miércoles, 23 de enero de 2008

El asesino nos vende al moro

Muchas veces resulta triste comprobar como uno tiene razón, especialmente en hechos tan escabrosos como el que acontece con las últimas y reveladoras declaraciones de nuestro subpresidente del desgobierno. Aquí ciertas bocas que nos tildaban a algunos de paranoicos, enrevesados, fanáticos y mentirosos, van a tener que empezar a cerrarse y recapacitar. Otros, cómo no, seguirán en su mundo de fantasía, agarrados a un régimen político que comienza a escudarse en la sangre de muchos españoles inocentes para seguir aferrado a un poder al cual llegaron por los mismos medios, matando.

El nazi vallisoletano perturba una vez más nuestra existencia con sus postreras palabras en referencia a nuestras dos ciudades autónomas del norte de África, mostrándose partidario de una co-soberanía con Marruecos, durante un período determinado que fuese un anticipo del "regalo" de estos territorios al país norteafricano. Todo esto, por supuesto, sin tener en cuenta ni consultar para nada a la población de estas dos ciudades. Haceos a la idea de que hoy no es 28 de diciembre y esto no es una inocentada, veréis lo grave de la situación. Si ya habéis asimilado lo leído, ahora es el momento de recapitular, recapacitar, e insultar a quién haga falta (si lo consideráis necesario). Más lamentable que estas declaraciones en sí, dentro de la dictadura informativa que sufre España desde hace unos años, es que tan sólo un medio de comunicación haya ofrecido estas declaraciones en primera plana.

Ahora es cuando aquella teoría que muchos mantuvimos (y mantenemos) del pacto entre la cúpula más radical del PSOE (con el subpresidente a la cabeza), el ex-terrorista Carod Rovira y el reino fundamentalista de Marruecos para llegar al poder como fuera y después que cada cual se llevara lo que reclamara, empieza a cobrar mucho más cuerpo. Ahora es cuando los rumores de que Rodríguez Zapatero había acordado el traspaso de Ceuta y Melilla a Marruecos para 2010 empiezan a tornarse en una cruda realidad. Ahora es cuando nos damos cuenta de una jodida vez de que ZP es un asesino hijo de puta, al cual no le importó montar un atentado que acabara con la vida de 200 personas para su propio lucro y el de sus amigos, llegar al poder cual dictador fascista e instalarse en la poltrona para eliminar la libertad de una manera nunca antes vista en este país y cometer todas las aberraciones que pasaran por su enfermiza mente. Ahora vemos por fin que el asesino nos ha vendido.
 
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