Lo veo y no lo creo, o sí, porque en esta España de hoy en día cualquier cosa ya es creíble. Ahora para casi todos los medios de incomunicación del país, o sea los que teledirige y manipula este desgobierno de malnacidos, los malos de la película y los sinvergüenzas, culpables de todo y malísimas personas, son los controladores aéreos. Y la borreguil opinión pública, pues sí oiga, lo que diga el telefascismo desgubernamental, que somos tontos y queremos seguir siéndolo. ¿Pero esta gentuza de qué cojones va? Esto ya es la desvergüenza elevada a la enésima potencia. Sí, majos, os jodemos la vida y encima vosotros tenéis la culpa.El caso es que, para que se enteren todos los imbéciles profundos que pululan por este país y que dentro de su gilipollez innata siguen votando sí o sí al puto PSOE, los controladores aéreos están siendo jodidos hasta extremos realmente delirantes. Y que nadie me diga que va en su sueldo, porque trabajar cincuenta horas seguidos sin un puto descanso ni para tomar café, no creo que vaya en ningún sueldo. Y no es que precisamente estos señores cobren los treinta mil napos al mes que se lleva el travelo Pajín por rascarse los pelos del culo y soltar mierda por su boca. A esta gente la están haciendo trabajar hasta la extenuación, con la reiterada negativa de contratar a más controladores y cada vez abriendo más aeropuertos y programando más vuelos. Y sin descanso, y sin bajas, y con el consiguiente riesgo que conlleva para los pasajeros el hecho de que las torres de control estén en manos de gente completamente agotada y con sus facultades físicas y psíquicas muy lejos de estar en su plenitud. Ah, y como protesten a la puta calle.
Pero como tenemos a un desgobierno de chulos, mafiosos e hijos de puta en grado extremo, pues estos vilipendiados trabajadores son los malos de la peli. Así el Piolín Blanco podrá ponerse medallas, Rubalcabrón seguir declarando la guerra a la ciudadanía y Zetaparo continuar en su extraño escondrijo masturbándose viendo vídeos de Zerolo enculando a la puta Sebastián. Lo que no saldrá en los medios controlados por estas sabandijas es cómo se ha obligado a los controladores a volver a sus puestos de trabajo. Pues bien, digamos las cosas claras, con métodos dignos de la dictadura militar más salvaje que pueda haber en cualquier rincón del planeta. Con razón estos hijos de mala madre son tan afines a Venezuela, Corea del Norte o cualquier estado moro lunático, si es que lo que quieren es convertir a España en un país de esa índole y poder usar el poder despótico a diestro y siniestro para asesinar y torturar a tantos ciudadanos como se les antoje.
Pues bien, queridos lectores, así convenció nuestro ejecutivo del talante a los controladores para retornar a sus puestos de trabajo. Se cita al representante del colectivo a una negociación en la que toman parte el subminiterio de Fomento, la empresa AENA y el ejército, con dos cojones. Varios controladores afirman que cuando su representante salió de esta reunión tenía un aspecto absolutamente demacrado y extenuado, "como si le hubieran torturado", describe alguno. Bien empezamos. En este estado reciben los controladores a su representante, que directamente les presenta las hojas de embargo de todos sus bienes que el desgobierno ya tiene preparadas, mientras les comunica que o vuelven todos al trabajo o se van ocho añitos por cabeza a una prisión militar y se les despoja de todas sus propiedades. Esto es lo que hay, a este tipo de miserables tenemos en la poltrona. Y ahora, a seguir votando PSOE, a unos cuantos millones de capullos no les da para más.
