domingo, 6 de noviembre de 2011

Impuesto patriótico a los exiliados

No es que me guste trabajar, pero teniendo en cuenta que en España no me dejaban ejercer ese derecho fundamental de cualquier persona, el ganarse la vida honradamente, pues la verdad es que desde que estoy exiliado en otro país, eso de currar no me desagrada en absoluto. Me siento más persona, vaya, como se nota que no soy un caradura ni un mantenido tipo indignados, pijohippyprogres, sindicalistas y demás escoria progreta votapsoe vaga hasta la médula. Pero el caso es que después de una buena ristra de turnos sobrehumanos y días y días interminables sin parar de trabajar, ahora tengo tres días libres. Así que voy a ir haciendo hueco en mi sofá para tumbarme cómodamente a lo largo de estas jornadas, que seguro que se me hacen más cortas de lo que a mí me gustaría, y voy a llenarme la nevera a rebosar de mis amigos Tennent's y Carling. Sí, no hay problema, aquí los supermercados abren los domingos, y todos los demás comercios también, esto no es un país de vagos, sinvergüenzas, maleantes y psoístas. Así que voy a comprarme las cervecitas en cuestión y que empiece la fiesta.

De lo último que me he enterado es de uno de los postreros coletazos de los hijos de puta malnacidos nazisociatas. Un nuevo y aberrante proyecto de ley o lo que sea que piensan aprobar, no sé si antes de irse a hacer puñetas o después de volver a ser elegidos en las urnas por los subnormales e hijos de perra que les van a seguir votando. Ahora esta gentuza quiere que los emigrantes españoles, como es mi caso, que están trabajando en el extranjero, paguen un impuesto "patriótico" (manda cojones la palabra viniendo de quien viene) al desgobierno español. Esto ya pasa de castaño oscuro. Me hacéis la vida imposible, me echáis, literalmente, de mi propio país, me tengo que ir a buscar mi futuro a otro lado porque vosotros no me lo queréis dar porque sois unos hijos de puta, y aún encima, ahora que por fin me he librado de vosotros, me queréis robar mi dinero ganado con mi sudor para seguir con vuestra puta locura de ejecutivo lunático. Anda y que os den muchísimo, pero muchísimo por el culo. Como me toquéis un penique, y ahora sí que hablo en serio, me planto en la Moncloa con una pistola y me cargo a Zetaparo y a toda su familia, después voy ministerio por ministerio cepillándome a todos los ministros, y acabo sede por sede hasta que no quede un puto hijo de puta nazisociata en pie. HIJOS DE LA GRAN PUTA.

O mejor voy a hacer otra cosa mucho más sencilla, por mucho que me pueda doler, que a estas alturas casi que ya me la empieza a sudar bastante. Voy a acelerar mis trámites para conseguir la nacionalidad británica y voy a renunciar a la nacionalidad española para siempre. Así le robáis a vuestra puta madre. Y de paso dejaré de ser compatriota de unos cuantos millones de retrasados mentales que le siguen votando a esa puta mierda de secta o grupúsculo de anormales nacidos del revés que se hace llamar PSOE. Hemos caído en la bajeza más grande del ser humano. No había bastante con negociar con terroristas o vender las vidas de guardias civiles, no es suficiente consentir el asesinato de niños por doquier, convertir a niñas de once años en fulanas y que Zerolo dé sus charlas sobre maricones en colegios de primaria. No era suficiente lo de joder vidas y hacer que la gente se suicidara, acabara en el talego bajo falsas denuncias o exiliados en otro país. Es que nos quieren perseguir hasta el puto infierno. Insisto, como algún nazisociata hijo de puta me toque un duro, simple y llanamente, LO MATO. Y el que avisa no es traidor.
 
Clicky Web Analytics