jueves, 17 de abril de 2025

Morir es una sensacion maravillosa

Supongo que fue un dia despues de una jornada de trabajo. O tal vez no, aunque teniendo en cuenta que en aquella epoca laboraba absolutamente todos los dias posibles del calendario, la primera posibilidad es la mas factible. La cuestion es que alli me encontraba yo, apoyado en la barra del Vinyl Bar, uno de los lugares mas emblematicos de esa zona entre Merchant City y el East End de Glasgow. Sobre todo en lo referente a rock'n'roll. En las guias musicales incluso se describe el sitio como una de las joyas ocultas e indispensables dentro del mundo de la noche glasgowita. Y si, alli estaba yo, perfectamente apoyado en la barra, o quiza era la barra quien se apoyaba sobre mi. O mutuamente, que al final es el caso siempre para los que estamos acostumbrados a estas zonas de los pubs y odiamos el sentarnos en las "mesitas" a degustar nuestra consumicion. No, joder, no, yo soy un animal de barra. Creo que siempre lo fui y siempre lo sere.

La cuestion es que alla andaba yo degustando posiblemente la segunda o la tercera del dia. Y digo esto porque normalmente la primera cae de un trago y ni tengo ocasion de hablar o departir con alguien hasta que no llevo, cuanto menos, la segunda bien avanzada. Pintas de Tennent's, quiero pensar que era lo que me estaba haciendo en aquel momento. Y no es que Tennent's sea de mis cervezas preferidas ni mucho menos. Poco sabor, demasiado gas y una acidez posterior que no me van en absoluto. Pero es que en el Vinyl el resto de material de barril no me hace ni lo mas minimo. La Guinness es solo para ser consumida en Irlanda, os lo aseguro. Menabrea, lager italiana demasiado cara y con poco caracter o sabor. La sidra irlandesa para ocasiones contadas, y aquella seguro que no era una de ellas. Y las otras dos o tres chelas... pues no recuerdo que fueran tampoco buenas en absoluto. Asi que si, al final siempre terminaba, a pesar de que me tocaba mucho los huevos, con Tennent's.

Aparte del bebercio, en esta anecdota yo creo que mas importante era la compañia. Si, los personajes que estaban en la barra junto a mi. Recuerdo claramente a Johnny, que por cierto es el propietario del lugar, pero eso no evita que se tire diez o doce horas todos los dias degustando caldos en su propio bar. Johnny ya ha pasado los sesenta, pero cierto es que aun se conserva en muy buena forma tanto fisica como mental. Sobre todo en lo referido a degustar consumiciones etilicas. Alli tambien estaba Chris. Me encanta este chaval. En torno a los cuarenta, calvo, con minima barba, y un eterno viajante. Que si me voy a Nicaragua, que si a Peru, o que si no encuentro vuelos atractivos me tiro un fin de semana dando vueltas por las Highlands. Y todo el dia a cervezas hasta que cierra su presencia en el pub con un cocktail. Espresso Martini, nunca falla. Supongo que asi se va contento a casa. Y Matt, ese dia tambien estaba Matt. Bajista de varias bandas de mucha calidad en el mundillo rock de Glasgow y que ademas, creo recordar, por aquel entonces trabajaba ocasionalmente de camarero en el propio Vinyl Bar.

Y quiza habia algun personaje mas en torno a nosotros. Alguno de los habituales, Scotty, Greg, el cowboy desdentado... pero tampoco los recuerdo en la conversacion, que al fin y al cabo es el meollo de la cuestion. El caso es que en un momento dado Johnny saca a colacion un articulo que acababa de leer en la prensa digital. Eh, tios, la vacuna de la inmortalidad. Ya la han sacado. Vamos, que te pinchas y ya no te mueres. Claro, que supongo que eso esta solo accesible para los mas potentados del planeta. Y obviamente, siempre estas expuesto a una sobredosis de droga, alcohol, o a meterte un talegazo con el automovil. Claro, claro, asi lo explicaba Johnny, es que el asunto es simplemente que no te mueres de senectud. Vamos, que a poco que te cuides un poco, vives para siempre. Ya veis lo adelantado que esta el mundo a dia de hoy. Vaya... mierda.

