Pues sí, amigos, parece ser que ése era en realidad el plan final de Zetaparo el magnífico. Visto lo visto y tal y como los nazisociatas dejaron a España, después de siete años, podemos decir que esos hijos de puta lo que pretendían era enviar al país a formar parte del tercer mundo. Y vaya si lo consiguieron, pero a base de bien. El tarado mental que teníamos como presidente se llenaba la boca con lo de la Champions League, pero en realidad ha quedado más que demostrado que lo que España estaba jugando era la liga africana, en tercera división y a punto de bajar a cuarta. Y bueno, al final se consumó el descenso. España tiene unas cifras de desempleo más altas que muchos de los países del tercer mundo y a este paso, y gracias al maravilloso trabajo nazisociata y a toda la herencia que estos anormales han dejado, nos vamos a codear con el 80% de paro de Zimbabwe. Ya veréis, en breve.
En un país tercermundista tienen que haber también habitantes tercermundistas. En España empezaba a haber demasiada cultura y demasiada gente preparada. Así que lo mejor era poner un plan educativo para crear auténticos imbéciles, que los niños aprueben unas asignaturas con exigencia cero, aún sin llegar a ese cero, y de paso lavar el cerebro con la mierducación para la ciudadanía y otras perlas de similar calado. Conclusión, la juventud española se ha convertido en un puñado de burros integrales que no saben escribir una frase de cinco palabras con menos de siete faltas de ortografía. Por no hablar del fantástico nivel universitario que nos ha llevado al punto de que en cualquier país medianamente desarrollado ya no se convalide absolutamente ningún estudio realizado en España. Que tíos que no saben ubicar Londres en un mapamundi lleguen a ser filólogos, psicólogos o historiadores, manda muchos huevos, ciertamente.
Y la perla para redondear toda esta estrategia en dirección al tercer mundo la componen los foráneos. Claro, por si no fuera poco educar a los españoles como a tercermundistas, pues nos traemos a unos cuantos auténticos tercermundistas para que se mezclen con la población y nos enseñen el camino más rápido hacia el salvajismo más selvático. Lo peor de los peores africanos, sudamericanos y de lo más profundo del este de Europa. Delincuentes, salvajes, gentes sin estudios ni educación, auténticos animales campando a sus anchas por el país y por supuesto sin posibilidad de protestar por parte del ciudadano ante cualquier actuación criminal por parte de esta gentuza, porque son intocables y tú eres un facha, ya sabes, la palabreja de moda entre los gilipollas que han querido crear esta situación de escoria existencial en España. En fin, que ahí están los resultados. De los puestos más altos del primer mundo desarrollado nos hemos ido directos al más absoluto pozo del tercer mundo más profundo y desolado. Pues nada, nazisociatas de los cojones, muchas gracias por todo. Buen trabajo.