sábado, 19 de febrero de 2022

Cornualles 4. Penzance y el chino enchelado

Lo de este sofa es magico, sin ninguna duda. He vuelto a dormir de pelotas. Yo creo que incluso tiene propiedades curativas. Porque da igual lo reventado, torcido y mamado que vayas, que una vez te tumbas, ya sabes que vas a dormir un buen puñado de horas del tiron y te vas a levantar completamente restablecido. Es que ni un atisbo ni de cansancio, ni de resaca, ni de nada similar. Tengo que comprarme uno de estos para casa. Y bueno, que si, que la noche ha estado muy bien y todo eso, pero el caso es que amanece un nuevo dia y hay que comenzar la actividad. Y con muchas ganas de hacer cosas, desde luego, porque me encuentro bien fresco y en plena forma. Sigamos el show en Cornualles, pues.

Hoy no hay paseo estrambotico, tengo planes para el dia y no quiero perder demasiado tiempo. O basicamente lo que no deseo es acabar siendo abducido por alienigenas o algo asi. Porque si ayer acabe en una base militar secreta, a saber a donde podrian llevarme hoy mis pasos. Mejor me tomo las cosas con calma. Una buena ducha y otro desayuno lo mas poderoso posible, dentro de las limimtadas posibilidades que nos ofrecen los ingleses, me sirven para ocupar las primeras horas de este nuevo dia que nos va a llevar a hacer otra excursioncita por estas interesantes tierras. Y a pegarnos otro buen festival etilico-gastronomico, eso seguro.

La idea que tengo en mente para hoy es acercarme a Penzance, una de las villas mas importantes de todo Cornualles, al menos por tamaño y poblacion, aunque tampoco os vayais a pensar que esto es Tokyo. Y desde luego importante a nivel historico, eso si que no se le puede negar. Se dice de esta pequeña ciudad que en su tiempo fue el lugar de todas las Islas Britanicas con mas piratas por metro cuadrado. Y no nos deberia de extrañar lo mas minimo si tenemos en cuenta su situacion geografica extrema, casi al final de una peninsula, y su relacion tan estrecha con la mar. Incluso a dia de hoy sigue siendo un puerto con bastante reconocimiento dentro de toda Inglaterra. Asi que, ahi vamos, a poner cara de corsario y a disfrutar de las callejulas de la susodicha poblacion, Penzance.

Apenas cuarenta minutos al volante y por carreteras realmente comodas. El viajecito se me pasa en un suspiro y en un abrir y cerrar de ojos ya tengo mi vehiculo aparcado justo al lado de la zona portuaria. Desde aqui se puede ver perfectamente como el centro de la ciudad esta en una pequeña colina, y a primera vista se encuadra en una estampa bastante hermosa, con serpenteantes calles empedradas y ese toquecillo a vetusto que siempre ofrece una extraña belleza arcaica al sufrido turista. La mala noticia del dia esta en la parte climatologica. Cielo completamente gris y llovizna constante que por momentos arrecia y pasa a ser una lluvia bastante consistente. Que le vamos a hacer, nos limitaremos a ver lo estrictamente necesario e iremos haciendo paraditas para cobijarnos del agua y estar a cubierto unos minutos. Y ya os podeis imaginar donde vamos a hacer estos pequeños altos en el camino.

Para abrir boca paramos en el Admiral Benbow, un pub perfectamente caracterizado como si de una taberna pirata se tratara. Incluso en la entrada un pequeño letrero reza "solo servimos a piratas". Muy en consonancia con la ciudad y su historia, y sin duda un sacadinero para turistas, puesto que el sitio esta a rebosar. A mi lo de la pirateria me la trae floja, pero la primera cervecita del dia si que me interesa. Me casco mi pinta de ale en apenas dos tragos (habia sed) y tras unos minutos de asueto y relajacion decido continuar con mi paseillo por las calles de Penzance.

