viernes, 8 de febrero de 2008

El hombre que ansiaba la ilegalidad

A lo largo de toda su vida, este pajarraco ha preferido saltarse a la torera todas las leyes y vivir siempre rodeado de la ilegalidad, con una suerte supina que le ha permitido hasta hoy en día y gracias a sus tejemanejes continuar en plena circulación. Aunque no siempre fue así, y es que a los 21 años, Carod-Rovira (que es así como quiere que le llamen) fue encarcelado por pertenecer a una asociación ilegal, que más tarde acabaría siendo la organización terrorista independentista Terra Lliure. Pero como todos sabemos, hoy en día para algunos ser un terrorista de ideas asesinas y represoras no es delito alguno. Así que aquí tenemos al "cerdo", como ya es conocido en muchos ambientes, pululando a sus anchas por las calles de nuestro país.

Haremos una pequeña reseña biográfica de este elemento al que siempre gustó vivir al margen de la legalidad. Nacido en la provincia de Tarragona, Tauro de horóscopo (mejor no me lo imagino con cuernos porque parecería el demonio pero en gordo), de madre catalana y padre aragonés. Su viejo era carabinero durante la guerra y como le gustaba el tema de las armas acabó enrolado en la Guardia Civil en 1940. Para los que dicen que este dato es falso, que hay muchos, simplemente podéis buscar en los archivos de la benemérita, no tiene ningún secreto. Como decíamos, en los 70 y 80 militó en un grupúsculo que acabó por convertirse en la banda terrorista Terra Lliure, hasta que a finales de los 80 debió de pensar que el talego se le acercaba más y más (y esta vez no sólo de paso) y decidió refugiarse en el brazo político de la banda, que acabó por ser la actual ERC. Poco después la banda armada desapareció.

Sus apariciones desde los 90 hasta la actualidad han sido mucho más mediáticas, por lo tanto no nos vamos a extender en esto, pero ya sabéis que entre sus lindezas de la última época están el intentar eliminar el idioma español de la sociedad catalana, incluso a base de suculentas multas a los comerciantes, o ese maravilloso Estatuto de Cataluña que, siguiendo sus típicas actuaciones, estaba completamente fuera de la legalidad constitucional. Pero a Carod eso de que le tilden de ilegal, le pone de lo más cachondo. Aparte de sus continuas faltas de respeto a todo aquel que tenga tufo a español (y luego cómo se pone cuando alguien dice algo sobre los cagalanes), su máximo órdago lo consiguió jugando a ser Jesucristo junto al borrachín Maragall, ridiculizando al nazareno mientras ambos se intercambiaban una corona de espinas a carcajada limpia. No es que esto sea ilegal, pero desde luego el respeto de estos dos malnacidos a las creencias de otros no es que sea de lo más ejemplar.

Su actuación más sonada y por desgracia ya olvidada por algunos, fue su famosa reunión con etarras en el sur de Francia a principios de 2004. Lo que se acordó en aquella reunión entre viejos camaradas terroristas, que por cierto se hizo a espaldas tanto de Gobierno central como autonómico, realmente no se ha llegado a saber del todo. Aunque algunas pistas podemos entresacar del hecho de que al poco tiempo ETA declarase una tregua exclusivamente centrada en territorio catalán ("no, mira, matad españoles, pero a los polacos dejadnos tranquis, eh"). Y bueno, dos meses después de estos contactos ya sabemos todos cómo llegó al actual desgobierno el nazi pucelano, con la ayuda del cerdo Carod. Todo esto desprende un tufillo más que raro, pero para que no nos acusen de paranoicos, dejemos que cada cual saque sus propias conclusiones sobre "el hombre que ansiaba la ilegalidad".
 
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