viernes, 9 de julio de 2010

Hijos de puta en San Fermín

Se vive un ambiente muy ESPAÑOL estos últimos días en ESPAÑA, vaya, ya sé que esto debería de ser lo normal todos los días pero mira, tenemos a un mequetrefe en la poltrona y a un puñado de hijos de puta anormales dándole respaldo desde las urnas, algunos no dan para más. Tiene sus bemoles que los ciudadanos saquen a relucir este tipo de sentimientos únicamente con el asunto del fútbol, mientras los parados, el terrorismo, la inmigración delictiva o la miseria económica de las familias parece que nos la traen floja a todos. Pero bueno, no se pueden pedir imposibles, esta nación ya ha demostrado por activa y por pasiva lo agilipollada que está, así pues, quedémonos con el deporte rey. Gentes pintadas con los colores nacionales, banderas colgadas de los balcones, gran alegría con los logros de nuestros compatriotas en Sudáfrica, en definitiva, muestras de un españolismo que muchos creían (y disfrutaban con ello) dormido, pero que aquí está de vuelta, como cada vez que juega la selección, vamos.

Todo ello a pesar de unos pocos, de unos engendros, de unos malnacidos, de unos HIJOS DE PUTA, con todas las letras y bien grandes. Leía ayer en un mini-recuadro en la prensa, porque a estas cosas no se les puede dar bombo, qué vamos a pensar de los pobrecitos batasunos hijos de mala madre, que un chaval era apuñalado en Pamplona, en plenos Sanfermines, por llevar una camiseta de la selección española. No, no se trata de una casualidad, ni de una agresión causada por la euforia etílica ni nada parecido, es lo que es y a los hechos me remito. Por lo visto un grupo de jóvenes que acababan de disfrutar de la victoria de la selección en una pantalla gigante instalada en plena calle, se retiraban ya hacia sus domicilios cuando se cruzaron con un grupúsculo de indeseables terroristas que comenzaron a gritarles "españoles de mierda" mientras hacían gestos despreciativos hacia ellos. No contentos con todo esto, estos asesinos en potencia comenzaron a seguirles profiriendo todo tipo de amenazas, hasta que uno de los chavales se giró para pedir que les dejaran en paz y recibió una puñalada traidora que le alcanzó un pulmón. Lo más grave ya no sé si es que en ESPAÑA haya hijos de puta de semejante calibre o que la noticia haya sido sistemáticamente silenciada porque aquí parece ser que unos tienen más derechos que otros, como siempre.

Ahí tenemos, pues, una hermosa muestra de tolerantes jóvenes de izmierda, aquéllos que acusan de fascista a todo el que no tenga sus asquerosos instintos asesinos y que no toleran más que sus putas ideas chifladas y antinaturales. Sí, antinaturales, por mucho que queramos eludir la palabreja, porque no creo yo que lo más natural sea ir por ahí acuchillando a alguien en su propio país por mostrar su propia bandera. Hay que estar zumbado y ser muy HIJO DE PUTA, repito. Como Ramoncín, pero éste por otros motivos. Pero esto es lo que quería Zetamierdas, no nos sorprendamos, dividir, crear "tensión", así decía él que ganaría en las urnas, a esto nos ha llevado, a la sangre, a un paso de un nuevo conflicto bélico civil. A este bellaco y miserable están votando unos cuantos millones de imbéciles o malnacidos. Pues nada hombre, si quieren guerra la tendrán, a mí y a unos cuantos más como yo, ya no nos queda nada que perder. Pero eso sí, nosotros combatimos de frente, cara a cara, nada de puñaladas traperas ni puñetazos a traición. Nosotros no somos unos cobardes hijos de mala madre como todos los votantes del PSOE y demás hienas inmundas que pululan por este país. Qué ganas tenemos de daros de una puta vez vuestro merecido, hijos de perra.
 
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