viernes, 14 de febrero de 2020

Paseo por Chipre 2. Afrodita y el Olimpo

Malduermo la mona durante cinco horas y me levanto con un tremendo resacon. No, si esto ya se veia venir. Primer despertar en Chipre y ya hecho una puta mierda. Me da que mi entrada al pais ayer noche fue bastante contundente. Tengo el desayuno incluido asi que me bajo al restaurante comun del complejo de apartamentos a ver que nos ofrece el buffet. Esta especie de comedor esta justo al lado del bar, tambien perteneciente al alojamiento, donde ayer me casque la primera pinta a mi llegada a la ciudad, asi que la tentacion de hacerme una para que me arregle el cuerpo es grande. Pero me contengo, ya que el plan de hoy es conducir bastante, y como aun soy un tio responsable, prefiero no hacerlo piripi. Mi cuerpo no me permite desayunar mas que dos lonchas de bacon, las cuales casi vomito. Asi que tras un zumito de naranja que tampoco me sienta demasiado bien, decido retornar a mi apartamento y alli tirarme en una silla de plastico en el balconcito, a que me de un poco el sol matinal, y es que el frio criminal (apenas estaremos a dos grados) sigue imperando en el ambiente.

Tras media hora de vegetar, decido ponerme en ruta. En breve tomo la autopista que baja por esta costa oeste de la isla, la cual esta muy bien construida y apenas si tiene ningun tipo de trafico. En unos pocos minutos me planto en el primer objetivo turistico del dia, Petra Tou Romiou, que es el lugar donde dice la leyenda que nacio la diosa Afrodita. Se supone que la menda salio del mar por entre las rocas de esta preciosa cala y asi se produjo su nacimiento. Todo eso esta muy bien, pero yo me estoy meando a rabiar. Por suerte, como estamos en pleno invierno y la temperatura sigue siendo gelida, apenas si hay dos o tres parejitas haciendo fotos del sitio. Camino un poco sobre las piedras junto al mar y pronto encuentro cobijo tras una roca para descargar la vegija. Joder, que falta me hacia. Bueno, ya hemos hecho el paripe turistico y mingitado. A ver a donde puedo ir ahora.

El Monte Olimpo, la montaña mas alta de todo Chipre, estaba en mi lista de lugares a visitar desde hace meses. El nombre desde luego es muy sugerente, y el hecho de que haya una carretera hasta practicamente la cumbre, invita a darse un voltio por alli. Una hora de conduccion segun el navegador. Adelante pues. Claro que, si en la costa estamos a dos o tres grados, deberia de hacerme cargo de que el frio alla arriba, a dos mil metros sobre el nivel del mar, puede ser bastante mas problematico, especialmente para alguien que va en camiseta y con bermudas. Coño, es que a Chipre se viene a pasar calor, no a este extraño temporal de frio que asola la isla desde ayer.

¿Dije temporal? Fijo que esto es cosa de los dioses, que alla arriba en su jodido Olimpo me han visto intentar la machada de alcanzar la cima y ahora envian todas sus armas contra mi. Tormenta brutal de nieve durante la ascension. A medida que voy pasando pequeñas aldeas completamente cubiertas de blanco que mas parecen de paisajes de Heidi que de esta calurosa isla mediterranea, me empiezo a dar cuenta de que cada vez circulan menos coches por la carretera. Al final resulta que me convierto en el unico perturbado que continua conduciendo por entre la nieve. Y encima con mi coche japones minusculo. Tras girar una curva me veo dos coches empotrados contra la montaña tras deslizarse sin control sobre el hielo y la nieve. En el siguiente giro, un coche aparece volcado ladera abajo sobre unos arboles completamente nevados. Y acto seguido mis ruedas empiezan a patinar de forma bastante peligrosa. Se acabo lo que se daba.

