Yo creo que con esta frase resumimos el país en el que vivimos. Una nación de zoquetes que ponen al más zoquete a controlar sus destinos, y no hay más. Los españoles son IDIOTAS. No es que este mierdoso fuera el más zoquete del barrio, es que en el colegio era de los alumnos menos aventajados, es que ya entrando en la adolescencia era el típico atontado al que todo dios tomaba el pelo debido a sus pocas luces, es que, y esto ya no lo cuenta la señora de la tienda sino que es de dominio público, Zetaparo es un individuo que NUNCA ha trabajado de NADA y que sólo ha vivido del cuento. Pero en un país donde más del 30% de la población activa no tiene trabajo, más de la mitad de la población total se muere de hambre y casi que la otra mitad está con la mierda completamente al cuello, nadie dice ni mu, todos como borregos al matadero cuando no a seguir aplaudiendo a un desgobierno malévolo hasta las trancas que encima se ríe del populacho con unas dotes de soberbia propias del más inhumano de los tiranos. España no tiene remedio, y los españoles menos.
Ese mismo día, después de conocer a la señora de la tienda, pasé por diversas barras de bar, supongo que para no tener que pensar más en Zetamierdas y su gentuza. En una de las tabernas en cuestión, un señor bastante corpulento entró con más cojones que sobriedad, brazo derecho en alto con la palma de la mano hacia abajo cantando a grito pelado "cara al sol con la camisa nueeeva, que Zapatero ya marchóooo". Pronto le recordé al hombre que sí, que Zetahijodeputa ha dicho que se va, de acuerdo, pero habrá que ver quién viene detrás, porque caer en manos del feminazismo asesino de niños de la antiespañola Chacón no creo que le haga ninguna gracia a este hombre. Vamos, a mí ni pizca. Por no pensar en un asesino demostrado como Rubalcabrón o en algún otro personaje de última hora tipo Piolín Blanco o travelo Pajín que, viviendo en el país de gilipollas profundos en que vivimos, seguro que no sólo gana unas elecciones, sino que barre y se queda en el poder de forma vitalicia. Lo dicho, el paraíso de los zoquetes.