Y si, asi acababa Johnny su explicacion. Y es que tras un largo trago a su cerveza (o sidra, no recuerdo en que estaba Johnny ese dia), el tio dejo bien claro que a el eso de los pinchazos raros no le va. Y menos para hacerse eterno. Yo tambien habia leido al respecto de la noticia y no pude mas que dar la razon a Johnny. Al fin y al cabo nosotros dos eramos los mas viejos dentro de la conversacion y supongo que nuestra opinion deberia de contar un poquito mas. Si esto ya se nos esta haciendo largo, figurate si encima nos dicen que la cosa jamas se va a terminar. Para cagarse. Pero Chris no acababa de estar del todo de acuerdo. El si que opinaba que meterse el pincho ese podria resultar interesante. Y mas aun Matt, que era el mas joven de todos (aun no llegaba a los treinta). El si que abogaba totalmente por el asunto ese de la inmortalidad. Estaba claro, era todo un tema generacional, o mas alla, simple y llanamente de edad.

Tuve que poner entonces las pelotas sobre la mesa y expresarme con la mayor de las claridades posibles. Mirad, tios, a mi que no me quiten una sensacion tan maravillosa y unica (sobre todo unica, porque solo va a acontecer una vez en la vida) como morir. Que si, que si, que yo quiero saber que se siente. Quiero morirme. Que no me vengan con mierdas modernas. Todo el mundo a lo largo de toda la historia de la humanidad ha muerto. No queramos jugar con fuego. Sigamos siendo lo que hemos sido siempre, humanos mortales y, simplemente, muramos. No tuve que decir mucho mas. En ese momento, y tras mi breve platica, todos estuvieron de acuerdo. A la mierda con la vacuna de la inmortalidad. Dejemonos de tonterias y giliflauteces. Morir es una sensacion maravillosa.

viernes, 28 de febrero de 2025

Contengan su optimismo, por si acaso


Este último año fue una completa mierda. El peor de mi vida, sin duda. Todo 2024 y lo que llevamos de 2025, e incluso los últimos días de 2023, diría yo. Todo comenzó con una mala visita al dentista. No debería de tener nada que ver, de hecho aquella no era sino la necesidad de una extracción dental para que la cosa no se complicara y acabara por quedarme sim boca. Pero de alguna manera, a partir de ahí todo comenzó a joderse y comencé una espiral de negatividad, depresión y caída en picado que parece no tener fondo.

Tampoco quiero entrar en más detalles que a nadie le interesan. La cuestión es que paulatinamente tuve que ir alejándome de todas mi pasiones y pequeñas cotidianidades que me proporcionaban algún tipo de felicidad. Hasta quedarme solamente rodeado de miseria y tedio, literalmente. Lo que pasa es que nunca he sido una persona pasiva. Hasta en las situaciones más extremas me revuelvo y quiero buscar soluciones, por mucho que las fuerzas no acompañen. Luego las decisiones tomadas pueden no ser las más acertadas y me arriesgo a terminar incluso peor de lo que estaba. Pero al menos que no se diga que no lo intento. Hay quien a eso lo denomina tener cojones, yo simplemente lo considero combatir el aburrimiento.

Ahora podría, dentro de esta onda recién comentada de buscar remedio a las malas situaciones, optimizar con la idea de un futuro positivo. El típico comentario de "ya estamos en el fondo, a partir de ahora toca remontar". O tomarme en serio los ánimos que me llegan de conocidos, "vamos, seguro que ahora todo va a ir bien". Podría llegar a creérmelo e incluso tomar esa actitud. Aunque no estoy nada convencido. Pero bien, sí, digamos que, aunque no tengo una jodida bola de cristal, veo que en efecto todo va a ir bien. Pues aun así no me atrevería a soltarlo a los cuatro vientos ni en broma.

Recuerdo una entrevista que hicieron a John Lennon a principios de diciembre de 1980. Decía que había pasado muy malos momentos pero que ahora había vuelto al negocio musical, era feliz con su familia y se sentía más fuerte y con más ganas que nunca. Todo optimismo. Incluso agregó, casi al final de la entrevista "mi música es una obra unitaria que no terminará hasta que esté muerto, y espero que eso no suceda hasta dentro de mucho tiempo". Esa misma noche Lennon fue tiroteado y asesinado a la entrada de su casa junto a Central Park, en New York City.

No está de más mirar al futuro con optimismo. Incluso aunque no nos lo creamos ni nosotros mismos. Pero cuando uno lo cacarea en voz alta y con tanto entusiasmo, se arriesga a que un pistolero hijo de puta cualquiera le meta cinco balazos. Tampoco hay que ser tan drástico, pero hay muchas otras formas de morir. Incluso alcoholizado tirado en el suelo de la cocina de tu casa. Así que me voy a abrir una cerveza para desayunar y a ver qué pasa. Todavía no vi a ningún tirador solitario rondando por ahí fuera.


 
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