miércoles, 20 de diciembre de 2023

Giza 3. Las piramides

Llego el gran dia. Y es que si uno viene a esta zona de Egipto, obviamente la actividad estrella del viaje debe de ser la que va a acontecer hoy. Efectivamente, toca visitar las piramides. No sera lo unico que hagamos en esta jornada, pero sin ninguna duda es el momento culmen de toda esta semana y hay que disfrutarlo como es debido. Una nueva ducha macabra (aunque ya me voy acostumbrando poco a poco a los cambios subitos de temperatura del agua) me sirve para abrir el dia, y a continuacion paso al ritual de llenar el buche en la zona de desayuno y cargar energias para una jornada que claramente va a estar cargada de emociones.

A las diez en punto un automovil, con chofer y guia incluidos, me espera para realizar mi espectacular tour de las piramides. Y es que esta gente lo tiene todo muy bien montado. Es sumamente complicado visitar el lugar sin contratar una actividad. Primeramente porque las piramides estan acotadas en un recinto y para acceder tienes que hacer el correspondiente check, y conseguir los tickets por ti mismo no es nada facil. Ademas, muchas de las actividades extra que acompañan la visita al lugar en si tan solo pueden ser contratadas con un buen dominio del idioma autoctono, el arabe. Vamos, que aqui todo el mundo saca tajada del asunto piramidal. Pero no adelantemos acontecimientos, vayamos paso a paso y entremos poco a poco en todos y cada uno de los detalles de lo que nos va a acontecer en las proximas horas.

Yasser en nuestro guia en un perfecto ingles, acompañado por su inseparable conductor Islam, el cual si que no entiende ni papa de nada que no sea arabe. El guia en cuestion, pequeñajo y saltarin, con gafas de culo de vaso y sonrisa eterna, es un cachondo mental que no va a parar de soltar guasas y contar historietas a lo largo de todo el dia. Lo primero, logicamente, va a ser la visita a las tres grandes piramides de la meseta de Giza. Nos acercamos a la mayor, Keops, que es tan jodidamente inmensa que no cabe entera en ninguna fotografia, y la tocamos y escalamos, intentando llenarnos de la energia que segun todas las leyendas desprende. Y lo cierto es que en el momento que uno posa su mano sobre los colosales pedruscos que la conforman, una especie de paz interior se apodera del cuerpo del tocante. Algo debe de haber. Por desgracia, las colas para deslizarnos por los pasadizos hasta el interior de Keops son de varias horas, asi que decidimos, por indicacion de nuestro guia, intentarlo en alguna de las otras dos.

Kefren es la segunda en tamaño y en posicion. La que parece que tenga un condon en su parte superior, tal y como guasea Yasser. Recorremos el perimetro pero no impresiona tanto como la mayor. Finalmente llegamos hasta Mikerinos, que es la menor y en la que apenas hay algun que otro turista despistado. Asi que decidimos entrar en esta. El acceso, por una rampa descendente bastante resbaladiza y un corredor realmente angosto, es un tanto arriesgado. Incluso un turista rubio enorme, que parece aleman, se pega varios coscorrones con el techo y maldice en su germana lengua varias veces. Tras un par de zigzagueos por el interior del coloso de piedra, llegamos a una camara donde hay un par de egipcios haciendo fotos a todos los turistas, cobrando por ello y asegurando que en este lugar es donde estaba el sarcofago. Como sobre el tema de las piramides habria mucho que discutir y la version oficial dista mucho de ser la verdadera, intento escabullirme de estos sacacuartos, hago un par de fotos de rigor y salgo de alli pitando. Bueno, deslizandome de nuevo rampa arriba, aunque por alguna razon parece que subir es bastante mas sencillo que bajar.

La siguiente actividad, todavia con las piramides de fondo, es llegar hasta un cercano campamento beduino donde nuestro guia insiste en que tenemos que darnos un paseo en camello. A mi, sinceramente, esto no me hace ninguna ilusion, pero Yasser insiste en que ya le ha pagado al beduino y que es una sensacion unica de la que voy a disfrutar mucho. Pues hale, arriba, al camello, que por cierto estos bichos son jodidamente enormes y una vez montado me doy cuenta de que estoy tan alto que me empieza a entrar vertigo. Vale, despues de media hora le doy la razon a Yasser, el asunto tenia su cosa. Pero tampoco es para repetir. Ademas, ahora huelo que apesto a camello y la verdad es que no es un olor demasiado agradable. Antes de irnos del campamento, el beduino insiste en hacerse unas fotos conmigo y, mientras posa a mi lado, me comenta en un ingles bastante tosco que me vende un camello por tres mil dolares. Hombre, pues a lo mejor es una muy buena inversion pero vamos, que no me veo yo aparcando el bicho por las calles de Glasgow. Mejor declino su oferta y me despido hasta una proxima ocasion.

