domingo, 17 de diciembre de 2023

Giza 1. Dos cervezas suizas y abstinencia forzosa

Tres y media de la mañana. Hora de despertar e iniciar el camino al aeropuerto. La putada es la habitual, que cuando me toca viajar tan temprano y levantarme a horas intempestivas, la noche anterior no acabo de coger el sueño. Y asi estoy, que solamente he dormido dos horas. En fin, ya que es mi sino, tendre que resignarme. Bueno, y ahora automovil durante una hora para llegar al aeropuerto y, tras la habitual espera por entre pasillos y maletas, primer vuelo del dia en direccion a Zurich, lugar en el cual hare mi breve escala para llegar al destino final de esta nueva excursion, Egipto.

Asi es, amigos, nos vamos a ver momias, piramides y demas lindezas que uno pueda encontrar en el eterno pais de los faraones. Aunque mucho faraon, en una republica islamica como la que es en estos tiempos Egipto, no creo que quede por alli. Estaremos casi una semana alojados en un hotel en Giza, ya sabeis, junto a los colosos piramidales de la famosa meseta. Todo en torno a la gran capital, El Cairo (y tan grande, hasta 22 millones de almas residen en ella), que es el lugar en el que vamos a aterrizar despues de nuestro largo viaje. Dos vuelos, uno de dos horas y otro de cuatro, y por en medio la susodicha escala en Suiza, la nacion alpina por excelencia, a donde llegamos en un abrir y cerrar de ojos y, todo hay que decirlo, ya con bastante sed en el cuerpo.

Y es que la mañana ya esta bien avanzada y me empieza a apetecer una buena chela. Ademas, aqui en Suiza tienen unos muy buenos caldos cerveceros. Buscando la zona de transito y el lugar de embarque hacia Egipto, veo que me corresponde la puerta D55. Y mira tu que casualidad que justo delante de la D55 hay un bar. Si es que me buscan. Y me encuentran, claro. Bueno, en realidad es que soy un facilon. Sin mas dilacion me enchufo medio litro de cerveza de trigo que me sabe a gloria, aunque los diez pavos que me soplan por ella no me hacen tanta gracia. Si, ahora recuerdo que Suiza es un pais bastante caro para pillar una buena cogorza. En cualquier caso, es bajarme la chela y justo en ese momento veo que mi vuelo comienza el embarque. Pues casi que mejor, asi no me siguen sablando y tampoco me pongo muy pedo. Venga, para El Cairo.

Eso si, un vuelo de cuatro horas es demasiado tentador para el que ya ha empezado a meterse chuza en el cuerpo, asi que no puedo evitar pedirme otra cervecita durante el trayecto. En este caso es una lager, tambien suiza, que me da que es la unica opcion cervecera que tienen a bordo. No me acaba de convencer y decido dejar de pasar la tarjeta, que ya me han desplumado bastante. Ya tendre tiempo de mamar mas cuando aterrice. De momento, lo unico cierto es que mi cuerpo, con eso de no dormir lo que debia y tras las dos chelitas, empieza a sentirse mas que agotado. Asi que voy a intentar relajarme y dejar pasar las horas hasta que aterrice. Mira, a traves de la ventanilla ya veo los serpenteos del Nilo alla abajo. Pues eso solo puede querer decir que ya estamos llegando

Tal y como aterrizamos anochece. El tramite de la frontera es de los mas faciles que jamas encontre. No hay ni una sola persona en la cola y el oficial no me pide absolutamente nada, y eso que llevo varios papeles listos para presentar. Decido mostrarle el pasaporte porque lo de pasar por toda la cara me parece un poco excesivo y el tio ni lo mira, simplemente lo abre por una pagina al azar y le mete un cuño. Y me hace gestos con la mano para que pase rapidito, que se ve que el tio no esta para que nadie le agobie y cuanto menos tenga que trabajar, mejor. Un poco antes de salir del aeropuerto hay un control de metales y un policia que veo que esta pidiendo los pasaportes. Cuando voy a mostrar el mio, el menda ni me mira y me dice que ignore el arco de metales y salga rapidito de alli. Joder, que prisas tienen todos por deshacerse de mi. Me da que soy el unico rostro palido y, o no les gusta ver mi jeto o es que lo que quieren es que los turistas entren al pais cuanto antes y empiecen a gastar como locos. Pues oye, ahi que voy. Tranquilos que en el aeropuerto no me voy a quedar.

