Tampoco quiero entrar en más detalles que a nadie le interesan. La cuestión es que paulatinamente tuve que ir alejándome de todas mi pasiones y pequeñas cotidianidades que me proporcionaban algún tipo de felicidad. Hasta quedarme solamente rodeado de miseria y tedio, literalmente. Lo que pasa es que nunca he sido una persona pasiva. Hasta en las situaciones más extremas me revuelvo y quiero buscar soluciones, por mucho que las fuerzas no acompañen. Luego las decisiones tomadas pueden no ser las más acertadas y me arriesgo a terminar incluso peor de lo que estaba. Pero al menos que no se diga que no lo intento. Hay quien a eso lo denomina tener cojones, yo simplemente lo considero combatir el aburrimiento.
Ahora podría, dentro de esta onda recién comentada de buscar remedio a las malas situaciones, optimizar con la idea de un futuro positivo. El típico comentario de "ya estamos en el fondo, a partir de ahora toca remontar". O tomarme en serio los ánimos que me llegan de conocidos, "vamos, seguro que ahora todo va a ir bien". Podría llegar a creérmelo e incluso tomar esa actitud. Aunque no estoy nada convencido. Pero bien, sí, digamos que, aunque no tengo una jodida bola de cristal, veo que en efecto todo va a ir bien. Pues aun así no me atrevería a soltarlo a los cuatro vientos ni en broma.
Recuerdo una entrevista que hicieron a John Lennon a principios de diciembre de 1980. Decía que había pasado muy malos momentos pero que ahora había vuelto al negocio musical, era feliz con su familia y se sentía más fuerte y con más ganas que nunca. Todo optimismo. Incluso agregó, casi al final de la entrevista "mi música es una obra unitaria que no terminará hasta que esté muerto, y espero que eso no suceda hasta dentro de mucho tiempo". Esa misma noche Lennon fue tiroteado y asesinado a la entrada de su casa junto a Central Park, en New York City.
No está de más mirar al futuro con optimismo. Incluso aunque no nos lo creamos ni nosotros mismos. Pero cuando uno lo cacarea en voz alta y con tanto entusiasmo, se arriesga a que un pistolero hijo de puta cualquiera le meta cinco balazos. Tampoco hay que ser tan drástico, pero hay muchas otras formas de morir. Incluso alcoholizado tirado en el suelo de la cocina de tu casa. Así que me voy a abrir una cerveza para desayunar y a ver qué pasa. Todavía no vi a ningún tirador solitario rondando por ahí fuera.