domingo, 26 de abril de 2015

Cuatro dias en Suecia 1. Hacia Vitsand

Pues es lo que uno debe de hacer cuando tiene cuatro dias libres y se encuentra un vuelo a buen precio a Goteborg. Ir a visitar a nuestros amigos los suecos. Y a las suecas tambien, por supuesto, despues de visitar unos cuantos paises a lo largo y ancho del globo, la conclusion personal del que suscribe es que son las mujeres mas bellas de este planeta. Pero eso ahora no viene al cuento. Mejor centrarnos en parajes, paisajes y hermosas vistas tanto rurales como urbanas, que son gratis y nos traeran menos problemas que los personajes del sexo femenino.

No vamos a ver vikingos. Al menos vikingos de verdad. Si, los suecos tambien tienen ese cierto orgullo vikingo, pero no son genuinos vikingos, para ser sinceros. Noruega es la autentica cuna de estos habitantes de las regiones septentrionales del planeta. Y de ahi los vikingos se extendieron por otros muchos lugares de Europa e incluso America. Obviamente su incursion hacia el este se topo con sus primeros vecinos, los suecos, asi que, vale, algo de vikingos tendran. Pero una incursion vikinga por tierra, que es como llegaron hasta Suecia, no es muy genuina. Ademas, si consideramos vikingos a los suecos, igualmente deberiamos de hacer con los finlandeses, rusos, ucranianos y hasta turcos. Puesto que por todos estos territorios y alguno mas se extendio la invasion vikinga oriental.

Pero vamos a lo que vamos. Hemos aterrizado en Goteborg y ya que solo tenemos cuatro dias, hemos decidido dividir nuestra visita a estas tierras en dos. Un par de dias a zonas mas rurales y despobladas y otro par para descubrir los misterios de las dos grandes urbes, Goteborg y Estocolmo, las cuales dejaremos para el final. Asi que hoy, primer dia, es momento de coger el coche y enfilar camino al norte hacia ninguna parte, hacia bosques y bosques. Carretera y arboles, el paisaje mas habitual que vamos a ver durante estas dos proximas jornadas.

Suecia es un pais largo de cojones, asi que un par de dias conduciendo hacia el norte tampoco nos van a llevar a latitudes extremadamente septentrionales. En los primeros compases de nuestra conduccion, saliendo de Goteborg, todavia vemos demasiada humanidad, cierto trafico, autopistas, coches... Aunque la cosa empieza a cambiar una vez que cogemos la E45 bordeando el lago Vanern, el mas grande del pais, por cierto. Esta carretera ya nos gusta mas, aunque seguimos pasando pequeñas poblaciones una tras otra, como Frandefors, donde paramos a tomar un refrigerio y vaciar la vejiga, o Mellerud, la mas importante de esta zona, donde decidimos parar a comer, aunque con cierta decepcion ya que elegir el primer lugar al azar en mitad de la carretera, no nos va a ofrecer ningun manjar especialmente tipico o peculiar.

Aqui empezamos a experimentar algo que va a ser una tonica a lo largo de todo el viaje. Se suele decir que el 98% de los suecos habla ingles. Y hasta algunos idiotas sueltan la giliflautez de que el 25% habla perfecto español. Jajaja, tururu. Amigos, si venis a Suecia, aprended algo de sueco, si no vais a pasarlas muy muy putas. Nadie habla ni papa de ingles. El menu, obviamente en sueco, es una autentica hijoputada. Los camareros no salen del sueco. Al final me toca meterme en la cocina donde hay un moro (de estos hay en todas partes) que balbucea algo de ingles y me muestra los platos que estan cocinando. Consigo elegir un plato combinado de carne que no tiene mala pinta. Lo peor del caso es que aun estamos en una zona mas o menos civilizada. A medida que nos metamos en la Suecia mas profunda, mucho me temo que nos va a tocar empezar a señalar cosas con el dedo y hablar por señas.

Por lo menos hemos metido algo en el estomago. Con musica de Abba y Roxette en el coche (muy apropiado), seguimos nuestro rumbo al norte, dejando a nuestra derecha el inmenso lago, que por fin se acaba, y la ciudad de Karlstad, la urbe mas grande que vamos a ver (aunque sea de lejos) en algun tiempo. Nosotros seguimos por la E45 hacia arriba y, ahora si, con muy pocas poblaciones en nuestro camino. Menos mal que la temperatura es buena, en torno a 20 grados, hace solecito, y no pinta que nos vayamos a quedar aislados, porque si no, bien jodidos ibamos a estar. Empezamos a no cruzarnos con coches. Tan solo algun camion suponemos que proveniente de la zona mas al norte del pais. Esto empieza a ponerse interesante.