Como estoy en la parte noreste de El Cairo y Giza queda al suroeste, tengo aproximadamente una hora en automovil hasta mi hotel. Asi que hace unos dias decidi contratar a un conductor de estos que viene a buscarte con un cartel con tu nombre, para que me lleve hasta mi alojamiento. Mohammed es un egipcio bastante servicial, que carga con todo mi equipaje hasta un coqueto microbus (todo para mi solo) y que no habla ni papa de ingles. Asi que durante el trayecto la conversacion brilla por su ausencia. Por la carretera, autopista o lo que sea el lugar por el que transitamos (ya que es simplemente una enorme superficie asfaltada pero sin marcas, señales ni nada similar), me doy cuenta de que esto es un poco como volver a India. Misma sensacion. Trafico de locos sin cumplir ninguna norma, bocinazos continuos, todo tipo de vehiculos mezclados, coches, motocicletas, motocarros, carretas, caballos, burros... e incluso adelantamos a un par de tipos que van en camello. En cualquier caso, y despues de una hora de bastante locura y de no ver mucho porque ya es noche cerrada, finalmente llegamos a mi hotel, el Al Fouad, en Giza.

El alojamiento es de los mas caros de la zona, aunque ya os podeis imaginar que el precio es irrisorio comparado con cualquier nacion occidental. En principio parece bonito y elegante, pero a medida que uno va descubriendo cosas, pronto se da cuenta de lo cutre y atrasado que es. Para empezar, me ofrecen una especie de menu 24 horas (ya que no hay restaurante propiamente dicho sino solamente servicio de habitaciones) en el que no se sirve alcohol. No deberia de sorprenderme al tratarse de un pais musulman, pero habia leido que a los turistas en los hoteles si que se les servia. En fin, gozo en pozo de hacerme una chela bien fresquita para darme la bienvenida al pais. Mejor dejo el equipaje y busco un restaurant donde si que tengan chumeo, que tambien lei que en estas zonas turisticas no hay ningun problema en servir a los extranjeros.

Rapidamente me lanzo a la calle y me doy cuenta de que esto es como India. Personajes pululando por todas partes y un trafico aberrante con sonidos de bocinas constantes. Para mas inri no hay aceras de ningun tipo. Hay que ir por la calzada que, ademas, combina el asfalto con la arena del desierto cada dos por tres. Obviamente no hay semaforos, pero es que ninguno, y en los sucesivos dias me dare cuenta de que no solo es en esta zona, es que los semaforos no existen en Egipto. Me toca cruzar la autopista por entre seis o siete carriles de coches que no dejan de pasar en ningun momento. A lo suicida y esquivandolos, con dos cojones. Pero bueno, es lo que el resto de peatones tambien hace, asi que sin problema.

Despues de diez minutos de paseo, empiezo a ver algunos restaurants que tienen pinta de turisticos. Pruebo uno al azar llamado Caviar. Me ponen cuatro platos bestiales por cinco pavos, pero el problema vuelve a aparecer cuando pido una cervecita. El camarero me grita en la cara un "NO" que me deja seriamente acojonado. "Aqui no servimos alcohol", continua casi gritando y mirandome con cara de mala leche. Al final consigo que me ponga una bebida de malta llamada Birell, que es una especie de chela sin alcohol. Pero lo de no mamar ya me esta empezando a joder la noche de verdad. Tras la cena, decido ir a un pequeño supermercado cercano a ver si alli si que puedo conseguir lo que mi cuerpo realmente necesita. Pero nada. Que en este pais no se vende ni se sirve alcohol. ¿Pero por que cojones entonces he leido yo que Egipto es un pais musulman muy light y que los turistas pueden mamar casi en todas partes? Jodidos mentirosos que me van a joder el viaje. ¿Una semana sin beber? Yo eso no lo aguanto.

De vuelta al hotel paso por una gasolinera donde, por curiosidad, me fijo en el precio del combustible. Convertido a mi divisa serian 0.50 por un litro. Tres veces menos que en mi pais. Hay que ver como nos roban en el mundo occidental. Ya en el alojamiento, cansado hasta los topes y enfurecido por el tema del mamoneo, me tiro en la cama y leo varias zarandajas en el movil hasta quedarme dormido. Y lo mas interesante es que, buscando en Google Maps, encuentro las dos unicas tiendas en toda la ciudad donde, efectivamente, se vende alcohol. Pues ya se cual va a ser mi primera mision mañana por la mañana nada mas despertar. Y no, no va a ser visitar las piramides.

 
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