Un poco mas alla llegamos al siguiente punto caliente del dia, la esfinge. Para acceder a ella tenemos que atravesar un templo antiguo que sinceramente me impresiona mas que el bichejo en si. Y es que todos a estas alturas ya sabemos que la esfinge, lo mismo que las piramides, no tiene nada que ver con los faraones ni con la cultura egipcia, sino que son construcciones mucho anteriores. Pero dale que te dale, mi guia me repite hasta la saciedad la version oficial del leon con cabeza de faraon porque tal y cual. Que no, tio, que originariamente era un leon completo y el faraon, a modo egocentrico, decidio poner su jeto en lugar del del leon. Que no, que no, que eso son conspiraciones que tal y que cual... Bueno, mira, dejemos de discutir. Oye, ¿cual es la proxima actividad? Que yo ya empiezo a tener hambre.

La fabrica de papiros. No es nada del otro mundo pero es interesante, porque alli un viejo nos explica como se comenzaron a elaborar los papiros en el antiguo egipcio y como a dia de hoy se siguen haciendo de la misma manera, con la planta del papiro, la cual tras un lento proceso se convierte en papel. La explicacion y demostracion in situ esta muy bien, pero me empieza a tocar las pelotas cuando al cabo de un rato ya intentan venderte todos los papiros que tienen en la fabrica. Y no precisamente a un precio economico. Con la mirada busco a mi guia para intentar salir de alli lo antes posible, pero alguien me comenta que es la hora de su rezo y que lo tengo que excusar durante unos minutos. Asi que salgo hasta la puerta para que nadie me intente vender nada mas y alli me doy cuenta de que realmente las tripas me estan empezando a hacer ruidos muy raros. O no desayune bastante o el paseo en camello me desperto un hambre atroz. Menos mal que en breve aparece Yasser y, para gran recogijo, me comenta que la siguiente actividad es comer.

El tipo me lleva a un sitio muy cutre que dice que esta regentado por unos colegas suyos, y me pregunta si me gusta el koshary, plato egipcio por excelencia y que es lo unico que hacen en este local. Hombre, pues si no me gusta, no parece que vaya a tener eleccion. Pero lo cierto es que el koshary en cuestion esta cojonudo. Se trata de un cuenco lleno de arroz y varios tipos de pasta, cubierto por lentejas y garbanzos y con salsa de tomate por encima. Exquisito, pero llena de cojones, hasta el punto de que no me puedo acabar mi racion, y eso que tenia un hambre criminal. Por suerte esta era la ultima actividad prevista para el dia por parte de mi guia, porque ahora mismo lo unico que quiero es llegar a mi alojamiento y reposar el banquete.

Tirado en el sofa de mi habitacion, nuevamente con vista a las piramides (que realmente nunca saturan), comienzo una sinfonia de ventosidades anales que parece no vaya a tener fin. En un momento dado intento aliviarme con una de las cervecitas que compre ayer, porque ya iba siendo hora de hacerse la primera del dia, pero el caso es que eso es meterme mas gas en el cuerpo y la cosa va aun a peor. Por suerte aun tengo aproximadamente una hora hasta mi proxima y postrera actividad del dia. Y es que, a eso de las seis, un tipo gordo manejando un automovil bastante desvencijado viene a recogerme para llevarme hasta el mismisimo centro de El Cairo. Alli, me subire a un crucero de lujo y tomare la tipica cena navegando por el Nilo, que pronto me dare cuenta de que no es mas que un paripe estupido para turistas que no reviste ningun interes en absoluto.

La cena consiste en un buffet de mierda en el que hay tanta cola que apenas si me puedo poner un plato. Y cuando voy a repetir resulta que ya se han llevado el papeo. Lo unico positivo es que aqui si que sirven mamoneo (supongo que porque solo hay turistas), pero cuando veo que una simple cerveza te cuesta mas que en un bar de lujo de Manhattan, decido acabar la noche con una botellita de agua. Para mas inri, a mitad de cena comienza un espectaculo de musica y baile que es mas que lamentable. Un tio vestido como un travesti, un trajeado tocando un piano electrico que ni se escucha y una bailarina de danza del vientre que no vuelve a cumplir los cincuenta y encima tiene cara de bruja. Con razon sirven alcohol, para que la gente se ponga tan doblada que no vea nada. Al final me quejo a uno de los managers, diciendo que esto es una estafa y acaban por llamar a mi chofer (el gordo del carro reventado) para ver que empresa me ha contratado la actividad y asi pueda poner la correspondiente reclamacion.

Como estoy cansado, dejo pasar el tema, a condicion de que el gordo me lleve de vuelta al hotel lo antes posible. Lo unico que quiero es descansar y, bueno, que cojones, hacerme tambien un par de chelitas antes de caer rendido en la cama. Lo cierto es que las actividades matinales con Yasser (sobre todo el puto camello) me han dejado bastante baldado, asi que agradeceria un poco de paz para finalizar la jornada. De vuelta al alojamiento, y ya encerrado en la habitacion, me doy cuenta de que la conexion wifi del hotel no funciona. Y la television en arabe no me parece la mejor distraccion posible, la verdad. Asi que decido sentarme a mamarme unas buenas chelas conversando con mis propios pensamientos y, de esta relajada manera, acabo por caer dormido en torno a la medianoche.

 
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