martes, 12 de septiembre de 2017

Anecdotas del Tatus

Ya en alguna ocasion os he contado alguna que otra historieta del Tatus, todo un personaje. Para los que no las recordeis, AQUI teneis una contada en primera persona por un compañero de talego del susodicho y AQUI una breve aventura en la que es gran protagonista. Y como hoy me he levantado, vaya usted a saber por que, con el recuerdo de semejante individuo en la mente, pues os voy a contar un par de anecdotas mas de las que ahora me acuerdo y que reflejan, dentro de lo cabe, el especial carisma, por llamarlo asi, de que gozaba el Tatus.

La anecdota de '¿te puedo hacer una pregunta?' es una de mis preferidas, aunque en su momento, siendo yo mismo el protagonista, sinceramente no me hizo ni puta gracia. Seria algo asi...

Estamos hablando de finales de los 90, si, ya hara casi cuatro lustros. Estaba yo tranquilamente en mi casa en una simplona tarde de primavera o verano, no recuerdo haciendo el que, pero no demasiado ocupado, la verdad. De pronto alguien llama al timbre y a traves del interfono escucho la voz del Tatus, 'Ieh, baja'. No recuerdo que dijera mucho mas, quiza algo sobre ir a tomar unas cervezas, pero quiza no. La cuestion es que baje a la calle y me di un paseo con el hasta un bar no muy lejano, apenas uno o dos minutos de camino.

Ya me daba yo cuenta que algo no funcionaba muy bien en su cabeza aquel dia cuando el tio no me quitaba ojo de encima mientras esbozaba una sonrisa muy macabra en su cara. Como yo sabia que el menda tampoco estaba muy bien de la chola, tampoco le di mayor importancia, asi que simplemente llegamos a una mesa del bar y nos sentamos. Y aqui que el Tatus rompe su silencio y comienza una delirante conversacion con la siguiente interrogacion,
TATUS - Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?
YO - Claro, tio, lo que quieras...
T - ¿Alguna vez te han dado por el culo?
Y - Eeeeeh... no, tio, no. La verdad es que no.
T - Ah, pues yo creia que si.
Y - No, tio, ya te puedo yo asegurar que no.
T - Ah, pues a mi si.
Y - Ah, pues muy bien, tio.
T - De hecho acabo de venir de que me den por el culo.
Y - Ah, pues fantastico.
T - Mira, te lo voy a contar...
Y - Eeeeh, no tio, no hace falta, realmente no tengo ningun interes...
T - SI SI SI SI SI, TE LO VOY A CONTAR.
Y efectivamente me lo conto... aunque yo no os lo voy a contar a vosotros. No creo que os interesen los detalles en absoluto.

Otra curiosa anecdota fue la de 'la visita al supermercado'. Pasa en ocasiones, que no nos queda comida o bebida en casa (en este caso era esto ultimo creo) y tenemos que bajar a comprar. Esta era una tarde de principios de verano de 2008, creo recordar. Nuevamente, aunque ahora puede resultar graciosa para el lector, ya os aseguro yo que vivirla en primera persona daba, cuanto menos, verguenza ajena. Asi fueron las cosas...

El paseo hasta el supermercado en cuestion apenas eran tres o cuatro minutos. Por alguna razon el Tatus estaba ese dia haciendose unas cervezas en mi casa, asi que obviamente me acompaño hasta el lugar. Ya por el camino me di cuenta de que algo grande iba a acontecer. Especialmente cuando el Tatus dejo de caminar por la acera y se dedico a ir por en medio de la calle berreando, cantando y dejando que los coches le esquivaran, ya que el, por supuesto, no se iba a apartar.

La entrada al supermercado fue grandiosa. Absolutamente todos los trabajadores y clientes tuvieron que girarse ante la monumental entrada del Tatus al grito de 'ATENCION, AQUI LLEGO, SOY DAVID' mientras abria los brazos al cielo (al techo) y se daba un extravagante baño de masas en su mas que perturbada imaginacion.

Yo ya me olia algo asi, por lo que desapareci en cuanto pude, me situe a dos o tres pasillos de distancia del menda mientras en la distancia veia su discurrir por todas las diferentes secciones del comercio o en su defecto escuchaba sus alaridos. Los empleados tomaron mi misma tactica, siguiendole para asegurarse que no asesinaba a nadie, pero tambien en la distancia por el acojone que semejante tarado mental provocaba en cada uno de ellos.

En una de estas el Tatus sale de la seccion alcoholica (su preferida) con una Guinness en la mano. Se la abre, le pega varios tragos y se le cae al suelo. Charco oscuro por todas partes y observacion del Tatus al respecto a grito pelado, 'ALEGRIAAAAA'... Para sustituirla se agarra un barril de estos de cinco litros de cerveza alemana, pero no atina a abrirlo, asi que sigue recorriendo todo el supermercado con el barril bajo el brazo.

Una pobre señora de unos setenta y pico tacos esta examinando la seccion del pollo, a ver si se lleva unos muslitos o unas pechuguitas. De pronto el Tatus aparece a su lado con su sonrisa de perturbado. La señora se gira. El Tatus le espeta berreando, '¿SEÑORA, QUIERE FOLLAR?' Uno de los empleados, ya cansado, toma al Tatus por el brazo y le conduce a las cajas mientras el tipo no para de gritar '¿POR QUE? ¿POR QUE? ¿POR QUE?' Le dejan una caja para el solo, pero a el aun le da tiempo a abrir el famoso barril de cerveza alemana que llevaba bajo el brazo, que era lo unico que parecia iba a comprar. Aquello sale a presion y empieza a regar a todo dios, incluyendo toda la zona de cajas, mientras el Tatus grita con extrema locura, 'VAMOOOOOS, TODOOOOOS, CANTAD Y FOLLAAAAAD'...

Dos empleados acompañan al Tatus a la salida, eso si, el barril chorreante no lo suelta ni a la de veinte, aun le mete varios tragos como buenamente puede. Yo intento salir tranquilamente con cuatro cervezas pero un empleado me espeta que me ha visto entrar con el y que, ya que el no ha pagado, alguien tendra que hacerlo. Vale, seran cuatro cervezas, una Guinness y un barril de birra alemana. Por lo menos no me ha tocado follarme a la señora de la seccion del pollo. Y, ahora que lo pienso, creo que no volvi a ese supermercado nunca mas.
 
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