sábado, 22 de diciembre de 2007

Una de golfas, s'il vous plaît

Hoy me he levantado con ganas de hablar de un pavo que va a acabar por ser uno de mis héroes. El tal Nicolas Sarkozy puede tener una política más o menos agradable para unos u otros (personalmente pienso que bastante efectiva, al menos por el momento), pero de lo que no nos cabe ninguna duda es de que es todo un personaje. Además, el hecho de que el subpresidente que tenemos en España haya ido contra él en su campaña presidencial le da un puntito más a su favor (qué coño, le da muchos puntos). Y bueno, ya sabemos lo que organizaron sus opositores cuando no consiguieron aceptar como demócratas la victoria de nuestro amigo. Arrasar las calles, quemar todo lo que se encontraban a su paso, disturbios de toda índole... desde luego muy en consonancia con el nacionalsocialismo totalitario que tenemos que sufrir aquí en España. Pero luego los malos son otros...

Pero no pienso hablar de sus méritos o deméritos políticos, porque Sarkozy es un tipo al que se le puede sacar muchísimo más jugo, y ahí está lo bonito. Ya me empieza a poner cachondo el mero hecho de que su exmujer se llame Cecilia (un nombre que a lo largo de la historia sólo han tenido tías guarras y perturbadas), y lo mejor del caso es que cada vez que se encontraban una vez ya divorciados, el guallón este pillaba a la pájara y le metía un morreo. Es el amor, eh majo. Aunque su última y más que radiada relación de entrepierna me pone más a tono todavía. Carla Bruni tiene un historial tan largo como una carretera noruega. Esta modelo italiana saltó mundialmente a la fama debido a sus flirteos con Mick Jagger (a todo esto cuando el Stone aún estaba con Jerry Hall y se beneficiaba a unas cuantas más). Se cuenta que todo empezó en una habitación de hotel, donde Jagger había invitado a la Bruni y a un par de actrices porno (que por allí pasaban), y donde la ropa pronto empezó a sobrar. Parece ser que la orgía fue tan tremebunda y placentera que nuestra amiga continuó fuscando con el Stone durante largo tiempo. Aunque ella no se debía quedar corta, puesto que alguna de las actrices porno indicó que incluso se había llegado a sorprender de las cerdadas que la Bruni cometió aquella noche. Buena señora.

Tal para cual, porque este tipo, a pesar de su pinta de bufón medieval y su a simple vista enclenque físico, nos tememos que ha de poseer un miembro viril de auténtico largo alcance. Pero lo mejor es que al notas le gusta la juerga (como tonto, no te jode). Una de mis anécdotas preferidas fue su celebración de la victoria en las elecciones. Aquí en España estamos hasta los cojones de ver tíos celebrando actos con falsas sonrisas y promesas, y diciendo sandeces a los cuatro vientos. Este señor celebró las cosas como tiene que ser, se pilla un yate, lo llena de putas, alcohol y droga, y se tira allí tres días. A ver, los que lo critican... ¡si es vuestro puto sueño, envidiosos de mierda! Lo único que me falta para adorar a don Nicolas es que se nacionalice español y sea mi presidente. Eres mi héroe, macho.
 
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