sábado, 30 de septiembre de 2017

Rutina de una matinal de resaca

Me he levantado con una puta tremenda resaca. Es lo que tiene cascarse una caja entera de sidras de pera ayer. Digo bien, ayer, porque las fui distribuyendo a lo largo de todo el dia, empece a eso de las diez o las once de la matinal y acabe el festin etilico doce horas mas tarde cayendo de bruces sobre la cama. De hecho ni siquiera me acuerdo de esto ultimo, pero a juzgar por la posicion en que estaba dispuesto mi cuerpo sobre la cama a eso de las cuatro de la madrugada, cuando abri un ojo medio entre tinieblas, intuyo que cai completamente a plomo y por supuesto vestido de pies a cabeza.

He recuperado finalmente la vertical a eso de las ocho. Eso si, previa sesion de mirar al techo durante una hora sin saber muy bien quien era yo y que cojones pasaba a mi alrededor. Despues mi cerebro empezo a funcionar un poco mas, recobre conciencia de mi persona y puse alcanzar mi movil para comprobar la hora y ponerme un poco de Bob Dylan para ver que tal reaccionaban mis neuronas ante su musica judia. Nada especial aparte de unas horribles ganas de cagar. Si, las tipicas cagaleras de despues de una buena chuza, con el agravante de que la sidra de pera es un laxante natural de puta madre. Asi que ya os podeis imaginar como ha quedado la taza. O las tuberias, que no se como han sido capaces de tragar tanta cantidad de mierda a tan temprana hora.

Me he sentado en mi escritorio a ver que actividades tengo para hoy anotadas en la agenda. Escuchar un poco de buena musica (si, hasta eso me apunto), ir a comprar unos leds para el baño (uf, eso apetece poco ahora, quiza a la hora del vermouth, asi tengo excusa para pasar por alguna barra) y las inevitables tareas de final de mes, pagar unos cuantos recibos. No me gusta domiciliarlos, prefiero hacer el pago online, que basicamente viene a ser lo mismo, con la unica diferencia de que asi controlo lo que pago y no me llevo sorpresas al abrir la cuenta de banco y ver que me ha desaparecido el dinero porque si. Casi que voy a empezar por esto ultimo, ya que tengo el ordenador a mano.

Pero es lo que pasa cuando uno abre el navegador, que siempre se lia a ver cosas y tarda como un par de horas en ir al grano de lo que realmente necesita. Noticias deportivas, un par de videos musicales, y por supuesto el inexcusable porno. Realmente el porno a mi ya no me sorprende, es como una rutina, siempre consiste en lo mismo. Es cierto que en los ultimos tiempos me he aficionado bastante al porno danes de los ochenta, nada personal, pero desde que lo descubri me parece mas entretenido que otro tipo de pornos. Es como todo, en las ultimas decadas el mundo se ha ido despersonalizando y yendo a tomar por culo de forma paulatina, y esto incluye tambien al porno, que cada vez ha ido a peor. El porno actual es tan innatural y poco creible que recibo mas estimulo sexual viendo un documental sobre los asombrosos misterios del sistema Alfa Centauri. Asi que me quedo con el porno danes de hace treinta años, eso si, con mi propia musica de fondo. Sigo con Bob Dylan, hoy me ha dado por el abuelo judio, que sonando de background del porno es bastante apropiado, por cierto.

Y hasta aqui he llegado. A escribir un post en el blog. Despues de despertarme, cagar, escuchar a Dylan y ver porno. Lo bueno es que aun son las nueve y media, asi que me queda todo el dia por delante para el resto de idioteces y actividades que tenga que realizar. Aunque no esta en mi agenda, lo de comprar mas sidras es algo que tarde o temprano hare. Otra caja, asi mañana volvere a estar jodido al despertar. Y sera la misma rutina. Una hora en coma, cagar, escuchar a Dylan o a quien toque y puede que hasta ver porno con la tonadilla en cuestion de fondo. Quiza penseis que es una vida de mierda, pero yo no hago daño a nadie, a diferencia de otras personas cuyo unico objetivo vital parece ser el de joder la existencia del resto de personas alrededor. Si, me refiero a los putos comunistas, por ejemplo.
 
Clicky Web Analytics