jueves, 30 de diciembre de 2010

2011

¿Brindamos o no brindamos? No hay mucho por lo que hacerlo, la verdad, aunque siempre quede bien eso de levantar las copas con la llegada de un nuevo año y demás zarandajas. Lo cierto es que este país ya se ha convertido en un irremisible estercolero, tanto en su sociedad, repleta de inmigrantes delictivos que campan a sus anchas ante la estúpida tolerancia de unos imbéciles que sólo se vuelven intolerantes contra las personas de bien, como en su economía, destrozada sin solución por una pandilla de lunáticos inútiles que venderían a su madre con tal de conservar el poder, como en su clase política, incapaz hasta la médula por un lado y sometida y sodomizada por el otro, sin capacidad ni para realizar una digna oposición a tan escandaloso desaguisado. Estamos perdidos, amigos, seguramente por nuestra propia necedad y vagancia, por tanto decir que se ocupe el vecino de sus propios problemas, por tanto girar la cabeza ante la hecatombe que se nos venía encima mientras la manipulación desinformativa nos lavaba el cerebro con fútbol y telebasura. Aquí estamos pues, a punto de comenzar un año, 2011, que va a ser el de nuestra tumba definitiva.

2011 va a ser el peor año de la historia de esta nación en muchísimo tiempo, y no sé si de aquí a un año no tendremos que decir que de todos los tiempos. Los remiendos contra el paro e intentando que la economía no se desmorone escandalosamente van a saltar por los aires, de donde no hay ya no se va a poder sacar, y Europa está muy hasta los cojones de nosotros y casi que, antes que rescatarnos, va a preferir lanzarnos fuera del euro y de la UE. Y nos lo merecemos, hemos puesto y reafirmado en el poder a un absoluto inútil integral y lunático peligroso. Más allá de nuestras fronteras nadie se cree cómo podemos ser tan gilipollas, así que ya nos dan por un caso perdido, que se jodan los españoles con toda su mierda, que ellos se lo han buscado. Es lo que hay. Del paro estaba yo hablando, no me desvío. Por mucho que se falseen las cifras y nos las maquillen como les salga de las narices, cientos de miles de españoles se van a ir a la puta calle cada mes a lo largo de este nuevo año. Por no hablar de las pseudo-ayuditas que se acaban y de los más de cinco millones de parados que ahora mismo tenemos que en breve van a dejar de cobrar subsidio, los que aún tengan la suerte de cobrarlo, claro. ¿Qué significa todo este cúmulo de cosas? Pobreza total, tercer mundo, gracias ZP, qué guay y progre que eres.

Estaría mal ahora hablar de 2012 con todo el infierno que aún tenemos por delante durante estos próximos doce meses de penurias. Aún así, me permitiré una pequeña licencia, y lanzaré al aire una profecía que ojalá no se convierta en realidad pero que mucho me temo que, acertando siempre como acierto, será lo que finalmente acontezca en esta aberración de país o lo que sea. En teoría para entonces tendremos elecciones generales, y digo en teoría porque con el estadito de alarma dictado a dedo por esta caterva de totalitaristas liberticidas nazisociatas, no se pueden disolver las Cortes. Y una vez soltado el pajarito no creo yo que vuelva a entrar en la jaula como si nada. Pero bueno, el caso es que da igual, porque aunque hayan elecciones, es que me lo veo, en el país de los gilipollas profundos, subnormales, tarados e hijos de puta congénitos, lo más fácil es que el PSOE de los cojones vuelva a salir vencedor. Será entonces el momento de salir a la calle y que estalle una nueva guerra civil porque la gente no aguantará más. Pero como esto seguirá siendo la España de los zombies aborregados, pues no pasará nada. Ya habrá momento para ganar otro Mundial y que Belén Esteban tenga su propia cadena de televisión. Y si no, al tiempo.
 
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