En este tramo comenzamos a pasar algunos lagos con vistas realmente impresionantes, como es el caso del Ovre Fryken, donde no queda otra mas que parar a hacer que la camara de fotos eche humo. Tan solo dos localidades y de un tamaño tampoco excesivamente considerable en el camino, Sunne y Torsby. En esta ultima estamos tentados de coger el desvio a la izquierda que nos lleva directamente a la frontera noruega entre bosques y maleza. A pesar de que estamos muy cerca de la autentica cuna de los vikingos y de la ciudad de Kongsvinger, no lo hacemos. Seguimos un poquito mas hacia el norte hacia nuestro lugar de descanso para hoy. Una idilica aldea situada junto a un pequeño lago, el Ovre Brocken. El lugar en cuestion se llama Vitsand y para llegar hasta alli hay que salir de la carretera principal y coger otra bastante mas cutre que, curiosamente, tambien llega hasta la frontera noruega. Nuevamente la tentacion. Pero aqui si que tiene toda la pinta de que en una de estas nos sale un oso polar de esos a los que les cabe el coche entero en la boca. Bosque cerrado de cojones.

Encontramos nuestro alojamiento en Vitsand. Es una especie de albergue para esquiadores, asi que estamos totalmente fuera de temporada. De hecho, aparte de nosotros, tan solo un motorista cincuenton melenudo que dice dirigirse al norte sin direccion aparente, esta hospedado en el lugar. La propietaria del lugar es noruega, lo cual no nos sorprende teniendo en cuenta que estamos a un salto de la frontera, habla un ingles muy primitivo y tiene un hijo adolescente muy raro, el tipico menda que no habla, vaga por ahi por la mirada perdida y te da la sensacion que en una de estas va a salir con un machete a descuartizar un cuerpo humano que tiene colgando en el granero. La señora es medianamente simpatica, y digo medianamente porque creo que no entiende ni la mitad de las cosas que se le dicen. Como es tarde, aunque en estas latitudes el sol sigue siendo de justicia, nos ofrece encender una barbacoa que tiene junto al granero por si queremos hacernos alli algo. Si, el granero donde esta el cuerpo humano que el hijo descuartiza poco a poco. En fin, que como tenemos hambre, aceptamos.

Al final de la aldea hay una pequeña tienda-farmacia-correos-todaslasnecesidades. La señora nos indica como llegar (tampoco hay muchas mas casas) y en un santiamen nos aprovisionamos con unos tronchos de cerdo bastante virulentos. Sabemos que es cerdo porque el tendero, que tampoco hablaba ni papa de ingles, cuando le intentamos preguntar que tipo de carne era, se puso a hacer los gruñidos de un cerdo. Y es que esos tronchos parecian cualquier cosa menos marrano. Otro menda simpatico el tendero, el cual si que parece un puto vikingo, enorme, rubio, con manos como sartenes, pero manso como un cordero, leyendo una revista de coches mientras no tenia otra cosa que hacer en la tienda. Cosas de vivir en el culo del mundo, supongo.

De vuelta al alojamiento, la señora por lo visto ya se ha ido a dormir. La barbacoa esta encendida asi que nos ponemos manos a la obra. La pajara incluso nos ha dejado vino y cervezas que le habiamos pedido antes de irnos a la tienda (ya hablaremos mas adelante de la imposibilidad de comprar alcohol en tiendas en Suecia), asi que nos vamos a pegar un festival etilico-gastronomico en toda regla. Deben de ser las once de la noche, pero aun queda sol. De pronto sale de no se sabe donde una rubia tremenda que intuimos que debe ser otra hija de la propietaria, aparte del adolescente maniaco que seguramente sigue en el granero con su despedazamiento de ser humano. Nos pregunta a que hora queremos desayunar y se larga meneando el trasero. Joder que nervios. Mejor me acabo el vino y la cerveza y me voy a dormir, que mañana sera otro dia. Si, me meto en la cama, pero el puto sol aun no se ha ido.
 
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