miércoles, 14 de julio de 2021

Gales y Liverpool 3. Playas reconditas y St Davids

Asi no hay forma de dormir. Lo de estar tumbado en el suelo aun pase, pero los bichos de la manta, los ruidos raros que la bruja anda haciendo por la casa toda la puta noche y las gaviotas, que si, que al igual que en Llandudno, aqui tambien estan zumbadas y no paran de pegar graznidos como si las estuvieran descuartizando, me han jodido el sueño minuto a minuto. Y ya van dos noches asi. A las cinco me incorporo, totalmente destrozado y agotado, pero dandome cuenta de que es absurdo seguir en posicion horizontal. Pues nada, a pasar un buen rato sentado en la taza, que es mi otra posicion habitual a estas horas. Y mira, aqui la cosa parece que mejora un poco. Seguimos con las cagaleras asquerosas, pero esta vez son solo tres veces en lugar de las cuatro de ayer. A ver si en los sucesivos dias seguimos restando y el cuerpo se normaliza. Aunque a estas alturas de mi existencia ya dudo mucho que esto tenga solucion.

Para evitar males mayores con la bruja y su maldita casa de los horrores, decido, tras la correspondiente ducha, que me despeja momentaneamente, largarme del lugar para no volver nunca jamas. Antes de subir al automovil e iniciar la correspondiente ruta del dia, aun me acerco a una pequeña cafeteria a meterme algo solido en el cuerpo. Esto no es Escocia, no tienen morning rolls, lo cual me jode bastante ya que es mi desayuno preferido. Pero bueno, una bagel con bacon y huevo servira. Y lo cierto es que, para mi sorpresa, esta todo bastante sabroso. Hasta el zumo de manzana. Si, habeis leido bien, es que enchufarme una cerveza a las nueve de la mañana ya me parecia un poco excesivo. Aunque en realidad me controlo porque tengo que conducir, que si no...

Mi sesion turistica matutina va a consistir en visitar varias playas que se ubican a lo largo de esta costa oeste del pais. Hace un par de dias lei un articulo sobre las diez mejores playas de toda la isla de Gran Bretaña y se da la circunstancia de que tres de ellas se encuentran a lo largo de la ruta que a lo largo del dia de hoy me va a llevar hasta mi lugar de reposo para esta noche, la villa de St Davids. Aunque con el terrible clima que nos asola hoy, me da que en las playas no voy a hacer mucho mas que ver las ubicaciones, disfrutar del hermoso paisaje y tomar unas cuantas fotos. Lluvia, viento y frio, que ademas, cuando uno se acerca a la costa, se acentua mas todavia. Curioso que la semana pasada por estos lares se estaban asando de sol y calor y ahora nos encontramos con esto. Aunque tampoco me voy a quejar. Sinceramente lo prefiero. Con las temperaturas simiescas siempre acabo por quemarme. Es lo que tiene mi ascendencia vikinga.

Y bueno, que nos ponemos en marcha para Penbryn, que es la primera de las susodichas playas. Y comienza el show de las putas carreteras. Que jodida pesadilla. Con razon las playas son tan bellas y paradisiacas. Porque no hay manera de llegar hasta ellas y permanecen practicamente virgenes. Pistas de un solo carril por entre ramas de arboles enormes por donde mi coche apenas si cabe, y no es que sea precisamente un gigantesco 4x4, despues caminos de tierra y barro con cagadas de vacas, caballos, cabras y todo lo que uno se pueda imaginar, y al final ya directamente atravesar una pradera para dejar el automovil alli clavado porque los arboles me impiden llegar hasta la playa propiamente dicha. Pues nada, diez minutos de cruzar un bosque que parece una selva y no tiene ni sendas. Y al final, pues si, oye, que la playita es una pasada, pero no se yo si merece la pena tanto sufrimiento para llegar a ella.

Se que me voy a arrepentir, pero continuo con mi ruta hacia la siguiente playa perdida. Esta, como ya es habitual en el idioma gales, de nombre impronunciable: Mwnt. Leedlo como mejor os plazca. Y en cuanto me salgo de la carretera principal, que tampoco es que sea una maravilla, otra vez la puta pesadilla de millas y millas conduciendo por caminos de mierda. Al final acabo con dolor de tarro y con la paranoia de que el coche en una de estas se queda clavado en una zanja o empieza a perder piezas de tanto traqueteo. Y para mas inri, en cuanto empiezo a ver la playa desde lo alto de una montaña, se acaba el camino. Ahora se supone que tengo que dejar el vehiculo aqui en mitad de ninguna parte y bajar rodando por la ladera como un puto explorador tarado. Se acabo. Fotos en la distancia, me subo de nuevo al automovil y me largo del lugar. Y cancelo la visita a una tercera playa que tenia en la ruta. Ya estoy hasta los cojones de tanta belleza y de tanto paraje virgen. Que se los metan por el culo a Tarzan y a su jodida mona. Yo quiero una cerveza.

