domingo, 17 de septiembre de 2017

Anecdotas del Tatus 4

Era otro de esos macabros periodos de cuatro o cinco dias en los que el Tatus se aposentaba en tu casa y no salia de alli ni aunque aconteciera el fin del mundo. A eso de las cuatro de la tarde del cuarto dia de permanencia tatuada ininterrumpida yo tenia cita con el medico. Asi que se lo espete, 'tio, tengo que irme al medico'. Contestacion muy del Tatus, 'ah, vale, tio, yo te espero aqui'. Creo que no pillaba la indirecta de que el NO me podia esperar sentado en MI casa haciendo lo que le saliera de las bolas. Asi que le tuve que decir claramente que no se podia quedar y que me siguiera diligentemente a la calle. A pesar de sus tipicos '¿POR QUE?', que suele gritarte a la cara cuando algo de lo mas normal no es entendido por su enrevesado cerebro, finalmente consegui que me siguiera. Pero no fue una buena idea.

Eran unos quince minutos de paseo hasta el doctor, que se iban a convertir en una autentica pesadilla de verguenza ajena. Comienza el show de alaridos y canciones de Queen a grito pelado por mitad de la calle. Casi las cuatro de la tarde, trafico a reventar, la acera petada de gente, hora punta del ir y venir de los habituales transeuntes de una gran ciudad, momento ideal para el gran show del Tatus. Y es que cuanto mas observado se siente, mejor se lo pasa, gritando a un lado y a otro, insultando al que no le mira demasiado bien, buscando el roce con unas y con otros (le da igual el sexo) y, en definitiva, provocando que toda la ciudad se ponga en estado alerta cuando semejante personaje pisa la calle con ganas de espectaculo.

Lo peor acontece cuando, ya llegando a la consulta de mi doctor, tenemos que cruzar por delante de un instituto. Adolescentes saliendo de clase, el paraiso del Tatus. Yo, por suerte, hace un rato que ando como unos cincuenta metros por delante de el, asi que veo el bochornoso espectaculo en la distancia. Hace rato que el Tatus se ha quitado la camiseta y la ha tirado por ahi (no la lleva ni en la mano), pero ahora empieza incluso a desabrocharse el pantalon. Con la bragueta bajada, medio en pelotas y con sus lupas de sol macarronicas de los años setenta, comienza a perseguir a niñas de trece y catorce años al grito de 'GUAPA, GUAPA, GUAPA, GUAPA, GUAPA'. Por suerte para ellas, casi todas las chicas estan mas agiles que el Tatus y tras treinta metros de carrera el las tiene que dejar y cambiar de presa. No sera que no tiene para elegir a la puerta de un puto instituto.

Directamente se ha formado una revuelta, el Tatus es ahora el tipico lobo a la caza de ciervos, babeando en la misma salida del instituto, girando sobre si mismo a toda velocidad a ver donde encuentra carne fresca. Hay niñas escondidas detras de arboles, portales y coches, alguna que otra sigue corriendo en la distancia, y lo peor es que no hay ni un adulto en una milla a la redonda que le llame la atencion a semejante tarado. Aunque tampoco hubiera servido de mucho, creedme. Yo ya estoy a mas de cien metros y veo la ocasion perfecta para desaparecer del todo. Aprieto el paso, giro dos esquinas (aun escucho los alaridos del Tatus) y me planto en el edificio donde se ubica la consulta de mi medico. Por fin a salvo. No vi al Tatus hasta la siguiente semana.

Y ahora que hablo de adolescentes me viene a la cabeza una de esas frases del Tatus que a uno le ponen los pelos de punta. Aquello de 'me gustan las tias sin tetas porque parecen niñas de ocho años'. Ya se que suena contundente y desagradable, pero si analizamos la sentencia en profundidad veremos que es aun mas grave de lo que parece.. No es que le gusten las niñas de ocho años porque le recuerden a mujeres planas, que dentro de lo cabe dirias, bueno, vale, te gustan las tias sin tetas. No. Es que se calza a tias planas para sentir lo mismo que con una de ocho años... Si, ya lo se. Cualquier comentario esta de mas. Queda retratado.

Y algunos os preguntareis por que la policia no hace nada con semejante tarado. Bueno, o bien tiene suerte o es que la policia tampoco puede hacer mucho. Veamos esta otra anecdota. En una ocasion se presento en mi casa, como es habitual sin avisar, y simplemente para dar por culo y estar alli cuatro o cinco dias. Esta vez, antes de entrar en mi domicilio, ya monto el show en el bloque de viviendas con unos cuantos vecinos.

El Tatus traia consigo un cubo, de esos de fregar, con agua hasta los topes, vaya usted a saber por que. Bueno, quiza porque era una epoca bastante calurosa. Asi que mientras esperaba por el ascensor decidio poner el cubo en el suelo y meter toda su cabezota dentro de el para refrescarse. Una actitud muy normal y cotidiana. Un par de vecinos originarios de America del Sur, bastante alucinados ante semejante actitud, le increparon que estaba dejando perdido el suelo ya que mas de la mitad del agua del cubo se habia derramado. El Tatus, todavia pingando de agua por todas partes comenzo a gritarles 'YO SOY DE AQUI, SUDAKAS, DE AQUI, DE AQUI, DE AQUI'. Intuyo que se referia a que el si que era originario de la ciudad, a diferencia de estos estupefactos vecinos.

Una vez en mi apartamento, el Tatus comenzo a contarme esta historia con la mayor naturalidad, como si no pudiera refrescarse cuando tuviera calor. Lo que no me dijo, y averigue dias mas tarde, es que de paso se habia encarado con medio vecindario que habia salido a defender a los sudamericanos ya que el Tatus casi se lia a golpes con ellos sin venir demasiado a cuento. Pero el estaba ya feliz gorreando algo de comida en lata y cascandose tantas cervezas como habia encontrado por mi nevera. Yo mientras, tratando de ignorarle, me disponia a limpiar un poco la casa.

Alguien llama a la puerta. Posiblemente vecinos buscando al Tatus para lincharle. Pues no, abro y alli me veo a una pareja de la Policia Nacional. 'Buenas, venimos buscando a un loco que esta inquietando, insultando y agrediendo a todo el vecindario, ¿ha visto usted a alguien anormal pasar por aqui?'... Joder, anormal, si yo le dijera... A todo esto, y mientras el poli aun esta esperando mi respuesta, se oyen de fondo los gritos del Tatus. Los dos maderos intentan mirar hacia dentro de la casa, pero los recovecos no les dejan ver mucho, asi que continuan esperando mi respuesta. 'No, agentes, todo esta en orden, gracias, aqui no hay nada ANORMAL'. Me saludan y me dispongo a cerrar la puerta, pero antes aun le da tiempo al Tatus a pasar por detras de mi cantando a grito pelado con el famoso cubo en la mano, dispuesto a darse otro refrescon.

Y no paso nada mas. Los pobres polis se fueron sin poder hacer nada. Los vecinos rezaban para que aquel tipo siguiera encerrado en mi casa y no saliera. El Tatus permanecio alli durante cuatro o cinco dias dandose aguas en el cubo y mamando todo lo que pillaba a su alcance. Y yo me tuve que tragar otra sesion de perturbaciones del Tatus. Como veis por anecdotas no sera.
 
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