La calle mas carismatica e historica de la villa es Chapel Street, donde estan todas estas tabernas, diversas tienduchas de arte y mobiliario clasico, la coqueta Iglesia de St. Mary y alguna que otra chorrada mas. Muy cercanos tambien y dignos de visitar estan los Morrab Gardens, unos jardines que ofrecen una buena cantidad de plantas, arboles y especies animales de lo mas exotico y provenientes de los cinco continentes. Y yo creo que ya esta bien de hacer turismo. Vuelvo a tener sed. Asi que es hora de hacer otra paradita, esta vez en un pub con bastante menos caracter que el anterior, aunque con nombre tambien ciertamente bastante piratesco. De esta manera entro en el Turks Head, donde no solamente me voy a cascar dos pintas de Offshore, sino que tambien voy a meterme en el cuerpo un sabrosisimo fish pie. Desde luego lo del pescado fresco aqui en Cornualles es una maravilla. Tras el festival me quedo totalmente extasiado, pero sin demasiadas ganas de hacer mucho mas en Penzance. Y es que la lluvia ahora cae con bastante mas fuerza y tampoco me queda nada demasiado interesante por ver.

Pues me vuelvo para el apartamento. La tarde ya esta mediada y pronto oscurecera, asi que mejor ir buscando cobijo. En Portreath el clima no es mucho mejor, asi que cualquier actividad al aire libre casi que queda descartada para lo que resta de jornada. Pues vamonos al pub a mamar, joder, que eso es como un seguro de vida, ahi seguro que me lo paso bien. Como no me apetece andar demasiado bajo la lluvia, hoy decido quedarme en el pub mas cercano al alojamiento. Alli me casco dos sidras (menuda aficion le he pillado a la sidra cornica esta), pero no acabo de sentirme muy a gusto. Entre el calor que hace (la puta obsesion por poner la chimenea a toda virolla en este pueblo), unos chavales jugando al billar pegando alaridos y los nada interesantes Juegos Olimpicos de Invierno en la television, decido que mejor me pillo unas viandas etilicas en la tienda del pueblo y me subo al apartamento a beber yo solo y tranquilo.

Dicho y hecho. Hago acopio de una buena variedad de brebajes, todos ellos de la zona, incluyendo una caja entera de Korev (una de las lagers con mas tirada de Cornualles) e incluso pienso en comprar algo solido tambien. Entonces escucho de refilon una conversacion que dos lugareños estan teniendo mientras estan pagando por su compra en la caja. Dicen algo de ir a pillar comida al "chino" del pueblo. Vaya, esto me ha sonado bien. Curioso que soy yo, abro Google Maps en mi celular e investigo al respecto. Y mira tu por donde que el susodicho "chino" es un takeaway que esta en esta misma calle de la tienda pero en la esquina opuesta. Pues que cojones, me llevo las chelas y de paso me subo un chino tambien. De perdidos al rio.

Todo el puto pueblo esta en el chino de los cojones. Deben de haber mas de cuarenta personas esperando por su comida en un cubiculo que no tendra mas que tres o cuatro metros de largo y de ancho. Y la espera no es precisamente corta. Casi una puta hora ahi de pie para que me den un par de chorradas que he pedido. Ya puede estar bueno el asunto, porque si no me voy a cagar en la puta madre de todos los jodidos chinos, y mira que hay. En fin, que al final obtengo mi recompensa y ya puedo emigrar al apartamento a relajarme y comenzar el show que me va a llevar hasta el final del dia.

El chino esta de puta madre, menos mal. Mas o menos las historias de casi siempre, pollo con arroz y un pato que esta soberbio. Pero tampoco es que le haga mucho caso a la comida, la verdad. Despues de cascarme un par de ales que me dejan un cierto mal sabor de boca, me tiro como un loco a por la caja de Korev. Y me bebo una, y otra, y otra, y otra... Pues no, no seais malpensados. No me bebo la caja entera. Al final sobro una. Pero de eso ya me dare cuenta a la mañana siguiente. Porque entre tanto chino, chela y ponerme fino, al final caigo redondo. Y ya os podeis imaginar donde. Exacto, en el sofa reparavidas. Que de puta madre que voy a dormir.

 
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