Entre pitos y flautas son ya las tres de la tarde y aun no he llegado a St Davids. Y me estoy muriendo de hambre y, sobre todo, de sed. Asi que, a toda prisa, enfilo carretera hacia la punta mas suroeste de Gales, que es donde se encuentra el lugar en cuestion. Parece que se va a terminar el puto mapa y me voy a caer al mar, pero St Davids no aparece por ningun lado. Y al final me doy cuenta de por que, en cuanto la villa, cuando ya practicamente estoy al borde de la desesperacion, aparece antes mis ojos como surgiendo de la nada. Lo que yo pensaba que era una ciudad super-turistica resulta que no es mas que un pueblucho con dos calles. Pero si, a reventar de trafico y turistas. Algo debe de haber aqui.

Por lo pronto la casa de Norman Bates. Este es el lugar al que el navegador me ha traido y que parece ser es donde me toca alojarme esta noche. Me echo las manos a la cabeza y me resigno a mi suerte pensando que de bruja vamos a pasar a descuartizador, cuando de pronto una pareja cincuentona bastante simpatica me abre la puerta y me da la mas cordial bienvenida. Lo cierto es que el interior de la casa esta de lo mas cuidado y arreglado y cuenta con todos los servicios que necesito. Hasta nevera, que ya sabeis que es lo mas importante de cualquier alojamiento al que vayais. Por si os entra la sed a ultima hora de la jornada, ya se sabe.

Pero yo ahora lo que tengo es hambre. Ni corto ni perezoso me lanzo a las dos calles (insisto en que no hay mas) de este pueblucho que, curiosamente, tiene el titulo de ciudad. Me parece un broma, pero luego vere el porque de esta paradojica situacion. De momento acabo en el restaurante de un hotel donde me enchufo unos faggots de cordero, que es un plato tradicional gales, y por supuesto dos enormes chelas tambien del terreno. Ahora si, me encuentro mucho mejor. Y lo mejor de todo es que ya no tengo que conducir mas por carreteras de mierda y en este pueblo no hay mucho que ver (o al menos eso creo), ya que solo hay dos calles. Pues vamonos de pubs. A beber, que la tarde y la noche aun son jovenes.

Y cometo dos graves errores. El primero irme de pubs en un pueblo mega-turistico donde solo hay cuatro locales para abrevar. No hay sitio en ninguno. Esta todo a parir. Al final acabo en una terracita de mierda, medio acurrucado en una mini-mesa, enchufandome una sidra galesa que no me acaba de convencer y tiritando de frio, y es que el clima esta aun yendo a peor de lo que estaba por la mañana. Y mi segunda grave equivocacion ha sido la de pensar que en este pueblo del demonio no hay nada que ver. De pronto, girando una esquina donde me pensaba que se acababa el pueblo, aparece ante mi una de las catedrales mas grandes que he visto en toda mi jodida vida, y mira que he visto unas cuantas. Debido a que se encuentra ubicada en una depresion del terreno, junto a un riachuelo, no era visible desde ningun punto de la poblacion. Y resulta que ocupa el doble que el puto pueblo entero. Simplemente brutal. Ah, claro, y de ahi lo del titulo de ciudad para esta villa de St Davids, solo por eso, por tener una catedral. Y vaya catedral.

Como suele pasar en estos sitios, es menester pagar para entrar a visitar el recinto. Pero de esto me voy a enterar a la salida. Y es que yo, con mi obsesion por los cementerios y las tumbas, lo que hago es colarme por la entrada trasera del camposanto y, mientras hago las correspondientes fotos, acabo atravesando la pequeña puerta de la rectoria, que esta entreabierta y, tras unos cuantos oscuros pasillos, acabo de lleno en la nave central de la enorme catedral. Me sorprende que no haya ni un puto turista aqui dentro, se ve que estan todos en los mamodromos, pero bueno, mejor para mi, asi nadie me molesta. Me pongo a pasear por el sagrado lugar, hago unas cuantas fotos y me cruzo con un par de curas que pasan junto a mi mirandome raro pero no dicen ni una puta palabra. Todo esto es muy extraño, pero yo mejor sigo con mi visita. Ya que no puedo mamar, pues rezare.

Al final acabo saliendo por la puerta principal y entonces veo en un cartelon junto a la entrada, no solo que habia que pagar veinte pavos por entrar a la Catedral de St Davids (vaya con la austeridad del Señor), sino que ademas el horario de visita ya hace dos horas que ha terminado. Que le vamos a hacer, sera la suerte del borracho. Y hablando de beber... yo sigo con una sed tremebunda. Hago una intentona de volver a probar suerte en los pubs, pero me da que ahora estan incluso mas a rebosar que antes. Y es que ya son las ocho. Y aqui, nuevamente, la suerte del borracho aparece al girar una esquina. Un pequeño supermercado, que esta a punto de cerrar, pero que ahi sigue, impasible, esperandome, llamandome, deseandome. Y yo con la neverita en la habitacion. Pues el plan esta claro.

Lo mismo que el primer dia en Llandudno, cargo una bolsa con diferentes cervezas galesas (aqui hay bastante mas variedad que alla) y me dispongo a encerrarme en mi habitacion para terminar esta jornada que, entre unas cosas y otras, me esta llevando al limite del agotamiento. Esta noche si, la cama es de lo mas comodo, y hasta dispongo de un sofa que parece que me absorbe mientras me abro la primera de las chelas galesas. Primera y ultima, porque estoy tan cansado que tal y como me acabo el ultimo trago caigo profundamente dormido. Mañana sera otro dia.

 
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