jueves, 14 de mayo de 2015

Perdidos en Chequia. Dia 2

Mañana nublada en Most, aunque es posible que a lo largo del dia salga el sol. O quiza no, pero no creo que nos importe ni que lleguemos a verlo, ya que el objetivo de la jornada es agarrar una buena chuza. Hoy vamos a recorrer algunas calles de la ciudad, pero sin ningun fin concreto, ya que no hay monumentos historicos ni absolutamente nada cultural para ver. Recordamos que se trata de una ciudad dormitorio para mineros creada en los años 60 por el comunismo. O sea, todo es feo de cojones. Tambien conoceremos a algunos colegas de nuestro amigo el checo, el cual ya se ha despertado con una sed de cerveza que muy pronto va a mitigar.

Apenas andamos tres o cuatro manzanas desde nuestro alojamiento y llegamos al centro de la ciudad. Centro por decir algo, porque el ayuntamiento se encuentra aqui, basicamente. Dos anchisimas avenidas que se cruzan y punto. Bloques de viviendas comunistas, paradas de autobus y de tranvia, ah si, y un centro comercial. Bueno, hace mas de dos decadas que el capitalismo llego por estas tierras, no se podia esperar otra cosa. Pero hay sed y hambre y lo primero, aunque ya es casi mediodia, es llenar los gaznates y el estomago. Joder, parece que hemos dormido bien, mediodia ya...

Entramos en el tipico comedor comunista para los trabajadores. Si, es un comercio que sirve comidas, pero esta construido de esta forma. Vas con tu bandeja, eliges lo que quieres (en mi caso con el dedo ya que poco checo hablo), te lo ponen, eliges bebida tambien (cerveza obviamente) y al final del recorrido hay una señora en la caja que mira lo que llevas y le pagas. Herencia de la forma de vida comunista, hay muchos de estos "restaurantes" en todo el pais, normalmente usados por trabajadores en el descanso gastronomico de su jornada laboral, pero tambien abierto a todo el publico en general. Obviamente los precios son mas que cojonudos.

Ya han caido las primeras cervezas del dia, obviamente. Ahora nos dirigimos al otro lado de la ciudad, al antiguo barrio del checo, donde voy a conocer a algunos de sus viejos colegas de andanzas. En primer lugar llegamos al Sports Bar. Alli el cliente mas habitual es Jaroslav, un pensionista ex-trabajador de la mina. Este hombre mide tres por tres. Creo que en mi puta vida he visto a un tipo tan grande. El aspecto tambien es de lo mas llamativo. Individuo sesenton, medio calvo, pelo totalmente blanco, pero coleta hasta el culo. Bigote muy recortadito, casi tipo Franco, camiseta de Iron Maiden, bermudas y collares y joyas por todas partes como el negro del Equipo A. Tremendo.

Jaroslav tiene una muy buena pension, la mitad de la cual se pule en apuestas, que realiza en el mismo bar, que es como su segunda casa, o mas bien la primera. Y por supuesto la otra mitad en mamar. En una hora se puede tranquilamente enchufar veinte cervezas, y por supuesto nunca esta solamente una hora en el bar. De vez en cuando le sobra algo de dinero y se lo gasta en viajes a la Republica Dominicana y sitios similares, ya que dice que le mola que le abaniquen negras en tanga. El tipo tiene directamente el mando de la tele del establecimiento en su mesa, y va dando vueltas por los canales de videos musicales. Cuando no hay grupos de heavy, suelta cuatro insultos en checo y cambia a otro canal donde si que haya musica violenta. Nos invita a unos chupos muy duros, cuando ve mi cara de sufrimiento ante el mas de 60% de alcohol de la bebida en cuestion, el tipo sonrie y pide otra ronda. Debe de pensar que me ha gustado. Gran personaje Jaroslav, al cual volveremos a ver antes de dejar la ciudad, por supuesto.

Salimos del Sports Bar ya muy doblados. El checo ha aprovechado la visita a este local para hacer sus apuestas tambien. Obviamente no va a ganar nada. Hoy llevamos todo el dia a Krusovices, ayer estuvimos con la Pilsner y la Gambrinus, cervezas todas ellas autoctonas y que estan de puta madre. Lagers fuertes, con mucho cuerpo, sin excesivo alcohol pero con gran sabor. Y con menos gas del que tienen otras lagers europeas, lo cual hace que entren con mas facilidad. Bueno, depende de cuantas te metas, claro. La cuestion es que yo vuelvo a tener hambre porque empieza a hacerse tarde y el checo me lleva a otro local donde dice que hacen una sopa de puta madre. Pues ahi que con el pedal que llevo me meto entre pecho y espalda la sopa, acompañada por mas cerveza, por supuesto.

No se que nombre tiene este local. Tampoco me importa una mierda. El checo hace rato que le esta pegando a los vodkas peppermint y se ha encontrado a otros dos ex-compañeros de andanzas. Me los presenta pero ya voy tan cocido que ni me entero de los nombres. Uno de ellos habla un primitivo ingles y me cuenta sus aventuras de cuando trabajaba en Estados Unidos o en España. Parece ser que el tipo en su epoca estuvo construyendo los tuneles de la A6 llegando a Coruña. No se si por sugerencia mia o porque el checo va peor que yo, en un momento dado estamos en un taxi de vuelta al alojamiento. Esta anocheciendo pero aun no es muy tarde. Pero vamos muy doblados. Tanto que tal y como entramos en la habitacion, nos quedamos roques.

Eh, despierten, que esto aun no se ha acabado. Hemos debido de fallecer durante dos o tres horas. Pero que cojones, aun era pronto, no nos vamos a ir a dormir a las ocho como las abuelas. La cuestion es que poco a poco nos vamos despertando de esta pequeña mona y llegamos a la conclusion de que hay que acabar el dia (mas bien la noche ya) en algun bareto mamando mas. El checo me habla de un par de locales que cierran tarde y que estan a unos 15 minutos andando. Pues ahi que vamos, y efectivamente, porque debe de ser medianoche y aun hay bastante gente chuzandose. Pues nos pedimos unas cuantas cervezas y unos de esos vodkas peppermint. Total, no vamos a durar mucho hasta caer, asi que vamos a por todas.

Despues de unas rondas, decidimos que ya vamos finos y nos volvemos al alojamiento. Pero debe de ser que el vientecillo y el paseo nos estan despejando que nos encontramos de frente con el Picasso, si, el local ese donde ayer yo creia que nos iban a matar. Cierra a las 4 o mas alla, y como deben de ser las dos o las tres, aun tenemos tiempo de hacernos unas Pilsners y unos peppermints. Salimos totalmente doblados. El checo me dice algo de que siguiendo la calle por la que vamos, a unos pocos kilometros mas, estariamos en Alemania. El tipo empieza a hacer saludos nazis en esa direccion, yo me uno al show. Pero nadie nos va a decir nada porque a la gente se la suda, aunque a estas horas mucha gente por la calle tampoco es que haya. Sinceramente no recuerdo mas. Creo que a los pocos minutos debimos de caer definitivamente muertos en la cama, en el suelo o donde fuera. Ha sido un buen dia.

 
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