domingo, 13 de diciembre de 2009

El Vikingo Macabro agredido

Todavía reciente en la memoria la agresión sufrida por Hermann Tertsch el pasado lunes, ayer sábado le tocó el turno al que suscribe de probar los "razonamientos" de los hijos de puta que apoyan a este desgobierno de anormales y liberticidas. Por lo visto hay mucha gente a la que no le gusta ni que escriba verdades ni que mi pensamiento vaya contra el establecido por este régimen de radicales malnacidos. Debe de ser que se están viendo con el miedo a perder la poltrona demasiado cerca cuando recrudecen de tal manera sus acciones violentas hacia los que combatimos su ineptitud y gilipollez integral que tan por el camino de la amargura nos están llevando.

El resultado de este cobarde ataque sufrido hacia mi persona por parte de estos hijos de mala madre simpatizantes y votantes del puto PSOE ha sido una mano y la nariz fracturadas. Comprenderéis pues, queridos lectores, que, ante mi dificultad para poder teclear mis siempre mordaces y directos artículos y coincidiendo también con que iba a pasar estas próximas fechas navideñas fuera de España, este blog deje de funcionar hasta mi completa recuperación (un mes aproximadamente). En cierto modo supongo que han conseguido el objetivo que estos hijos de puta liberticidas pretendían, que era silenciarme. Pero para su decepción volveré a partir de mediados de enero con más fuerza incluso que antes (si cabe). Y esta vez a lo mejor, aparte de escribir, comienzo a utilizar sus mismas armas, básicamente salir a la calle a apalear nazisociatas. Es que esto de poner la otra mejilla como que no me va mucho.

Para finalizar, porque no veáis lo que me está costando escribir esto con una sola mano, quisiera pedir a mis compañeros y amigos bloggers que, aparte de disculparme por esta ausencia forzosa, dieran el mayor bombo posible a este tipo de cobardes, patéticos, asquerosos e intolerantes ataques hacia los que no seguimos la corriente del nazi iluminado monclovita y sus putos secuaces de mierda. Nadie está a salvo de ellos y lo peor de todo es que la justicia, desgraciadamente, no está de nuestro lado (ésa es otra historia que un día de estos contaré). Sin más, vuestro querido amigo el Vikingo Macabro, azote de hijos de puta psoístas malparidos y demás alimañas de semejante calibre, se despide hasta dentro de un tiempo. Como decía el gobernador de California enfundado en la piel de un androide asesino, ¡VOLVERÉ!
 
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