete soltando los cuarenta mil improperios hacia el líder de la oposición por no acudir a ella. Pero majos, ¿nos aclaramos o qué? ¿O es que ya hemos estado experimentando en propia carne el nuevo sistema educativo recién implantado y así nos hemos quedado? Capullos...
 
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