Estoy chiflado pero todo tiene un limite. Detengo el coche con la ayuda de un monton de nieve que hay junto a la entrada de una propiedad, y es que los frenos no acaban de responder del todo. Alli, una rubia treintañera que esta recogiendo leña abrigada como si estuviera en Siberia se me queda mirando extrañada. Bajo del coche para comprobar que me he detenido sin mas contratiempos y sin destrozar el automovil. Todo esta correcto, aun se conducir con bastante destreza incluso en las condiciones mas adversas. Bueno, todo no. La mirada de la rubia es de autentico espanto. ¿Que cojones pasa? Ah, ya, que yo sigo en bermudas y camiseta. Pero tampoco hace tanto frio, ¿no? Nada mas abrir la boca para dirigirme a ella, me suelta un "eres escoces, ¿no?", que no se muy bien si se debe a mi marcado acento de Glasgow o a mi vestimenta veraniega en invierno propia de cualquier tarado de mi tan adorada ciudad. Aprovecho la coyuntura para intentar ligar con la excusa de preguntarle si hay algun desvio mas arriba por el que tomar una carretera que me vuelva a llevar a la costa. No, tengo que deshacer el camino nevado y ahora ademas cuesta abajo. Que los dioses nos protejan. O mejor que me dejen en paz, que ya me estan dando bastante por culo con el temporal de los cojones.

Finalmente salgo de mi incursion al Olimpo sano y salvo, aunque sin la rubia de la leña, y decido retomar una ruta costera algo menos peligrosa. Dos horas al volante me llevaran hasta la punta mas occidental del pais, la preciosa peninsula de Akamas, que es toda ella una reserva natural. A todo esto, yo no se que pasa que llevo toda la puta mañana meandome encima. Asi que durante el trayecto aun tengo que parar un par de veces en localizaciones perdidas al azar para poder vaciar la vegija de forma continua e insistente. Junto a la reserva natural, donde tambien se ubican los Baños de Afrodita y la Playa de Afrodita (voy a acabar hasta las pelotas de la jodida diosa), y entre vacas y vistas realmente brutales, hay un tranquilo pueblo costero llamado Latchi, que parece el tipico sitio idilico lleno de viejos britanicos retirados. Alli encuentro un pequeño supermercado donde hago acopio de varios manjares tipicos de la zona, incluyendo seis o siete cervezas locales, todas diferentes, que dentro de un ratillo me voy a disponer a catar.

En apenas una hora consigo estar finalmente de vuelta en mi apartamento en Paphos. Son las cuatro y aun queda una hora larga de sol, asi que me salgo al balconcito y empiezo a enchufarme traquea abajo todos los manjares adquiridos. Ahora si que tengo hambre y sed, coño, se ve que con tanta conduccion, frio y aventuras, la resaca de esta mañana ya es historia. Consigo entonarme y, como el astro rey ya esta practicamente desaparecido, considero que ya es hora de salir a rematar la faena etilica en algun pub. Pero antes aun encamino mis pasos al paseo maritimo, el cual recorro mientras contemplo la hermosa puesta de sol sobre el Mediterraneo. Pasando junto al bastante prescindible castillo de la ciudad (que es un bloque de piedra bastante amorfo) y llegando hasta el final del pequeño cabo en que acaba la ciudad, la noche cae completamente sobre mi. Asi que decido que ahora si, por fin, es hora de mamar.

De vuelta al meollo de la zona de pubs, junto a un restaurante en primera linea de playa, un par de negros bastante siniestros llaman mi atencion. Cuando me acerco a ellos para prestarles atencion, me susurran si me interesa un encuentro "vis a vis" con alguna de sus chicas. No se de donde han salido estos morenos o si es que no dominan demasiado bien el idioma de Shakespeare, pero la ultima vez que escuche esa expresion era para referirse a los encuentros intimos en el talego entre los reclusos y sus parejas. Por si acaso, y para evitar males mayores, declino la invitacion. Ahora mismo estoy mas centrado en intentar refrescar el gaznate un poco. Y que mejor sitio para hacer esto que un viejo conocido de anoche, The Bottle Bank Bar, el garito de Nina.

Alli me casco tres pintas que no me acaban de entrar muy bien. Cuando me sirve la tercera, Nina me espeta que tengo aspecto de sentirme como un pedazo de mierda. Ciertamente no estoy en mi mejor noche. Con las chelas la resaca parece volver a querer asomar y ademas agregando el cansancio tras todos los paseitos y experiencias acontecidas a lo largo de todo el dia. No lo voy a alargar mucho mas. A eso de las once ya estoy de vuelta en el apartamento. Tomo un par de bocados de lo que me ha sobrado de mi sesion culinaria previa y antes de la medianoche ya estoy encamado y roncando. A ver si hoy consigo dormir como una persona normal, que falta me hace.
 
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