jueves, 21 de diciembre de 2023

Giza 4. De compras

Me despierto a las seis y media y en unas condiciones realmente nada buenas. Bastante cansado por todo el tute de actividades de ayer, a lo que sumo un atisbo de resaca por las chelas consumidas ya en las postreras horas de la noche y, para redondear, mi estomago comienza a quejarse tambien de la peor forma posible. Sesion intensa de vaciado y de las que no son nada agradables. No hay viajecito en el que no acabe encadenado a la taza, menuda calidad de vida. Pero venga, menos quejarnos y mas comenzar a movernos. Ya que me he quedado bien vacio, lo primero que habra que hacer es reponer fuerzas, asi que me dirijo a la zona de desayuno y, esta vez sin pasarme en demasia, ingiero algunos alimentos que me den algo de energia para comenzar la jornada.

Definitivamente ayer noche, a ultima hora, se me fue la mano con la chuza. Me he quedado sin provisiones. Lo positivo es que ahora ya se donde venden. Lo medianamente negativo es que en las tiendas de mamoneo me dijeron que hasta las diez no abren y aun no son ni las nueve. Hagamos una cosa, me entretengo un poco arreglando mas o menos la habitacion y en un ratillo me voy hasta la primera tienda que visite, aquella del barrio chunguisimo. Porque hay cuarenta y cinco minutos de paseo y, saliendo a las nueve y media, llego ya con el local completamente abierto y listo para servirme toda la metralla que desee.

Dicho y hecho. Caminata por el barrio deprimido, que hoy me parece incluso peor que la primera vez que lo recorri, y llego justo cuando el menda esta en plena apertura. La verdad es que debia de tener sed, porque esta vez no me ha costado ni media hora, se ve que vine a la carrera. En fin, la cuestion es que el colega de la tienducha, que obviamente se acuerda de mi visita de hace dos dias, me recibe con su habitual sonrisa y me da todo tipo de alpiste del bueno. No solo chelas, sino tambien otra botella de vino de la tierra y varios cocktails embotellados, que parece ser tambien se fabrican en el pais. El Islam no dejara beber, pero lo que es fabricar... menuda coleccion de metralla.

De vuelta al alojamiento, tras abrirme la primera cervecita del dia, me doy cuenta de que la conexion a Internet sigue fallona hasta la extenuacion. Pues me voy a la piscina a hacerme unos largos, asi me entretengo y no me pongo a mamar mirando a la pared como anoche, que me conozco y se que puedo acabar mal. Alli, en el solarium de la azotea, hay una egipcia tomando el sol totalmente cubierta con su abaya y hiyab. Me pregunto donde cojones le dara el sol. Eso si, cada vez que se da la vuelta en la tumbona, se le levanta el faldon y deja ver todas sus piernas hasta la parte mas alta. Y en una de esas me doy cuenta de que no lleva ropa interior. Ya ves, maja, tanto taparte y al final te lo he visto todo. Claro que no se si la tipa lo habra hecho a proposito o que. Pues hagamos una prueba, me voy a abrir una cerveza que llevo en la mochila, delante de sus narices, a ver como reacciona la tipeja.

Me quito la camiseta con intencion de finalmente meterme en la piscina y al mismo tiempo abro, con todo el estruendo posible, una de las latas de cerveza, metiendole un intensisimo trago para que se note que esto del Islam no va conmigo. Pero por lo visto con la del hiyab si. La tipa, en cuanto se percata de que lo que me estoy enchufando no es precisamente un refresco, recoge todos los bartulos y desaparece de la escena. Pues mira, mejor, asi me quedo solo y ahora ya no simplemente me voy a meter esta chela gaznate abajo, sino tambien otras dos mas que llevo en la mochila. Me hago mis correspondientes largos en la piscina bajo un sol abrasador, me bebo el caldo etilico y me vuelvo a la habitacion mas contento que una flor. Tanta tonteria islamica y al final me estoy pasando todas las normas por el forro de los cojones. Fantastico.

Tras el bañito y el mamoneo me entra gazuza, asi que me vuelvo al restaurant pijo del otro dia, el Savora. Con la relajacion del sitio, y jalandome unas brutales fajitas de marisco, se me hacen las tres y media. Y de pronto recuerdo que para hoy contrate a un chofer para que viniera a recogerme a las cuatro. Me toca correr de vuelta al hotel, por entre una autentica locura de peatones y trafico, ya que justo ahora comienza la hora punta, pero finalmente llego a tiempo. Y os preguntareis a donde me toca ir hoy. Bueno, pues es el dia de las compras. Si, hasta para esto te hacen un tour. Viene un tio, te recoge del hotel y te lleva a diferentes tiendas, donde te explican los articulos que venden y por supuesto te intentan encasquetar absolutamente todo lo que pueden. Pero bueno, tampoco tengo nada mas que hacer y, como mas o menos ya se lo que quiero, tampoco me va a suponer mucho esfuerzo.

Abdullah es el guia que me toca, un tio bastante simpatico pero que no sabes cuando te esta mirando, ya que tiene un ojo para cada lado, en plan camaleon. Aunque supongo que eso es ideal para controlar el trafico en esta locura de ciudad. Me lleva a tiendas de ropa, especias, souvenirs, perfumes... y ya que hablo de los perfumes, que sinceramente no me interesan lo mas minimo, hare una pequeña reseña sobre la perfumera. Una pajara que se me presenta como perteneciente a una antigua familia de beduinos, con una tradicion de varias generaciones de fabricar esencias naturales y blablabla... pero que esta mas buena que el pan. Vaya hermosura de mujer. Mientras me explica los mil y un olores y fragancias, yo simplemente babeo recorriendo una y otra vez su silueta, por mucho que la intente disimular vestida con sus ropajes musulmanes. Casi hasta me dan ganas de gastarme todo mi sueldo en perfumes. Pero vamos, que tampoco soy tonto y ya me diras tu para que cojones quiero yo toda esa mierda. Al final adquiero una remera con motivos egipcios y cuatro o cinco figuritas tipicas y ya esta. Hale, Abdullah, llevame de vuelta al hotel.

Antes de dejar a mi chofer privado del dia, le pregunto si sabe de alguna actividad que me pueda llevar a una zona rural o similar, para ver los modos de vida de esas partes del pais. Es algo que llevo buscando dias y ninguna empresa parece hacerlo. El tipo se compromete a encontrarme algo y dice que mañana mismo me dara informacion. Buen rollo. Y ahora a cenar, que sigo teniendo esa extraña gazuza que no se me acaba de ir del todo. A apenas un par de minutos del hotel hay un tenderete de comida en plan takeaway y, como no quiero complicarme la vida buscando restaurants, me decido a probar a ver que hacen en el lugar. Los tipos solamente hablan arabe asi que nos entendemos por señas. Al final veo que unicamente hacen koshary, ya sabeis, el plato tradicional egipcio que me enchufe ayer para comer. Como estaba de pelotas y ademas llena lo suyo, decido repetir (tampoco tengo otra opcion).

Con el takeaway llego de vuelta al hotel y me dirijo a la habitacion para, mientras degusto el koshary, enchufarme unas cuantas chelas y hasta probar el vino, que por cierto no esta nada mal. Al final, con tanta puta compra, lo cierto es que se me han ido la tarde y la noche y ya es bastante tarde. Asi que decido repetir la actividad nocturna del dia anterior. Mamar en solitario mientras ordeno mis pensamientos y miro a la pared. Y es que la conexion a Internet del hotel sigue sin funcionar. Ya os decia yo que este alojamiento ganaria mas como pasaje del terror que como hospedaje. Pero bueno, asi es Egipto.

 
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